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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa</FONT>
<BR><U>10 de abril 2010</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo Militante -
Agenda Radical</FONT><BR>Gaboto 1305 - Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Brasil<BR> <BR>2010: Recusar el
“consenso” conservador y (re)comenzar el camino<BR> <BR></FONT><FONT
size=2></FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=2></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=2>Barlavento *</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=2>Río de Janeiro, mayo 2010<BR><A
href="http://www.barlavento.org">www.barlavento.org</A></FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=2>Traducción de Ernesto Herrera –
Correspondencia de Prensa</FONT></STRONG><BR> <BR> <BR>La escena
política brasilera está tristemente dominada por un “consenso” que sólo interesa
a los de “arriba”.<BR> <BR>La continuidad de las políticas neoliberales es
el gran acuerdo entre las fracciones dominantes que se ubican en la disputa por
el gobierno. Para los trabajadores la realidad es presentada casi que como un
nuevo “milagro”, tan engañoso como el anterior. Un aumento del consumo basado en
el crédito más caro del mundo, una recuperación modesta del salario mínimo y
políticas de transferencia directa que no movilizan más que una ínfima porción
del presupuesto, producen una sensación de alivio después de décadas de apriete
continuado.<BR> <BR>Mientras tanto, los índices de desigualdad continúan
altísimos, la concentración de la propiedad no cesa y las limitaciones de los
llamados programas sociales (asistencialistas) no resisten ningún análisis.
Programas como el PAC y el de “Mía Casa Mi Vida”, estimulan ante todo la
acumulación de capital en lugar de propiciar el beneficio de las mayorías. El
“Mía Casa” es ejemplar: no redistribuye la propiedad urbana y tiene como meta
resolver la cuestión habitacional para apenas el 8% de las familias con ingreso
debajo de los 3 salarios mínimos. Podría traducirse así: la meta mantiene al 92%
de estas familias sin techo adecuado. Y lloramos a todos los muertos nuestros en
cada lluvia e inundación. <BR> <BR>Serra, Dilma y Marina tienen biografías
vinculadas a la “democratización”. Especialmente las dos últimas (Partido de los
Trabajadores y Partido Verde respectivamente), vienen vestidas con algún grado
de “simbolismo”, alguna capacidad de engañar (sobre lo que realmente) a sectores
de masas y de los movimientos sociales. Lamentablemente, harán alianzas con los
de siempre y se comprometerán con la continuidad de lo peor. Prometen un futuro
de remiendos, rebeldías domadas y esperanzas postergadas. Al Capital y al “orden
internacional” (imperialista) le destinarán alguna crítica mientras cierran
buenos negocios privados; todo lo contrario será para los movimientos sociales y
las capas más pobres. Nada de consistente entonces.<BR>Hasta aquí, nosotros,
socialistas, fallamos en el cumplimiento de nuestro deber. Los partidos y
movimientos de izquierda no fueron capaces de forjar alianzas sólidas, ni crear
posibilidades de avances político-programáticos suficientes. Al contrario, la
mezquindad, el personalismo y el electoralismo, engendraron nuevas divisiones.
<BR> <BR>Es preciso dar vuelta la página. O por lo menos comenzar a
hacerlo. Las elecciones corresponden a un test, a un momento de embate. El
cuadro actual apunta a una disputa electoral vaciada de política, personalista,
un escenario de sueños para la clase dominante. <BR> <BR>Para fortalecer a
los movimientos reales de resistencia en los próximos años, es indispensable que
una alternativa anticapitalista sea presentada. Los partidos socialistas (PSOL,
PSTU, PCB) ya presentaron diferentes nombres vinculados a los intereses de las
mayorías y todos merecen nuestro respeto, Sería muy deseable una unificación
consiente y programática y estaremos a favor de ella hasta al final.
<BR> <BR>Incluso en un escenario de presentación de diversas candidaturas
la máxima unificación de las campañas es una necesidad. El foco en la crítica a
los candidatos del orden capitalista (y no la disputa de los socialistas entre
sí), la construcción de espacios y ejes comunes de intervención en las luchas
sociales, son una posibilidad a nuestro alcance. En este sentido, estamos de
acuerdo con el llamado por una campaña política unificada que ha sido propuesto
por sectores de la izquierda, como el PCB. <BR> <BR>En el escenario actual,
reconocemos que el nombre de Plínio de Arruda Sampaio (candidato del PSOL) por
su compromiso históricamente probado con los intereses y demandas de los
trabajadores y los movimientos sociales, puede expresar un potencial
significativo: el de recomenzar el camino para la afirmación de que hay una
alternativa y de que ella no se contiene en los marcos de mantención del orden
capitalista. <BR> <BR>Esta campaña debe escapar de las trampas que se
reducen a los procesos internistas o a los proyectos electorales de los
parlamentarios. Se precisa un proyecto para el país. Uno que elija a los
trabajadores rurales en vez de los dueños del “agronegocio”; a los habitantes de
las favelas y periferias y no a los especuladores inmobiliarios; a las mujeres,
negros e indígenas en lugar de las elites de siempre; a los trabajadores y no a
los banqueros; a los pueblos del Sur en lugar de los señores del Norte.
<BR> <BR>Si fuera así – y creemos que podrá ser – valdrá la pena tener un
nuevo comienzo. <BR> <BR><BR> * Colectivo de militantes y
activistas sindicales, estudiantiles y feministas de Río de Janeiro.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>