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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa</FONT>
<BR><U>29 de junio 2010</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo Militante -
Agenda Radical</FONT><BR>Gaboto 1305 - Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV><STRONG><FONT size=3>Resistencias</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Los sindicatos afirman que es un
adelanto del paro general de septiembre</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT face=Arial><STRONG>Madrid colapsó por una huelga
del metro</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><BR></FONT><FONT face=Arial
size=2><STRONG><FONT size=3>El gobierno nacional de Rodríguez Zapatero tuvo que
hacer frente a otro conflicto, además del paro de subte: un masivo paro general
en todo el País Vasco</FONT></STRONG><BR><BR></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Oscar Guisoni, desde
Madrid</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Página/12, Buenos Aires,
29-6-10</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.pagina12.com.ar/"><STRONG>http://www.pagina12.com.ar/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV><FONT face=Arial
size=2>
<DIV align=justify><BR>Una virulenta huelga en el servicio de subterráneos dejó
ayer paralizada la capital española. Los sindicatos se negaron a poner en marcha
los servicios mínimos, la policía intentó infructuosamente asegurar al menos el
servicio que conecta la ciudad con el aeropuerto y el gobierno de centroderecha
que gobierna la región anunció sanciones a los trabajadores. En el País Vasco un
paro general culminó con tres detenidos y multitudinarias manifestaciones en los
grandes núcleos urbanos. Desde las centrales sindicales advirtieron al gobierno
socialista que lo visto es apenas un anticipo de lo que se espera en septiembre,
cuando se lleve a cabo la primera huelga masiva contra la administración de
Rodríguez Zapatero.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La huelga había sido decidida la noche anterior en una
áspera asamblea sindical y el motivo principal es el rechazo de los sindicatos
al recorte del cinco por ciento de los salarios aplicado por el gobierno de
Esperanza Aguirre, auténtico halcón del Partido Popular con aspiraciones
presidenciales. Los trabajadores decidieron ignorar la obligación legal de
mantener servicios mínimos, algo inusual y calificado por la prensa local de
“medida salvaje”, lo que transformó a Madrid en un auténtico infierno. La red de
subterráneos es una de las más grandes del mundo y mueve cada día 2,2 millones
de viajeros. Sin ella, la ciudad colapsó.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La respuesta del gobierno local, en coordinación con el
ministro del interior de Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, fue
desplegar una cantidad inusual de policías e intentar infructuosamente mantener
el contacto con el aeropuerto internacional de Barajas. A dos días del comienzo
del mes de julio, inicio de la temporada veraniega en la península, el paro
afecta los intereses turísticos, núcleo duro de la golpeada economía
española.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Mientras los sindicatos anunciaban que la huelga había
sido un éxito absoluto –no circuló ni un solo metro durante muchas horas– y
exhibían su voluntad de continuar hoy con ella, el gobierno nacional tenía que
hacer frente a otro conflicto, esta vez un masivo paro general en todo el País
Vasco motorizado por los sindicatos nacionalistas. A tono con la tradición
política vasca, a la huelga no le faltó nada: piquetes en las entradas de
polígonos industriales y grandes empresas, carreteras cortadas, una catenaria de
ferrocarril saboteada, escaramuzas con la policía, manifestantes detenidos. Cada
vez está más claro que con la llegada del verano no sólo se ha recalentado la
atmósfera. Según los sindicatos regionales, el paro tuvo un seguimiento del 75
por ciento, el gobierno socialista en Bilbao lo cifró en el 22 por ciento de la
actividad privada y un 8,65 por ciento en la administración pública.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por si no fueran suficientes los problemas, las huelgas
de ayer sorprendieron al gobierno del PSOE mientras se encontraba enredado en la
áspera disputa política que se ha abierto entre sus propias filas a propósito de
la sentencia del Tribunal Constitucional que dejó sin efecto parte del estatuto
autonómico de Cataluña. La reforma del “estatut” es una fuerte apuesta electoral
de los socialistas que gobiernan en Barcelona y que aspiran a renovar mandato en
las elecciones de la próxima primavera y el texto había sido impugnado ante el
Tribunal Constitucional por el Partido Popular. Luego de años de disputa y
fallos que nunca llegaban a buen puerto, el lunes se conoció al fin la sentencia
que ha dejado satisfecho a Zapatero, preocupado al PP y muy enojados a los
socialistas catalanes, que la “acatan pero no aceptan”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Con grandes frentes políticos y sociales abiertos, a
nadie le sorprendió la caída de la Bolsa de Valores. El Ibex madrileño cayó ayer
el 5,45 por ciento, la tercera mayor caída de un año pródigo en descensos
vertiginosos. La causa, según los principales analistas económicos, es la
fragilidad de la banca privada. El BBVA, uno de los principales bancos del país,
cayó el 7,24 por ciento y el Santander, un 6,79 por ciento.<BR>Pero los
españoles mucha cuenta no se dieron porque estaban esperando a su selección, que
anoche se enfrentaba a Portugal. La espera ayudó a disimular molestias y temores
de una jornada desquiciada, la primera de lo que promete transformarse en un
caliente verano político en la península.
<HR>
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