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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><EM>boletín solidario de información -
edición internacional</EM><BR><FONT color=#800000 size=5><U>Correspondencia de
Prensa</U><BR>Agenda Radical - Colectivo Militante</FONT><BR><U>20 de julio
2009<BR></U>suscripciones y redacción: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Alemania</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Congreso de Die Linke
<BR></STRONG></DIV></FONT>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>Socialdemócrata
hasta el final</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><FONT size=2><STRONG><FONT size=3>Con la
izquierda del partido a la defensiva y los elementos anticapitalistas
abiertamente ahogados, todo está en orden y sobre todo, la imaginación ausente
del poder.</FONT></STRONG> </FONT></DIV><STRONG>
<DIV align=justify><BR><BR></DIV><FONT size=2></FONT></STRONG></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Edith Bartelmus-Scholich
*</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.europe-solidaire.org/"><STRONG>http://www.europe-solidaire.org/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Viento
Sur</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.nodo50.org/viento_sur/"><STRONG>http://www.nodo50.org/viento_sur/</STRONG></A><BR><STRONG>Traducción
de Alberto Nadal</STRONG> <BR><BR><BR>Como estaba previsto, el congreso del
partido en Berlín ha validado en lo esencial el programa presentado por la
dirección para las elecciones legislativas del 27 de septiembre de 2009,
acentuando incluso sobre algunos puntos su orientación derechista. Las enmiendas
anticapitalistas o propuestas favorables a los intereses de los asalariados o de
los parados han sido rechazadas, con alguna excepción, por la mayoría de los
delegados. El congreso se ha plegado a la puesta en escena de la dirección que
intentaba dar a los medios la imagen de un partido armonioso y disciplinado. El
dinamismo y la apertura de los congresos de 2005 y de 2007 pertenecen al pasado.
<BR><BR><STRONG>Ninguna concepción nueva de lo social</STRONG><BR><BR>En 2005,
el “Linkspartei PDS” se había presentado a las elecciones con el eslogan de “por
una nueva concepción de lo social”. Cuatro años más tarde, la reivindicación de
2005 ha sido abandonada. El programa electoral se titula “Firmemente social. Por
la democracia y la paz”, y no incluye ninguna concepción nueva de lo social,
pues se sitúa completamente en el marco del orden social y político tal como fue
pensado y puesto en marcha esencialmente por la socialdemocracia durante el
siglo XX. <BR><BR>Ha sido Oskar Lafontaine quien ha presentado a los delegados
el programa electoral. Partiendo de la consigna de “Atreverse a más democracia y
más libertad” y de las limitaciones de la crisis económica mundial, ha esbozado
un programa que apunta a un reajuste y una reorganización de la economía de
mercado. En ningún momento la lógica de la ganancia y de la competencia ha sido
puesta en cuestión. Hay que producir como antes, sin embargo Die Linke espera
hacer de los asalariados, en esta sociedad capitalista, accionistas de su
empresa. Además, la cogestión deberá ser amplia. Esto está justificado por el
hecho de que la corresponsabilidad de los asalariados evita “los errores del
sistema y pone los intereses sociales de los asalariados en el centro” como se
dice en el capítulo 2 del programa electoral. Una posición ya inaceptable en el
plano teórico, pues la idea de que una participación de los asalariados pueda
abolir las leyes del mercado es insostenible. Poco importa quien posea una
empresa en la economía de mercado mundializada, son las leyes del mercado las
que deciden. La participación de los asalariados y una ampliación de la
cogestión no constituyen más que una nueva forma de colaboración de clases. Pero
en la práctica también, tales tentativas han sido hechas ya por el movimiento
obrero y, como podía esperarse, han fracasado siempre. Die Linke silencia esas
experiencias. Toda tentativa de renovar y de ampliar los compromisos entre las
clases del siglo pasado a las que el capital ha renunciado, es por otra parte
imposible, pues las condiciones económicas, que prevalecen desde 1990, no
incitan de forma alguna al capital a buscar un nuevo compromiso.
<BR><BR>Partiendo del hecho de que no es el capitalismo el que ha fracasado sino
únicamente el capitalismo financiero y que el compromiso de clase pasado es
actualizable, Die Linke propone reformas para controlar los mercados y humanizar
las reglas neoliberales del mercado. Ninguna de las reivindicaciones se ha
elaborado partiendo exclusivamente de la necesidad de satisfacer las necesidades
de las categorías que personas que se supone se benefician de ellas. Las
reivindicaciones se limitan cada vez a lo que la dirección del partido considera
realista, posible con vistas a una coalición, incluso si por ello, estas
reivindicaciones se hacen insuficientes. Falta la voluntad política de defender
sin reservas los intereses de los asalariados. <BR><BR>De la misma forma que en
el terreno de la democracia económica, Die Linke quiere poner al gusto del día
las ideas de la socialdemocracia de los años veinte del siglo XX, se acerca de
la de los años setenta en lo que se refiere a la democratización de la sociedad.
Incluso si el rechazo a las restricciones de las libertades públicas y la
exigencia de transparencia y más democracia directa son evidentemente
compartidas por las demás fuerzas de izquierda, hay que insistir en que una
sociedad en la que la democracia se detiene ante las puertas de las empresas y
de las administraciones no será jamás ni democrática, ni libre y que la
cogestión ejercida por representantes no controlados, que Die Linke quiere
extender, no corresponde a lo que se puede esperar de una verdadera democracia
social. <BR><BR>El programa es defensivo, no solo en sus grandes líneas, sino
también en lo que se refiere a numerosas reivindicaciones aisladas. Hay
progresos en relación al programa de 2005 en lo que se refiere al montante del
salario mínimo y la elevación de la renta mínima de existencia a 500 euros.
Estas posiciones han podido ser conservadas como objetivos a medio plazo gracias
a la presión sobre la dirección ejercida desde el interior y el exterior del
partido en la primavera de 2009 y a pesar de las intervenciones acuciantes de
los políticos “realistas” del Este del país. En cambio no fue posible hacer
aceptar una reivindicación suficiente para la reducción del tiempo de trabajo.
Incluso una enmienda moderada para que el partido exigiera que la semana de 35
horas fuera el mínimo legal ha sido rechazada en nombre de la imposibilidad de
encontrar un aliado para defender juntos esta reivindicación en el Parlamento.
Por otra parte, demandando solamente que se vuelva sobre la jubilación a los 67
años, Die Linke ha operado un retroceso en relación a 2005, cuando el partido
exigía aún la jubilación a los 60 años. Se ve aquí como tras una pesada derrota,
adapta sus reivindicaciones a las nuevas condiciones dictadas por la clase
dominante. <BR><BR><STRONG>Adepto de la “Realpolitik” y
represivo</STRONG><BR><BR>La línea defensiva de la dirección refuerza en el seno
del partido el ala derecha de los “realistas” del Este. Esto se ha visto en el
congreso, donde la dirección no era la única en defender la idea de que sería
preciso en el futuro participar en el gobierno en los cinco Länder del Este e
incluso tener allí presidentes de Länder. Sin turbarse en absoluto porque la
crisis económica y la limitación severa de los déficits presupuestarios inscrita
en la Constitución no permitirá a los gobiernos de las regiones hacer otra cosa
que terribles recortes en los programas sociales, la camarilla de responsables
del Este al completo aspira a gobernar con el SPD en cuanto sea posible y donde
sea posible. <BR><BR>Paralelamente los presidentes de Land y las cabezas de
lista del Este anunciaban que en caso de participación gubernamental, están
dispuestos a quedarse por detrás del programa. Es el SPD y no Die Linke el que
bloquea la constitución de gobiernos “rojo-rojo” asegura Oskar Lafontaine.
Teniendo en cuenta las perspectivas de los Länder, es un triste consuelo pensar
que hoy aún la entrada del partido Die Linke en el gobierno federal es imposible
debido a sus posiciones en política exterior. <BR><BR>A medida que el ala
derecha se beneficia de la línea de la dirección del partido, el ala izquierda
se encuentra cada vez más a la defensiva. A diferencia del congreso de
preparación de las elecciones europeas de fines de febrero cuando había una
corta mayoría para enmiendas de izquierda, la izquierda del partido ha perdido
posiciones en Berlín. La presidencia y la dirección del congreso se ponían
manifiestamente de acuerdo en que las iniciativas de la izquierda no favorecían
la organización que habían previsto. No solo miembros de la dirección del
congreso se han permitido reprender a oradores de izquierda y polemizar con
ellos, sino que la lista de oradores establecida por la dirección no dejaba más
que muy poco lugar a la izquierda, y fueron incluso ocultadas contribuciones
provenientes de anticapitalistas. Algunas enmiendas no fueron, deliberadamente,
sometidas a discusión ni a votación. Centenares de marcadores para los libros
que promocionaban un periódico en línea independiente, “scharf-links”, fueron
retiradas de la circulación por miembros del servicio de orden así como un
panfleto de la red de la izquierda socialista “Marx 21”. El SDS y la corriente
derechista “Foro del socialismo democrático” pudieron, en cambio, presentar sin
dificultad sus panfletos en cada local. Die Linke demuestra así que la única
libertad de opinión que le importa es la que permite las opiniones cuya
expresión conviene a la dirección.<BR><BR>Algunos miembros de la dirección del
partido y del aparato se mostraron represivos e incluso despreciativos hacia
militantes de su propio partido cuando venían al congreso como espectadores.
Primero se les impidió entrar por miembros del servicio de orden. Finalmente el
congreso aceptó la proposición de una joven delegada de poner fin a esta
práctica. Sin embargo otros miembros del partido se vieron prohibir el acceso.
Cuando pregunté a un miembro del servicio de orden por qué la decisión del
congreso no era respetada, me respondió: “Tendrías que estar contenta, puedes
trabajar más tranquilamente cuando no hay demasiados contestatarios en la sala”.
<BR><BR>* Edith Bartelmus-Scholich es editora del periódico en línea
“scharf-links” consultado a diario por miles de militantes de la izquierda
alemana que encuentran en él una información crítica de calidad, en particular
sobre lo que ocurre en Die Linke. </DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000
size=4>Correspondencia de Prensa</FONT><BR>boletin solidario de información -
edición internacional<BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000 size=4>Agenda Radical - Colectivo
Militante</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT
size=3>Gaboto 1305 - Teléf: (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT></STRONG><BR></DIV>
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