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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa</FONT>
<BR><U>26 de enero 2010</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo Militante -
Agenda Radical</FONT><BR>Gaboto 1305 - Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
</DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Italia</FONT></STRONG></FONT></DIV><FONT
face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>La revuelta de los trabajadores
inmigrantes de Rosarno</FONT><BR></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Charles-André Udry *</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>La Breche</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><A
href="http://www.alencontre.org/">http://www.alencontre.org/</A></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Traducido para Viento Sur por Alberto
Nadal<BR></STRONG><A
href="http://www.vientosur.info/"><STRONG>http://www.vientosur.info/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR><BR>En Rosarno, municipio de la provincia de Reggio
Calabria, ha estallado, el jueves 7 de enero de 2010, una revuelta de
trabajadores inmigrantes, originarios en su mayoría de África. El viernes por la
mañana, 8 de enero de 2010, la revuelta continuaba. Los trabajadores inmigrantes
africanos han ocupado la calle para defenderse. Han hecho la demostración de su
rechazo a ser humanos invisibles, manos sin derechos que deben sin embargo
recoger con delicadeza las clementinas y luego vivir con las ratas como ratas.
<BR><BR><STRONG>“La caza del negro”</STRONG><BR><BR>Ya en diciembre de 2008,
trabajadores inmigrantes de Ghana y de Burkina Faso habían salido a la calle en
Rosarno: dos de sus compañeros habían sido gravemente heridos como consecuencia
de disparos de kalachnikov provenientes de un coche. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Uno más de los numerosos “incidentes”, que ilustran una
“caza del negro”, en un contexto de hiperexplotación que se apoya conjuntamente
en las redes mafiosas y la política del gobierno Berlusconi, simbolizada en este
tema por el ministro Roberto Maroni de la Liga Norte. Y en esta Calabria, los
esbirros mafiosos no aceptan que los inmigrantes levanten los ojos o se
defiendan. Pues al hacerlo, atacan a la “Pax mafiosa” necesaria para la
recolección “a bajos precios” de las clementinas y otros productos del campo.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>El viernes 8 de enero de 2010, el representante del HCR
(Alto comisariado para los refugiados) ha declarado que estaba muy preocupada
por un riesgo de “caza del inmigrante” en Rosarno. Tanto más si se tiene en
cuenta que Maroni, ya el jueves, afirmaba con fuerza que esta situación era
debida a una “tolerancia demasiado grande ante la inmigración clandestina”.
<BR><BR><STRONG>Supervivientes condenados de una odisea</STRONG> <BR><BR>El
periódico L´Unitá –como mucho de centro izquierda- escribe en su edición del 7
de enero de 2010: “La rabia de los extracomunitarios se incubaba desde hace
cierto tiempo, aunque en mayo de 2009, finalmente, los tres primeros
explotadores hubieran debido pagar por un delito calificado de reducción a la
esclavitud”. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Los trabajadores inmigrantes que llegan a esta región son
los sobrevivientes de una odisea en la que han tenido que asistir a la muerte de
sus semejantes: en los desiertos, en la mar o en los “campos de retención
extracomunitarios” financiados por la Unión Europea y Suiza. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Han abandonado países corroídos por guerras –tras las que
se camuflan conglomerados mineros o grupos petroleros- y destruidos por la
explotación neocolonial que se apoya en “élites” corruptas, aliadas a sus
corruptores. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Llegan a una tierra donde, por miles, no serán sino
brazos para recoger productos agrícolas desde noviembre y se irán en marzo tras
la recogida de las naranjas, emigrando por Italia de una región a otra, según
las cosechas. Sin techo, sin agua, sin electricidad, sin sanitarios, recluidos a
veces en barracones industriales abandonados. El video realizado por Médicos sin
fronteras en 2008 ilustra su situación. <BR>Por retomar la fórmula de uno de
ellos : « Vivimos entre las ratas y el miedo ». Otro, originario de Marruecos,
confía al periodista Attilio Bolzoni del periódico La Reppublica: “Vivo con
miedo, el miedo de hacer saber a mi familia cómo vivo en Europa”. </DIV>
<DIV align=justify><BR>A finales de año en la región de Rosarno, cada mañana,
llegan los “contramaestres” ante los barracones con camionetas para contratar a
estos trabajadores inmigrantes que no tiene literalmente ya nada más que sus
brazos –jóvenes- para trabajar 12 a 14 horas por día, por 20 euros, pagando 5
por el “transporte”. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Los médicos de MSF –algunos de los cuales han trabajado
en países con condiciones llamadas “difíciles”- están atónitos por lo que han
descubierto. Así, los ataques del frío, los humos provocados por los fuegos
encendidos en barracones para cocinar o calentarse provocan graves dificultades
respiratorias. A esto se añaden infecciones diversas, enfermedades
dermatológicas. Cristina Falconi –responsable del proyecto MSF- subraya que:
“Muchos de ellos sufren de depresión. Pues viven esta degradación de sus
condiciones de vida como una derrota de la que no se levantarán ya nunca. Y
cuando telefonean a su casa dicen que todo va bien y son estas mentiras las que
se cuentan a ellos mismos las que les deprimen aún más”<BR><BR><STRONG>Una lucha
particular, pero que tiene un pasado</STRONG><BR><BR>Estos trabajadores
inmigrantes están al final de una cadena. Los grandes productores, con la ayuda
de la mafia, han bloqueado la creación de cooperativas de pequeños productores.
Los precios pagados por las clementinas y las naranjas han caído mucho: las
grandes superficies y los exportadores imponen su “poder de compra”. </DIV>
<DIV align=justify><BR>A partir de ahí, en el sur de Italia, peregrina un
ejército de sin papeles. La gran mayoría de ellos no podrá obtener una
regularización, pues tienen un mandato de expulsión con prohibición de volver a
Italia. Entonces, un verdadero “ejército de reserva” compuesto de “clandestinos”
se desplaza, según la estación, para recoger tomates a Foggia, clementinas y
luego naranjas a Rosarno, luego olivas a Alcama y patatas a Cassibila. Y esto en
el contexto de una agricultura del sur de la Italia en crisis. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Las condiciones de explotación que encuentran hacen
pensar –más allá de las diferencias- en las de los jornaleros del sur de Italia
que, tras la Segunda Guerra Mundial, realizaron luchas muy duras y emprendieron
movimientos de ocupación de las tierras. Jornaleros que eran tratados como
criminales por los poderes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Es en esta larga lucha en la que se inscribe la revuelta
de los trabajadores inmigrantes africanos que han salido a las calles de Rosarno
porque se niegan a que se les dispare (dos jóvenes han sido objeto de disparos
con fusiles de aire comprimido), que se les “trate como a animales” por retomar
una fórmula que se repite sin cesar en sus declaraciones. Se han defendido como
seres humanos cuya rabia alivia su sufrimiento –rompiendo algunos coches y
cristales de escaparates- y han sido reprimidos por la policía como “animales”.
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>* Nota de Correspondencia de Prensa:</STRONG>
Charles-André Udry, militante del Movimiento Por el Socialismo (Suiza). Redactor
de la revista La Breche y director de Cahiers libres, editions Page deux,
Lausanne.
<HR>
<BR></DIV></FONT></BODY></HTML>