<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META http-equiv=Content-Type content="text/html; charset=iso-8859-1">
<META content="MSHTML 6.00.2900.2523" name=GENERATOR>
<STYLE></STYLE>
</HEAD>
<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><EM>boletín solidario de información -
edición internacional</EM><BR><FONT color=#800000 size=5><U>Correspondencia de
Prensa<BR></U>Agenda Radical - Colectivo Militante</FONT><BR><U>23 de agosto
2009</U><BR>suscripciones y redacción: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>América del
Sur</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Inquietante carrera en casi toda la
región para comprar armas</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT face=Arial></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT face=Arial>La ofensiva involucra especialmente
a Brasil, Chile y Venezuela. Incluso Bolivia ha decidido entrar en esta carrera
con el argumento de defender sus fronteras. El mayor proveedor es
Rusia</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT face=Arial></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT face=Arial>Estados Unidos, una presencia
militar con doble propósito</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT
size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify></FONT><FONT face=Arial size=2><STRONG>Marcelo
Cantelmi</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Clarín, Buenos Aires,
23-8-2009</STRONG><BR><A
href="http://www.clarin.com/"><STRONG>www.clarin.com/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV><FONT face=Arial
size=2>
<DIV align=justify><BR>Brasil le acaba de encargar cinco submarinos, incluyendo
uno nuclear a Francia, que los construirá en un astillero especial a edificar en
el país sudamericano. Venezuela ha adquirido armamento de alto nivel en los
últimos dos años incluyendo aviones, helicópteros, lanchas rápidas y decenas de
miles de fusiles. También la empobrecida Bolivia se ha sumado a este tren a toda
velocidad con un gasto de cien millones de dólares, que si se calcula sobre su
PBI seria equivalente a si Argentina liquidara 3.000 millones de dólares en
armamentos.<BR><BR>Chile que hace tiempo dedica una buena cuota de lo que
recauda con sus ventas de cobre a las fuerzas armadas, también se está
rearmando. La cereza de la torta es Colombia, que recibe la mayor ayuda militar
norteamericana después de Israel y Egipto por el llamado Plan Colombia. Y que
acaba de acordar la instalación de tropa y equipos de EE.UU. en siete de sus
bases y cuarteles, en un paso que ha escaldado las espaldas de todos los
gobiernos de la región.<BR><BR>Pero el primer impacto, sin reducir la
importancia de sus consecuencias, lo produce el torrente de dinero que se quema
en esta tarea. Según el prestigioso SIPRI, el Instituto de Estudios para la Paz
de Estocolmo, la inversión militar sudamericana fue de 34.100 millones de
dólares en 2008. Pero otras fuentes, como el Centro de Estudios Nueva Mayoría de
Buenos Aires, elevan esa gasto a la friolera de 51.110 millones de dólares. Esto
implicaría un alza de poco más de 30% con relación a 2007.<BR><BR>Lo más
asombroso de este derrame de dinero, es la crisis de prioridades que revela.
Bolivia anunció este mes que comprará armamento y aviones con el argumento de
proteger sus fronteras y luchar contra el narcotráfico. La Paz intentó adquirir
aviones Alca checos y helicópteros Bell UH en EE.UU. pero Washington lo vetó. El
vicepresidente Alvaro García Linera dijo que Bolivia tiene fondos suficientes y
hasta habló de dignidad. La intención es invertir US$ 100 millones y el
beneficiario sería Rusia, donde ya se han firmado cartas de crédito.<BR><BR>La
novedad preocupó a Paraguay, que demandó explicaciones. Así como los peruanos
que se muestran al menos inquietos (tanto como los bolivianos) por los pasos de
sus vecinos chilenos. Las FF.AA. del país trasandino recibirán este año US$ 364
millones extra para compra de armas. Ese dinero se suma a los cerca de US$ 2.800
millones ahorrados sólo para esos fines. Los chilenos tienen ya dos nuevos
submarinos, le han podido comprar cazas F-16 a EE.UU. y su ejército cuenta con
400 blindados y, entre sus joyas, 350 tanques Leopard, un objeto de deseo para
casi toda la milicia regional.<BR><BR>Argentina tiene un gasto paupérrimo en el
rubro, por debajo del 1% de su producto. Pero el vecino Brasil encabeza la lista
de los que más invierte, casi la mitad del presupuesto total de la región,
aunque aún así está lejos de ser una potencia militar. <BR><BR>La última gran
operación del gobierno de Lula es la compra a Francia de 4 submarinos y la
construcción de otro nuclear. Se trata de submarinos Scopene convencionales, que
la francesa DCNS ya ha vendido a Chile, Malasia e India. Es una operación de
8.500 millones de dólares, con el nuclear incluido. El paquete agrega además la
compra de 51 helicópteros EC-725 concebidos para el transporte de tropas y para
operaciones de rescate en combate. París también negocia vender a la Fuerza
Aérea brasileña 36 aviones caza.<BR><BR>Venezuela aminoró las compras este año,
pero viene de rearmarse en China y Rusia donde encargó 24 cazas multifuncionales
Sukhoi Su-30MKV, 38 helicópteros de distintos tipos, 100 mil fusiles de asalto
AK-103, los famosos Kalashnikov cuya licencia de fabricación ya tiene también
para los cartuchos. Son cerca de 3 mil millones de dólares invertidos en esta
aventura. Hay también ahí lanchas patrulleras y aviones de transporte.
<BR><BR>La busqueda de proveedores orientales o asiáticos es porque EE.UU. se
niega a traspasar armamento moderno a varios de estos países. Washington sí lo
hace con Colombia donde vuelan los temibles y carísimos helicópteros Blackhawk y
los Bell. Colombia ha recibido ya US$ 6.000 millones como parte del Plan
Colombia de asistencia militar.<BR><BR>Ese despliegue, que convirtió al país
sudamericano en el tercero después de Israel y Egipto en la recepción de
asistencia norteamericana, es lo que en parte gatilla la carrera armamentista,
esencialmente en el caso venezolano. Un síndrome que se ha acelerado con el
acuerdo para la instalación de las siete bases militares de EE.UU. Brasil
también está reaccionando a este nuevo espectro por considerarse el principal
afectado de la acción del Pentágono en Colombia. Y no se equivoca. </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Estados Unidos, una presencia
militar con doble propósito</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Washington asegura que la región no
corre peligro, pero el temor por las bases subsiste</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Ana Barón, corresponsal de Clarin en
Washington</STRONG> <BR><BR></DIV>
<DIV align=justify>"No hay ninguna duda sobre quien detenta supremacía militar
en el hemisferio Occidental, unos pocos buques rusos no van a cambiar la balanza
de poder", dijo en noviembre pasado la ex secretaria de Estado Condoleezza Rice,
cuando le preguntaron si los ejercicios navales conjuntos entre Rusia y
Venezuela representaban una amenaza para EE.UU.<BR><BR>Si bien oficialmente el
objetivo del acuerdo militar sellado entre Estados Unidos y Colombia es la lucha
contra el narcotráfico y el terrorismo en el territorio colombiano, a nivel
político-estratégico se trata también de una proyección de poder destinada a
consolidar a largo plazo la hegemonía de la que hablaba Rice.<BR><BR>Durante la
entrevista que concedió a Clarín el jueves, el subsecretario de asuntos
hemisféricos en el Pentágono, Frank Mora, se refirió al artículo 3 del
cuestionado acuerdo, que dice "específicamente que los dos países no sólo
respetarán la soberanía de sus vecinos sino que insisten en la no intervención o
interferencia en los asuntos internos de otros países".<BR><BR>Cuando esta
corresponsal preguntó sobre el ataque de Colombia contra las FARC en territorio
ecuatoriano con ayuda de la inteligencia estadounidense, Mora no respondió e
insistió con el artículo 3 del acuerdo. Según dijo, ahí está claro como negro
sobre blanco. <BR><BR>¿Será suficiente esa garantía para calmar la inquietud de
países como Brasil o Argentina? El comandante en jefe del Comando Sur, el
almirante James G. Stavridis, dijo en el Congreso que EE.UU. no enfrenta
actualmente en la región "ninguna amenaza militar convencional, ni tampoco vemos
una en el mediano plazo."<BR><BR>Tampoco prevé conflictos convencionales entre
nuestros países. Las amenazas principales son el terrorismo y el narcotráfico.
EE.UU. sigue, sin embargo, con mucha atención la creciente incorporación de
armas y nuevos sistemas armamentísticos en la zona.<BR><BR>"Cada vez que alguno
de nuestros países tomó una decisión que podría afectar las relación de fuerzas
en la región, EE.UU. no se quedó de brazos cruzados", dijo a Clarín una fuente
militar en Washington. "Cuando Chávez comenzó a acercarse a Irán y Rusia, y
compró 24 Sukois S35 rusos, EE.UU. anunció el reestablecimiento de la IV Flota.
Brasil propuso entonces la creación del Consejo de Defensa sudamericano y ahora
EE.UU. sella un acuerdo con Colombia". Cada una de esta decisiones quizás estuvo
motivada por otros factores, pero objetivamente fueron proyecciones de fuerza de
EE.UU. sobre la región. <BR><BR>"Los aviones rusos dieron a Venezuela una
superioridad militar con respecto a Colombia. Pero ahora, con los AWACS que
operarán desde la base colombiana en Palanquero, lo Sukois no podrán despegar
sin ser detectados", explicó a Clarín Juan Battaleme, el autor del documento "La
incorporación de Nuevos Sistemas de Armas en la región", presentado en el Center
for Hemispheric Defense Studies en julio pasado.<BR><BR>El doctor Frank Mora
rechazó totalmente esta hipótesis. Dijo que los aviones estadounidenses que
operarán en Palanquero, ya sea los AWACS o lo C17, tendrán como misión
únicamente la lucha contra el narcotráfico. <BR><BR>"Quiero remarcar esto porque
hay una desinformación muy grande sobre la posibilidad de que el equipo militar
y los aviones tengan otros propósitos que vayan más allá del territorio
colombiano. Y simplemente eso no es cierto".<BR><BR>El problema es que tanto los
AWACS como los aviones de transporte y de asalto C17 pueden ser usados en la
lucha contra el narcotráfico o para asaltos militares. El uso que tienen es
dual.<BR><BR>El gobierno brasileño quiere tener un control total sobre la zona
del Amazonas. Pero con los AWACS revoloteando por su frontera, el sistema Sivam
de vigilancia y alerta temprana que han desarrollado ya no será el único
monitoreando la zona.<BR><BR>Es cierto que EE.UU. no necesita tener acceso a
Palanquero para realizar operativos fuera del territorio, pero Mora explicó a
Clarín que con el acceso que tendrán a esta base colombiana no habrá necesidad
de reabastecer a los aviones en el aire, operación que sale carísima.<BR><BR>El
uso dual de Palanqueros y su potencial para transformarse en el portaaviones de
América Latina es parecido a lo que ocurre con la IV Flota. "Hace casi un año
que se restableció y creo que ha quedado en claro que su propósito es
principalmente realizar misiones humanitarias", dijo a Clarín Mora.
<BR><BR>Actualmente, la IV Flota tiene asignados un buen hospital, el confort,
un buque de asalto y dos buques que están patrullando el mar del Caribe. Su
misión es humanitaria o de monitoreo, pero si fuera necesario podrían también
participar en misiones de asalto.<BR><BR>Frente a la IV Flota y al acuerdo entre
Washington y Bogotá, cada país de la región reaccionó según sus propios
intereses. <BR><BR>Mientras que Venezuela está utilizando la presencia militar
estadounidense para fortalecer su discurso antiimperialista; en Colombia, Uribe
lo usa para llevar agua para el molino de la re-reelección y Brasil, para
reforzar su ambición de transformarse en una potencia hegemónica alternativa
"más benevolente" a través de Unasur y del Consejo de Defensa. Chile y Perú han
permanecido callados, fundamentalmente porque han recibido en sus puertos a
buques de la IV Flota. </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000
size=4>Correspondencia de Prensa</FONT><BR>boletin solidario de información -
edición internacional<BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000 size=4>Agenda Radical - Colectivo
Militante</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT
size=3>Gaboto 1305 - Teléf: (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT></STRONG><BR></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV></FONT></BODY></HTML>