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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa</FONT>
<BR><U>13 de marzo 2010</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo Militante -
Agenda Radical<BR></FONT>Gaboto 1305 - Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Grecia<BR></FONT></STRONG></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>Una lucha de
alcance europeo</FONT><BR></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Georgiou
Christakis</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Viento Sur<BR></STRONG><A
href="http://www.vientosur.info/"><STRONG>http://www.vientosur.info/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Traducción de Alberto
Nadal</STRONG><BR><BR><BR>Las medidas de austeridad impuestas a los trabajadores
griegos para reabsorber los déficits no son más que un preludio de lo que podría
producirse en otros países europeos. La crisis griega demuestra los desacuerdos
de la clase dirigente sobre las estrategias a adoptar. <BR><BR>Por segunda vez
desde diciembre de 2008, Grecia está en el corazón de la situación política en
Europa. Desde la llegada al poder del Pasok, el partido socialdemócrata griego,
y las revelaciones sobre el trucaje de las cifras del déficit presupuestario (el
gobierno de derechas había falsificado las cifras para anunciar un déficit menos
elevado que su nivel real, lo que le permitía continuar pidiendo prestado a
tasas de interés bajas en el mercado), una especie de tragedia griega se
desarrolla ante nuestros ojos. Los socialdemócratas han abandonado rápidamente
sus promesas electorales y han anunciado la inevitabilidad de las medidas de
ajuste. La prensa alemana lleva a cabo una campaña de denigración de la
población griega. El primer ministro griego, Papandreu, hace una gira por las
principales capitales de Europa para demandar un plan de rescate europeo. En la
prensa burguesa, el debate sobre la oportunidad de salvar o no al estado griego
hace furor. En los mercados financieros, la especulación ligada a los déficits
griegos hace bajar al euro e inquieta a sus arquitectos. En la propia Grecia,
los planes de ajuste se siguen unos a otros a una velocidad impresionante (el
del mes de enero no ha bastado para calmar a los grandes inversores financieros
y han sido precisas medidas suplementarias, anunciadas en febrero, de una
amplitud mucho más importante), las huelgas se multiplican y el miedo a un nuevo
diciembre griego recorre Europa. <BR><BR>La crisis griega es significativa de la
situación en varios países europeos. En primer lugar, refleja las divisiones de
quienes dirigen nuestras sociedades. Es lo que revela el debate sobre la ayuda
que podría aportar Europa a Grecia. Algunos no quieren oír hablar del menor
céntimo de ayuda a Grecia. “Alemania no dará un céntimo a Grecia”, ha declarado
Rainer Brüderle, el ministro de Economía y miembro del FDP, el partido
liberal-demócrata alemán, socio de la CDU de Merkel en el gobierno. Los
liberales del FDP y los bávaros de la CSU están absolutamente opuestos a un
rescate de Grecia. Defienden que el Estado griego arregle su casa e imponga a
los trabajadores la integridad de la factura por medio de las medidas de rigor.
Pero enfrente, otros quieren a cualquier precio evitar una quiebra del Estado y
entre ellos, muchos banqueros europeos que han prestado de forma masiva a Grecia
y se encontrarían de nuevo en una situación muy difícil si el país no pagara sus
deudas. Es lo que explica la visita del patrón del Deutsche Bank a Atenas a
finales de febrero, con el objetivo de negociar con el gobierno griego un
eventual apoyo alemán. <BR><BR>En esta situación, Papandreu intenta jugar todas
sus cartas para presionar sobre el gobierno alemán. Tras su visita a Berlín el 5
de marzo y a París el 7, se ha reunido el lunes con Barack Obama en Washington
para evocar la posibilidad de un apoyo del FMI. Los dirigentes europeos no
quieren oír hablar de ello. Una solución así mostraría la incapacidad de la UE
para arreglar sola sus problemas. Y antes que ver intervenir al FMI, están
dispuestos a hacerlo por si mismos. <BR><BR>Lo que está en juego en todas estas
peleas es saber como va a distribuirse la carga de los déficits griegos. Es un
pulso entre las clases dirigentes europeas. Pero su fuente principal es la
incapacidad del gobierno griego para hacer pagar los platos rotos de la crisis a
los trabajadores de su país.<BR><BR>Pues si Papandreu fuera capaz de imponer el
rigor necesario para reabsorber rápidamente los déficits y calmar a los
inversores financieros, no habría necesidad de un apoyo europeo. Es lo que
reclaman los “halcones” en Alemania. <BR><BR><STRONG>Crisis
europea</STRONG><BR><BR>Tras Grecia, un conjunto de países esperan su turno. Los
déficits griegos no son mucho más elevados que los de España, Portugal, Irlanda,
Italia o incluso Gran Bretaña. Dejado aparte esta última, los demás forman parte
del euro. Si Grecia recibe apoyo, sería un signo de que los grandes países
europeos –particularmente Alemania, principal potencia económica europea- harán
lo mismo por los demás. Esto debilitaría la presión que se ejerce sobre ellos
para imponer medidas de rigor. <BR><BR>Así pues, en cierta forma, la lucha
actual de las y los trabajadores griegos tiene un alcance europeo. En la medida
que logren resistir a las medidas de rigor se crearán condiciones más favorables
para la población trabajadora de los demás países europeos para luchar contra
los planes de rigor que no van a tardar en caerles encima. <BR><BR>Y por otra
parte, en muchos países ya, las y los trabajadores del sector público pasan a la
acción. Los días 8 y 9 de marzo los funcionarios británicos han hecho huelga
contra la reducción de sus primas de despido. En Portugal, los trabajadores del
sector público han hecho huelga el día 5 de marzo contra la congelación de sus
salarios, medida tomada para reducir los déficits portugueses. En España, el
martes 2 de marzo ha habido una jornada contra la subida de la edad de
jubilación de los 65 a los 67 años. En Francia, el 23 de marzo es una jornada
interprofesional. <BR><BR>La crisis griega se convertirá ciertamente en una
crisis europea cuando los demás gobiernos adopten medidas similares. La
resistencia de los trabajadores griegos deberá seguir el mismo camino.
<HR>
<BR><BR></DIV></FONT></BODY></HTML>