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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa</FONT>
<BR><U>1º de marzo 2010</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo Militante -
Agenda Radical</FONT><BR>Gaboto 1305 - Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV><STRONG><FONT size=3>Mujeres</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Más educadas que ellos, pero no más
iguales</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial></FONT> </DIV><FONT size=+0>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>La a escolaridad femenina
avanzó en todo el mundo, y en muchos países las niñas y las jóvenes estudian más
y mejor que los varones hace décadas. Pero eso está lejos de traducirse en
equidad en el trabajo, la política y las relaciones
sociales.</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><BR><FONT size=2></FONT></FONT></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Mario Osava <BR>IPS, Río de
Janeiro, 1-2-10</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://ipsnoticias.net/"><STRONG>http://ipsnoticias.net/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV><FONT size=2>
<DIV align=justify><BR><BR><FONT face=Arial>En Brasil, por ejemplo, eran mujeres
53,3 por ciento de quienes ingresaron a la universidad en 2007. Esa proporción
superó casi siempre el 55 por ciento en los últimos 15 años. Y la participación
aumenta en más de cinco puntos porcentuales entre quienes concluyen cada curso,
lo que confirma que ellas son mejor estudiantes. <BR><BR>Las mujeres son mayoría
en todos los niveles de enseñanza y su escolaridad supera en más de un año a la
masculina. Pero sus salarios son 30 por ciento inferiores a los de los varones
en igual función y ellas ocupan solo 56 de los 594 escaños del Congreso
legislativo. <BR><BR>En Filipinas, donde hace mucho las mujeres alfabetizadas
son más que los hombres, 17,8 por ciento de ellas se gradúan en la universidad,
contra 8,2 por ciento de los hombres, según la Comisión Nacional sobre el Papel
de la Mujer. <BR><BR>Pero las filipinas se concentran en carreras como educación
y salud, y quedan fuera de las ingenierías y derecho, áreas dominadas en más de
80 por ciento por varones. <BR><BR>También en Sudáfrica ellas son mayoría en las
universidades, aunque no en carreras de tradición masculina, como ingeniería. Y
tampoco ocupan posteriormente muchos puestos de dirección. <BR><BR>En Chile,
otra vez las mujeres superan a los hombres en educación, según el gubernamental
Índice de Inequidad Territorial de Género 2009, que considera el analfabetismo,
años de escolaridad y cobertura neta de enseñanza básica y media. <BR><BR>Sin
embargo, las chilenas pierden en participación laboral, con 42 por ciento, y su
nivel salarial es 30 por ciento inferior a sus colegas varones. <BR><BR>"La
educación sola no hace milagros", pues cambiar valores es más complejo y
"mientras no haya guarderías para todas las familias, no ocurrirán cambios
estructurales en la participación femenina en el mercado de trabajo", evaluó
Fulvia Rosemberg, investigadora de la Fundación Carlos Chagas, al brindar una
mirada mundial sobre la desigualdad de oportunidades entre los géneros.
<BR><BR>Brasil vale como ejemplo. Solo 18 por ciento de los infantes de cero a
tres años frecuentan guarderías, destacó a TerraViva. Además, en general las
escuelas solo acogen medio día a los escolares, imponiendo triple jornada de
trabajo a las mujeres y privándolas de "condiciones comparables" a las de los
hombres, sostuvo la también profesora de la Universidad Católica de São Paulo.
<BR><BR>A eso se suma la misma enseñanza. El currículo, los libros y la forma de
educar reproducen prejuicios que devalúan el papel femenino, lo arrinconan al
hogar, a trabajos y carreras poco valorizadas, acotó. En la universidad la
mayoría de las mujeres van a ciencias humanas y los hombres a exactas y
tecnológicas. <BR><BR>La escolaridad femenina progresó rápidamente, pero los
cambios culturales son lentos y los institucionales más lentos aún, observó
Moema Viezzer, socióloga que fundó hace 29 años la Red de Educación Popular
entre Mujeres de América Latina y el Caribe, cuya campaña por una educación no
sexista se realiza cada 21 de junio. <BR><BR>Se necesitaron décadas de lucha del
movimiento feminista antes de la admisión de mujeres en el gobierno y la Suprema
Corte brasileña. La VI Conferencia Mundial sobre la Mujer, en 1995 en Beijing,
representó "un salto cualitativo", al impulsar políticas públicas, con el Estado
asumiendo programas antes limitados a organizaciones no gubernamentales, señaló
Viezzer. <BR><BR>Desde este lunes y el 12 de marzo se realiza en la sede de las
Naciones Unidas en Nueva York la conferencia de la Comisión de la Condición
Jurídica y Social de la Mujer, para evaluar el cumplimiento de los compromisos
adquiridos hace 15 años. El acceso de las mujeres a todos los niveles educativos
fue una de las 12 prioridades asumidas en la Plataforma de Acción de Beijing.
<BR><BR>Además de una enseñanza con un enfoque de género adecuado, se necesitan
muchas acciones afirmativas y una educación popular para la equidad de género,
defendió Viezzer. <BR><BR>La mejor escolaridad femenina se impone donde cuenta
el esfuerzo personal y la capacidad, pero no cuando entran en juego relaciones,
negociaciones, el ascenso por recomendaciones de jefes, advirtió Schuma
Schumacher, coordinadora de la no gubernamental Red de Desarrollo Humano de
Brasil. <BR><BR><STRONG>UN CUADRO PEOR EN ÁFRICA</STRONG> <BR><BR>En el plano
mundial, el porcentaje de niñas sin escolarización bajó de 58 a 54 por ciento
entre 1999 y 2007, según el Informe de Seguimiento de la Educación Para Todos en
el Mundo 2010. Es decir, el acceso femenino a la enseñanza primaria sigue por
debajo del masculino. <BR><BR>En África Subsahariana, había 89 niñas por cada
cien niños en la escuela primaria en 2006, de acuerdo al Informe de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio. La situación es peor en secundaria, donde
las adolescentes bajan a 80 por cada cien. En el conjunto de la enseñanza, ellas
constituyen 55 por ciento de las excluidas. <BR><BR>La realidad subsahariana, de
mucha pobreza, hambre, guerras y epidemias de síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (sida), traba la escolarización y fomenta la deserción escolar,
especialmente de niñas, observó la sudafricana Muleya Mwananyanda, coordinadora
de la Semana de Acción de la Campaña Mundial por la Educación. <BR><BR>Se estima
que 12 millones de niñas nunca ingresarán a la escuela, contra siete millones de
varones. Las actitudes están cambiando lentamente en esa parte del mundo. Aún se
ve "con sospecha la educación femenina, sobre todo en las comunidades donde el
modelo patriarcal corre riesgo de desbaratarse", comentó Mwananyanda.
<BR><BR>Pero hay razones para el optimismo, si se tiene en cuenta el efecto
multiplicador. "Una mujer me lo dijo de este modo ‘educar a una niña es educar a
la aldea entera’, pues las mujeres escolarizadas enviarán a sus hijas a
estudiar", matizó. <BR><BR>Diecisiete de los 41 países subsaharianos estudiados
en el informe de Educación Para Todos alcanzaron la igualdad de niñas y niños en
la escuela primaria. <BR><BR><STRONG>EXCEPCIONES</STRONG> <BR><BR>Esa región
africana va a contracorriente de la tendencia mundial. En América Latina y el
Caribe había 107 niñas por cien niños en la secundaria en 2006, mientras en Asia
oriental y en el sudeste asiático la proporción era de 101 y 102 por cada cien,
respectivamente, superando incluso la paridad existente en las regiones del
Norte industrial. <BR><BR>Sin embargo, en el segundo mayor país latinoamericano,
México, han perdido empuje las políticas educativas con perspectiva de género,
impulsadas desde Beijing. <BR><BR>Un avance en matrícula y asistencia escolar
produjo "una equiparación de matrícula hombres-mujeres" y atención a los temas
de educación profesional, posgrados y eliminación de estereotipos, señaló a
TerraViva Clara Jusidman, presidenta de la no gubernamental Iniciativa Ciudadana
y Desarrollo Social. <BR><BR>Pero desde 2000, cuando llegó al poder el
conservador Partido Acción Nacional, primero con Vicente Fox y desde 2006 con
Felipe Calderón, la educación retomó los viejos valores y estereotipos en los
roles de hombres y mujeres. <BR><BR>Aún en pleno siglo XXI a "hay estados
mexicanos gobernados por conservadores que no permiten libros de texto con
información" sobre educación sexual y derechos reproductivos, apuntó Jusidman.
<BR><BR><STRONG>EDUCACIÓN MACHISTA IMPARTIDA POR MUJERES</STRONG> <BR><BR>En
todo el mundo las educadoras son mayoría. Pero eso no evita que la enseñanza
tenga un carácter sexista, pro masculino y discriminador difícil de corregir,
según las mujeres organizadas. <BR><BR>El machismo sobresale en los libros
didácticos, donde personajes femeninos, minoritarios y secundarios, aparecen más
en el ámbito familiar, en trabajos domésticos, como seres pasivos y serviles,
contrastando con los masculinos activos, autónomos, creativos. <BR><BR>Las
autoridades educativas de Filipinas ofrecieron entrenamiento en género para
autores, editores y publicistas de libros escolares, cuando un Comité de
Naciones Unidas condenó en 1997 los estereotipos en textos y materiales de
instrucción que refuerzan la imagen de subordinación femenina. <BR><BR>Pero esas
iniciativas quedaron en la fase piloto, faltan políticas para integrar la
equidad de género a los programas educativos desde el jardín de infantes, evaluó
la profesora Aurora de Dios, directora del Instituto de Mujeres y Género, de
Manila. <BR><BR>"El lugar de mujer es la cocina" suena muy antiguo, pero es un
prejuicio que persiste en la sociedad como uno de los factores que hace que "el
mundo del poder y del dominio sea casi esencialmente masculino", observó la
brasileña Vera Vieira, de la Red Mujer de Educación. Son visiones que reafirman
los libros infantiles. <BR><BR>En Chile, los textos escolares, licitados a
privados, tienen enfoque de género desde 2008. "Se intervino el lenguaje,
haciendo visibles a ‘las niñas’ y a ‘los niños’, y las imágenes, evitando
figuras estereotipadas como mujeres haciendo trabajo doméstico", y se rescató el
aporte femenino al desarrollo del país, explicó Juana Aguirre, responsable de
género en el Ministerio de Educación. <BR><BR>La reforma curricular de 2009
incorporó la dimensión de género en cinco áreas, como matemáticas y lenguaje,
además de estrategias para corregir el "currículo oculto" en las relaciones
entre educadores y alumnado, acotó. <BR><BR>En Brasil, el Ministerio de
Educación adoptó en 1996 una evaluación de los más de cien millones de libros
didácticos que compra y distribuye anualmente en las escuelas, vedando los que
expresan "prejuicios de origen, raza, sexo, color, edad y cualesquiera otras
formas de discriminación". <BR><BR>Fulvia Rosemberg, de la Fundación Carlos
Chagas, duda de los criterios aplicados por evaluadores especializados en sus
disciplinas, pero no en "sexismo y racismo discursivo". Además, el ministerio
condena "prejuicios", no "estereotipos". <BR><BR>La enseñanza discriminadora no
impide, sin embargo, que las niñas y mujeres tengan mejor desempeño que los
varones, poniendo en cuestión los análisis sobre efectos del sexismo en los
libros, matizó. <BR><BR>* Con aportes de Nastasya Tay (Johannesburgo), Kara
Santos (Manila), Emilio Godoy (México) y Daniela Estrada (Santiago).
<HR>
</FONT></FONT></DIV></BODY></HTML>