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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa</FONT>
<BR><U>25 de enero 2010</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo Militante -
Agenda Radical</FONT><BR>Gaboto 1305 - Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Haití</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Enviamos médicos y no
soldados</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Fidel Castro
Ruz</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Enero 23 de 2010</FONT></STRONG></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG>La Jornada, México, 24-1-10</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.jornada.unam.mx/"><STRONG>http://www.jornada.unam.mx/</STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><BR>En la Reflexión del 14 de enero, dos días después de la
catástrofe de Haití que destruyó ese hermano y vecino país, escribí: Cuba, a
pesar de ser un país pobre y bloqueado, desde hace años viene cooperando con el
pueblo haitiano. Alrededor de 400 médicos y especialistas de la salud prestan
cooperación gratuita al pueblo haitiano. En 127 de las 137 comunas del país
laboran todos los días nuestros médicos. Por otro lado, no menos de 400 jóvenes
haitianos se han formado como médicos en nuestra Patria. Trabajarán ahora con el
refuerzo de médicos nuestros que viajaron ayer para salvar vidas en esta crítica
situación. Pueden movilizarse, por lo tanto, sin especial esfuerzo, hasta mil
médicos y especialistas de la salud que ya están casi todos allí y dispuestos a
cooperar con cualquier otro Estado que desee salvar vidas haitianas y
rehabilitar heridos.”</DIV>
<DIV align=justify><BR>“La situación es difícil -nos comunicó la jefa de la
Brigada Médica Cubana- pero hemos comenzado ya a salvar vidas.”</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hora tras hora, de día y de noche, en las pocas
instalaciones que quedaron en pie, en casas de campaña o en parques y lugares
abiertos, por temor de la población a nuevos temblores, los profesionales
cubanos de la salud comenzaron a laborar sin descanso.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La situación era más grave que lo imaginado inicialmente.
Decenas de miles de heridos clamaban por auxilio en las calles de Puerto
Príncipe, y un número incalculable de personas yacían, vivas o muertas, bajo las
ruinas de barro o adobe con que habían sido construidas las viviendas de la
inmensa mayoría de la población. Edificios, incluso más sólidos, se derrumbaron.
Fue necesario además localizar, en medio de los barrios destruidos, a los
médicos haitianos graduados de la ELAM, muchos de los cuales fueron afectados
directa o indirectamente por la tragedia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Funcionarios de Naciones Unidas quedaron atrapados en
varios de sus albergues y se perdieron decenas de vidas, incluidos varios de los
jefes de la MINUSTAH, una fuerza de Naciones Unidas, y se desconocía el destino
de cientos de otros miembros de su personal.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El Palacio Presidencial de Haití se derrumbó. Muchas
instalaciones públicas, incluso varias de carácter hospitalario, quedaron en
ruinas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La catástrofe conmovió al mundo, que pudo presenciar lo
que estaba ocurriendo a través de las imágenes de los principales canales
internacionales de televisión. De todas partes, los gobiernos anunciaron el
envío de expertos en rescate, alimentos, medicinas, equipos y otros
recursos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>De conformidad con la posición pública formulada por
Cuba, personal médico de otras nacionalidades, como españoles, mexicanos,
colombianos y de otros países, laboró arduamente junto a nuestros médicos en
instalaciones que habíamos improvisado. Organizaciones como la OPS y países
amigos como Venezuela y de otras naciones suministraron medicamentos y variados
recursos. Una ausencia total de protagonismo y chovinismo caracterizó la
conducta intachable de los profesionales cubanos y sus dirigentes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Cuba, al igual que lo ha hecho en situaciones similares,
como cuando el Huracán Katrina causó grandes estragos en la ciudad de Nueva
Orleáns y puso en peligro la vida de miles de norteamericanos, ofreció el envío
de una brigada médica completa para cooperar con el pueblo de Estados Unidos, un
país que, como se conoce, posee inmensos recursos, pero lo que se necesitaba en
ese instante eran médicos entrenados y equipados para salvar vidas. Por su
ubicación geográfica, más de mil médicos de la Brigada “Henry Reeve” estaban
organizados y listos con los medicamentos y equipos pertinentes para partir a
cualquier hora del día o de la noche hacia esa ciudad norteamericana. Por
nuestra mente no pasó siquiera la idea de que el Presidente de esa nación
rechazara la oferta y permitiera que un número de norteamericanos que podían
salvarse perdieran la vida. El error de ese Gobierno tal vez consistió en su
incapacidad para comprender que el pueblo de Cuba no ve en el pueblo
norteamericano un enemigo, ni como culpable de las agresiones que ha sufrido
nuestra Patria.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Tampoco aquel Gobierno fue capaz de comprender que
nuestro país no necesita mendigar favores o perdones de quienes durante medio
siglo han tratado inútilmente de ponernos de rodillas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Nuestro país, igualmente en el caso de Haití, accedió de
inmediato a las solicitudes de sobrevuelo en la región oriental de Cuba y a
otras facilidades que requerían las autoridades de Estados Unidos para prestar
asistencia lo más rápidamente posible a los ciudadanos norteamericanos y
haitianos afectados por el terremoto.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Estas normas han caracterizado la conducta ética de
nuestro pueblo que, unido a su ecuanimidad y firmeza, han sido los rasgos
permanentes de nuestra política exterior. Eso lo conocen bien cuantos han sido
adversarios nuestros en la esfera internacional.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Cuba defenderá firmemente el criterio de que la tragedia
que ha tenido lugar en Haití, la nación más pobre del hemisferio occidental,
constituye un reto a los países más ricos y poderosos de la comunidad
internacional.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Haití es un producto neto del sistema colonial,
capitalista imperialista impuesto al mundo. Tanto la esclavitud en Haití como su
ulterior pobreza fueron impuestas desde el exterior. El terrible sismo se
produce después de la Cumbre de Copenhague, donde fueron pisoteados los derechos
más elementales de 192 Estados que forman parte de la Organización de Naciones
Unidas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Tras la tragedia, se ha desatado en Haití una competencia
por la adopción precipitada e ilegal de niños y niñas, que obligó a que la
UNICEF tomara medidas preventivas contra el desarraigo de muchos niños, que
despojaría a familiares allegados de tales derechos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El número de víctimas mortales sobrepasa ya las cien mil
personas. Una elevada cifra de ciudadanos ha perdido brazos o piernas, o ha
sufrido fracturas que requieren rehabilitación para el trabajo o el
desenvolvimiento de sus vidas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El 80% del país debe ser reconstruido y crear una
economía suficientemente desarrollada para satisfacer las necesidades en la
medida de sus capacidades productivas. La reconstrucción de Europa o Japón, a
partir de la capacidad productiva y el nivel técnico de la población, era una
tarea relativamente sencilla en comparación con el esfuerzo a realizar en Haití.
Allí, como en gran parte de África y en otras áreas del Tercer Mundo, es
indispensable crear las condiciones para un desarrollo sostenible. En solo 40
años la humanidad tendrá más de 9 mil millones de habitantes, y enfrenta el reto
de un cambio climático que los científicos aceptan como una realidad
inevitable.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En medio de la tragedia haitiana, sin que nadie sepa cómo
y por qué, miles de soldados de las unidades de infantería de marina de Estados
Unidos, tropas aerotransportadas de la 82 División y otras fuerzas militares han
ocupado el territorio de Haití. Peor aún, ni la Organización de Naciones Unidas,
ni el Gobierno de Estados Unidos han ofrecido una explicación a la opinión
pública mundial de estos movimientos de fuerzas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Varios Gobiernos se quejan de que sus medios aéreos no
han podido aterrizar y transportar los recursos humanos y técnicos enviados a
Haití.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Diversos países anuncian, por su parte, el envío
adicional de soldados y equipos militares. Tales hechos, desde mi punto de
vista, contribuirían a caotizar y complicar la cooperación internacional, ya de
por sí compleja. Es necesario discutir seriamente el tema y asignar a la
Organización de Naciones Unidas el papel rector que le corresponde en este
delicado asunto.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Nuestro país cumple una tarea estrictamente humanitaria.
En la medida de sus posibilidades contribuirá con los recursos humanos y
materiales que estén a su alcance. La voluntad de nuestro pueblo, orgulloso de
sus médicos y cooperantes en actividades vitales, es grande y estará a la altura
de las circunstancias.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Cualquier cooperación importante que se ofrezca a nuestro
país no será rechazada, pero su aceptación estará subordinada por entero a la
importancia y trascendencia de la ayuda que se requiera de los recursos humanos
de nuestra Patria.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Es justo consignar que, hasta este instante, nuestros
modestos medios aéreos y los importantes recursos humanos que Cuba ha puesto a
la disposición del pueblo haitiano no han tenido dificultad alguna en llegar a
su destino.</DIV>
<DIV align=justify><BR>¡Enviamos médicos y no soldados!
<HR>
<BR></FONT></DIV></BODY></HTML>