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<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
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<HR>
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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><EM>boletín solidario de información -
edición internacional</EM><BR><FONT color=#800000 size=5><U>Correspondencia de
Prensa</U><BR>Agenda Radical - Colectivo Militante</FONT><BR><U>11 de julio
2009</U><BR>suscripciones y redacción: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<HR>
</DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Bolivia</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>Evo y mil
millones de dólares más para la Enron <BR><BR>Salen a luz millonarias y secretas
concesiones otorgadas por el gobierno indígena de Bolivia al consorcio
Enron-Ashmore-Shell, que sin invertir se apoderó de la red de
ductos</FONT></STRONG> </FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Econoticias, La Paz,
9-7-2009<BR></STRONG><A
href="http://www.econoticiasbolivia.com/"><STRONG>http://www.econoticiasbolivia.com/</STRONG></A></FONT></DIV><FONT
face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>Cada vez que abre la boca el ex presidente de la estatal
boliviana de transporte petrolero, Gildo Angulo, crece el escándalo por la forma
en la que el gobierno de Evo Morales “nacionalizó” esta empresa, que por más de
una década fue controlada y saqueada por el consorcio transnacional
Enron-Ashmore-Shell.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hasta ahora, según la última denuncia de Angulo,
presentada a media semana al Senado de la República y no desmentida por las
autoridades, el Estado boliviano habría desembolsado y pagado sin justificación
valedera casi mil millones de dólares a estas petroleras que, sin invertir ni un
centavo, se habían apoderado en la década de los 90 de toda la red de ductos de
comercialización interna y exportación de hidrocarburos, en lo que constituye el
mayor fraude transnacional realizado en Bolivia en los tiempos del
neoliberalismo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La primera vez que Angulo, --un ex militar que sirvió con
igual lealtad a los gobiernos neoliberales del pasado y al actual de Evo
Morales--, abrió la boca a mediados de junio, provocó un terremoto, que
precipitó su expulsión de la dirección de Transredes, empresa que había sido
“nacionalizada” con pompa y sonaja en octubre del 2008 por el gobierno
indigenista de Morales.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>ACUERDOS SECRETOS</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>En junio del 2009, Angulo, en medio de una dura disputa
con otros directivos de la estatal petrolera, denunció que altos funcionarios
del gobierno, posiblemente a espaldas del Presidente Morales, habían otorgado en
secreto millonarias e indebidas concesiones a las petroleras
Enron-Ashmore-Shell.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hasta esa fecha, oficialmente sólo se conocía que el
consorcio Enron-Ashmore-Shell había recibido en efectivo 241 millones de dólares
por la compra-venta forzosa de las acciones que poseían en Transredes, según
establecía el decreto 29586 firmado por Morales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Este mismo Decreto instruía a las autoridades bolivianas
que, antes de pagar ese monto a las petroleras, se deduzcan los pasivos (deudas,
tributos y otras obligaciones pendientes).</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero ello no ocurrió. El Decreto 29586 se tiró al canasto
y se reemplazó con otro Decreto presidencial, que obligaba al Estado a pagar sin
descuentos los 241 millones a las petroleras, cargando a las arcas fiscales,
además, todas sus obligaciones y deudas, lo que se mantuvo en estricta reserva
hasta que Angulo abrió la boca.<BR>Así, por medio de la denuncia, se conoció
públicamente que el Estado boliviano se había hecho cargo de una deuda de 286
millones de dólares que el consorcio petrolero tenía con el Banco Interamericano
de Desarrollo y con la Corporación Andina de Fomento y que también estaba
asumiendo el pago de otros 34 millones de dólares que la transnacional adeudaba
por tributos e impuestos, así como los gastos demandados para remediar el daño
ambiental de cerca de 100 millones de dólares provocado por un gran derrame de
petróleo en el 2000.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>DE PATRIOTAS Y TRAIDORES</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Tras la denuncia, Angulo fue destituido del cargo el 16
de junio y acusado por las autoridades gubernamentales de servir a los grupos
neoliberales que conspiraban contra Morales. Curiosamente, un mes antes, en un
encuentro con los periodistas, el propio Morales había destacado la labor de
Angulo al que calificó como “militar patriota”, señalando que “servía a la
Patria, pese a su edad”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pese a ello, las autoridades confirmaron que
efectivamente se habían hecho esas concesiones a las petroleras para evitar un
posible juicio y arbitraje internacional, según declaró el presidente
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la empresa matriz estatal,
Carlos Villegas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hasta esa fecha, la aritmética petrolera del gobierno
boliviano mostraba que se había “nacionalizado” (compra forzosa de acciones)
pagando en efectivo 241 millones de dólares y asumiendo deudas por más de 400
millones de dólares, beneficiando a la Enron-Ashmore-Shell que, sin invertir ni
un centavo, tomaron la red de ductos de Bolivia y lucraron impunemente con ella
por 12 años.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>DE MAL EN PEOR</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>El negocio en contra de los intereses de Bolivia parecía
escandaloso, hasta que Angulo abrió otra vez la boca, esta vez en el Senado
controlado por las fuerzas opositoras de derecha, y denunció otras y más
gravosas concesiones otorgadas a las petroleras, a las que se habría pagado
incluso por las ganancias que no habían recibido en periodos anteriores.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Así, el Estado boliviano también se habría hecho cargo de
pagar otros 155 millones de dólares que las petroleras habían emitido como
“bonos” para pagarse dividendos en el periodo 1997-2001 y también habría pagado
otros 207 millones de dólares para cubrir los dividendos que la transnacional
había programado repartirse en el periodo 2006-2008 y que por falta de efectivo
no lo había hecho. Otro pago adicional de 60 millones de dólares se deriva del
“incumplimiento de compromiso de inversiones”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En total, el Estado boliviano habría pagado indebidamente
casi mil millones de dólares por la empresa transportadora de Transredes, un
monto que equivale a casi la mitad de la deuda externa del país y que representa
casi la totalidad de la inversión pública que se realiza anualmente en Bolivia,
un país que pese a sus inmensas riquezas naturales tiene un tercio de su
población pasando hambre y otro tercio con apenas lo suficiente para comer y
nada más.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>EMPRESA SIN RECURSOS</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Hoy, la estatal transportadora de hidrocarburos está
virtualmente exprimida. Casi todas las ganancias se destinan al pago de las
obligaciones de las petroleras extranjeras y ya no hay dinero para nuevas
inversiones de 1.000 millones de dólares que se precisan con urgencia, dice Cyro
Camacho, el sucesor de Angulo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El funcionario aseguró que la empresa no cuenta con esos
recursos para ampliar ductos y expandir la comercialización de carburantes por
lo que se verá obligada a recurrir al crédito externo, acrecentando la deuda que
tiene con entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la
Corporación Andina de Fomento (CAF).<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>UNA HISTORIA DE PIRATAS</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>La historia reciente de los fraudes y latrocinios del
consorcio Enron-Ashmore-Shell arrancó en Bolivia en la década de los 90, en
pleno apogeo del neoliberalismo, cuando las riquezas naturales del país
altiplánico eran entregadas sin pudor ni vergüenza a las transnacionales que
eran símbolo de la corrupción empresarial a nivel mundial. El 8 de diciembre de
1994, el primer vicepresidente indígena de Bolivia, el aymara Víctor Hugo
Cárdenas, firmaba el Decreto Supremo 23908 que avalaba y convertía en ley un
contrato entre el gobierno neoliberal y la Enron que sería rubricado un día
después en Miami entre el presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada y los
directivos de la petrolera. El Decreto y el contrato eran ilegales e
inconstitucionales, ya que no fueron refrendados por el Congreso boliviano, pero
igual entraron en vigencia porque permitía que la Enron, a cambio de
“asesoramiento” y sin poner ni un centavo, tome el control del gasoducto entre
Bolivia y Brasil.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ya en Bolivia, la Enron, junto a la Shell, a fines de
1996 se apoderó, otra vez sin invertir ni un centavo, de toda la red de más de
6.000 kilómetros de ductos de petróleo y de gas que atraviesan siete de los
nueve departamentos de Bolivia, logrando el monopolio de la distribución interna
y de exportación de hidrocarburos. Para ello bastó que la Enron y la Shell
prometieran a los gobernantes neoliberales, con los que se habían asociado en
Miami, invertir en el desarrollo de ductos algo más de 200 millones de
dólares.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Lucrando desde entonces con la red de gasoductos
bolivianos y obteniendo millonarios créditos del Banco Interamericano de
Desarrollo y de la Corporación Andina de Fomento, el consorcio sacó las correas
del mismo cuero y cumplió con sus inversiones, apresurándose a repartir
millonarias utilidades entre sus accionistas y dejando en el piadoso olvido el
pago de estas deudas financieras y los impuestos y tributos para el Estado. El
consorcio llegó al extremo de endeudarse y emitir bonos a fin de recaudar dinero
que era repartido como utilidades entre sus accionistas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Años después, en el 2006, y en plena bancarrota a nivel
mundial, la Enron transfirió sus acciones a la británica Ashmore, compartiendo
la mitad de las acciones con la Shell. Esta acción le permitió, además, diluir
la acción de los sectores sociales que desde el levantamiento popular del 2003,
que derrocó a los neoliberales que habían firmado los leoninos contratos con las
petroleras en Miami, habían identificado a la Enron como el símbolo del
latrocinio neoliberal, por lo que buscaban enjuiciarla, hacerla pagar por los
daños cometidos en Bolivia y luego echarla del país.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A principios de la década, el ex delegado presidencial
Juan Carlos Virreira cuantificó en 120 millones de dólares el daño inferido por
la Enron al Estado boliviano, a lo que se sumaron otras denuncias por
contrabando de hidrocarburos, evasión de tributos, falta de inversiones y
conspiración política para derrocar a Morales. Pese a ello, el juicio contra la
Enron, iniciado por Virreira, fue dejado de lado por los gobiernos de la época,
incluido el actual, al igual que las demandas de expropiación y nacionalización
de las petroleras sin pagarles ninguna indemnización.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por el contrario, el gobierno de Morales procedió a
legalizar y renegociar la mayor parte de los ilegales contratos petroleros,
procediendo en otros casos, como fue con Transredes (Enron-Ashmore-Shell), a la
compra forzada de acciones, pagando millonarias sumas como indemnización a las
compañías petroleras tras intensos procesos de negociaciones, ocultando a la
población muchas de las onerosas concesiones otorgadas al poder transnacional. Y
esto ocurrió hasta que Angulo abrió la boca.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000
size=4>Correspondencia de Prensa</FONT><BR>boletin solidario de información -
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Uruguay</FONT></STRONG><BR></DIV>
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