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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa
<BR></FONT><U>5 de diciembre 2009</U><BR><FONT color=#800000>Colectivo Militante
- Agenda Radical<BR></FONT>Gaboto 1305 - Teléfono 4003298 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV> </DIV>
<DIV><STRONG><FONT size=3>Honduras</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Entrevista a Berta Cáceres, del
Movimiento Feministas en Resistencia <BR></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>“Las clases medias altas votaron en
masa”</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>La dirigente de la resistencia al
golpe de Estado afirmó que el domingo pasado los más pudientes hicieron fila
para votar. Y que se vivirán momentos más difíciles, porque “se están
legalizando las violaciones a los derechos
humanos”.</FONT></STRONG><BR><BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>María Laura Carpineta</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.pagina12.com.ar/"><STRONG>http://www.pagina12.com.ar/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>Berta Cáceres no aparenta sus 38 años, tampoco es fácil
adivinar que es madre de cuatro hijos. Menos aún, una de las dirigentes más
combativas de la Resistencia hondureña. Pero no bien se larga a hablar, la
dulzura de las facciones de su rostro y la amabilidad de sus gestos se pierden
en la desesperación y la frustración del relato. “Se están legalizando las
violaciones a los derechos humanos y van a ser tiempos difíciles”, pronosticó la
líder del movimiento Feministas en Resistencia y una veterana dirigente del
Copinh, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras.
De paso por Buenos Aires para participar de la segunda Conferencia Internacional
por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras, Cáceres habló ayer con
Página/12. La ratificación del golpe que votó el miércoles el Congreso no la
había ni sorprendido ni deprimido. “Era lógico”, señaló entre resignada y
desinteresada, mientras terminaba su desayuno. </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>A Cáceres no le interesa discutir sobre el acuerdo que no fue
ni las negociaciones que no llegaron a ningún lado. En los últimos meses le tocó
recorrer comisarías buscando a tres de sus once hermanos. A su hermana mayor la
torturaron, y aunque logró sacarla de la cárcel, todavía está procesada por
sedición. Los militares y los golpistas conocen su nombre, pero aun así su
mirada está puesta en el futuro. Es lo único que le queda.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–¿Las detenciones y la represión disminuyeron
cuando terminaron las manifestaciones masivas en las calles?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–La Resistencia dejó de movilizarse masivamente, pero
aumentó su trabajo organizativo en las comunidades. Mirá, nosotros nos parábamos
enfrente de la Universidad Pedagógica y no podíamos caminar ni media cuadra que
ya nos empezaban a golpear, a tirar gases. Por eso cambiamos, pero la represión
también cambió. La dictadura empezó a hacer ataques directos a los barrios para
que la gente se diera cuenta de que estamos viviendo en un Estado de sitio real.
Los barrios se habían organizado para manifestarse a la noche, en la supuesta
seguridad de sus barrios y entre sus vecinos. ¿Qué hicieron los militares? Ellos
se metieron y reprimieron de forma tremenda a los jóvenes. Después de reprimir,
golpear y torturar a los jóvenes que estaban al frente de las barricadas, se
fueron casa por casa tirando gases lacrimógenos, como si estuvieran repartiendo
diarios. No les importa nada, si hay niños, ancianos o enfermos. Rompieron una
puerta tras otras hasta plantar el terror en los barrios. Y como si no fuera
suficiente, en poco tiempo lograron instalar la cultura del orejismo
(informantes). Puede ser un vecino cualquiera... se han construido casi un
ejército de orejas.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–¿La dictadura logró polarizar y dividir en todos
los sectores de la sociedad hondureña?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–Está bien polarizada la situación. Fíjese lo que pasó el
29 noviembre en ese circo que hicieron. Nunca las clases medias altas habían
salido a votar en tanta cantidad. Ellos fueron los que hicieron fila para votar.
En los barrios, donde se acumula la mayoría de la población, ahí la mayoría se
quedó en sus casas. Yo estuve en Tegucigalpa y después crucé todas las
comunidades del oriente del país hasta llegar a Paraíso (ciudad cercana a la
frontera con Nicaragua). Era un desierto, un desprecio de la gente a ese circo.
Hubo barrios que no dejaron que entraran las urnas, en otros no votaron más que
el 20 o el 30 por ciento de los vecinos. Pero fue una situación muy difícil. La
represión en la semana anterior a las elecciones fue dura, durísima, y el día de
las elecciones eran miles de soldados, reservistas y policías.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–Y a pesar de eso casi ni se escucharon denuncias
en los últimos días...</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–Es que la dictadura es muy inteligente y no pone a los
militares frente a las cámaras de los medios internacionales. Pero yo lo vi. En
Tegucigalpa había tanques con ametralladoras 60, oiga bien, ¡ametralladoras 60!
¿Para qué lo necesitan si somos un pueblo de-sarmado, pobre? Y eso no pasó
solamente en Tegucigalpa, sino en todo el país. Yo no soy de Tegucigalpa, soy de
un lugar que se llama La Esperanza, una región indígena en la parte
suroccidental del país. En mi pueblo, tres semanas antes de las elecciones
anduvieron con tanquetas y ametralladoras. Primero llegaron unos funcionarios
golpistas para derribar una placa de agradecimiento al pueblo cubano por su
ayuda después del huracán Mitch. Se la llevaron y pusieron una en honor de
Micheletti y las fuerzas armadas. Al día siguiente llegaron 800 reservistas y
detrás de ellos, Romeo Vázquez Velázquez (jefe de las fuerzas armadas) con
Micheletti para inaugurar la placa. Dos días después pasó el candidato
presidencial liberal Elvin Santos y 48 horas después tenía que venir el otro
candidato, Porfirio Pepe Lobo, pero no pudo porque le organizamos una
manifestación grande.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>–¿Cómo sigue la Resistencia ahora que el golpe
está totalmente consumado?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>–Nosotros como movimiento, una fuerza política y social,
tenemos desafíos importantes. Uno de ellos es readecuar, reacomodar la fuerza
social y la experiencia que hemos adquirido en una nueva correlación de fuerzas
político-electorales para encaminar la convocatoria a una Asamblea Nacional
Constituyente Popular y Democrática. Ese es ahora uno de los puntos vitales de
la Resistencia; sólo una Constituyente puede revertir verdaderamente el golpe de
Estado. Los golpistas se equivocaron porque creyeron que la resistencia popular
iba a durar solamente cuatro días, pero el pueblo hondureño dio un paso de
madurez. Ahora sí sabe la importancia que tiene una Asamblea Constituyente para
recuperar soberanía popular, todo tipo de derechos y refundar el país. Lo
importante es darle continuidad a lo que venimos haciendo y también trabajar por
la construcción de una alternativa político-electoral. Los golpistas no se van a
quedar cómodos, les vamos a dar un dolor de cabeza.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>