<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META http-equiv=Content-Type content="text/html; charset=iso-8859-1">
<META content="MSHTML 6.00.6002.18167" name=GENERATOR>
<STYLE></STYLE>
</HEAD>
<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT size=5><FONT color=#800000>Correspondencia de
Prensa</FONT> <BR></FONT><U>12 de febrero 2010</U><BR><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Gaboto 1305 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Uruguay</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Mujica “encandiló” a los
empresarios…<BR></FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Todas las garantías al capital
<BR></DIV></FONT></STRONG>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Ernesto Herrera </STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Colectivo Militante</STRONG><BR> <BR></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>El evento ocurrió en Punta del Este (departamento de
Maldonado), lugar exclusivo de la costa atlántica. Donde la mayoría de los
uruguayos que llegan allí en los meses veraniegos lo hacen para ganarse el pan
en algún trabajo precario, limpiando mugres ajenas o prestando servicios a ricos
y famosos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Semanas atrás había comenzado la limpieza social. Para
evitarle molestias al negocio de los “operadores turísticos”. Más importante
aún: para impedir que se afectara la “imagen de seguridad” de un país que José
Mujica pondría en subasta pública ante un selecto auditorio de empresarios
locales y extranjeros. De allí la expulsión policial de decenas de
“malvivientes” que se habían instalado en “nuestro principal balneario”. Su
delito: “mendicidad abusiva”. Es decir, culpables, no sólo de ser pobres sino
por “abusar” de su penosa condición de vida. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Al mediodía del miércoles 10 de febrero se levantó el
telón de un espectáculo ampliamente publicitado por los poderes mediáticos. El
Hotel Conrad (de la cadena Hilton) actuó como anfitrión de lujo. Allí, en el
Salón Montecarlo, esperaban 1.480 empresarios argentinos, brasileros,
venezolanos, norteamericanos, europeos y uruguayos, embajadores de varios
países, y un centenar de periodistas. Como muestra del “consenso nacional”, la
presencia de los “líderes de la oposición”, entre ellos dos ilustres cadáveres
políticos, los ex presidentes Julio M. Sanguinetti y Luis A. Lacalle. Y, por
supuesto, los dirigentes del Secretariado del PIT-CNT (Castillo, Reed,
Castellano), como para reafirmar una vez más el compromiso del sindicalismo
gubernamental con la política de colaboración de clases del “progresismo”.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Todos ellos respondieron a la invitación de la Cámara de
Comercio Argentino-Uruguaya, de la Unión de Exportadores y de la Cámara de la
Construcción. Se deleitaron con jamón crudo, filet de lomo, salsa de chocolate,
vinos y champagne. El ticket valía apenas 100 dólares. Aunque para que nadie
piense mal no todo fue consumo lujurioso y frivolidad. Tuvieron un gesto de
encomiable filantropía: lo recaudado (descontando el “costo de servicio” del
Conrad) fue destinado a los hospitales públicos de Maldonado. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El poderoso Juan Carlos López Mena, propietario de
Buquebus y principal impulsor del evento, aseguró al programa radial En
Perspectiva (Radio El Espectador, 9-2-10), que el objetivo del almuerzo era
“despejar dudas” y crear un clima favorable para los negocios. “Yo creo que el
nuevo gobierno electo va a dar señales de mucha más confianza y vamos a tener
grandes sorpresas, muy buenas en cuanto a inversiones”. En parte no se equivocó.
Porque si bien no hubo sorpresas (en cuanto a la sincera adhesión de Mujica al
capitalismo), la conferencia denominada con el pomposo título de “Los
empresarios en el Proyecto Nacional: desarrollo y reducción de la pobreza”,
resultó un éxito. Para los patrones y sus ganancias, claro. </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Ni expropiaciones, ni más impuestos al
capital</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>El futuro presidente (asume el 1º de marzo) no defraudó a
los comensales. Por el contrario, con su oferta de estabilidad
político-institucional, previsibilidad económica, respeto a las “reglas de
juego” del mercado y buen clima de inversiones, “encandiló a los empresarios”.
(La Nación, Buenos Aires, 11-2-10) Les dijo que se les garantizará la seguridad
de sus capitales y no existirán las expropiaciones ni los grandes impuestos a
las inversiones; por el contrario, se definirán más exoneraciones tributarias e
incentivos para la llegada de nuevos emprendimientos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El antiguo guerrillero tupamaro vestido ahora con su
traje de hombre de Estado, fue convincente. Tanto que muchos lo comparan a Lula,
otro convertido a la religión del mercado. De entrada, Mujica destacó “la
tranquilidad que existe en el país”, donde hasta los ministros pueden andar por
la calle sin necesidad de custodia. Sostuvo que el país “tiene muchos problemas
sociales” y por eso necesita de la inversión. “Necesitamos un clima que propicie
la inversión. Históricamente hemos sido un desastre, preferimos sacarla para
afuera, colocarla en un banco, ni invertirla acá. Hoy tenemos que convocar a
todo lo nacional. Jugala acá que no te la van a expropiar, ni te van a doblar el
lomo de impuestos”. Enfatizó: “Necesitamos empresas que prosperen, que puedan
generar riqueza. Si no, nos quedamos sólo con los sueños y la utopía”. Un
cerrado aplauso de la platea. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Recordó para los que no lo sabían, que cuanto más
inversión privada “más crece la economía, más aumenta la recaudación que
necesitamos para fenomenales inversiones sociales, pero si queremos recaudar
aumentando los impuestos sobre la misma masa de riqueza estamos fritos porque
matamos a la gallina de los huevos de oro”. Señaló que “hay cosas que tiene que
poner el Estado y hay cosas que tiene que poner la actividad privada”, y puso
como ejemplo que el Estado tiene que poner las vías, cobrar peajes por su uso y
“después aparecerán los ferrocarriles”…con capitales privados. Es como estar
escuchando al presidente Tabaré Vázquez y su máxima política: “más mercado y
mejor Estado”. Una completa estafa.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Mujica no estuvo sólo. Para reforzarlo se encontraba a su
lado el vice-presidente electo, Danilo Astori, verdadero artífice de la política
económica del gobierno actual y del que viene. Repitió lo sabido. Que el segundo
mandato del Frente Amplio buscará un “equilibrio entre continuidad y cambio”;
que la economía estará “cada vez más abierta al mundo”, que se ampliarán los
“niveles de incentivos” (al capital privado), y que en materia de relaciones
laborales, “habremos de seguir fortaleciendo una estructura equilibrada desde el
punto de vista de las relaciones laborales, no partiendo de hipótesis de
conflicto, sino partiendo de hipótesis de justicia, de confianza, de acuerdo, de
estabilidad (…) nuevas relaciones equilibradas desde el punto de vista laboral
con visión positiva, sabiendo que no hay estabilidad económica y social en un
país si no logramos consolidar esa misma estabilidad en el plano laboral.” En
resumen, lograr la “paz social”, mediante el maridaje entre corporaciones
patronales y direcciones sindicales colaboracionistas. Como hasta ahora. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Lo que todo empresario quería oír</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Al final de los discursos y ya con el café servido, unos
y otros coincidieron en los elogios: el Uruguay mantenía el rumbo de
“confiabilidad”, “seguridad jurídica”, y “transparencia”. La algarabía
empresarial era exuberante.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Para el jefe de Petrobras en Uruguay, Irani Varela, el
discurso del presidente electo fue “lo que todo empresario quería escuchar”: “un
discurso moderno, sobrio y apostando a futuro”, reconociendo “que los
empresarios son un motor importante para el país”. (El País, Montevideo,
11-2-10). El empresario argentino Carlos Ávila (propietario de medios y dueño de
Torneos y Competencias) fue más lejos: el discurso de Mujica “me pareció un
poema”. (La Nación, Buenos Aires, 11.2-10) Eduardo Eurnekian, propietario de
Aeropuertos Argentinos 2000 y “concesionario” por 30 años del nuevo Aeropuerto
Internacional de Carrasco en Montevideo, calificó a Mujica de “genial”: “La
verdad fue un discurso prometedor (…) queda claro que se van a respetar las
normas y que las puertas están abiertas a los inversores”. (El País, Montevideo,
11-2-10). Mientras que el titular de la Unión Industrial Argentina, Héctor
Méndez, destacó el discurso de Mujica y dijo que “si en Argentina perdiéramos
las esperanzas deberíamos tener que venir a vivir a Uruguay”. (Clarín, Buenos
Aires, 11-2-10)</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por su parte, Alexander Vik, uno de los 150 empresarios
más ricos del mundo según las revistas Forbes y Fortune, consideró “muy bueno”
el evento: “Los discursos tanto de Astori como de Mujica me gustaron mucho
porque se trata de una filosofía que apunta a abrirse al mundo, basar todo en el
trabajo, en vivir, arriesgar y generar riquezas para todos (…) es la forma de
salir adelante y poder atender a los pobres gracias a un país libre y rico”. (El
País, Montevideo, 11-2-10)</DIV>
<DIV align=justify><BR>Si el clima de alborozo alcanzaba a los dueños del
dinero, no lo era menos para los funcionarios del “progresismo” que veían
recompensada su conversión al orden capitalista. Para el ministro de Industria,
Raúl Sendic (hijo de Raúl “Bebe” Sendic, legendario e incorruptible luchador
social y fundador del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros): “No hay
antecedentes en Uruguay que un gobierno electo de una señal de convocatoria al
empresariado y a la inversión tan fuerte como esta”, ni hay tampoco “una
respuesta tan masiva de inversores y empresarios que demuestran confianza a un
nuevo gobierno parándose en la puerta para entrar como si fuera el estadio
Centenario”. Por su lado, el presidente del Banco de la República, Fernando
Calloia (hombre de confianza de Astori), destacó que se haya dicho a los
empresarios que “no se van a fijar impuestos expropiatorios sobre las utilidades
y se va a mantener el régimen de incentivos a la inversión”. (El País,
Montevideo, 11-2-10)</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Sin reacción a la izquierda</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>La hegemonía política y socio-cultural del “progresismo”
es asfixiante. Si bien el segundo mandato del Frente Amplio cuenta con menos
expectativas de cambio que cuando asumió Tabaré Vázquez en 2005, la atmósfera de
resignación es mayor. La aceptación del “mal menor” como única alternativa
implanta un escenario de desmovilización y apatía. Las luchas sociales son poco
significativas y apuntan a obtener ámbitos de negociación, sobre todo en torno a
mejoras salariales. En ningún caso se trata de demandas que pongan en cuestión
ni la dominación patronal, ni el programa económico del gobierno. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El “progresismo” ha conseguido neutralizar a los
movimientos sociales a través de escasas concesiones y un estricto
disciplinamiento social que se garantiza por la vía de las direcciones
sindicales y los partidos del Frente Amplio. Tanto militantes tupamaros y
comunistas, socialistas y trotskistas, como independientes y "economistas de
izquierda", han sido integrados política y materialmente. La mayoría de ellos
pasaron a ser funcionarios del aparato de Estado, del parlamento, de los
gobiernos municipales, de las ONGs funcionales, de las estructuras
sindicales, de las "asesorías" bien pagadas. En definitiva, actúan como
pequeñas piezas de una arquitectura institucional que asegura la reproducción
del orden capitalista. Ya no hablan de "gobierno en disputa".</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Ni siquiera en el plano de las tradiciones antiimperialistas
hay una mínima reacción. El próximo Ministro de Defensa, Luis Rosadilla (ex
dirigente del MLN-Tupamaros) puede proponer el envío de más tropas de ocupación
a Haití o decir que Estados Unidos cumple un “papel positivo” al tomar el
control del aeropuerto de Puerto Príncipe (porque restablece "el cordón
umbilical de Haití con el mundo"), y nadie en el partido de gobierno tiene la
decencia de alzar la voz para protestar. Vergonzoso.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Esta capitulación de miles de cuadros y militantes de la
izquierda, tiene todo el significado de una derrota política. En el sentido de
una derrota estratégica del horizonte democrático radical, popular,
antiimperialista, revolucionario, surgido en las luchas sociales y políticas de
los años ’60. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Un derrota que impacta sobre las fuerzas de izquierda
anticapitalista que están por fuera del Frente Amplio y que no se asimilaron al
régimen burgués de dominación. Su debilidad y fragmentación no se debe solamente
a “carencias metodológicas”, “sectarismos” o “confusiones ideológicas”. Inciden
otros factores: generacionales, teóricos, programáticos. Y, finalmente, una
relación de fuerzas ampliamente desfavorable en el campo popular. La cual se fue
profundizando a partir de la crisis del 2002-2003, cuando el “progresismo”
consiguió imponer su política de “lealtad institucional” en la izquierda y en
los movimientos sociales, permitiendo que el Estado capitalista superara su
estado de agonía. En esos momentos donde las propias clases dominantes
reconocían que su gobierno (presidido por Jorge Batlle) estaba “con los días
contados”, la izquierda anticapitalista quedó en “orfandad estratégica”. El
régimen de dominación volvió a ponerse de pie - esta vez sin recurrir a la
represión masiva - gracias a la mano tendida por la dirección del Frente
Amplio. Un caso excepcional de salida pactada si miramos el paisaje
regional de aquellos días, marcado a fuego por las insurrecciones populares en
Argentina, Bolivia, Ecuador. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Las relaciones de fuerzas entre trabajo y capital
seguirán en confrontación. Como a lo largo de la historia. Los trabajadores - el
proletariado en el sentido amplio que le asignaba Marx – seguirán luchando y
resistiendo. Son constataciones casi banales. Tanto como decir que habrá
victorias y derrotas, avances y repliegues. No obstante, este curso “natural” de
la lucha de clases no garantiza ni la acumulación (continuidad de experiencias
de lucha), ni el avance hacia una perspectiva revolucionaria y socialista. Por
tanto, como ya se ha dicho hasta el cansancio, es imperioso trabajar por la
construcción de una propuesta unitaria. Que deje a un costado los pequeños
núcleos de “autoconstrucción” (dos más hoy, tres menos mañana) , y que responda
organizadamente - a partir de una implantación social real - a las demandas que,
aún de forma dispersa y contradictoria, provienen de las capas sociales más
explotadas. Incluso si esas capas sociales tienen todavía ilusiones respecto al
“progresismo”. Esto exige volver a (re) pensar críticamente nuestra práctica
militante. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La legitimidad del gobierno es inocultable. Nadie con
sentido de la realidad puede discutirlo. Sin embargo, es válido decir que esa
legitimidad también le viene por la ausencia de una alternativa a la izquierda.
Mejor dicho, por la falta de una reacción desde la izquierda anticapitalista.
Que se nota hasta en aquellas cuestiones que formaban parte de la acumulación y
la conciencia política. Alcanzaría con constatar la casi inexistente respuesta
ante la tragedia de Haití. No sólo en términos de ayuda material, sino en cuanto
a la solidaridad política y a la denuncia antiimperialista. </DIV>
<DIV align=justify><BR>(Re) encauzar los esfuerzos hoy dispersos que obstruyen
la acumulación política y organizativa, es un desafío. En apariencia, el desafío
es asumido por muchas de las fuerzas militantes de la izquierda anticapitalista.
El dilema vuelve a ser si el “espíritu de círculo” (que tanto criticaba Lenin)
continuará imponiéndose por sobre la necesidad de “hacer la revolución”. O si,
por ejemplo, la necesidad de organizar un 1º de Mayo clasista y combativo de
todas las corrientes radicales, consigue romper la fragmentación y establecer un
espacio de unidad, que privilegie la lucha social y la construcción de una
alternativa de clase, por encima de la farándula electoral (esta vez municipal)
que se viene. De la resolución de este dilema viejo, depende lo nuevo que
pueden aportar las fuerzas socialistas revolucionarias en el próximo
período. Otro fracaso será más tiempo perdido.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>