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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa</FONT>
<BR><U>10 de agosto 2010</U><BR><FONT size=5><FONT color=#800000>Colectivo
Militante - Agenda Radical</FONT><BR></FONT>Gaboto 1305 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV><STRONG><FONT size=3>Estados Unidos<BR><BR>Ecos de Vietnam en la guerra de
Afganistán</FONT></STRONG> </FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Noam
Chomsky </STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Blog
Público</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><A href="http://blogs.publico.es/"><FONT face=Arial
size=2><STRONG>http://blogs.publico.es/</STRONG></FONT></A></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial
size=2><STRONG></STRONG><STRONG><BR></STRONG></FONT><FONT face=Arial size=2>The
War Logs –un archivo de documentos militares clasificados que abarcan seis años
de la guerra de Afganistán, subidos a internet por la organización Wikileaks–
relatan la enconada lucha, cada día más encarnizada, desde la perspectiva de
Estados Unidos. Para los afganos, se trata de un horror
creciente.</FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR>Aunque son valiosos, The War Logs pueden contribuir a
alimentar la desafortunada creencia de que las guerras son un error sólo si no
son exitosas –algo parecido a lo que los nazis sintieron después de
Stalingrado–.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El mes pasado asistimos al bochornoso retiro del general
Stanley A. McChrystal, reemplazado como comandante de las fuerzas de EEUU en
Afganistán por su superior, el general David H. Petraeus.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Una consecuencia probable de ello será el relajamiento de
las normas de combate, de manera que matar civiles resulte más fácil, y una
prolongación de la duración de la guerra a medida que Petraeus emplee su
influencia en el Congreso para lograr este resultado.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Afganistán es la principal guerra en curso del presidente
Obama. La meta oficial es protegernos de Al Qaeda, una organización virtual sin
base específica –una “red de redes” y una “resistencia sin líderes”, como se
denomina en la literatura profesional–. Ahora, aún más que antes, Al Qaeda
consiste en facciones relativamente independientes y asociadas laxamente
alrededor del mundo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La CIA calcula que puede haber entre 50 y 100 activistas
de Al Qaeda en Afganistán, y nada indica que los talibanes deseen repetir el
error de ofrecer refugio a Al Qaeda. Al parecer, los talibanes están bien
establecidos en su vasto y arduo territorio, una gran parte de los territorios
pastún.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En febrero, en el primer ejercicio de la nueva estrategia
de Obama, los marines estadounidenses conquistaron Marja, un distrito menor de
la provincia de Helmand, principal centro de la insurgencia. Una vez allí, según
informó Richard A. Oppel Jr., de The New York Times, “Los marines se han
encontrado con una identidad talibán tan dominante que parece una organización
política en un pueblo de partido único, con una influencia que abarca a
todos…”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Tenemos que reevaluar nuestra definición de la palabra
enemigo”, afirma el general Larry Nicholson, comandante de la brigada
expedicionaria de marines en la provincia de Helmand. “Aquí, la mayoría de la
gente se identifica como talibán… Tenemos que reajustar nuestra manera de pensar
de forma que no tratemos de expulsar a los talibanes de Marja, sino a los
verdaderos enemigos”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los marines se están enfrentando a un problema que
siempre ha acosado a los conquistadores, y que es muy familiar para EEUU desde
Vietnam. En 1969, Douglas Pike, experto en Vietnam del Gobierno de EEUU, se
lamentaba de que el enemigo –el Frente de Liberación Nacional (FLN)– “era el
único partido político con una adhesión generalizada en Vietnam del Sur’’.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Según reconoció Pike, cualquier esfuerzo por competir
políticamente con ese enemigo sería como afrontar un conflicto entre una sardina
y una ballena. En consecuencia, debíamos superar la fuerza política del FLN
recurriendo a nuestra ventaja comparativa, la violencia, con resultados
terribles.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Otros se han enfrentado a problemas similares: por
ejemplo, los rusos en Afganistán durante los años ochenta, cuando ganaron todas
las batallas pero perdieron la guerra.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sobre otra invasión estadounidense –Filipinas, en 1989–
Bruce Cumings, historiador especializado en Asia de la Universidad de Chicago,
hizo una observación aplicable hoy a la situación de Afganistán: “Cuando un
marino ve que su ruta es desastrosa cambia de rumbo, pero los ejércitos
imperiales hunden sus botas en arenas movedizas y siguen marchando, aunque sea
en círculos, mientras los políticos adornan el libro de frases de los ideales
estadounidenses”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Después del triunfo de Marja, se esperaba que las fuerzas
lideradas por EEUU atacaran la importante ciudad de Kandahar, donde, según una
encuesta del ejército estadounidense, la operación militar es rechazada por el
95% de la población y cinco de cada seis consideran a los talibanes como
“nuestros hermanos afganos” –una vez más, ecos de conquistas previas–. Los
planes sobre Kandahar fueron postergados, en parte debido a la salida de
McChristal.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Dadas estas circunstancias, no es de extrañar que las
autoridades de EEUU estén preocupadas por que el apoyo popular a la guerra en
Afganistán se erosione aún más.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El pasado mayo, Wikileaks dio a conocer un informe de la
CIA sobre de cómo mantener el apoyo de Europa a la guerra: el subtítulo decía:
“Por qué contar con la apatía quizá no sea suficiente”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Según señala dicho informe, “El perfil bajo de la misión
de Afganistán ha permitido a los líderes franceses y alemanes desoír la
oposición popular y aumentar gradualmente su contribución de tropas a la Fuerza
de Asistencia a la Seguridad Internacional (ISAF)”. “Berlín y París se mantienen
en tercer y cuarto puesto en número de tropas de la ISAF, pese a la oposición
del 80% de los encuestados alemanes y franceses a mayores envíos de fuerzas”. Es
necesario, en consecuencia, “disimular los mensajes” para “impedir, o al menos
contener, una reacción negativa”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Este informe debe recordarnos que los estados tienen un
enemigo interno: su propia población, que debe ser controlada cuando la política
estatal encuentra oposición entre el pueblo. Las sociedades democráticas no
dependen de la fuerza sino de la propaganda, manipulando el consenso mediante
“una ilusión necesaria” y una “sobresimplificación emocionalmente poderosa”, por
citar al filósofo favorito de Obama, Reinhold Niebuhr.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Así que la batalla para controlar al enemigo interno
sigue siendo altamente pertinente. De hecho, el futuro de la guerra en
Afganistán puede depender de ella.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>