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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><EM><U>boletín solidario de
información</U></EM><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa
</FONT><BR><U>3 de noviembre 2009</U><BR>Edición Internacional de Agenda
Radical<BR><U>Colectivo Militante</U><BR>Gaboto 1305 - Teléfono 4003298 -
Montevideo - Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV><STRONG><FONT size=3>Honduras</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>La victoria del “Smart Power”
</STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Eva
Golinger </STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>La
Haine</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.lahaine.org/"><STRONG>http://www.lahaine.org/</STRONG></A></FONT></DIV>
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<DIV align=justify>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2>“Lo ilegal lo hacemos de inmediato.
Lo inconstitucional tarda más tiempo.” (Henry Kissinger)</FONT></DIV></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2> <BR></FONT><FONT face=Arial
size=2>Henry Kissinger decía que la diplomacia es “el arte de refrenar el
poder”. Obviamente, el ideólogo más influyente de la política exterior
estadounidense del siglo XX estaba haciendo referencia a la necesidad de
“refrenar el poder” de otros países y gobernantes para poder mantener la
posición dominante de Estados Unidos ante el mundo. Presidentes como George W.
Bush, empleaban el “poder duro” (Hard Power) para lograr este fin: armas,
bombas, amenazas e invasiones militares. Otros como Bill Clinton, utilizaban el
“poder suave” (Soft Power): la guerra cultural, Hollywood, ideales, diplomacia,
autoridad moral y campañas para ganar “las mentes y corazones” de las
poblaciones civiles en países adversarios. Pero la administración de Barack
Obama ha optado por una mutación de estos dos conceptos, fusionando el poder
militar con la diplomacia, la influencia política y económica con la cultural y
legal, y llamándolo el “poder inteligente” (Smart Power). Su primera aplicación
ha sido en el caso de Honduras, con el golpe de estado, y hasta hoy, ha
funcionado a la perfección.</FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR>Decía la Secretaria de Estado Hillary Clinton en su
audiencia de confirmación ante el Senado de Estados Unidos, que “debemos
utilizar lo que se ha llamado el “smart power”, el rango completo de
herramientas que están a nuestra disposición – diplomáticas, económicas,
militares, políticas, legales y culturales – escogiendo la herramienta correcta,
o combinación de herramientas, para cada situación. Con el “smart power”, la
diplomacia sería la vanguardia de nuestra política exterior.” Luego, Clinton
reforzaba este concepto afirmando que “el camino más sabio es primero utilizar
la persuasión.”</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Qué es lo inteligente de ésta concepción? Es una
política difícil de clasificar, difícil de detectar y difícil de desmontar. El
caso de Honduras es ejemplar. Por un lado, el Presidente Obama condenaba al
golpe contra el Presidente Zelaya, y por otro lado, su embajador en Tegucigalpa
se reunía constantemente con los golpistas. La Secretaria de Estado Clinton
repetía muchas veces durante los últimos cuatro meses, desde el primer día del
golpe, que Washington no quería meterse ni influir sobre la situación en
Honduras – que eran los hondureños que tenían que resolver su crisis, sin
ninguna injerencia externa. No obstante, fue Washington que impuso la mediación
de Oscar Arías, presidente de Costa Rica, era Washington que seguía financiando
al régimen golpista a través de la USAID, y era Washington que comandaba y
controlaba las fuerzas armadas hondureñas, a través de la base militar Soto Cano
(Palmerola).</DIV>
<DIV align=justify><BR>También fue el lobby de Washington que redactó el
“acuerdo” de San José, y en el final, fueron los altos funcionarios de la Casa
Blanca y el Departamento de Estado que tuvieron que “persuadir” a los hondureños
para que aceptaran ese acuerdo. A pesar de la constante injerencia de Estados
Unidos en el golpe de estado en Honduras – desde su financiación, diseño y apoyo
político hasta el apoyo militar – el “smart power” logró distorcionar la
realidad ante la opinión pública, convertiendo al duo Obama/Clinton en los
“grandes ganadores del multilateralismo”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Lo que hizo el “smart power” fue disfrazar el
unilateralismo estadounidense de multilateralismo. Del primer día, la agenda de
Washington se impuso. El 1 de julio, los voceros del Departamento de Estado
admitieron en una rueda de prensa que tenían conocimiento previo del golpe.
También admitieron que dos altos funcionarios de la diplomacia estadounidense,
Thomas Shannon y James Steinberg, estuvieron en Honduras la semana anterior al
golpe para mantener reuniones con los grupos civiles y militares que lo llevaron
a cabo. Decían que su propósito era “frenar el golpe”, pero ¿cómo se explica
entonces el hecho de que el avión llevando al presidente Zelaya ilegalmente
fuera del país salió de la base militar de Soto Cano, en la presencia de los
militares estadounidenses?</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los hechos demuestran la verdad sobre el papel de
Washington en el golpe de estado, y su posterior experimento exitoso con la
aplicación del “smart power”. Sabían del golpe, financiaban a los involucrados,
ayudaron sacar al Presidente Zelaya del país y luego, utilizaron a la
Organización de Estados Americanos (OEA) – en un momento incluso en que estaba
en peligro de extinción – como fachada para imponer su agenda. En su discurso,
el Departamento de Estado siempre legitimaba a los golpistas, llamando a “todas
las partes…a resolver las disputas políticas de manera pacífica a través del
diálogo”. ¿Desde cuando un usurpador ilegal del poder es considerado “una parte”
legitima dispuesta a dialogar? Obviamente es un actor criminal que no estaba
dispuesto a dialogar en primer lugar. Basada en esa lógica de Washington, el
mundo debería hacer un llamado al gobierno de Obama para que “resuelva su
disputa política con Al Qaeda de manera pacífica a través del diálogo”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El “smart power” de Obama/Clinton logró su primera
victoria durante los primeros días del golpe cuando los estados miembros de la
OEA aceptaron la solicitud de esperar 72 horas para “darles tiempo” en Honduras
para resolver su crisis. Luego vino la imposición de la mediación de Arías, y
ya, de haber cedido tanto espacio a Washington, el imperio tomó el reino y lo
llevó hasta el final. Cuando el presidente Zelaya se fue a Washington para
reunirse con la Secretaria de Estado Clinton, fue obvio quien estaba en control.
Y asi lo jugaron, alargando el tiempo hasta el último momento para no permitir
un regreso de Zelaya que tuviera el espacio de revertir lo que ya se habían
logrado.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El pueblo se quedó fuera, los meses de represión,
violencia, persecución, violaciones, toques de queda, cierres de medios de
comunicación y torturas y asesinatos, se han olvidado. Menos mal, como dijo el
Subsecretario de Estado Thomas Shannon, luego de lograr hacer firmar el
“acuerdo” entre Micheletti y Zelaya, que la situación en Honduras se pudo
resolver “sin violencia”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Al firmar el acuerdo el pasado 30 de octubre, Washington
“levantó” las pocas restricciones que habían impuesto para presionar al régimen
golpista. Ya pueden sacar sus visas y viajar al norte, no se tienen que
preocupar por los millones de la USAID que ni siquiera se habían suspendidos.
Los militares estadounidenses en Soto Cano pueden reiniciar todas sus
actividades – bueno, realmente nunca las habían dejado de hacer, como confirmó
el Comando Sur del Pentágono, días después del golpe: “todo está normal con
nuestras fuerzas armadas en Honduras, están haciendo sus actividades y maniobras
conjuntas con los hondureños como siempre”. Washington está preparando su
delegación de observadores para las elecciones en Honduras el próximo 29 de
noviembre – ya están en camino.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Olvídanse del torturador Billy Joya y los paramilitares
colombianos enviados para ayudar al régimen golpista “controlar” la población.
No se preocupan por el arma sónica LRAD utilizado para torturar a los habitantes
en la embajada de Brasil, durante la estadía de Zelaya. No pasó nada. Como dijo
Thomas Shannon, “felicito a dos grandes hombres por haber logrado este acuerdo
histórico”. Y la Secretaria de Estado Hillary Clinton comentó que “este acuerdo
es un logro tremendo para los hondureños”. ¿Disculpa, para quién?</DIV>
<DIV align=justify><BR>En el final el celebrado “acuerdo” impuesto por
Washington sólo llama al congreso de Honduras – el mismo que falsificó la
renuncia de Zelaya para justificar el golpe, y el mismo que apoyó la instalación
ilegal de Micheletti en la presidencia – de determinar si quieren o no restituir
a Zelaya en la presidencia. Y sólo después de recibir una opinión de la Corte
Suprema de Honduras – la misma que opinó que Zelaya era un traidor por promover
una encuesta no vinculante sobre una posible reforma constitucional y la misma
que ordenó su captura violenta. En caso de ser positiva la respuesta del
congreso, Zelaya no tendrá ningún poder. Su gabinete sería impuesto por los
partidos que apoyaron el golpe, las fuerzas armadas golpistas estarían bajo el
control de la Corte Suprema golpista, y además, Zelaya podría ser enjuiciado por
su supuesto “crimen”, por haber promovido una encuesta no vinculante sobre una
potencial reforma constitucional.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Según el “acuerdo”, una comisión de la verdad supervisará
la implementación de los términos acordados. Hoy anunciaron que la comisión será
liderada por una ficha de Washington, el ex presidente chileno, Ricardo Lagos.
Promotor de las políticas neoliberales de Washington, Lagos es co-director de la
Junta Directiva del Diálogo Interamericano, un centro de pensamiento
estadounidense de la derecha que analiza los temas relacionados con América
Latina. También fue encargado por la National Endowment for Democracy (NED) para
crear una versión chilena, la Fundación Democracia y Desarrollo, para “promover
la democracia”, al estilo estadounidense en la región. Al salir de la
presidencia en Chile, Lagos fue Presidente del Club de Madrid – un club
exclusivo de expresidentes dedicados a “promover la democracia” por el mundo. En
ese “club”, también figuran personajes vinculados con la desestabilización de
los gobiernos de izquierda en América Latina como Jorge Quiroga y Gonzalo
Sánchez de Lozada (ex presidentes de Bolivia), Felipe González (ex primer
ministro de España), Václav Havel (ex presidente de la República Checa) y José
María Aznar (ex primer ministro de España), entre muchos otros.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En el final, el “smart power” fue suficientemente
inteligente para engañar a los que hoy se abrazan y celebran “el fin de la
crisis” en Honduras. Pero para la mayoría del pueblo latinoamericano la victoria
del “smart power” de Obama/Clinton en Honduras significa una sombra muy oscura y
peligrosa que nos acerca. Apenás, iniciativas como el ALBA estaban logrando la
independencia en América Latina del poder estadounidense. Por primera vez, los
países y pueblos se levantaban en colectivo con dignidad y soberanía para
determinar sus propios futuros. Y llegó Obama con su “smart power” y golpeó al
ALBA, debilitó la integración latinoamericana y aplastó cualquier pensamiento
sobre independencia y soberanía en el patio trasero de Washington.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Arrodillados y entregados ante Washington, “fue resuelta”
la crisis en Honduras, la misma que se había fomentado en el norte. Ahora, se
habla de Paraguay, Nicaragua, Ecuador y Venezuela, donde cada día aumenta la
subversión, la contrainsurgencia y la desestabilización. El pueblo de Honduras
sigue en resistencia, a pesar del “acuerdo” entre sus gobernantes. Su
insurrección y compromiso con la reivindicación de sus derechos es el símbolo de
la dignidad. La única manera de derrotar a la agresión imperial – que sea
inteligente o que sea bruta – es a través de la unión e integración de los
pueblos, a todo nivel.
<HR>
<BR></FONT></DIV></BODY></HTML>