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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa</FONT>
<BR><U>16 noviembre 2009<BR></U><FONT color=#800000>Edición Internacional de
Agenda Radical</FONT><BR><U>Colectivo Militante<BR></U>Gaboto 1305 - Teléfono
4003298 - Montevideo - Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Lecturas</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Trotsky, </STRONG></FONT><FONT
face=Arial><STRONG>“el ogro de Europa”<BR></STRONG></FONT></DIV>
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size=3></FONT></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT
size=3></FONT></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2><FONT face=Arial><STRONG>Tariq
Alí *</STRONG><BR></FONT><FONT face=Arial><STRONG>The Guardian, Londres, 31
octubre 2009</STRONG> </FONT></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Sin
Permiso </STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.sinpermiso.info"><STRONG>www.sinpermiso.info</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Traducción de Anna María
Garriga</STRONG><BR><BR><BR><STRONG>Trotsky: una biografía. Por Robert Service
600 pág., Macmillan.</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Némesis de Stalin: el exilio
y la muerte de León Trotsky. Por Bertrand M Patenaude 352 pág.,
Faber.</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR>Durante más de medio siglo, la biografía en tres
volúmenes de Trotsky de Isaac Deutscher, una obra maestra histórico-literaria
por derecho propio, se consideró como la última palabra sobre la materia. Mucha
gente profundamente hostil a la revolución rusa y sus principales líderes
aclamaron no obstante estos libros: en 1997 al preguntarle a Tony Blair por su
libro preferido para el Día Nacional del Libro, el recién elegido primer
ministro mencionó la trilogía. Doce años más tarde la cultura en este país se ha
vuelto tan profundamente conformista que cualquier alternativa al capitalismo se
considera descabellada.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La diligencia de Service ha sacado un pesado volumen
sobre Trotsky que se incorpora a una colección que incluye a Lenin y a Stalin. A
diferencia de Deutscher, nos dice, Service está en contra de la revolución y de
sus líderes, pero le molesta el hecho de que Trotsky tenga tan buena prensa en
occidente (una novedad para mí). Era igual que los demás excepto que escribía
muy bien, lo que atrajo a los intelectuales neyorquinos. La opinión de Service
puede resumirse en una frase: Trotsky era un asesino brutal y con sangre fría y
merece ser presentado como tal.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Esta aproximación que se aparta de los hechos no es nueva
y es la especialidad de la mayoría de ideólogos anticomunistas y
pro-Stalin durante gran parte del pasado siglo. Service nos informa de que
Winston Churchill apoyó a Stalin contra Trotsky durante los juicios apañados.
Por descontado, el viejo sabía como distinguir entre conservadores y radicales.
Tampoco tuvo mucho tiempo para Gramsci y casi ensalzó a Mussolini como baluarte
contra la peligrosa ola de bolchevismo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El ensayo de Churchill denunciando a Trotsky como el
“ogro de Europa” está escrito con un brío y una pasión casi idéntica a la de su
objetivo. Por desgracia no se puede decir lo mismo de la pesada narración de
Service en la que algunas de las alegaciones son tan triviales que más vale
ignorarlas. En la mayoría de los asuntos importantes –el peligro de substitución
del Estado por el partido en Rusia, la necesidad de unirse con los
socialdemócratas y los liberales para derrotar a Hitler, la futilidad de forzar
a los comunistas a aliarse con Chiang Kai-shek en China, el destino que
aguardaba a los judíos si Hitler llegaba al poder y avisos constantes de que los
Nazis se preparaban para invadir Rusia– [Trotsky] demostró tener razón una y
otra vez. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Como es de esperar, la escuela de historiadores
contrafactuales no discute casi nunca lo que hubiera pasado si hubieran
triunfado los Generales Kornilov, Denikin y Yudenich en lugar de Lenin y
Trotsky. Una cosa es virtualmente segura: puesto que la revolución se presentó
como la obra de los judíos-bolcheviques, una ola de progroms hubiera diezmado a
los judíos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El libro de Patenaude, más corto y mejor escrito es mucho
más objetivo y, de hecho, más académico. Aunque se concentra en la etapa del
exilio mexicano de Trotsky y ofrece fascinantes pinceladas de amantes,
acólitos y asesinos por igual (inclusive detalles del affair de Trotsky con
Frida Kahlo que Isaac Deutscher esconde dulcemente), también abarca su vida
anterior a este período.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A diferencia de las revoluciones burguesas que
transformaron Europa en los siglos XVI y XVIII, la revolución socialista fue un
proyecto premeditado pensado para un país mucho más avanzado que Rusia. Incluso
para sus líderes, la revolución bolchevique fue un salto en el vacío. La
ortodoxia bolchevique no creía que la república recién nacida pudiera aguantarse
por sí propia. La cúpula del partido esperaba que la revolución en Alemania
rompiera su aislamiento y transformara Europa. En vez de esto, los principales
estados imperialistas decidieron apoyar la contrarrevolución Blanca, conduciendo
a una guerra civil que ganó el recién creado Ejército Rojo aunque a un coste
terrible: los campesinos habían sido alienados por las requisiciones forzadas y
las conscripciones. La guerra civil de 1918-21 dejó exhausta a la reducida clase
obrera. Muchos murieron y el estrato que sobrevivió fue rápidamente absorbido en
la maquinaria del nuevo Estado.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Trotsky, como fundador y organizador del Ejército Rojo, fue
sin duda alguna implacable al asegurar la victoria de su bando, como lo fue
Lincoln durante la guerra civil norteamericana. Exhaustos en el interior y
aislados en el exterior, los líderes bolcheviques, obsesionados por el destino
de Robespierre y Saint-Just, decidieron que debían mantenerse en el poder a toda
costa. Una consecuencia temprana fue la brutal represión del motín de los
marineros de Kronstadt. Una consecuencia más tardía fue el estalinismo que
destruyó no solamente las aspiraciones de la revolución sino también a muchos de
sus cuadros dirigentes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El noventa por ciento de los miembros del comité central
de Lenin fueron denunciados como traidores y ejecutados. Stalin mató a más
bolcheviques que el Zar. Tal como apunta Patenaude, el asesinato de Trotsky era
inevitable. Las tempranas caricaturas antisemitas presentándole como un agente
de Hitler tuvieron que ser retiradas, no fuera que molestaran al Führer después
del pacto Stalin-Hitler. Trotsky pasó a ser un agente de los EEUU. No había
necesidad de más cambios, puesto que había sido eliminado antes de que los EEUU
se convirtieran en un aliado en tiempos de guerra.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los intentos de reformar el sistema desde dentro
fracasaron debido sobretodo a que la burocracia se negó a entregar su poder.
Finalmente se agotó por sí mismo y capituló silenciosa y vergonzosamente ante
las fuerzas del capitalismo global. El reino de la necesidad no tuvo que ser
nunca reemplazado por el reino de la libertad, la auto-emancipación y el dominio
humano, como había escrito Marx. Llegó al final – tal como Trotsky había
predicho calmadamente– con la restauración del capitalismo. Cromwell, Napoleón y
Stalin habían creado, todos ellos, un sistema que hacía casi inevitable la
restauración del antiguo régimen. </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>* Escritor paquistaní radicado en Londres. Militante en las
luchas estudiantiles de los años 1960-70. Activista en el movimiento
antiguerra y el Foro Social Mundial.<BR>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><BR> <BR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>