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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa</FONT>
<BR><U>22 de junio 2010</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo Militante -
Agenda Radical</FONT><BR>Gaboto 1305 - Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV><STRONG><FONT size=3>Historia</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>La revolución que quiso pagar
Rockefeller <BR></STRONG></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>Dos
historiadores descubrieron documentos que prueban que el grupo Rockefeller
ofreció costear una "revolución comunista" en los países bolivarianos a cambio
de petróleo.</FONT></STRONG> <BR><BR><BR><STRONG>Isidoro
Gilbert</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Revista
Ñ</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.revistaenie.clarin.com/"><STRONG>http://www.revistaenie.clarin.com/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><BR> <BR>El grupo petrolero
Rockefeller propuso financiar la "revolución comunista" con la que soñaban los
primeros partidarios de Lenin en los países bolivarianos (Colombia, Venezuela,
Ecuador), a cambio de que sus líderes le garantizaran concesiones de oro negro a
perpetuidad. Documentos que acreditan ese ofrecimiento y cómo el mismo se
discutió en la Internacional Comunista o Komintern se encuentran en el Archivo
Estatal Ruso de la Historia Socio-política, RGASPI (Rossiiskii Gosudarstvennyi
Arkhivialno-politicheskoi istorii) y fueron encontrados por dos especialistas en
el comunismo en Latinoamérica, los historiadores rusos, padre e hijo, Lazar y
Víctor Jeifets. <BR><BR>Ese archivo sirve como depositario principal de la
documentación relativa a la historia del socialismo, los registros del Partido
Comunista de la Unión Soviética y sus predecesores, sobre todo antes de 1953,
incluidos los papeles de la Komintern así como los registros del Komsomol, la
organización para la juventud. Opera bajo la supervisión de la Oficina de
Archivos Federales de Rusia (Rosarchiv). <BR><BR>Sobre la base de un trabajo
minucioso de los papeles de la III Internacional, los Jeifets junto con el suizo
Peter Huber, prepararon un diccionario bibliográfico sobre latinoamericanos que
participaron de una manera u otra de las tareas de la Komintern, bajo el titulo
La Internacional Comunista y América Latina, 1919- 1943 (2004, Instituto de
Latinoamérica de la Academia de Ciencias de Moscú junto al Institut pour
histoire du communisme, de Ginebra). <BR><BR>Lazar y Victor Jeifets estudiaron
el nacimiento de los partidos comunistas que en busca de su destino dieron pasos
tempranos para la creación de la Gran Colombia (Colombia, Venezuela, Ecuador),
cuyo instrumento sería la Federación de Pueblos Latinoamericanos y de la
Federación Sindical Mundial, dependiente de la Komintern. Los líderes del
Partido Socialista del Ecuador suponían la existencia en esos países de una
situación revolucionaria capaz de convertirse en revolución socialista. Pero
evaluaron que el estado organizativo de los partidos afines era débil por lo que
consideraron la necesidad de unificarse con venezolanos y colombianos y trabajar
bajo una dirección común. <BR><BR>Durante este debate registrado por cartas del
ecuatoriano Ricardo Paredes a la IC, se consideró el plan que trajo a la
discusión el dirigente sindical colombiano Raúl Mahecha, de gran prestigio por
su participación en una huelga en plantaciones del banano en su país. El mismo
explicaba una propuesta a él llevada por los representantes del grupo
Rockefeller de poner a disposición del Partido Socialista Revolucionario de
Colombia, "para realizar la revolución social, primero en Colombia, después en
Ecuador y luego en Venezuela", 5 millones de dólares, 20 mil fusiles, 10
millones de proyectiles, 200 cañones con pertrechos, 500 ametralladoras, un
buque de guerra de 5 toneladas y 1.800 millones de dólares para Colombia con la
condición de que esta última le otorgue a la Standard Oil la concesión
petrolera. <BR><BR>La documentación revela que emisarios de Rockefeller hablaron
sobre la disposición de hacer un desembolso "para el estado proletario" en otros
países, "según la riqueza del subsuelo en esta materia". A los negociadores de
la Standard Oil, juraban, no les interesaban los tipos de gobierno que estaban
en el poder en esos países ya que manifestaron igual disposición de ponerse de
acuerdo con "conservadores, liberales, demócratas, anarquistas, socialistas,
comunistas" pues, afirmaron, "que lo que conseguirán es el petróleo de esas
naciones... que no intervendrán de ninguna forma en materia política ni en
cuestiones económicas y de comercio, fuera de sus concesiones". Para proceder a
la entrega de dinero y arsenales, les eran suficientes las firmas de Alberto
Castrillón, otro relevante dirigente obrero y de Mahecha "en documento secreto
que harán inmediatamente y que sería aceptado por los camaradas". <BR><BR>La
propuesta se extendía al Partido Socialista Ecuatoriano y al Partido
Revolucionario Venezolano. En caso de rechazo por parte de los comunistas, los
emisarios anticiparon que ofrecerían este plan a Enrique Olaya Herrera, quien se
perfilaba como presidente, plan que incluía organizar la invasión a Ecuador para
"imponer su política petrolera y conseguir el oro negro que empieza a carecer en
EE.UU. y que Inglaterra le va quitando sus posiciones en Colombia y otros
países". La secesión de Panamá del territorio de Colombia en 1903, incrementó el
nacionalismo y puso en dificultades transitorias al capital de los EE.UU. que
aprovecharon firmas británicas. <BR><BR>Semejante propuesta le parecía un
"cuento cómico" a Enrique Terán, que ejercía la Secretaría general del Partido
Socialista Ecuatoriano. Sin embargo, la situación puso a los líderes del PSE y a
Mahecha en particular ante una elección seria. Ninguno de los involucrados se
atrevía a tomar una postura por su cuenta y riesgo sin consultar con la
Komintern. Incluso reflexionaron, a guisa de "ejercicio intelectual", qué
lograrían aceptando la propuesta, si la misma podía contribuir a favorecer la
rápida realización de la revolución social, con mayor posibilidad de victoria.
En caso contrario, pensaban, la revolución podría estar asociada con "lo que
representaba la lucha contra las concesiones imperialistas, como se dio en
Rusia, mientras la revolución social no triunfara en otros países, capaces
conjuntamente en aplastar al imperialismo". <BR><BR>La ventaja consistía en la
entrega por "esos bandidos" de armamento "(....) inmediatamente y sin despertar
ninguna sospecha por parte de la burguesía". El resultado final podía ser "la
posibilidad de triunfar en las tres repúblicas y formar nuestra unión federativa
soviética que compone una fuerza tan grande que podríamos declarar la guerra a
las concesiones después y aplastar al imperialismo con nuestra guerra
continental y montoneras. La oportunidad de no dejar avanzar a la reacción más
adelante hasta que aniquile nuestros partidos como en Chile, México, Cuba,
Venezuela, etc. La reacción se presenta, como hemos dicho, muy seria contra
nuestras conquistas y nuestras organizaciones. Si va más adelante sin que
tomemos el ataque como defensivo, es muy posible que a nuestros débiles partidos
nos diezme el asesinato y las masacres infames con que sigue soñando la
burguesía. El poder ayuda eficientemente en América Latina a la liberación de
todas las naciones del continente...." (Carta de J. Paredes al secretariado de
la Komintern el 9 febrero de 1929). <BR><BR>Estaban convencidos de que podrían
llevar adelante semejante curso de acción y así lo hicieron saber a la
Komintern, que no estaba en condiciones de dar ayuda para la revolución con los
alcances del grupo petrolero. Por ello los líderes socialistas reclamaron al
secretariado de la IC una rápida respuesta al "derecho de adoptar soluciones
propias". Jamás Moscú respondió la carta o se extravió. <BR><BR>Además, como
revelan otros documentos sobre pedidos de ayuda militar y económica para "lanzar
la insurrección" en Venezuela, por ejemplo, fueron eludidas por el Kremlin,
lejos entonces de alentar una revolución continental.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>