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<HR>
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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><EM>boletín solidario de información -
edición internacional</EM><BR><FONT color=#800000 size=5><U>Correspondencia de
Prensa</U><BR>Agenda Radical - Colectivo Militante</FONT><BR><U>24 de setiembre
2009</U><BR>suscripciones y redacción: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT
size=3>Imperialismo</FONT></STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Scheerer, experto alemán en
criminología y su relato de la penalización mundial de las
drogas</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>El opio, aliado de Estados Unidos en
Asia</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>El criminólogo alemán Sebastian Scheerer,
entrevistado por Página/12, director del Instituto de Criminología de Hamburgo,
describió los pasos dados por Estados Unidos para inventar la penalización del
consumo de drogas y favorecer sus intereses económicos.</STRONG><BR><BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Horacio Cecchi</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Página/12, Buenos Aires, 22-9-2009</STRONG><BR><A
href="http://www.pagina12.com.ar"><STRONG>http://www.pagina12.com.ar</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>La receta: se mezclan trenzas, opio, California, xenofobia y
chinos y se parte de fines del siglo XIX. Como resultado, sorprendente, se
obtendrá la carrera de criminalización de las drogas que sometió y somete al
mundo según los intereses de expansión de Estados Unidos. Los ingredientes los
fue describiendo durante esta entrevista el experto alemán Sebastian Scheerer,
profesor de criminología en la Universidad de Harvard, titular del Instituto de
Criminología de esa casa de estudios y director de “varios” –como los enumera él
mismo– masters europeos en la materia, de buen sentido del humor y de hablar
español jocoso y entrecortado, pero suficiente para entenderlo y sacar
conclusiones.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–¿Cómo dijo... que en California usaron las
trenzas para criminalizar a los chinos?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–Las trenzas y el opio. Para ellos fue un dilema, porque
las trenzas eran un símbolo de veneración a su emperador. Las drogas, como las
trenzas o la manera de vestir, son indicadores muy visibles. Pero el opio no era
ilegal, estaba totalmente integrado en las costumbres en todo el mundo. Se lo
usaba en centenares de productos, se vendía en la calle, en los kioscos, como
una hierba contra el malestar, para los niños que no querían dormir. En 1898
Estados Unidos derrotó a España y ocupó Cuba y las Filipinas. Pasó que en las
Filipinas los soldados americanos se encontraban con las prostitutas filipinas.
Y las prostitutas filipinas fumaban opio. Un accidente histórico que las
autoridades norteamericanas querían solucionar.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–¿Que no se encontraran con las filipinas o que
no fumaran opio?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–Que no fumaran opio. Pero para eso tenían que acabar con
el opio en las Filipinas. Se creó una comisión para analizar el problema. A la
cabeza pusieron a un obispo canadiense, Charles Henry Brent, de la Iglesia
Episcopal de Toronto. La comisión fue impulsada por el secretario de Guerra de
Estados Unidos. Lo que sostenía Brent en esa comisión en 1903 era que para
acabar con el opio de Filipinas había que acabar con el opio en el sudeste
asiático y para ello invitaron a las naciones con algún interés en el área:
Inglaterra, Francia, Alemania, Holanda, y Estados Unidos. Y, por supuesto,
China, la víctima del opio y de las agresiones inglesas.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–¿Por qué víctima?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–Los ingleses financiaban su reino en India con el
comercio del opio. China, para Inglaterra, era una potencial colonia y le vendía
cantidades de opio. En esa época Estados Unidos quería situarse en la arena de
las potencias en el Asia y China era una oportunidad. Temían que Inglaterra
avanzara sobre China y la ocupara como colonia. O sea, proteger a los soldados
del opio en las Filipinas y resolver el problema del opio en China combinó muy
bien. Y plantearon resolver el problema con una conferencia en Shanghai, en
1909, donde sólo las grandes potencias se reunieron. El obispo Brent fue el
presidente de dicha conferencia y, aunque no se llegó a conclusiones formales,
obtuvo una declaración a favor de la autonomía de China y de una reducción a
niveles normales del comercio internacional de opio.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–¿Los otros participantes por qué
firmaron?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–Para Alemania era un problema ajeno, que no le
incomodaba. Holanda ya tenía el monopolio del opio para el comercio legal en sus
colonias, tampoco le molestaba. Los ingleses estaban en contra, pero coincidió
que hubo elecciones que llevaron a un gobierno liberal a Inglaterra, más próximo
a las propuestas de Estados Unidos. Y también estaba la Iglesia. Los
estadounidenses tenían un discurso que no era fácil de combatir, influían a la
opinión pública.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–¿En que consistía?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–Decían: los chinos fuman opio, pierden por el opio su
autonomía a manos de los ingleses. Caen en un declive moral, en la insania, el
crimen y el vicio. Para el discurso cristiano, encaja perfecto la seducción por
parte del Diablo representado por el opio y el vicio. Pero todavía no se pensaba
en criminalizarlo, pensaban en un control, disminuir el tráfico a escala global.
Primero lograron un acuerdo en Shanghai, que aunque no era una ley promovía el
control y creaba una burocracia mundial para controlar el cultivo del opio, la
recolección, la producción y su distribución y venta. El control sería a través
de un órgano global con sede en Ginebra, un paso previo a las Naciones Unidas.
En 1912 organizaron la Convención Internacional del Opio en La Haya. Es la
primera ley penal global. Debían ratificarla los demás países, que quedaban
obligados a sancionar la misma ley en cada país, bajo amenaza de quedar fuera
del comercio de medicamentos. Es una fase importantísima porque globaliza la
ley.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–La firma del tratado perjudicaba a Inglaterra.
¿Pudo evitarla?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–Los ingleses hicieron un truco. Dijeron que sólo
aceptarían reducir su comercio de opio si Alemania sacrificaba la producción
industrial de cocaína. Los alemanes habían inventado el método de extraer de la
coca y producir la cocaína, en 1860. Fue la firma Merck (N.d.R.: La palabra
“merca” deriva de Merck) la que la empezó a producir. Los ingleses imaginaban
que Alemania nunca sacrificaría su comercio de cocaína, con lo que ellos no se
verían obligados a firmar tampoco. Lo que no imaginaban fue que los alemanes
perdieron la Primera Guerra y en el tratado de Versalles en 1919, de la
rendición alemana, les metieron el artículo 295 por el que los obligaban a
ratificar el tratado de La Haya. O sea que doce meses después, los alemanes
sancionaban su propia ley antiopio, igual que los demás países. En el mundo
entero empezó a cundir el discurso de “vamos a acabar con las drogas que roban
tu autonomía, que ligan con la decadencia moral y física”. Y siempre los Estados
Unidos delante.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–¿La cocaína no fue perseguida?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–No todavía. Se eliminó la producción alemana. Para
entrar con la cocaína, Brent utilizó a los rickshaws, los taxis humanos chinos,
que utilizaban cocaína en reemplazo del opio. En La Haya dijo que tenía
estadísticas sobre el daño que produce, pero en lugar de estadísticas, que nunca
aparecieron, repartió fotos de rickshaws destruidos como un horroroso ejemplo de
los daños de la cocaína. Estaban muy mal. Después de correr veinte años con el
blanco cargado en el carrito, estarían destruidos con cocaína o sin cocaína
(ríe). La cocaína empezaba de esa manera dentro de un plan global y mucha
presión y voluntad por ayudar a los pobres chinos. La marihuana fue llegando de
un modo diferente, porque era la hierba que consumían los pobres y los rebeldes
del norte de Africa, porque no podían acceder al opio por su costo. Después de
la Primera Guerra se estableció la burocracia del opio y su prolongación fue la
Liga de las Naciones, con sede en Ginebra y precursora de las Naciones Unidas.
En ese momento, los norteamericanos no accedieron porque no les interesó. Había
un comité central del consumo del opio, y el jefe del comité central</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–... era Brent.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–Sí (ríe). La idea era que cada central de cada país
reuniera la cantidad medicinal de opio para cirugía, tantos gramos de cannabis,
tantos de cocaína, todo con fines científico-medicinales. Y hay países
productores legales. Cada país sabe lo que necesita y se tienen los productores.
Es una economía planificada. Con eso, que aún hoy se hace, pensaban que de ese
modo se va a producir sólo lo que se necesita para evitar que haya en el mundo
ni un solo gramo que sea utilizado para otros fines que no sean medicinales. Es
la idea central de esta economía planificada ridícula, que hace que hoy el mundo
esté lleno de cultivadores ilegales.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–¿En qué situación están hoy en
Alemania?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–Equilibrada. El consumo es parte integral de la vida de
muchos jóvenes, pero no hay exceso, no hay mortalidad. No está legalizado, está
admitido. En la Procuración sostienen que hay una jerarquía de urgencias. Es
urgente combatir los carteles, no es urgente perseguir el consumo personal y los
sitios donde se vende de una manera civilizada estas sustancias. Entonces se ven
tiendas, simpáticas, que no tienen consumo de alcohol, pero sí sitios en los que
se consumen marihuana de diferentes tipos, de Afganistán, de Colombia. Es
simpático, como la tienda de una abuela. En un clima muy pacífico.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
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size=3>Gaboto 1305 - Teléf: (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT></STRONG><BR></DIV>
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