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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa
<BR></FONT><U>25 de abril 2010<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Gaboto 1305 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify><B><SPAN style="FONT-SIZE: 11pt"></SPAN></B> </DIV>
<DIV align=justify><B><SPAN style="FONT-SIZE: 11pt"><FONT size=3><SPAN
style="FONT-SIZE: 11pt"><FONT size=3>22 de abril, Cochabamba,
Bolivia</FONT></SPAN></FONT></SPAN></B></DIV>
<DIV align=justify><B><SPAN style="FONT-SIZE: 11pt"><FONT
size=3></FONT></SPAN></B> </DIV>
<DIV align=justify><B><SPAN style="FONT-SIZE: 11pt"><FONT size=3>Acuerdo de los
Pueblos </FONT></SPAN></B></DIV>
<DIV align=justify><B><SPAN style="FONT-SIZE: 11pt"><FONT
size=3></FONT></SPAN></B> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Declaración de la Conferencia Mundial
sobre el Cambio Climático y los Derechos de Madre Tierra<BR> <BR>Hoy,
nuestra Madre Tierra está herida y el futuro de la humanidad está en
peligro</FONT></STRONG><BR><BR></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>De incrementarse el calentamiento global en más de 2º C, a lo
que nos conduciría el llamado "Entendimiento de Copenhague" existe el 50% de
probabilidades de que los daños provocados a nuestra Madre Tierra sean
totalmente irreversibles. Entre un 20% y un 30% de las especies estaría en
peligro de desaparecer. Grandes extensiones de bosques serían afectadas, las
sequías e inundaciones afectarían diferentes regiones del planeta, se
extenderían los desiertos y se agravaría el derretimiento de los polos y los
glaciares en los Andes y los Himalayas. Muchos Estados insulares desaparecerían
y el África sufriría un incremento de la temperatura de más de 3º C. Asimismo se
reduciría la producción de alimentos en el mundo con efectos catastróficos para
la supervivencia de los habitantes de vastas regiones del planeta, y se
incrementaría de forma dramática el número de hambrientos en el mundo, que ya
sobrepasa la cifra de 1.020 millones de personas.<BR><BR>Las corporaciones y los
gobiernos de los países denominados "más desarrollados", en complicidad con un
segmento de la comunidad científica, nos ponen a discutir el cambio climático
como un problema reducido a la elevación de la temperatura sin cuestionar la
causa que es el sistema capitalista.<BR><BR>Confrontamos la crisis terminal del
modelo civilizatorio patriarcal basado en el sometimiento y destrucción de seres
humanos y naturaleza que se aceleró con la revolución industrial.<BR><BR>El
sistema capitalista nos ha impuesto una lógica de competencia, progreso y
crecimiento ilimitado. Este régimen de producción y consumo busca la ganancia
sin límites, separando al ser humano de la naturaleza, estableciendo una lógica
de dominación sobre ésta, convirtiendo todo en mercancía: el agua, la tierra, el
genoma humano, las culturas ancestrales, la biodiversidad, la justicia, la
ética, los derechos de los pueblos, la muerte y la vida misma.<BR><BR>Bajo el
capitalismo, la Madre Tierra se convierte en fuente sólo de materias primas y
los seres humanos en medios de producción y consumidores, en personas que valen
por lo que tienen y no por lo que son.<BR><BR>El capitalismo requiere una
potente industria militar para su proceso de acumulación y el control de
territorios y recursos naturales, reprimiendo la resistencia de los pueblos. Se
trata de un sistema imperialista de colonización del planeta.<BR><BR>La
humanidad está frente a una gran disyuntiva: continuar por el camino del
capitalismo, la depredación y la muerte, o emprender el camino de la armonía con
la naturaleza y el respeto a la vida.<BR><BR>Requerimos forjar un nuevo sistema
que restablezca la armonía con la naturaleza y entre los seres humanos. Sólo
puede haber equilibrio con la naturaleza si hay equidad entre los seres humanos.
Planteamos a los pueblos del mundo la recuperación, revalorización y
fortalecimiento de los conocimientos, sabidurías y prácticas ancestrales de los
Pueblos Indígenas, afirmados en la vivencia y propuesta de "Vivir Bien",
reconociendo a la Madre Tierra como un ser vivo, con el cual tenemos una
relación indivisible, interdependiente, complementaria y espiritual.<BR><BR>Para
enfrentar el cambio climático debemos reconocer a la Madre Tierra como la fuente
de la vida y forjar un nuevo sistema basado en los principios de:<BR><BR>*
armonía y equilibrio entre todos y con todo <BR>* complementariedad,
solidaridad, y equidad <BR>* bienestar colectivo y satisfacción de las
necesidades fundamentales de todos en armonía con la Madre Tierra <BR>* respeto
a los Derechos de la Madre Tierra y a los Derechos Humanos <BR>* reconocimiento
del ser humano por lo que es y no por lo que tiene <BR>* eliminación de toda
forma de colonialismo, imperialismo e intervencionismo <BR>* paz entre los
pueblos y con la Madre Tierra.<BR><BR>El modelo que propugnamos no es de
desarrollo destructivo ni ilimitado. Los países necesitan producir bienes y
servicios para satisfacer las necesidades fundamentales de su población, pero de
ninguna manera pueden continuar por este camino de desarrollo en el cual los
países más ricos tienen una huella ecológica 5 veces más grande de lo que el
planeta es capaz de soportar. En la actualidad ya se ha excedido en más de un
30% la capacidad del planeta para regenerarse. A este ritmo de sobreexplotación
de nuestra Madre Tierra se necesitarían 2 planetas para el 2030.<BR><BR>En un
sistema interdependiente del cual los seres humanos somos uno de sus componentes
no es posible reconocer derechos solamente a la parte humana sin provocar un
desequilibrio en todo el sistema. Para garantizar los derechos humanos y
restablecer la armonía con la naturaleza es necesario reconocer y aplicar
efectivamente los derechos de la Madre Tierra.<BR><BR>Para ello proponemos el
proyecto adjunto de Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra en el
cual se consignan:<BR><BR>* Derecho a la vida y a existir; <BR>* Derecho a ser
respetada; <BR>* Derecho a la continuación de sus ciclos y procesos vitales
libre de alteraciones humanas; <BR>* Derecho a mantener su identidad e
integridad como seres diferenciados, auto-regulados e interrelacionados; <BR>*
Derecho al agua como fuente de vida; <BR>* Derecho al aire limpio; <BR>* Derecho
a la salud integral; <BR>* Derecho a estar libre de la contaminación y polución,
de desechos tóxicos y radioactivos; <BR>* Derecho a no ser alterada
genéticamente y modificada en su estructura amenazando su integridad o
funcionamiento vital y saludable. <BR>* Derecho a una restauración plena y
pronta por las violaciones a los derechos reconocidos en esta Declaración
causados por las actividades humanas.<BR><BR>La visión compartida es estabilizar
las concentraciones de gases de efecto invernadero para hacer efectivo el
Artículo 2 de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático
que determina ?la estabilización de las concentraciones de gases de efecto
invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropogénicas
peligrosas para el sistema climático? Nuestra visión es, sobre la base del
principio de las responsabilidades históricas comunes pero diferenciadas, exigir
que los países desarrollados se comprometan con metas cuantificadas de reducción
de emisiones que permitan retornar las concentraciones de gases de efecto
invernadero en la atmósfera a 300 ppm y así, limitar el incremento de la
temperatura media global a un nivel máximo de 1°C.<BR><BR>Enfatizando la
necesidad de acción urgente para lograr esta visión, y con el apoyo de los
pueblos, movimientos y países, los países desarrollados deberán comprometerse
con metas ambiciosas de reducción de emisiones que permitan alcanzar objetivos a
corto plazo, manteniendo nuestra visión a favor del equilibrio del sistema
climático de la Tierra, de acuerdo al objetivo último de la
Convención.<BR><BR>La "visión compartida" para la "Acción Cooperativa a Largo
Plazo" no debe reducirse en la negociación de cambio climático a definir el
límite en el incremento de la temperatura y la concentración de gases de efecto
invernadero en la atmósfera, sino que debe comprender de manera integral y
equilibrada un conjunto de medidas financieras, tecnológicas, de adaptación, de
desarrollo de capacidades, de patrones de producción, consumo y otras esenciales
como el reconocimiento de los derechos de la Madre Tierra para restablecer la
armonía con la naturaleza.<BR><BR>Los países desarrollados, principales
causantes del cambio climático, asumiendo su responsabilidad histórica y actual,
deben reconocer y honrar su deuda climática en todas sus dimensiones, como base
para una solución justa, efectiva y científica al cambio climático. En este
marco exigimos a los países desarrollados que:<BR><BR>* Restablezcan a los
países en desarrollo el espacio atmosférico que está ocupado por sus emisiones
de gases de efecto invernadero. Esto implica la descolonización de la atmósfera
mediante la reducción y absorción de sus emisiones.<BR><BR>* Asuman los costos y
las necesidades de transferencia de tecnología de los países en desarrollo por
la pérdida de oportunidades de desarrollo por vivir en un espacio atmosférico
restringido.<BR><BR>* Se hagan responsables por los cientos de millones que
tendrán que migrar por el cambio climático que han provocado y que eliminen sus
políticas restrictivas de migración y ofrezcan a los migrantes una vida digna y
con todos los derechos en sus países.<BR><BR>* Asuman la deuda de adaptación
relacionadas a los impactos del cambio climático en los países en desarrollo
proveyendo los medios para prevenir, minimizar y atender los daños que surgen de
sus excesivas emisiones.<BR><BR>* Honren estas deudas como parte de una deuda
mayor con la Madre Tierra adoptando y aplicando la Declaración Universal de los
Derechos de la Madre Tierra en las Naciones Unidas.<BR><BR>El enfoque debe ser
no solamente de compensación económica, sino principalmente de justicia
restaurativa: es decir restituyendo la integridad a las personas y a los
miembros que forman una comunidad de vida en la Tierra.<BR><BR>Deploramos el
intento de un grupo de países de anular el Protocolo de Kioto el único
instrumento legalmente vinculante específico para la reducción de las emisiones
de gases de efecto invernadero de los países desarrollados.<BR><BR>Advertimos al
mundo que no obstante estar obligados legalmente las emisiones de los países
desarrollados en lugar de reducir, crecieron en un 11,2% entre 1990 y
2007.<BR><BR>Estados Unidos a causa del consumo ilimitado aumentó sus emisiones
de GEI en 16,8% durante el periodo 1990 al 2007, emitiendo como promedio entre
20 y 23 toneladas anuales de CO2 por habitante, lo que representa más de 9 veces
las emisiones correspondientes a un habitante promedio del Tercer Mundo, y más
de 20 veces las emisiones de un habitante de África
Subsahariana.<BR><BR>Rechazamos de manera absoluta el ilegitimo "Entendimiento
de Copenhague", que permite a estos países desarrollados ofertar reducciones
insuficientes de gases de efecto invernadero, basadas en compromisos voluntarios
e individuales, que violan la integridad ambiental de la Madre Tierra
conduciéndonos a un aumento de alrededor de 4ºC.<BR><BR>La próxima Conferencia
sobre Cambio Climático a realizarse a fines de año en México debe aprobar la
enmienda al Protocolo de Kioto, para el segundo período de compromisos a
iniciarse en 2013 a 2017 en el cual los países desarrollados deben comprometer
reducciones domésticas significativas de al menos el 50% respecto al año base de
1990 sin incluir mercados de carbono u otros sistemas de desviación que
enmascaran el incumplimiento de las reducciones reales de emisiones de gases de
efecto invernadero.<BR><BR>Requerimos establecer primero una meta para el
conjunto de los países desarrollados para luego realizar la asignación
individual para cada país desarrollado en el marco de una comparación de
esfuerzos entre cada uno de ellos, manteniendo así el sistema del Protocolo de
Kioto para las reducciones de las emisiones.<BR><BR>Los Estados Unidos de
América, en su carácter de único país de la Tierra del Anexo 1 que no ratificó
el Protocolo de Kioto tiene una responsabilidad significativa ante todos los
pueblos del mundo por cuanto debe ratificar el Protocolo de Kioto y
comprometerse a respetar y dar cumplimiento a los objetivos de reducción de
emisiones a escala de toda su economía.<BR><BR>Los pueblos tenemos los mismos
derechos de protección ante los impactos del cambio climático y rechazamos la
noción de adaptación al cambio climático entendida como la resignación a los
impactos provocados por las emisiones históricas de los países desarrollados,
quienes deben adaptar sus estilos de vida y de consumo ante esta emergencia
planetaria. Nos vemos forzados a enfrentar los impactos del cambio climático,
considerando la adaptación como un proceso y no como una imposición, y además
como herramienta que sirva para contrarrestarlos, demostrando que es posible
vivir en armonía bajo un modelo de vida distinto.<BR><BR>Es necesario construir
un Fondo de Adaptación, como un fondo exclusivo para enfrentar el cambio
climático como parte de un mecanismo financiero manejado y conducido de manera
soberana, transparente y equitativa por nuestros Estados. Bajo este Fondo se
debe valorar: los impactos y sus costos en países en desarrollo y las
necesidades que estos impactos deriven, y registrar y monitorear el apoyo por
parte de países desarrollados. Éste debe manejar además un mecanismo para el
resarcimiento por daños por impactos ocurridos y futuros, por pérdida de
oportunidades y la reposición por eventos climáticos extremos y graduales, y
costos adicionales que podrían presentarse si nuestro planeta sobrepasa los
umbrales ecológicos así como aquellos impactos que están frenando el derecho a
Vivir Bien.<BR><BR>El "Entendimiento de Copenhague" impuesto sobre los países en
desarrollo por algunos Estados, más allá de ofertar recursos insuficientes,
pretende en si mismo dividir y enfrentar a los pueblos y pretende extorsionar a
los países en desarrollo condicionando el acceso a recursos de adaptación a
cambio de medidas de mitigación. Adicionalmente se establece como inaceptable
que en los procesos de negociación internacional se intente categorizar a los
países en desarrollo por su vulnerabilidad al cambio climático, generando
disputas, desigualdades y segregaciones entre ellos.<BR><BR>El inmenso desafío
que enfrentamos como humanidad para detener el calentamiento global y enfriar el
planeta sólo se logrará llevando adelante una profunda transformación en la
agricultura hacia un modelo sustentable de producción agrícola campesino e
indígena/originario, y otros modelos y prácticas ancestrales ecológicas que
contribuyan a solucionar el problema del cambio climático y aseguren la
Soberanía Alimentaria, entendida como el derecho de los pueblos a controlar sus
propias semillas, tierras, agua y la producción de alimentos, garantizando, a
través de una producción en armonía con la Madre Tierra, local y culturalmente
apropiada, el acceso de los pueblos a alimentos suficientes, variados y
nutritivos en complementación con la Madre Tierra y profundizando la producción
autónoma (participativa, comunitaria y compartida) de cada nación y
pueblo.<BR><BR>El Cambio Climático ya está produciendo profundos impactos sobre
la agricultura y los modos de vida de los pueblos indígenas/originarios y
campesinos del mundo y estos impactos se irán agravando en el futuro.<BR><BR>El
agro negocio a través de su modelo social, económico y cultural de producción
capitalista globalizada y su lógica de producción de alimentos para el mercado y
no para cumplir con el derecho a la alimentación, es una de las causas
principales del cambio climático. Sus herramientas tecnológicas, comerciales y
políticas no hacen más que profundizar la crisis climática e incrementar el
hambre en el planeta. Por esta razón rechazamos los Tratados de Libre Comercio y
Acuerdos de Asociación y toda forma de aplicación de los Derechos de Propiedad
Intelectual sobre la vida, los paquetes tecnológicos actuales (agroquímicos,
transgénicos) y aquellos que se ofrecen como falsas soluciones
(agrocombustibles, geoingeniería, nanotecnología, tecnología Terminator y
similares) que únicamente agudizarán la crisis actual.<BR><BR>Al mismo tiempo
denunciamos como este modelo capitalista impone megaproyectos de
infraestructura, invade territorios con proyectos extractivistas, privatiza y
mercantiliza el agua y militariza los territorios expulsando a los pueblos
indígenas y campesinos de sus territorios, impidiendo la Soberanía Alimentaria y
profundizando la crisis socioambiental.<BR><BR>Exigimos reconocer el derecho de
todos los pueblos, los seres vivos y la Madre Tierra a acceder y gozar del agua
y apoyamos la propuesta del Gobierno de Bolivia para reconocer al agua como un
Derecho Humano Fundamental.<BR><BR>La definición de bosque utilizada en las
negociaciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio
Climático, la cual incluye plantaciones, es inaceptable. Los monocultivos no son
bosques. Por lo tanto, exigimos una definición para fines de negociación que
reconozca los bosques nativos y la selva y la diversidad de los ecosistemas de
la tierra.<BR><BR>La Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas debe ser plenamente reconocida, implementada e integrada en las
negociaciones de cambio climático. La mejor estrategia y acción para evitar la
deforestación y degradación y proteger los bosques nativos y la selva es
reconocer y garantizar los derechos colectivos de las tierras y territorios
considerando especialmente que la mayoría de los bosques y selvas están en los
territorios de pueblos y naciones indígenas, comunidades campesinas y
tradicionales.<BR><BR>Condenamos los mecanismos de mercado, como el mecanismo de
REDD (Reducción de emisiones por la deforestación y degradación de bosques) y
sus versiones y, que está violando la soberanía de los Pueblos y su derecho al
consentimiento libre, previo e informado, así como a la soberanía de Estados
nacionales, y viola los derechos, usos y costumbres de los Pueblos y los
Derechos de la Naturaleza.<BR><BR>Los países contaminadores están obligados a
transferir de manera directa los recursos económicos y tecnológicos para pagar
la restauración y mantenimiento de los bosques y selvas, en favor de los pueblos
y estructuras orgánicas ancestrales indígenas, originarias, campesinas. Esto
deberá ser una compensación directa y adicional a las fuentes de financiamiento
comprometidas por los países desarrollados, fuera del mercado de carbono y nunca
sirviendo como las compensaciones de carbono (offsets). Demandamos a los países
a detener las iniciativas locales en bosques y selvas basados en mecanismos de
mercado y que proponen resultados inexistentes y condicionados. Exigimos a los
gobiernos un programa mundial de restauración de bosques nativos y selvas,
dirigido y administrado por los pueblos, implementando semillas forestales,
frutales y de flora autóctona. Los gobiernos deben eliminar las concesiones
forestales y apoyar la conservación del petróleo bajo la tierra y que se detenga
urgentemente la explotación de hidrocarburos en las selvas.<BR><BR>Exigimos a
los Estados que reconozcan, respeten y garanticen la efectiva aplicación de los
estándares internacionales de derechos humanos y los derechos de los Pueblos
Indígenas, en particular la Declaración de las Naciones Unidas sobre los
Derechos de los Pueblos Indígenas, el Convenio 169 de la OIT, entre otros
instrumentos pertinentes, en el marco de las negociaciones, políticas y medidas
para resolver los desafíos planteados por el cambio climático. En especial,
demandamos a los Estados a que reconozcan jurídicamente la preexistencia del
derecho sobre nuestros territorios, tierras y recursos naturales para
posibilitar y fortalecer nuestras formas tradicionales de vida y contribuir
efectivamente a la solución del cambio climático.<BR><BR>Demandamos la plena y
efectiva aplicación del derecho a la consulta, la participación y el
consentimiento previo, libre e informado de los Pueblos Indígenas en todos los
procesos de negociación así como en el diseño e implementación de las medidas
relativas al cambio climático.<BR><BR>En la actualidad la degradación
medioambiental y el cambio climático alcanzarán niveles críticos, siendo una de
las principales consecuencias la migración interna así como internacional. Según
algunas proyecciones en 1995 existían alrededor de 25 millones de migrantes
climáticos, al presente se estima en 50 millones y las proyecciones para el año
2050 son de 200 a 1000 millones de personas que serán desplazadas por
situaciones derivadas del cambio climático. Los países desarrollados deben
asumir la responsabilidad sobre los migrantes climáticos, acogiéndolos en sus
territorios y reconociendo sus derechos fundamentales, a través de la firma de
convenios internacionales que contemplen la definición de migrante climático
para que todos los Estados acaten sus determinaciones.<BR><BR>Constituir un
Tribunal Internacional de Conciencia para denunciar, hacer visible, documentar,
juzgar y sancionar las violaciones de los derechos de los(s) migrantes,
refugiados(as) y desplazados en los países de origen, tránsito y destino,
identificando claramente las responsabilidades de los Estados, compañías y otros
actores.<BR><BR>El financiamiento actual destinado a los países en desarrollo
para cambio climático y la propuesta del Entendimiento de Copenhague son
ínfimos. Los países desarrollados deben comprometer un financiamiento anual
nuevo, adicional a la Ayuda Oficial al Desarrollo y de fuente pública, de al
menos 6% de su PIB para enfrentar el cambio climático en los países en
desarrollo. Esto es viable tomando en cuenta que gastan un monto similar en
defensa nacional y destinaron 5 veces más para rescatar bancos y especuladores
en quiebra, lo que cuestiona seriamente sus prioridades mundiales y su voluntad
política. Este financiamiento debe ser directo, sin condicionamiento y no
vulnerar la soberanía nacional ni la autodeterminación de las comunidades y
grupos más afectados.<BR><BR>En vista de la ineficiencia del mecanismo actual,
en la Conferencia de México se debe establecer un nuevo mecanismo de
financiamiento que funcione bajo la autoridad de la Conferencia de las Partes de
la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre cambio Climático rindiendo
cuentas a la misma, con una representación significativa de los países en
desarrollo para garantizar el cumplimiento de los compromisos de financiamiento
de los países Anexo 1.<BR><BR>Se ha constatado que los países desarrollados
incrementaron sus emisiones en el periodo 1990 / 2007, no obstante haber
manifestado que la reducción se vería sustancialmente coadyuvada con mecanismos
de mercado.<BR><BR>El mercado de carbono se ha transformado en un negocio
lucrativo, mercantilizando nuestra Madre Tierra, esto no representa una
alternativa para afrontar el cambio climático, puesto que saquea, devasta la
tierra, el agua e incluso la vida misma.<BR><BR>La reciente crisis financiera ha
demostrado que el mercado es incapaz de regular el sistema financiero, que es
frágil e inseguro ante la especulación y la aparición de agentes intermediarios,
por lo tanto, sería una total irresponsabilidad dejar en sus manos el cuidado y
protección de la propia existencia humana y de nuestra Madre
Tierra.<BR><BR>Consideramos inadmisible que las negociaciones en curso pretendan
la creación de nuevos mecanismos que amplíen y promuevan el mercado de carbono
toda vez que los mecanismos existentes nunca resolvieron el problema del Cambio
Climático ni se transformaron en acciones reales y directas en la reducción de
gases de efecto invernadero.<BR><BR>Es imprescindible exigir el cumplimento de
los compromisos asumidos por los países desarrollados en la Convención Marco de
Naciones Unidas sobre Cambio Climático respecto al desarrollo y transferencia de
tecnología, así como rechazar la "vitrina tecnológica" propuesta por países
desarrollados que solamente comercializan la tecnología. Es fundamental
establecer los lineamientos para crear un mecanismo multilateral y
multidisciplinario para el control participativo, la gestión y la evaluación
continua del intercambio de tecnologías. Estas tecnologías deben ser útiles,
limpias, y socialmente adecuadas. De igual manera es fundamental el
establecimiento de un fondo de financiamiento e inventario de tecnologías
apropiadas y liberadas de derechos de propiedad intelectual, en particular, de
patentes que deben pasar de monopolios privados a ser de dominio público, de
libre accesibilidad y bajo costo.<BR><BR>El conocimiento es universal, y por
ningún motivo puede ser objeto de propiedad privada y de utilización privativa,
como tampoco sus aplicaciones en forma de tecnologías. Es deber de los países
desarrollados compartir su tecnología con países en desarrollo, crear centros de
investigación para la creación de tecnologías e innovaciones propias, así como
defender e impulsar su desarrollo y aplicación para el vivir bien. El mundo debe
recuperar, aprender, reaprender los principios y enfoques del legado ancestral
de sus pueblos originarios para detener la destrucción del planeta, así como los
conocimientos y prácticas ancestrales y recuperación de la espiritualidad en la
reinserción del vivir bien juntamente con la Madre Tierra.<BR><BR>Considerando
la falta de voluntad política de los países desarrollados para cumplir de manera
efectiva sus compromisos y obligaciones asumidos en la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Protocolo de Kioto, y frente a la
inexistencia de una instancia legal internacional que prevenga y sancione todos
aquellos delitos y crímenes climáticos y ambientales que atenten contra los
derechos de la Madre Tierra y la humanidad, demandamos la creación de un
Tribunal Internacional de Justicia Climática y Ambiental que tenga la capacidad
jurídica vinculante de prevenir, juzgar y sancionar a los Estados, las Empresas
y personas que por acción u omisión contaminen y provoquen el cambio
climático.<BR><BR>Respaldar a los Estados que presenten demandas en la Corte
Internacional de Justicia contra los países desarrollados que no cumplen con sus
compromisos bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático y el Protocolo de Kioto incluyendo sus compromisos de reducción de
gases de efecto invernadero.<BR><BR>Instamos a los pueblos a proponer y promover
una profunda reforma de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para que
todos sus Estados miembros cumplan las decisiones del Tribunal Internacional de
Justicia Climática y Ambiental.<BR><BR>El futuro de la humanidad está en peligro
y no podemos aceptar que un grupo de gobernantes de países desarrollados quieran
definir por todos los países como lo intentaron hacer infructuosamente en la
Conferencia de las Partes de Copenhague. Esta decisión nos compete a todos los
pueblos. Por eso es necesaria la realización de un Referéndum Mundial,
plebiscito o consulta popular, sobre el cambio Climático en el cuál todos seamos
consultados sobre: el nivel de reducciones de emisiones que deben hacer los
países desarrollados y las empresas transnacionales; el financiamiento que deben
proveer los países desarrollados; la creación de un Tribunal Internacional de
Justicia Climática; la necesidad de una Declaración Universal de Derechos de la
Madre Tierra y; la necesidad de cambiar el actual sistema capitalista.<BR><BR>El
proceso del Referéndum Mundial, plebiscito o consulta popular será fruto de un
proceso de preparación que asegure el desarrollo exitoso del mismo.<BR><BR>Con
el fin de coordinar nuestro accionar internacional e implementar los resultados
del presente "Acuerdo de los Pueblos" llamamos a construir un Movimiento Mundial
de los Pueblos por la Madre Tierra que se basará en los principios de
complementariedad y respeto a la diversidad de origen y visiones de sus
integrantes, constituyéndose en un espacio amplio y democrático de coordinación
y articulación de acciones a nivel mundial.<BR><BR>Con tal propósito, adoptamos
el plan de acción mundial adjunto para que en México los países desarrollados
del Anexo 1 respeten el marco legal vigente y reduzcan sus emisiones de gases de
efecto invernadero en un 50 % y se asuman las diferentes propuestas contenidas
en este Acuerdo.<BR><BR>Finalmente, acordamos realizar la 2ª Conferencia Mundial
de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra en el
2011 como parte de este proceso de construcción del Movimiento Mundial de los
Pueblos por la Madre Tierra y para reaccionar frente a los resultados de la
Conferencia de Cambio Climático que se realizará a fines de año en Cancún,
México.</DIV>
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