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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa
<BR></FONT><U>9 de marzo 2010<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Gaboto 1305 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>México</FONT></STRONG></FONT></DIV><FONT
face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>El “Ejército de Dios” ataca a las
comunidades zapatistas</FONT></STRONG><BR><BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Hermann Bellinghausen </STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>La Jornada, México, 7-3-10</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.jornada.unam.mx/"><STRONG>http://www.jornada.unam.mx/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR><BR>San Cristóbal de las Casas, 5 de marzo. El papel
protagónico de la organización evangélica Ejército de Dios en recientes
conflictos comunitarios en ejidos y poblados tzotziles de San Cristóbal de las
Casas, Teopisca y Huixtán tiene su epicentro en Mitzitón, donde la asamblea
ejidal es adherente a la otra campaña del EZLN. Este ejido se caracteriza por
oponerse al proyecto gubernamental de hacer atravesar bosque y predios agrícolas
por una muy anunciada autopista San Cristóbal-Palenque, la cual es apoyada por
los evangélicos, si bien afectaría predios que no les corresponden, y muchos de
ellos viven fuera de la comunidad.<BR>Las acciones de violencia y provocación en
que se han visto involucrados, incluyendo la muerte de un ejidatario meses
atrás, han alimentado la versión oficial de un conflicto religioso. Y por si ese
argumento no alcanza, se añaden problemas de tierras y disputas por cinco palos
de madera.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En organización, discurso y acciones el Ejército de Dios
posee un elemento castrense inocultable y está bien documentada su connivencia y
amistad con las policías federal y estatales. Aunque no es visible una relación
con el Ejército, resulta relevante mencionar que el perímetro de mayor
conflictividad donde el Ejército de Dios actúa, con abiertas beligerancia e
impunidad (pues sus miembros incurren en actividades ilícitas a la vista de
todos), es contigua, literalmente, al cuartel general de la 31 zona militar de
Rancho Nuevo, desde donde se irradia la estrategia contrainsurgente que lleva 16
años aplicándose, de manera progresiva, en los todos los Altos de Chiapas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La agrupación pertenece a la iglesia Alas de Águila, con
presencia en los Altos y diversas entidades del país. Muy vinculado en discurso
y organizativamente a agrupaciones evangélicas de Guatemala, al igual que
aquellas es muy afín a las tropas gubernamentales, que en Chiapas ocupan
abrumadoramente los territorios indígenas. En Guatemala se vincularon claramente
con la contrainsurgencia y uno de sus predicadores, el general Efraín Ríos Mont,
fue dictador durante el peor periodo de la guerra civil que asoló al vecino
país.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Según las propias iglesias reformistas, a finales del
siglo pasado llegaron a Chiapas más de 5 mil 500 predicadores procedentes de
Guatemala y dieron origen a múltiples iglesias, sobre todo evangélicas, con
derivaciones presbiterianas y pentecostales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>No es la primera vez que grupos evangélicos protagonizan
ofensivas paramilitares en Chiapas contra comunidades zapatistas y de
simpatizantes. Entre 1996 y 1998, Paz y Justicia en la zona norte y el grupo
armado que realizó la masacre de Acteal y las decenas de asesinatos que la
precedieron estaban formados y dirigidos por miembros de iglesias evangélicas.
Sin embargo, las versiones gubernamentales de presunto conflicto religioso no
tuvieron éxito.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Priísta como aquéllos, el Ejército de Dios sí se presenta
abiertamente como organización militar. No porta armas en sus desfiles, mas sus
miembros las usan repetidamente en Mitzitón y alrededores. Mientras sostienen
que su arma es la Biblia, usan consignas de los kaibiles y los marines
estadunidenses.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las vistosas credenciales de membresía y reconocimiento
en “los procesos de adiestramiento del ‘peniel’ (como llaman a sus
concentraciones de práctica)”, emitidas en junio de 2009, retratan en la mitad
inferior a un marine con casco, uniforme de campaña, la bandera de las barras y
estrellas en el hombro, apretando un arma de altísimo calibre y oteando con gran
telefoto hacia el enemigo. Firma el reconocimiento al quinto lanzamiento de sus
soldados la comandancia general de Ejército de Dios: ministro Esdras Alonso
González, y apóstol Marlene Contreras González.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El Ejército de Dios no es indígena; incluso tiende
programáticamente a desindianizar a sus seguidores. Muchos, como quiera, no lo
son, pero en Chiapas ha reclutado a numerosos tzotziles. Apenas el pasado 18 de
enero realizó una parada militar más en el centro de esta ciudad. Con la bandera
nacional al frente, los soldados desfilaron de pantalón de campaña, camiseta y
boinas rojas, al son de La marcha imperial de la guerra de las galaxias, de John
Williams, que remite directamente a Darth Vader.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Allí aprovecharon para denostar la triple alianza (la
llaman ellos): “Frayba, la otra campaña y catequistas”, a quienes insisten en
culpar de la violencia en la región, del mismo modo que lo ha hecho el gobierno
estatal.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>“En Chiapas primero fueron víctimas
de caciques y del sistema; ahora ellos atacan”</FONT></STRONG><BR><BR></DIV>
<DIV align=justify>San Cristóbal de las Casas, 6 de marzo. Los grupos de
evangélicos involucrados en las agresiones a comunidades zapatistas y de la otra
campaña no representan, ciertamente, la mayoría de los creyentes de dicha
denominación cristiana, que en la región suman muchos miles, en su mayoría
pacíficos. Las acciones del Ejército de Dios en Mitzitón ni siquiera son
compartidas por todos los miembros de su iglesia: Alas de Águila.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Además, en la misma teología de la prosperidad que
sostienen estas iglesias existen corrientes progresistas. En Guatemala
defendieron los derechos humanos y se opusieron al paramilitarismo y la
militarización. Al igual que las congregaciones sustentadas en la fuerza y el
desafío violento, tenían su matriz en Estados Unidos y Canadá, pero a diferencia
de aquellas, sin vínculos formales ni ideológicos con el Pentágono ni las
estrategias de contrainsurgencia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El investigador guatemalteco de origen maya Miguel de
León Ceto escribe: “Las iglesias evangélicas se han desarrollado en un contexto
de violencias políticas que caracterizan la región. En el caso guatemalteco,
dentro de los medios conservadores (la elite política, patronal y militar). En
el sureste mexicano este fenómeno se produjo de manera paradójica: en su origen
se implantaron como iglesias víctimas de la violencia y la represión del
caciquismo y el sistema político, y posteriormente se implicaron, en algunos
casos, en actos de barbarie” (Las lógicas de poder de las iglesias evangélicas
en tierras mayas, tesis de posgrado en la École des Hautes Etudes en Sciences
Sociales, París, 2009).</DIV>
<DIV align=justify><BR>Esto resulta relevante en la región chiapaneca, donde
hace dos décadas se registró una grave violencia derivada de la intolerancia y
el férreo control de los caciques priístas en San Juan Chamula, Zinacantán y el
propio San Cristóbal (llamado por el Ejército de Dios simplemente Cristóbal de
las Casas). Hubo asesinatos, expulsiones y aldeas arrasadas contra evangélicos o
testigos de Jehová, así como católicos no tradicionalistas seguidores de la
diócesis progresista del obispo Samuel Ruiz García.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En ese contexto se establecieron grupos de autodefensa,
como Guardián de mi Hermano, que derivó a Alas de Águila y el Ejército de Dios,
dispuestos a una guerra espiritual –como explica De León– propia de los
neopentecostales. Remontar la resignación y el fatalismo, no poner más la otra
mejilla. De ahí a convertirse en poderosos y agresores no medió gran
distancia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En su idea de que la problemática de la comunidad tzotzil
de Mitzitón es religiosa, el pasado fin de semana el gobierno de Chiapas envió
como negociador al subsecretario de Asuntos Religiosos de la Secretaría de
Gobierno, Enrique Guillermo Ramírez Conrado. Así le fue.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El grupo identificado como evangélico, aunque ahora
también involucra algunos católicos tradicionalistas (lo cual quebranta el
concepto religioso del conflicto, como también ocurrió en Acteal y la zona norte
la década pasada), recibió al negociador del gobierno sabinista con escarnio y
agresividad inusitados. Según testigos (existe un audio del episodio), lo
llamaron pendejo, lo patearon y manosearon, y repetidamente le hicieron ademanes
obscenos. Su escolta estaba atemorizada.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El funcionario trataba de convencer al grupo agresor,
encabezado por miembros del Ejército de Dios, de liberar a sus rehenes
–ejidatarios de Mitzitón–; uno de ellos, el agente municipal Silerio Pérez Díaz,
reconocido por el ayuntamiento de San Cristóbal, se encontraba bañado de
gasolina, semidesnudo en el frío de la madrugada del lunes pasado, torturado y
vejado, a escasos metros de donde negociaban. Tal actitud desafiante es la misma
que muestran ante policías y agentes de Migración cuando los interceptan
transportando cargamentos de productos ilícitos o migrantes centroamericanos. Se
saben impunes.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Ramírez Conrado tampoco tuvo la confianza de los
representantes ejidales adherentes de la otra campaña, quienes le hablaron con
severidad cuando acudió con ellos para que liberaran a los tres rehenes que
tomaron después de ser agredidos a balazos. Pero no lo insultaron, y pudo
constatar que estos rehenes no eran maltratados ni torturados. Eso también es
evidente en las fotografías publicadas de ambos grupos de rehenes (La Jornada
2/3/10).</DIV>
<DIV align=justify><BR>En este contexto, no resulta extraño que el reciente y
grave choque en Bolón Ajaw entre bases zapatistas y miembros de la Organización
para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (Opddic) haya revelado
que los agresores de Opddic pertenecen a la iglesia presbiteriana El Horeb, en
Agua Azul. Su pastor, Samuel Gutiérrez Solórzano, sostenía la versión oficial de
que los zapatistas agredieron a los evangélicos, dejando como saldo la muerte de
Adolfo Moreno Estrada, y llamaba a una cruzada nacional de sus correligionarios
contra los zapatistas, incluso después de que esa versión fue desmentida
fehacientemente por la junta de buen gobierno de Morelia.
<HR>
<BR><BR></DIV></FONT></BODY></HTML>