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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa
<BR></FONT><U>31 de enero 2010</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Gaboto 1305 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV> </DIV>
<DIV><STRONG><FONT size=3>Haití <BR><BR>¿Qué perspectivas después de la
catástrofe?<BR> <BR>Puerto Príncipe, 27 de enero de 2010 <BR> <BR>A
todos nuestros aliados</FONT></STRONG> <BR> <BR></DIV>
<DIV>El 12 de enero de 2010 un sismo de una violencia excepcional golpeó nuestro
país con consecuencias dramáticas para las poblaciones de varios municipios de
los Departamentos del Oeste, del Sudeste y sobre el conjunto del país. Este
terremoto de una magnitud de 7.3 en la escala de Richter y las pérdidas
irreparables que provoco enlutaron nuestro país dejando dolores insoportables.
Este drama que nos afecta hoy es sin duda alguna uno de las más graves de toda
nuestra historia y causa un traumatismo profundo que marcará el siglo XXI
haitiano.<BR> <BR>Los balances parciales comunicados hasta aquí intentan
medianamente expresar una realidad espantosa e indecible: el horror que vivimos
juntos durante estos 35 segundos interminables que, el 12 de enero, nos dejaron
un tributo pesado de dolores y de lágrimas. Más de 150.000 muertos, 500.000
heridos, más de un millón sin techo, decenas de miles de amputados, más de
300.000 personas refugiadas en la provincia, más de 3 millones de seres
devastados que, en un minuto, vieron transformarse para siempre sus vidas, sus
familias y sus sociedades. Una sociedad entera traumatizada que vive en el
espanto permanente de probables réplicas o de un nuevo sismo.<BR> <BR>Todas
nuestras organizaciones han sido profundamente sacudidas por este
acontecimiento. Perdimos a familiares, compañeros de trabajo, niños, jóvenes,
profesionales llenos de promesas, de sueños y de capacidades, edificios,
equipos, herramientas de trabajo y una documentación inmensa basada en más de 30
años de experiencias colectivas con las organizaciones y las comunidades de
base. Las pérdidas son inmensas e irreparables.<BR> <BR>Es indispensable, a
pesar del dolor que todos y todas sentimos, reflexionar sobre lo que acaba de
pasar y sacar de esta experiencia trágica las lecciones y las orientaciones que
nos permitirán seguir nuestro incansable trabajo de construcción de otro país
capaz de vencer el ciclo del hundimiento y la dependencia y de colocarse a la
altura de los sueños de emancipación universal de sus fundadores y de todo el
pueblo haitiano.<BR> <BR>El tamaño del desastre esta vinculado sin duda
alguna a la naturaleza del Estado en nuestro país, una herencia histórica
colonial y neocolonial y a la implementación de las políticas neoliberales a lo
largo de las 3 últimas décadas. La hypercentralización alrededor de la
"República de Puerto Príncipe" decidida por la ocupación norteamericana de 1915
es sin duda uno de los factores determinantes. En particular, la liberalización
completa del mercado de los bienes inmobiliarios abrió un espacio de
especulación desenfrenada a los filibusteros de todo tipo.<BR> <BR>Nos
conmueve profundamente la extraordinaria solidaridad manifestada por la
población de la región metropolitana que durante los 3 primeros días después del
terremoto supo responder por la autoorganización, construyendo 450 campos de
refugiados que contribuyeron a salvar miles de personas prisioneras de los
escombros e hizo posible la supervivencia de 1.5 millones de personas gracias al
hecho que compartieron en forma comunitaria todos los recursos disponibles
(alimento, agua, ropa). ¡Honor y respeto a la población de Puerto Príncipe!
Estos mecanismos espontáneos de solidaridad deben desempeñar un papel esencial
en el proceso de reconstrucción y de re-conceptualización del espacio
nacional.<BR> <BR>Enviamos esta carta a nuestros socios y a las diversas
redes nacionales e internacionales de las cuales formamos parte, con el fin de
informarles sobre los pasos que hemos dado y sobre nuestros objetivos a corto,
mediano y largo plazo.<BR> <BR>En efecto, desde más de una semana nuestro
grupo de organizaciones y de plataformas se reúne con frecuencia con el fin de
hacer frente a esta nueva situación definiendo nuevas estrategias e
implementando nuevas maneras de trabajar. Así, nosotros los responsables de las
organizaciones y plataformas que firmamos esta carta, después de varios
encuentros para analizar la nueva situación y definir estrategias comunes,
adoptamos una posición basado sobre los ejes siguientes:<BR></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2>· Contribuir a preservar los
principales logros de los movimientos sociales y populares haitianos amenazados
por la nueva situación <BR></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2>· Contribuir a responder a las
necesidades urgentes de la población organizando centros de servicios
comunitarios capaces de responder en forma adecuada a las necesidades
siguientes: alimentación, atención de salud primaria, asistencia médica y
psicológica en respuesta a los traumas sufridos en el momento del
sismo<BR></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2>· Aprovechar el hecho que los
grandes medios de comunicación miren hacia nuestro país para difundir una
imagen diferente de la proyectada por las fuerzas imperialistas<BR></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2>· Implementar nuevas formas de actuar
que permitan sobrepasar la atomización y la dispersión que constituyen una de
las principales debilidades de nuestras organizaciones. Este proceso de
acercamiento debe arrancar con la estructuración de un espacio común que pueda
acoger provisionalmente nuestros 6 equipos que continuarán trabajando de modo
autónomo a la vez que implementaran mecanismos permanentes de intercambios y de
trabajos mutualizados. Estaremos atentos a hacer prevalecer un
enfoque colectivo en la búsqueda de respuestas comunes a nuestros problemas y en
la construcción de una alternativa democrática popular efectiva y viable.
<BR> <BR>En cuanto a la situación de urgencia, estamos instalando centros
de servicios. Uno de nuestros centros esta ya plenamente operacional al Número
59 de la avenida Poupelard, en los locales de una escuela popular dirigida por
la organización SAJ / VEYE YO (Solidarite Ant Jèn). Acoge unas 300 personas que
reciben comida 2 veces al día y están protegidas bajo tiendas. El centro les
ofrece también consultas, medicinas y un acompañamiento psicológico. Estos
servicios se proporcionan también a las personas que residen en los campos de
refugiados acondicionados espontáneamente en la zona. El centro de la avenida
Poupelard funciona gracias al apoyo de profesionales haitianos voluntarios
(médicos, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales) apoyados por médicos
alemanes de la organización de socorro Cabo Anamur. Tratamos de instalar centros
similares en otros barrios de la región metropolitana duramente afectados por el
sismo y en los cuales no existe ninguna oferta de servicio de esta naturaleza.
Instalaremos 4 en los barrios de Carrefour (Martissant, Fontamara) y de
Gressier. Contamos con la solidaridad de todos nuestros socios para asegurar su
funcionamiento eficiente.<BR> <BR>Al mismo tiempo, nuestras 2 plataformas y
4 organizaciones han instalado un punto focal de encuentros y de coordinación en
el local de FIDES-Haïti, situado Número 6 del Callejón Gabriel - Calle Fernand
en Canapé vert. Estamos dispuestos a acoger en este espacio nuevas plataformas y
organizaciones del movimiento democrático popular. Nos comprometemos en
movilizar los diferentes componentes de este movimiento para ampliar los
esfuerzos para socorrer a los supervivientes y, por otra parte, para formular un
plan común para la rehabilitación de nuestras instituciones y organizaciones.
Presentaremos este plan y los proyectos concretos que lo acompañan a la atención
de nuestros socios en un plazo relativamente breve.<BR> <BR>La ayuda
urgente en la cual participamos es alternativa y tenemos la intención de
desarrollar un trabajo de denuncia de las prácticas tradicionales en materia de
intervenciones humanitarias, las cuales no respetan la dignidad de las víctimas
y se inscriben en el marco de un proceso de fortalecimiento de nuestra
dependencia. Luchamos por una ayuda humanitaria adaptada y respetuosa de nuestra
cultura y de nuestro entorno y que no destruya las construcciones de economía
solidaria elaboradas desde varias décadas por las organizaciones de base con las
cuales trabajamos.<BR> <BR>Para terminar queremos saludar una vez más la
extraordinaria generosidad que la opinión pública mundial expreso en el drama
que vivimos. Estamos agradecidos y creemos que es el momento de inventar una
nueva mirada sobre nuestro país que permita construir una solidaridad auténtica
librada de los reflejos paternalistas de piedad e inferiorización. Deberíamos
trabajar para mantener esta vigorosa solidaridad más allá de las modas y de la
excitación mediática. La respuesta a la crisis demuestra que en ciertas
situaciones los pueblos del mundo son capaces de ir más allá de las lecturas
superficiales y estereotipadas de corte sensacionalista. La ayuda humanitaria
masiva es hoy indispensable dada la amplitud de la catástrofe, pero debe ser
estructurante articulándose con una visión diferente del proceso de
reconstrucción. Debe romper con los paradigmas que dominan los circuitos
tradicionales de la ayuda internacional. Desearíamos ver nacer brigadas
internacionalistas de solidaridad que trabajarían junto con nuestras
organizaciones en la lucha por la realización de una reforma agraria y de una
reforma territorial urbana integrada, en la lucha contra el analfabetismo y para
la repoblación forestal, en la edificación de nuevos sistemas educativos y de
salud universales, descentralizados y modernos.<BR> <BR>Debemos también
proclamar nuestra cólera y nuestra indignación frente a la utilización de la
crisis haitiana para justificar una nueva invasión de 20.000 marines
norteamericanos. Denunciamos lo que puede convertirse en una nueva ocupación
militar, la tercera de nuestra historia por tropas norteamericanas. Se inscribe
obviamente en la estrategia de remilitarización del Caribe en el marco de la
respuesta del imperialismo americano a la rebelión creciente de los Pueblos del
continente frente a la mundialización neoliberal. Se inscribe también en una
estrategia de guerra preventiva frente a un estallido eventual y social que
vendría de un Pueblo aplastado por la miseria que se encuentra en una situación
de desesperación. Denunciamos el modelo aplicado por el Gobierno norteamericano
y la respuesta militar frente a una trágica crisis humanitaria. Al apoderarse
del aeropuerto Toussaint Louverture y de otras infraestructuras estratégicas del
país, privaron al Pueblo haitiano de una parte de las contribuciones que venían
del CARICOM, de Venezuela y de algunos países europeos. Denunciamos el método
aplicado y rechazamos que nuestro país sea transformado en una base
militar.<BR> <BR>Nosotros, dirigentes de las organizaciones y las
plataformas iniciadoras de esta gestión, le escribimos hoy para transmitirles
nuestro primer análisis de la situación. Estamos convencidos que ustedes
–como ya lo han hecho- continuarán acompañando nuestro trabajo y nuestros
combates en el marco de la construcción de una alternativa nacional, que será
fuente del renacimiento de nuestro país que esta golpeado por una catástrofe
horrible y que luchara para salir del ciclo de la
dependencia.<BR> <BR> <BR>Para el Comité de
coordinación:<BR> <BR>Sony
Estéus Camille
Chalmers
Marie Carmelle
Fils-Aimé
<BR>Directeur SAKS Directeur
PAPDA OfficierdeProgramme
ICKL<BR> <BR>Para las organisaciones y plataformas que participan de esa
iniciativa<BR>Marc Arthur Fils-Aimé, Institut Culturel Karl Léveque
(ICKL)<BR> <BR>Maxime J. Rony, Programme alternatif de Justice
(PAJ)<BR> <BR>Sony Estéus, Sosyete Animasyon ak Kominikasyon Sosyal
(SAKS)<BR> <BR>Chenet Jean Baptiste, Institut de Technologie et d’animation
(ITECA)<BR> <BR>Antonal Mortimé, Plateforme des Organisations Haïtiennes de
Droits Humains (POHDH) que agrupa : <BR>Justice et Paix (JILAP), Centre de
recherches Sociales et de Formation pour le Développement (CRESFED), Groupe
Assistance Juridique (GAJ), Institut Culturel Karl Léveque (ICKL), Programme
pour une Alternative de Justice (PAJ), Sant Karl Lévèque (SKL), Réseau National
de Défense des Droits Humains (RNDDH), Conférence haïtienne des Religieux
(CORAL-CHR)<BR> <BR>Camille Chalmers, Plateforme haïtienne de Plaidoyer
pour un Développement Alternatif (PAPDA) que agrupa: Institut de Technologie et
d’animation (ITECA), Solidarite Fanm Ayisyèn (SOFA), Centre de Recherches
Actions pour le Développement (CRAD), Mouvaman Inite Ti Peyizan Latibonit
(MITPA), Institut Culturel Karl Léveque (ICKL), Association Nationale des
Agroprofessionnels Haïtiens (ANDAH).</DIV>
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