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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U><EM>boletín solidario de
información</EM></U></FONT><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa </FONT><BR><FONT size=4><U>2 de noviembre 2009</U><BR><FONT
color=#800000>Edición Internacional de Agenda Radical</FONT><BR><U>Colectivo
Militante</U><BR>Gaboto 1305 - Teléfono 4003298 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV><STRONG><FONT size=3>Brasil</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>El ingrediente
indispensable</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>El Movimiento Sin Tierra (MST) no
sólo sigue aumentando y resistiendo, sino que tiene un reclamo interno de mayor
lugar para las mujeres. Por ejemplo, en algunos campamentos ya no se permite
vivir a ningún hombre que le pegue a su compañera, y ellas crearon fórmulas de
cuidado de los hijos/as y de cocina colectivos. Una dirigente del MST explica el
crecimiento feminista dentro de la toma de
tierras.</FONT></STRONG><BR></DIV></FONT>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT face=Arial></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Luciana
Peker</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Suplemento Las
12</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Página/12, Buenos Aires,
30-10-09</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><A href="http://www.pagina12.com.ar/"><STRONG><FONT
face=Arial size=2>http://www.pagina12.com.ar/</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV><FONT face=Arial
size=2>
<DIV align=justify><BR>Hace un año que Jane Beatriz Petrolino ve surgir de la
tierra de San Gabriel, en Rio Grande Do Sul, en donde no había nada ni nadie –de
la tierra deshojada de gente y de alimentos– maíz, mandioca, porotos, batatas y
todo tipo de hortalizas, en una diversidad que se opone al monocultivo imperante
en la cultura del desmonte y de la entronización de la soja. Hace un año que
Jane las planta y las cosecha. Las come y las saborea como un triunfo no sólo de
la naturaleza desquitada de fertilizantes y químicos, sino también de la idea de
que la tierra es de quien la produce. Jane es parte del Movimiento Sin Tierra
(MST) de Brasil. Y sabe cómo es que sus manos queden negras, cómo compartir con
sus hijos –-tres varones de 25, 22 y 12 años– la comida que ella misma cosechó y
usar el tiempo del fin de semana para ordeñar vacas y cortar la maleza. Pero
también sabe pensar estrategias para que los y las que no tengan tierra la
tengan y sabe ocupar con el cuerpo las tierras desocupadas como organizadora de
masas del MST. Pero Jane no sólo sabe. También aprendió. “Sem feminismo nâo há
socialismo”, dice la remera con la que recorre las calles de Tucumán, a donde
fue invitada por “Feministas inconvenientes” para también reproducir –como el
maíz y la mandioca– su experiencia en el 24º Encuentro de Mujeres, que se
realizó del 10 al 12 de octubre, en el norte del país.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hace 44 años que nació Jane, hace seis que acampa bajo la
loma negra de la tierra y hace uno que la tierra –las 17 hectáreas que ocupan
225 familias y 320 chicos y chicas en edad escolar– es de ellos y ellas. Ellos y
ellas son un pedacito de revolución que va de la alimentación a la economía, y
de la economía a la equidad de género que, sólo en Rio Grande Do Sul, agrupa a
14 mil familias que, como en todo verdadero cambio, cambia la vida cotidiana.
“Es muy gratificante porque producimos sin veneno, comemos con salud y somos
independientes del mercado. Sobrevivimos del propio trabajo, comemos y vendemos
el excedente para comprar lo que no producimos, sin patrón y sin señor ni
señora”, reivindica la dirigente.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–En la Argentina hubo una protesta encabezada por
un sector a los que los medios tildaron de “el campo”, en donde se confundían
los peones con los estancieros. ¿Ustedes cómo identifican su arraigo con la
tierra y sus diferencias con los dueños de las tierras?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–Nuestros mayores enemigos son los grandes latifundistas
y la burguesía rural que no se preocupa por producir alimentos para terminar con
el hambre, sino de la superexplotación de los trabajadores rurales. Cuando los
grandes dueños de los campos hablan de reforma agraria hablan de monocultivo, y
a los trabajadores sin tierra nos quieren dar créditos direccionados para poder
comprar solamente semillas transgénicas. Por eso, nuestra lucha es contra la
burguesía agraria.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–El crecimiento del MST siempre generó
resistencias. ¿Cómo es la situación actual?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–En Rio Grande Do Sul antes gobernaba el Partido de los
Trabajadores (PT) y ahora el Partido de la Social Democracia Brasileña (de
centroderecha) y hay mucha represión judicial y policial porque quieren disolver
al MST en nuestro estado. Tienen un sistema de represión con la ideología de la
tolerancia cero y ya nos cerraron una escuela itinerante. Igualmente,
nosotros/as seguimos adelante.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–¿Cómo crecieron las reivindicaciones de las
mujeres dentro del MST?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–Aun en un movimiento social como el nuestro cuesta mucho
hablar de temas polémicos como violencia doméstica y aborto. Se realizan muchos
abortos, pero las trabas se dan porque no hay mucha apertura. Sin embargo, de a
poco se está consiguiendo que las mujeres participemos más y, especialmente, que
podamos tomar más decisiones. Durante los 25 años del MST éramos un 50 por
ciento las integrantes de los campamentos, pero sólo ocupábamos lugares
decorativos.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–¿Hay dirigentes varones que dentro del
movimiento se resisten al crecimiento de las mujeres?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–Sí. Hay una tensión permanente porque, históricamente,
los que querían manejar todo fueron los hombres, pero ahora nos están empezando
a respetar. Nosotras defendemos la reforma agraria, la educación, la salud y un
mayor nivel de socialismo, pero nuestro nuevo lema es que “sin feminismo no hay
socialismo”.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–¿Cuáles son los logros concretos del feminismo
sin tierra?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–Creamos un círculo de niños para que las madres puedan
trabajar mientras sus hijos/as son cuidados, y generamos una forma de
organización en la que se cocina para todos/as, que ayuda a que las mujeres
terminen su tarea y no tengan la carga de cocinar para su familia. Queremos
participar, pero también que las mujeres vayan ocupando cada vez más espacio. Y
queremos conducir y avanzar más en nuestros derechos.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–¿Tuvieron que generar un espacio de género para
pelear por los derechos de las mujeres?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–Sí. Cuando nos reunimos llamamos a nuestros encuentros
“reuniones de brujas”, porque pensamos y compartimos acciones públicas para
concretar nuestros derechos.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–¿Cómo manejan la violencia de género dentro de
los campamentos?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–Nos preocupa mucho el tema de la violencia dentro de los
movimientos y organizaciones. Las leyes que hay no alcanzan porque si la mujer
va a hacer una denuncia, cuando vuelve a su casa, le pegan de vuelta. Por eso,
hay campamentos en donde ya se decidió que no se admite la violencia contra las
mujeres, y los varones golpeadores son expulsados.
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR> </FONT></DIV></BODY></HTML>