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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa</FONT>
<BR><U>13 de noviembre 2009</U><BR><FONT color=#800000>Edición Internacional de
Agenda Radical</FONT><BR><U>Colectivo Militante</U><BR>Gaboto 1305 - Teléfono
4003298 - Montevideo - Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV><STRONG><FONT size=3>Colombia</FONT></STRONG></DIV>
<DIV><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV><STRONG><FONT size=3>Los paramilitares vigilan la frontera
colombiana<BR></FONT></STRONG></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>El grupo ultraderechista Los
Rastrojos cobran impuestos para mantener el orden</STRONG></FONT></DIV><FONT
face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><BR><STRONG>Daniel Lozano, enviado
especial</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Público, Madrid, 11-11-09<BR></STRONG><A
href="http://www.publico.es/"><STRONG>http://www.publico.es/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR><BR>"Llegó la hora de la limpieza social. Para el pueblo
en general. Ustedes han notado una creciente de la violencia, robos o atracos,
prostitución, consumo de drogas en los últimos tiempos. Debido a todo esto
nuestra organización ha tomado la irrevocable decisión de atacar la violencia
con violencia".</DIV>
<DIV align=justify><BR>La "organización" son los paramilitares. Estamos en San
Antonio, que junto a Ureña, conforman el corazón paramilitar en la región
fronteriza de Táchira. Este panfleto, siguiendo el mismo modelo que durante
meses ha atemorizado a distintas zonas de Colombia, fue repartido hace días. El
Ejército detuvo a varios miembros de Los Rastrojos, la banda criminal emergente,
como se denomina a los paramilitares desmovilizados que han regresado a las
armas y continúan delinquiendo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El comandante Pablo, jefe de los paras de Ureña y
delegado de Los Rastrojos en la zona venezolana, no se pasea estos días con sus
guardaespaldas por las calles de la ciudad fronteriza. La llegada de cientos de
efectivos del ejército venezolano ha aconsejado resguardarse unos días en la
colombiana Cúcuta, donde también viven sus superiores. Eso sí, las vacunas
(impuestos revolucionarios) con las que extorsionan a empresas, comercios,
viviendas, líneas de taxis y a los propios contrabandistas se siguen cobrando.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los paramilitares de la extrema derecha son los reyes de
la frontera.La exportación del conflicto colombiano a Venezuela ha dibujado un
nuevo mapa de la violencia. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Los últimos que llegaron a la frontera fueron las AUC
(Autodefensas, paramilitares), comandadas por el Bloque Catatumbo, para robarse
su parte del narcotráfico y meterse de lleno en el lucrativo contrabando de
gasolina. Las guerrillas del FARC y el ELN se reparten el territorio más
recóndito, al sur del Estado. Y el FBL (Fuerzas Bolivarianas de Liberación), la
guerrilla de inspiración chavista, se mantiene acantonada y protegida en la
frontera con Barinas, el estado de la familia de Chávez.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En el otro lado, la región del Norte de Santander ha
acogido como un imán parte de la violencia endémica de Colombia. Sus
estadísticas de los últimos ocho años están manchadas de sangre: 12.000
asesinados, 100.000 desplazados y 1.350 desaparecidos. Con estos precedentes, no
extrañan las palabras de Ñoño, joven empresario que vive del comercio
binacional: "Los paracos han echado a los malandros (delincuentes) de Ureña. A
cambio de una vacuna, te dan protección. Incluso el comandante Pablo vino aquí
para pedir disculpas por un tiroteo".</DIV>
<DIV align=justify><BR>El culpable de la ensalada de tiros que agujereó el local
de Ñoño fue un hombre que cometía pequeñas tropelías al grito de "soy el
comandante de los paras" bajo los efluvios del alcohol. Cuatro paracos le
persiguieron a balazo limpio y se escondió en el local de Ñoño quien, con otros
amigos, intercedieron por él ante el verdadero comandante Pablo. Pagó 6.000
bolívares (más de 2.000 euros) de multa. El precio de su vida.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Corrupción total</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>"Desde que los paras imponen su ley se puede pasear
tranquilo por la calle. Y al malandro que no se quiere enterar, le ejecutan. En
dos años han caído decenas", añade Cardán, joven de Ureña que dice conocer la
frontera tanto como a sí mismo. "Andan en motos deportivas, como los sicarios",
dice. Hay empresarios que pagan de 30 a 60 bolívares al mes por la protección de
sus negocios y otro tanto por sus viviendas. Los taxistas abonan 10 bolívares
mensuales y los contrabandistas cotizan cada viaje, dependiendo de la mercancía.
Los Sopranos tendrían mucho que aprender en la frontera más sangrienta de
Suramérica. </DIV>
<DIV align=justify><BR>"Los paracos se mueven aquí como pez en el agua, en
complicidad con los cuerpos de seguridad del Estado", denuncia Alexis Balza,
comisionado de la frontera. "Gracias a esa connivencia su presencia es menor en
número, pero mayor su influencia", sentencia. En Ureña y San Antonio,
paramilitares y funcionarios policiales corruptos se reparten los dividendos del
contrabando. Más que peces en el agua, parecen pirañas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>"Ahora le toca el turno a las malparidas, putas,
basuqueras y sidosas, vendedores de drogas, ladrones callejeros y
apartamenteros, jaladores, secuestradores y jóvenes consumidores", remata el
panfleto de los paramilitares. "Ya tenemos una lista de barrido inicial". Eso
sí, la limpieza social "es sólo por unos meses". Y en un tono muy educado, "le
pedimos perdón a la sociedad si caen inocentes". Se agradece.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>