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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT size=5><FONT color=#800000>Correspondencia de
Prensa</FONT> <BR></FONT><U>9 de abril 2010</U><BR><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Gaboto 1305 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>África<BR><BR>La pornografía del
sufrimiento<BR></FONT></STRONG><BR><BR><STRONG>Margaret Kimberley<BR>Black
Agenda Report</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.blackagendareport.com/"><STRONG>http://www.blackagendareport.com/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Traducido del ingles para Rebelión por Mariola y
Jesús María García Pedradas<BR></STRONG><BR><BR>La mentalidad americana parece
encontrarse irremediablemente enraizada en las alcantarillas, fuertemente
receptiva a historias de violación y bestialismo pero supremamente indiferente a
los hechos básicos de la vida y la historia. El actual genocidio en Congo es tan
poco conocido como el anterior holocausto del país, a manos de los belgas, hace
más de un siglo. </DIV>
<DIV align=justify><BR>“Los informes sobre violaciones en Congo han recibido más
atención de los medios que cualquier otro aspecto de la triste historia de ese
país.” </DIV>
<DIV align=justify><BR>Nada excita tanto la imaginación de los americanos como
las morbosas historias de perversiones sexuales entre los negros. Los medios
corporativos se abalanzan sobre cualquier informe sobre asaltos sexuales
cometidos por personas negras con un particular placer. La escena del delito
puede ser Darfur, Congo o Haití, pero las historias siempre crean un relato de
africanos animalistas y dan la impresión que grupos enteros de personas no
deberían considerarse seres humanos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Un titular de Asociated Press clamaba que pequeños de dos
años habían sido violados en los campos de tiendas de campaña haitianos, por los
supervivientes del terremoto. El artículo recordaba a otras historias de
violaciones infantiles, que luego resultaron ser relatos apócrifos, en el Super
Dome de Nueva Orleáns después del huracán Katrina. </DIV>
<DIV align=justify><BR>No es necesario mencionar que los delitos sexuales se
encuentran entre los peores actos de violencia que pueden ser cometidas por una
persona contra otra. Tampoco hace falta decir que es un delito que se comete en
todo el mundo. Niños de dos años también son violados en EEUU. Un rápido vistazo
a los registros policiales nos puede contar a menudo esta terrible historia. Los
perpetradores de violencia contra mujeres y niños indefensos no están confinados
a ningún lugar o grupo racial en concreto. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Los informes sobre violaciones en Congo han recibido más
atención de los medios que cualquier otro aspecto de la triste historia de ese
país. El genocidio belga de ocho millones de congoleses hace cien años es uno de
los secretos mejor guardados de la historia. Sólo un estudio a fondo, El
fantasma del rey Leopoldo, ha sido publicado en inglés. En él se documentan los
asesinatos, torturas, amputaciones y un sinnúmero de asaltos sexuales
perpetrados contra el pueblo del Congo. La continuada explotación occidental de
este país y la sangre en las manos de los estadounidenses y europeos ricos
raramente se menciona. </DIV>
<DIV align=justify><BR>“El artículo recordaba a otras historias de violaciones
infantiles, que luego resultaron ser relatos apócrifos, en el Super Dome de
Nueva Orleáns después del huracán Katrina.”</DIV>
<DIV align=justify> <BR>También existe insuficiente información sobre los
delitos sexuales cometidos contra mujeres enroladas en el ejército
estadounidense. Una de cada tres soldados femeninas sufrirán alguna clase de
asalto sexual, comparado con el porcentaje de una de cada seis en la vida civil.
Al mismo tiempo que este país continua su inexorable adoración por su poderío
militar, son silenciados los riesgos a que deben enfrentarse las mujeres que
sirven en sus filas. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Las agresiones sexuales son endémicas entre la población
reclusa, y EEUU tiene un mayor porcentaje de personas encarceladas dentro de sus
fronteras que cualquier otro país en el mundo. Si los medios están realmente
interesados en incrementar la concienciación pública sobre este horror, no
deberían ir a Congo o Haití para hacerlo. <BR>Incluso mientras se hacía evidente
la lluvia de generosidad privada en respuesta al terremoto de Haití, se
vertieron las más negativas y deshumanizadoras afirmaciones sobre la gente de
esta nación. El vergonzoso comentario de Pat Robertson sobre que los haitianos
habían hecho un pacto con el demonio fue objeto de burlas pero esto apenas
cambió lo que se asume popularmente sobre los haitianos o cualquier otro pueblo
negro en general. La misma gente que donará en respuesta a un telemaratón de
celebridades para ayudar a Haití será también la primera en creer lo peor sobre
sus gentes. Las respuestas de algunos lectores del periódico de tendencia
liberal, Huffington Post, llamaban “animales” a todos los haitianos, abogando
por la pena de muerte o la ocupación indefinida por parte de EEUU. Pocos
lectores hicieron el intento de reconocer que las mismas maldades se perpetran
aquí mismo, o se molestaron en hacer la conexión entre el crimen en Haití y la
continuada subversión estadounidense de la democracia y su apoyo a los elementos
más violentos en esa sociedad. </DIV>
<DIV align=justify><BR>“El vergonzoso comentario de Pat Robertson sobre que los
haitianos habían hecho un pacto con el demonio fue objeto de burlas pero esto
apenas cambió lo que se asume popularmente sobre los haitianos.” </DIV>
<DIV align=justify><BR>Decididamente, la historia completa de Haití debería
contarse. La historia completa significa que no solo se debería informar de las
violaciones, sino también de los 100 años de saqueo del Tesoro de Haití por
parte de Francia. El continuo apoyo de EEUU a las clases depredadoras debería
explicarse también. En ausencia de una información veraz, el horrible titular
sólo lleva a la creencia en la superioridad blanca, la inferioridad negra y, en
última instancia, al odio de los negros hacía sí mismos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La mentalidad de “si hay sangre atrae” tan querida por
los medios se vuelve una extraña pornografía, la cual permite que arraigue una
fascinación enfermiza por los sucesos trágicos. Si los negros sangran a manos de
otros negros, la pornografía del sufrimiento se vuelve una forma de perpetuar
los estereotipos y nada más. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Es fácil y natural sentirse indignado al escuchar acerca
de actos violentos. Es más duro hacer la transición a preguntarse cuestiones más
duras sobre esas historias de las noticias, sobre el papel que juegan los medios
y sobre las acciones de nuestros gobiernos que hacen este sufrimiento posible e,
incluso, inevitable. Cuando la próxima historia sobre atrocidades haitianas
aparezca impresa, lucha contra el impulso del subidón insano. En vez de ello,
toma la resolución de dejar de contar o reírte de bromas sobre violaciones en
prisión, y empieza a preguntar cuestiones difíciles cuando los medios alimentan
los peores, los más racistas estereotipos de todos. </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
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<DIV align=justify><BR></DIV></FONT></BODY></HTML>