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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR></FONT><FONT size=4><FONT color=#800000
size=5>Correspondencia de Prensa <BR></FONT><U>21 de abril 2010</U><BR><FONT
color=#800000 size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Gaboto 1305
- Montevideo - Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV> </DIV>
<DIV><STRONG><FONT size=3>Palestina</FONT></STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial
size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>¿Un pueblo con derechos o individuos
con necesidades?</FONT></STRONG><BR><BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Julien Salingue</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Europe-Solidaire</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.europe-solidaire.org/"><STRONG>www.europe-solidaire.org/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Traducción de Alberto Nadal para Viento
Sur<BR></STRONG><A
href="http://www.vientosur.info/"><STRONG>http://www.vientosur.info/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR><BR>"Palestina es un país sin pueblo; los judíos son un
pueblo sin país". (Israël Zangwill, diciembre de 1901) /1.</DIV>
<DIV align=justify><BR>"Mi plan se basa en la idea según la cual la prosperidad
económica permite preparar un arreglo político y no la inversa" (Benyamin
Netanyahu, diciembre de 2008) /2. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Más de 100 años separan estas dos declaraciones. La
primera, enunciada por un dirigente del movimiento sionista a comienzos del
siglo XX, intentaba legitimar el proyecto de colonización de Palestina. La
segunda, pronunciada por el actual Primer ministro israelí, es ilustrativa de
una retórica en boga hoy, la de la "paz económica" entre Israel y los
palestinos. A pesar de las apariencias, estas dos sentencias no están tan
alejadas una de la otra. Son en realidad reveladoras de una misma tendencia,
vigente desde hace más de un siglo: la negación, por el movimiento sionista y
luego por el estado de Israel, de la existencia de un pueblo palestino con
derechos nacionales. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>"Una tierra sin pueblo para un pueblo sin
tierra"</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>El movimiento sionista se desarrolló en la segunda mitad
del siglo XIX alrededor de la idea de que el resurgir del antisemitismo en
Europa era la prueba de la imposibilidad de la coexistencia entre los judíos y
las naciones europeas. Apoyados en esta constatación, los dirigentes sionistas
afirmaron la necesidad de la constitución de un estado judío, único refugio
posible contra las persecuciones. Al término de agrias discusiones, fue
Palestina la elegida para ser el lugar del establecimiento del estado
judío.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Popularizando la consigna de la "tierra sin pueblo", los
dirigentes sionistas perseguían dos objetivos: defender la legitimidad y la
posibilidad de la construcción de un estado judío en una tierra que ningún
pueblo reivindicaría; adornar el proyecto de colonización con una dimensión de
"domesticación de un territorio virgen", como lo que había existido en los
Estados Unidos alrededor de la "Conquista del Oeste" y del mito de la Frontera.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>El primer objetivo pretendía responder a una dificultad
mayor: los equilibrios demográficos reales. Cuando el I Congreso sionista se
reunía en Basilea en agosto de 1897, el 95% de los habitantes de Palestina,
entonces bajo dominación otomana, eran no judíos. La creación de un estado judío
implicaba, pues, un proceso de colonización sistemática que no podía atraer a
los potenciales colonos más que si su dimensión conflictiva era descartada: no
habrá pueblo indígena que reivindique también su soberanía sobre
Palestina.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La segunda dimensión es a menudo subestimada. Es sin
embargo una de las fuentes del entusiasmo suscitado por le proyecto sionista
entre un cierto número de judíos europeos, en particular con la imagen de los
"colonos que hacen un vergel del desierto". Esta mitología está hoy aún muy
presente en la historiografía israelí, incluso entre "nuevos historiadores" como
Tom Segev: "(Palestina en la época otomana) no era más que una provincia
atrasada, sin leyes ni administración. La vida se desarrollaba allí al ralentí,
en la sujeción a la tradición y al ritmo del camello" /3.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La negación de la existencia de un pueblo árabe palestino
es pues uno de los pilares esenciales del proyecto sionista. Pero contrariamente
a una interpretación corriente, la fórmula de la "tierra sin pueblo" no ha
servido solo para afirmar que Palestina era una tierra virgen. Cuando cualquiera
pudo constatar, desde los años 20 y las primeras revueltas de los autóctonos
contra la colonización, que no era así en absoluto, se ha tratado de negar que
los palestinos formaran propiamente hablando un pueblo que pudiera reivindicar
una soberanía y derechos nacionales. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Refugiados que no lo son, territorios que no
pertenecen a nadie</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Cuando la ONU adoptó el plan de reparto de Palestina en
noviembre de 1947, los judíos representaban 1/3 de la población. El 55% de
Palestina fue atribuido al estado judío, el 45% al estado árabe. Incluso si
aceptaron formalmente el reparto, los dirigentes del estado de Israel no
renunciaron a su proyecto de construir un estado judío sobre "toda Palestina".
Se trataba pues de conquistar territorio y desembarazarse de los no
judíos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Tras la guerra de 1948, Israel controla el 78% de
Palestina. 800.000 palestinos se vieron obligados al exilio por una política de
limpieza étnica sistemática /4, indispensable para proclamar un estado judío en
la mayor superficie posible. Más allá de la negación, por Israel, de sus
responsabilidades en este éxodo, es el desarrollo de una cierta retórica israelí
lo que nos interesa aquí: los ex-habitantes de Palestina son árabes "como los
demás", sería lógico que intentaran integrarse en el seno de los estados árabes
en los que se han refugiado más que querer vivir en un estado judío.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Tras la guerra de junio de 1967, el estado de Israel
ocupó, entre otras cosas, el 100% de Palestina. Cisjordania y la Banda de Gaza
están bajo la ocupación israelí pero Israel no acepta que esos territorios sean
"ocupados", en la medida en que no pertenecen a nadie. Es así como Golda Meir,
primera ministra israelí, declara en marzo de 1969: "¿Cómo podríamos devolver
esos territorios?. No hay nadie a quien entregarlos". La lógica es la misma que
con los refugiados de 1948: los palestinos no eran un pueblo, no tienen ningún
derecho sobre la tierra de Palestina. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Los dirigentes israelíes no hablarán pues de "territorios
ocupados" sino de "territorios disputados"; no habrá "colonias" en Cisjordania y
Gaza, solo "implantaciones". Dan Ayalon, viceministro israelí de asuntos
exteriores, escribía aún recientemente: "No se han comprendido los derechos de
Israel sobre un territorio disputado, que se llama impropiamente "territorio
ocupado". En efecto, conocido con el nombre de Cisjordania, este territorio al
oeste del Jordán no puede, en forma alguna, ser considerado como ocupado, en el
plano de la ley internacional, pues no ha tenido jamás una soberanía reconocida
antes de su conquista por Israel" /5. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Un "reconocimiento" impuesto y
relativo</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>A iniciativa de los estados árabes, y particularmente del
Egipto de Nasser, la Organización de Liberación de Palestina (OLP) fue fundada
en 1964. Al comienzo instrumento en manos de los regímenes árabes que rechazan a
los palestinos toda autonomía institucional, la OLP pasa bajo control de las
organizaciones palestinas en 1968. Durante los 25 años que siguen, Israel se
negará a reconocer a la OLP y a negociar con ella. Este planteamiento se
inscribe en la continuidad de las dinámicas expuestas hasta aquí: reconocer a la
OLP, es reconocer que existe un pueblo palestino en lucha para la satisfacción
de sus derechos nacionales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sin embargo el nacionalismo palestino se desarrolla, en
los campos de refugiados del exterior y en los territorios ocupados. A finales
del año 1987 se produce un levantamiento masivo y prolongado de la población de
Cisjordania y de Gaza: es la 1ª Intifada. En el cambio de los años 1990 la
cuestión palestina es un factor de inestabilidad en Medio Oriente, zona
estratégica sobre la que los Estados Unidos quieren asegurar su dominio tras la
caída de la URSS. La administración estadounidense obliga a Israel a negociar
con la OLP, negociaciones que desembocarán en los Acuerdos de Oslo
(1993-1994).</DIV>
<DIV align=justify><BR>Yasser Arafat, presidente de la OLP, y Yitzhak Rabin,
primer ministro israelí, intercambian entonces "cartas de reconocimiento mutuo".
Pero mientras la OLP reconoce "el derecho del estado de Israel a vivir en paz y
en seguridad (…), acepta las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de
la ONU (…), renuncia a recurrir al terrorismo y a cualquier otro acto de
violencia (…)" /6 y modifica su Carta, Israel se contenta con informar de su
decisión de "reconocer a la OLP como el representante del pueblo palestino y
comenzar las negociaciones con la OLP en el marco del proceso de paz en Próximo
Oriente" /7. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Si Israel parece reconocer la existencia de un pueblo
palestino, no se trata sin embargo de reconocer sus derechos. Lo demuestran las
declaraciones de Rabin ante los diputados israelíes sobre los Acuerdos de Oslo:
"El estado de Israel integrará la mayor parte de la Tierra de Israel en la época
del mandato británico, con una entidad palestina a su lado que será un hogar
para la mayoría de los palestinos que viven en Cisjordania y Gaza. Queremos que
esta entidad sea menos que un estado y que administre, de forma independiente,
la vida de los palestinos que estarán bajo su autoridad. Las fronteras del
estado de Israel (…) estarán más allá de las líneas que existían antes de la
Guerra de los 6 días. No volveremos a las líneas del 4 de junio de 1967" /8. No
se trata de satisfacer las reivindicaciones de los palestinos sino de crear una
entidad administrativa encargada de gobernarlos. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>De la fragmentación al
unilateralismo</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Los Acuerdos de Oslo consagran una división de hecho
entre los palestinos de Israel (hoy 1.1 millones), los palestinos de Cisjordania
y de Gaza (cerca de 4 millones), los palestinos de Jerusalén (250.000) y los
palestinos exilados (más de 6 millones). Esta fragmentación en 4 grupos con
estatus diferentes participa de una "desnacionalización" de la cuestión
palestina: los proyectores están enfocados solo sobre los palestinos de
Cisjordania, de Gaza y de Jerusalén, cuyos derechos sin embargo
internacionalmente reconocidos se convierten en un objeto de negociaciones
subordinado a las exigencias israelíes, particularmente en materia de
seguridad.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El proceso de fragmentación es en realidad doble, puesto
que es también interno a los territorios ocupados con el desarrollo de la
colonización, de las carreteras reservadas a los colonos y los múltiples puntos
de control israelí: Jerusalén está aislada del resto de Cisjordania, Gaza está
aislada del resto del mundo, Cisjordania está separada en diversas "zonas
autónomas". La respuesta israelí a la "2ª Intifada" (septiembre de 2000) es un
refuerzo de estas políticas, en particular con la construcción del Muro que,
lejos de "separar" Israel y los territorios ocupados, encierra a los palestinos
en enclaves aislados unos de otros. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Esta doble fragmentación y esta política de enclave
apuntan en particular a destruir las bases materiales del sentimiento de
pertenencia a una nación con una situación e intereses comunes, pero también a
hacer imposible la existencia de una dirigencia nacional representativa y que
reivindique derechos para el conjunto de los palestinos. Mientras la población
adquiere cada día más reflejos localistas, las fuerzas políticas palestinas
están cada vez más divididas, tanto sobre bases políticas como territoriales.
División en seno del Movimiento nacional, pero también en el interior de los
partidos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Esta debilidad del Movimiento nacional será uno de los
pretextos invocados por Ariel Sharon, primer ministro israelí entre 2001 y 2006,
cuando afirme que es imposible negociar con los palestinos y que Israel debe
actuar solo adoptando medidas "unilaterales", como la retirada-bloqueo de Gaza
en 2005. Fenómeno aparentemente paradójico, los palestinos son de hecho
excluidos del arreglo de la cuestión palestina. Se trata de hecho, una vez más,
de hacer desaparecer a los palestinos de la escena no considerándoles como un
pueblo con derechos sino como simples residentes a penas tolerados y sometidos a
la buena voluntad de Israel. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>¿La "paz económica" contra los derechos
políticos?</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>Cuando Hamás gana las elecciones legislativas de enero de
2006, la Unión Europea, los Estados Unidos e Israel adoptan una actitud que
equivale a un rechazo a reconocer los resultados del escrutinio: boicot
diplomático del nuevo gobierno, suspensión de las ayudas económicas a la
Autoridad Palestina, apoyo a la tentativa de derrocamiento de Hamás en Gaza…
Esta actitud culmina en 2007 con el condicionamiento del reinicio de las ayudas
internacionales al nombramiento de un nuevo gobierno palestino bajo la dirección
del "candidato preferido" de Israel, de Europa y de los Estados Unidos: Salam
Fayyad, cuya lista no tenía sin embargo más que dos diputados (de 132). </DIV>
<DIV align=justify><BR>El no reconocimiento de la victoria de Hamás y la
imposición de Salam Fayyad en el puesto de primer ministro se inscriben en las
dinámicas descritas hasta aquí. Negación de las aspiraciones reales de la
población palestina, voluntad de despolitizar sus reivindicaciones. Salam Fayyad
no es un dirigente del Movimiento nacional sino un antiguo alto funcionario del
Banco Mundial y del FMI. Las negociaciones que siguen al nombramiento de Fayyad
no estarán consagradas a la satisfacción de los derechos nacionales de los
palestinos sino a la mejora de sus condiciones de vida: levantamiento de algunas
barreras, aumento de las ayudas internacionales, proyectos de desarrollo
económico…</DIV>
<DIV align=justify><BR>La temática de la "paz económica", particularmente
planteada por el actual gobierno israelí, viene pues de lejos. La afirmación de
Netanyahu según la cual "la prosperidad económica permite preparar un arreglo
político" /9 no es en realidad más que el nuevo rostro de la retórica de la
"tierra sin pueblo": no se trata de considerar a los palestinos como un pueblo
con derechos colectivos sino como individuos con necesidades. El derecho a la
autodeterminación, el derecho al retorno de los refugiados, la igualdad de los
derechos para los palestinos de Israel… están totalmente ausentes de los
discursos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Quienes, en las cancillerías u otros lugares, piensan que
los palestinos están dispuestos a renunciar a sus derechos a cambio de
contrapartidas económicas, se equivocan profundamente. La cuestión palestina es
y sigue siendo una cuestión fundamentalmente política. Desde hace varias semanas
la removilización visible de la población palestina debería sonar como una
advertencia: nadie podrá comprar la paz /10.
<BR><BR><BR><STRONG><U>Notas</U></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>1/ Israel Zangwill, « The Return to Palestine », New
Liberal Review, Diciembre 1901, p. 615.<BR>2/ Benyamin Netanyahu, Entrevista en
Le Figaro, 18 de diciembre de 2008.<BR>3/ Tom Segev, C’était en Palestine au
temps des coquelicots, Liana Levi, 2000, p. 7.<BR>4/ Se pueden leer sobre este
tema los libros del historiador israelí Ilan Pappe. La guerre de 1948 en
Palestine, La Fabrique, 2000, y La limpieza étnica de Palestina, Crítica 2008, y
la Historia de la Palestina Moderna, Akal 2007, así como el libro de Dominique
Vidal y Sébastien Boussois, Comment Israël expulsa les Palestiniens (1947-1949),
Editions de l’Atelier, 2007<BR>5/ Dany Ayalon, "Israel’s Right in the "Disputed
" Territories" (Los derechos de Israel en los territorios "disputados"), Wall
Street Journal, 30 de diciembre de 2009.<BR>6/ Cartas de reconocimiento mutuo
intercambiadas entre Yasser Arafat y Yitzhak Rabin, septiembre de 1993,
disponibles en <A
href="http://www.monde-diplomatique.fr/">http://www.monde-diplomatique.fr/</A></DIV>
<DIV align=justify>7/ Idem.<BR>8/ Address to the Knesset by Prime Minister Rabin
on the Israel-Palestinian Interim Agreement, 5 octobre 1995, disponible (en
anglais) en la página web del Ministerio de Asuntos exteriores de Israel. <BR>9/
Cf nota 2.<BR>10/ Ver sobre este tema mi artículo L’échec programmé du plan «
Silence contre Nourriture » (juin 2008), disponible en <A
href="http://juliensalingue.over-blog.com">http://juliensalingue.over-blog.com</A>
</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><BR><BR><BR><BR><BR></DIV></FONT></BODY></HTML>