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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa</FONT>
<BR><U>14 de mayo 2010</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo Militante -
Agenda Radical</FONT><BR>Gaboto 1305 - Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV><STRONG><FONT size=3>Uruguay</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>¡Empresarios del mundo… uníos!
</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>El presidente
"progresista" Mujica y el derrotero claudicante del nacionalismo
antiimperialista</FONT></STRONG> </FONT><BR></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Mariano
Schlez </STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Razón y
Revolución</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><A href="http://www.razonyrevolucion.org"><FONT face=Arial
size=2><STRONG>www.razonyrevolucion.org</STRONG></FONT></A><FONT face=Arial
size=2><STRONG> </STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>La
Haine</STRONG></FONT></DIV>
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href="http://www.lahaine.org/"><STRONG>http://www.lahaine.org/</STRONG></A></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV><FONT face=Arial
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<DIV align=justify><BR>“¡Jugála acá!, que no te la van a expropiar, ni te van a
doblar el lomo con los impuestos”, arengó el presidente electo frente a cientos
de los empresarios más poderosos del mundo. ¿Quién buscaba, casi
desesperadamente, despegarse del comunismo expropiador y combatir su estrategia?
¿Acaso el ultraderechista Álvaro Uribe? ¿Tal vez el Jefe de Gobierno de la
ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri? Nada más lejano. Quien desde el estrado
conmovía los corazones burgueses era José “Pepe” Mujica, ex dirigente del
Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN-T), que acaba de ser elegido
presidente del Uruguay.<BR>Como ya pocos dudan del carácter abiertamente burgués
de la “nueva izquierda”, la importancia del hecho radica en las enseñanzas que
los revolucionarios debemos extraer de él. Es decir que el discurso de Mujica
nos plantea, una vez más, un balance del derrotero del programa nacionalista
antiimperialista, que aún levantan numerosas organizaciones de izquierda.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>“No te la van a expropiar…”</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Para presentar su programa de gobierno, Mujica organizó
el encuentro “Los empresarios en el proyecto nacional: desarrollo y reducción de
la pobreza”, eligiendo como escenario el Hotel Conrad, de Punta del Este. A ese
ámbito, tan propicio para los negocios, llevó a 1.500 empresarios, políticos y
periodistas de Latinoamérica y el mundo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En su discurso no se anduvo con vueltas. Se diferenció
abiertamente del chavismo, llamando a la burguesía a explotar obreros uruguayos,
sin miedo a que su propiedad y su rentabilidad sean puestas en juego por el
Estado. También los tentó comentándoles uno de los principales logros del Frente
Amplio, la profunda desmovilización de las masas, invitándolos a vivir en su
país, donde “un presidente puede caminar tranquilo por la calle”. (1)</DIV>
<DIV align=justify><BR>Luego, Mujica apeló al manual del liberal ortodoxo para
“encandilar” a los empresarios, asegurando que lo que define a un burgués no es
su capital, sino su “espíritu”. Obsecuente como pocos, aseguró que “ser inversor
no es tener plata sino coraje de riesgo, que es otra historia”. Claro que, al
igual que los Kirchner y el resto del progresismo actual, intentó despegarse del
desprestigiado sector financiero, apelando a los buenos capitalistas
industriales: “Este es un país cuya característica negativa más penosa ha sido,
históricamente, la bajísima tasa de inversiones […] Hemos preferido sacarla [a
la plata] para afuera, colocarla en un banco. Es parte de una historia nacional
[…] Nunca apostamos mucho a emprender”. Además de reducir a la ausencia de una
burguesía nacional emprendedora todos los problemas nacionales, no se olvidó de
culpar al pueblo uruguayo por su miseria, afirmando que si el país no supo
crecer “la responsabilidad fue nuestra”. Por lo que llamó a los inversores a
poner en movimiento sus capitales, “no en una timba ciega”, sino en un país
seguro, debido a que el gobierno cumpliría su tarea fundamental: “aminorar en
todo lo posible los márgenes de riesgo y ofrecer estabilidad”. Y, una vez más,
invocó al credo burgués más elemental, señalando que el éxito de los obreros
dependerá de su capacidad para aprovechar las opciones que la burguesía le
ofrecería, debido a que “el partido se juega en el campo del talento”. (2)</DIV>
<DIV align=justify><BR>Para justificar la completa apertura de los mercados
uruguayos al capital internacional, Mujica dijo que su objetivo principal era
resolver las “deudas sociales, y sueños por concretar […] [que] serían meras
quimeras si la economía no funcionara”. Lo que ninguna contradicción tendría con
el enriquecimiento de unos pocos, debido a que “la riqueza es hija del circuito
del trabajo […] Para tener recursos económicos necesitamos empresas que
prosperen, que puedan pagar impuestos, que generen riqueza”. (3) Y como “los que
crean la riqueza, son los empresarios, los emprendedores” (4), ¡que mejor que
traer a muchos de ellos para enriquecer al Uruguay! Para combatir la pobreza,
Mujica llamó a la burguesía a enriquecerse, ya que “si queremos aumentar los
impuestos sobre la misma masa de riqueza, estamos fritos, porque matamos la
gallina de los huevos de oro”. En cambio, como su propuesta comprende que “el
trabajo es inversión”, no dudó en convocar a los principales inversionistas que
vayan a “trabajar” al Uruguay. (5)<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>La bienvenida al hijo pródigo</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Mujica organizó el evento junto a la Cámara de Comercio
Argentino Uruguaya, la Unión de Exportadores y la Cámara de la Construcción.
Entre los principales asistentes se encontraban representantes de Petrobras,
PDVSA, Mercedes Benz, Sancor, el grupo Werthein (accionista de Telecom) y
Bulgheroni. (6) Los más entusiasmados fueron los empresarios argentinos. Carlos
Ávila, dueño de Torneos y Competencias, aseguró que el discurso de Mujica le
“pareció un poema”. Igual de conforme quedó el presidente de Fiat, Cristiano
Rattazzi, que señaló que “acá se respetan las instituciones y las transiciones;
en la Argentina no está tan claro”. No se quedó atrás Martín Eurnekian
(Aeropuertos Argentinos 2000 y Aeropuerto Internacional de Carrasco), quien
calificó a Mujica de “genial”, caracterizando que fue “un discurso prometedor
[…] queda claro que se van a respetar las normas y que las puertas están
abiertas a los inversores”. (7) Asimismo, Héctor Méndez, presidente de la Unión
Industrial Argentina (UIA) reconoció que “da un poco de envidia […] el día que
perdamos la esperanza, tendremos que venir a vivir a Uruguay”. (8) Hasta Pancho
Dotto, Graciela Borges, Marcelo Longobardi y la madre del “mediático” Ricardo
Fort, Martha, salieron encantados con la arenga liberal del futuro
mandatario.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los empresarios uruguayos, aunque menos sorprendidos,
tampoco escamotearon elogios. El presidente de Buquebus, Juan Carlos López Mena,
aseguró que Uruguay encontró “el rumbo de la confiabilidad, la transparencia y
la seguridad jurídica”. Para el titular de Petrobras, Irani Varela, Mujica dijo
“lo que todo empresario quería escuchar”, al reconocer “que los empresarios son
un motor importante para el país”. A su vez, Rubén Scarone (Grupo Ras) aseguró
que “seremos fieles custodios de sus palabras”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>También vivó a Mujica el millonario Alexander Vik, por
“abrirse al mundo, basar todo en el trabajo, en vivir, arriesgar y generar
riquezas para todos […] es la forma de salir adelante y poder atender a los
pobres gracias a un país libre y rico”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>No se quedaron afuera del evento los funcionarios del
gobierno. Para el ministro de industria, Raúl Sendic (hijo de Raúl “Bebe”
Sendic, el viejo líder del MLN-T), “no hay antecedentes en Uruguay que un
gobierno electo de una señal de convocatoria al empresariado y a la inversión
tan fuerte como esta”. Por su lado, el presidente del Banco de la República,
Fernando Calloia, destacó el acierto de informar a los empresarios de que no se
iban “a fijar impuestos expropiatorios sobre las utilidades”. Hasta la oposición
no pudo disimular su coincidencia con el futuro gobierno. El ex presidente Julio
María Sanguinetti señaló que no se escuchaba algo así desde las décadas de 1980
y 1990: “nos congratula que se hable de la economía de mercado, de las economías
abiertas, de la competitividad internacional, el cumplimiento de los contratos.
Todo eso hasta hace muy poco tiempo era el Consenso de Washington y el Estado
neoliberal”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A su vez, otro ex mandatario, Luis Lacalle, aseguró que
“nos alienta porque es una posición empírica que reconoce que no hay empleo sin
capital, sin inversión nacional o inversión extranjera”. Hasta el senador Pedro
Bordaberry (hijo del ex Presidente Juan María Bordaberry), aseguró que “es muy
bueno que Mujica hable del liberalismo, es muy importante y valiente que haya
dicho que primero viene la inversión y después el trabajo. Fue fuerte […] Son
cosas que nunca pensé que las iba a escuchar”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Completaron el cuadro de claudicación absoluta frente al
capital, los aplausos de los dirigentes de las centrales obreras (PIT-CNT),
Castillo, Reed y Castellano.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>¿La traición de Mujica?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>El discurso de Mujica causó sensaciones ambivalentes.
Mientras que la burguesía y sus intelectuales celebraron sus palabras, algunos
sectores de la izquierda oriental se lamentaron profundamente por una nueva
“traición” a la lucha revolucionaria. Como señaló Ernesto Herrera, del Colectivo
Militante: “Esta capitulación de miles de cuadros y militantes de la izquierda,
tiene todo el significado de una derrota política. En el sentido de una derrota
estratégica del horizonte democrático radical, popular, antiimperialista,
revolucionario, surgido en las luchas sociales y políticas de los años ’60”.
(9)</DIV>
<DIV align=justify><BR>Asimismo, dos de los principales referentes del
liberalismo argentino, Mariano Grondona y Daniel Hadad, saludaron el derrotero
de Mujica: Grondona concluyó que “la racionalidad económica […] ya no pertenece
solamente a quienes siempre la acogieron […] sino también a quienes vienen de la
izquierda militante” (10); y Hadad afirmó que este nuevo Mujica “liberal” nada
tiene “que ver con el guerrillero […] [del] siglo pasado”. (11) A pesar de que
ambas impresiones valoran de manera antagónica el suceso, una caracterización de
fondo las une: la idea de que Mujica “cambió” y que su política es
cualitativamente diferente de la que llevó adelante en la década de 1970. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Sin embargo, la realidad es distinta: el programa
tupamaro ya contenía, en gérmenes, las posiciones actuales de Mujica y el Frente
Amplio. De poco nos serviría, para hacer un balance correcto, traer al debate el
heroísmo de los militantes setentistas, su convicción para dar la vida por sus
ideales o su valor para tomar las armas por la revolución. Lo que debemos
evaluar es el objetivo político que guió a los compañeros de aquellos años, es
decir, su programa.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En resumidas cuentas, al igual que los Montoneros
argentinos, el MLN-T combatió por la liberación nacional, planteando como tarea
prioritaria del Movimiento la derrota del imperialismo, al que caracterizaban
como el principal responsable de la opresión de los pueblos latinoamericanos.
(12)</DIV>
<DIV align=justify><BR>Es decir que su programa tenía como objetivo la
realización de tareas burguesas, a saber, la liberación nacional. El principal
antagonismo, entonces, no es entre clases, sino entre el imperio y la nación,
por lo que se habilitaba la posibilidad de un frente con las burguesías
nacionales que, en teoría, tendrían intereses opuestos a las extranjeras. Lo que
había que eliminar no era la explotación. Además de no ser una organización
marxista leninista, sino más bien nacionalista reformista, impulsó la necesidad
de crear Movimientos que, a diferencia de los partidos revolucionarios,
desarmaron a la clase obrera al privilegiar la unidad por sobre el programa. Con
la excusa de sumar compañeros a la causa y no ser “sectarios”, el movimientismo
se convirtió en oportunismo, liquidando el programa revolucionario en post de la
creación de un “frente amplio” que avance en la gestión del Estado
burgués.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Y esto, aunque es más evidente para quienes pudimos
observar su derrotero en el largo plazo, también fue señalado por sus compañeros
de lucha. Hacia 1972, el propio Santucho, al señalar la importancia del debate
teórico y programático al interior de la Junta de Coordinación Revolucionaria
(JCR), (13) remarcó que “la mayor afinidad ideológica y política del PRT era con
el MIR, ya que se trataba de ‘partidos marxistas leninistas, en franco proceso
de proletarización y no de movimientos de liberación, de corte nacionalista
progresista’”, como el MLN-T. (14) Como vemos, de poco sirven los balances
actuales que, limitándose al carácter armado de las organizaciones político
militares de la década de 1970, relegan sus diferencias programáticas. Si todos
fueran “guerrilleros” o “foquistas”, difícilmente podamos explicar el derrotero
antagónico de los viejos aliados: mientras que el PRT fue aniquilado, el MLN-T
terminó gestionando el Estado burgués. (15)</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hecho que no tuvo que ver con ninguna “traición”, sino,
como venimos diciendo, con la naturaleza de su programa político. Esto es
reconocido por los propios militantes tupamaros: Eleuterio Fernández Huidobro, a
fines de la década de 1990, reconocía que, lejos de una transformación
sustantiva, la política frenteamplista era una consecuencia lógica del programa
de “liberación nacional” del MLN-T: “mi organización matriz (el MLN), elaboró y
publicó en 1998, para un Congreso del MPP [Movimiento de Participación Popular],
su concepción de Liberación Nacional y por ende de política de alianzas [...] De
modo que nadie puede llamarse a sorpresa ni a engaño [...] En nuestra teoría de
Liberación Nacional, su fuerza motriz, social y política es el Pueblo [...] Para
nosotros Pueblo es el conjunto social de todos aquellos individuos y sectores de
un país [...] cuyos intereses o concepciones se oponen al imperialismo o, mirado
desde la positiva, son partidarios de la nación [...] el concepto Pueblo surge
meridianamente claro: los obreros, los trabajadores en general, los
intelectuales y estudiantes, los pequeños burgueses y hasta los burgueses que
tengan intereses a favor de la patria y por ende contra todo imperialismo”.
(16)</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Lecciones de batalla</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>La burguesía aprendió rápidamente de los Lula y los
Mujica. Como señaló Grondona, “no importa en definitiva de dónde vienen nuestros
líderes regionales, sino hacia dónde se han encaminado”. Es decir que, poco
atentos a su pasado y a su discurso, concentran su atención en el programa
concreto que llevan adelante.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Así como ellos aprendieron, también nosotros debemos
sacar las enseñanzas del caso. Y no podremos hacerlo si seguimos caracterizando
que la “conversión […] del antiguo guerrillero tupamaro” se dio en los años de
la “democracia liberal”, como concluyeron numerosos compañeros de la izquierda
uruguaya. (17) A pesar de que sus propios dirigentes se han encargado de señalar
la coherencia programática entre 1970 y la actualidad, como señalábamos allá por
el 2006, muchos caracterizan que existió una “transformación” de los Tupamaros,
de revolucionarios socialistas en funcionarios serviles al imperialismo. Quienes
así razonan, confunden radicalización táctica (la lucha armada) con programa
revolucionario (el socialismo). Llevándose por impresiones superficiales, no
llegan al balance correcto para la izquierda: el paso de una táctica armada a
una electoralista no debe esconder que el núcleo del problema se encuentra (y se
encontraba) en el programa que guió al movimientismo tupamaro, es decir, su
lucha por la liberación nacional, lo que implicó una alianza con fracciones de
burguesas. Por lo que los militantes de izquierda debemos aprender que cualquier
lucha que, con la excusa de la “unidad de la izquierda”, abandone la discusión
programática y troque a la clase obrera por el “pueblo”, al Partido por el
“movimiento”, al capitalismo por el “imperialismo”, a la Revolución por la
“liberación”, en síntesis, al socialismo por el nacionalismo, nos llevará a una
nueva y aplastante derrota.<BR><BR><STRONG><U>Notas</U></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>1 El País, 15/2/2010.<BR>2 Clarín, 10/2/2010.<BR>3 C5N,
10/2/2010.<BR>4 Perfil, 13/2/2010.<BR>5 La Nación, 11/2/2010.<BR>6 Infobae,
10/2/2010.<BR>7 El País, Montevideo, 11/2/10.<BR>8 El País, 15/2/2010.<BR>9
Herrera, Ernesto: “Mujica encandiló a los empresarios…Todas las garantías al
capital”, en <A
href="http://www.lahaine.org/index.php?p=43330">http://www.lahaine.org/index.php?p=43330</A>.
Herrera es militante del Colectivo Militante.<BR>10 La Nacion, 14/2/2010.<BR>11
Perfil, 13/2/2010.<BR>12 La evolución programática del MLN-T, desde su primer
documento de 1967 hasta 1975, puede consultarse en <A
href="http://www.cedema.org/ver.php?id=122">www.cedema.org/ver.php?id=122</A>.</DIV>
<DIV align=justify>13 La Junta reunía al Partido Revolucionario de los
Trabajadores (PRT-ERP) argentino, al Movimiento de Izquierda Revolucionario
(MIR) chileno, al Ejército de Liberación Nacional (ELN) boliviano y al MLN-T
uruguayo.<BR>14 Mattini, Luis: Hombres y mujeres del PRT-ERP, De La Campana, La
Plata, 2003, p. 377.<BR>15 Para una profundización sobre este punto puede
consultarse De Santis, Daniel: Entre Tupas y Perros, Ediciones ryr , Bs. As.,
2009 y Grenat, Stella: “De revolucionarios y (peligrosos) conversos”, en Razón y
Revolución, n° 15, Bs. As., 2006, pp. 225-227.<BR>16 Citado en Grenat, Stella:
“Santucho tenía razón. El debate por las papeleras de Fray Bentos y la
‘traición’ de Tupamaros”, en El Aromo, abril de 2006.<BR>17 Es el balance actual
del Colectivo Militante, que sigue al realizado, en 2005, por el ex tupamaro
Jorge Zabalza. Véase Herrera, Ernesto: “El Pepe fue un revolucionario… Crítica
por izquierda al triunfo de la izquierda”, en Question, 1/12/2009; y “¿Pa’qué
sobrevivimos?”, Carta de Jorge Zabalza a Eleuterio Fernández Huidobro, 8/10/05 (
<A
href="http://www.lahaine.org/index.php?p=10307">http://www.lahaine.org/index.php?p=10307</A>), extraído
de <A href="http://www.brecha.com.uy">www.brecha.com.uy</A>.
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV></FONT></BODY></HTML>