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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa
<BR></FONT><U>15 de agosto 2010</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Gaboto 1305 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV><STRONG><FONT size=3>China</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Rebelión en la fábrica del
mundo</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Una ola de huelgas se extiende por
el país. Y eso amenaza la clásica producción barata china</FONT></STRONG></DIV>
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<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>David Brunat <BR>Clarín, Buenos Aires,
15-8-10 </STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.clarin.com/"><STRONG>http://www.clarin.com/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR><BR>¿Se ha cansado China de ser el paraíso de la mano de
obra barata? Medio mundo lleva semanas haciéndose esa pregunta. La ola de
huelgas que recorrió las factorías del gigante asiático en los dos últimos meses
tiene helados a miles de empresarios de todo el planeta. El mundo se ha vuelto
tan dependiente de China que cualquier estornudo suyo es interpretado como un
terremoto. Pero es que en este caso, se trata de un tremendo terremoto. </DIV>
<DIV align=justify><BR>De la noche a la mañana, los obreros chinos despertaron
de su letargo y reclamaron mayores sueldos y derechos laborales . Amenazan a la
era del todo por dos pesos “Made in China” . </DIV>
<DIV align=justify><BR>La mecha que prendió el fuego del clamor popular fue el
suicidio de 10 jóvenes empleados de la multinacional taiwanesa Foxconn en
Shenzhen (sur), además de otros tres intentos frustrados, en apenas unos meses.
Muertes provocadas por unas condiciones laborales rayanas en la esclavitud:
1.200 yuanes al mes, unos 175 dólares, por días de más de 12 horas bajo una
presión brutal.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Televisiones y radios mostraron las miserias de los
400.000 empleados de Foxconn sin que el gobierno los censurara, un hecho
histórico . Pero la confirmación de que algo estaba cambiando en China fue la
noticia, en las mismos fechas, de que una planta de autopartes de la japonesa
Honda se había declarado en huelga por mejores salarios. Tradicionalmente, los
gobiernos locales enviaban matones a frenar a los empleados díscolos, pero esta
vez optaron por tolerar las huelgas y hasta permitir que algunos obreros
exigieran libertad para formar gremios independientes .<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Lo nunca visto en China</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Pronto trabajadores de todo el país alzaron con rabia
también su voz.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“¿Por qué Beijing tendría que censurar estas protestas si
el gobierno también entiende que hay que cambiar las reglas del juego?”, se
pregunta el profesor Lu Ming, una autoridad china en derechos laborales.
“Estamos ante un punto de inflexión . El tiempo pasa y los problemas se
acumulan. La clave es cómo dividir más igualitariamente el pastel entre
empleador y empleado”, prosigue.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hoy, ese pastel está obscenamente controlado por el
empleador. “Las empresas aumentan sus beneficios una media del 30% anual, pero
los trabajadores no ven ni un centavo”, destaca Laura Tsui, vicepresidenta de
Interchina Consulting. Los casos más abusivos de explotación laboral se dan en
las fábricas de manufacturas baratas , que cuentan con un margen de beneficio
menor y que dieron dudosa fama al sello “Made in China”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Beijing considera que las macroplantas de producción que
le han permitido crecer a un ritmo de más del 10% del PBI anual durante 30 años
empiezan a dar más problemas que beneficios en una sociedad que aumenta sus
estándares de vida a pasos de gigante. Lo que hace 10 años era soportable para
un hambriento campesino que emigraba a las fábricas de la costa oriental es hoy
inaguantable para un joven que viene de una familia humilde, pero con recursos
suficientes para pagarle una educación básica y darle de comer algo caliente
todos los días.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Hace un par de años que Beijing ya no da la bienvenida a
las compañías de low cost”, indica Tsui. “Ese tipo de producción es hoy
socialmente insostenible. China ya está en camino de dedicarse a una producción
con un valor añadido más elevado, más tecnológica. Esa es la apuesta del
gobierno”, dice la experta. Mientras que Vietnam y Camboya absorben ahora lo que
China repudia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En los últimos tres años el sueldo de los obreros menos
cualificados ha ascendido entre el 10 y el 20% anual, y ni así se consiguen
satisfacer sus necesidades básicas. “El problema es que partimos de una base muy
baja, hasta las mujeres de la limpieza ganan más”, comenta el director en China
de una compañía argentina. Foxconn ya dijo que aumentará los salarios hasta un
66%, y prometió incluso doblarlos en octubre, mientras Honda efectuó dos subas
que alcanzan el 70%. Ahora el régimen comunista se encuentra ante la disyuntiva
de reducir progresivamente la producción de manufactura barata sin desincentivar
la inversión extranjera, clave para el crecimiento y la estabilidad. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Por su parte, las empresas argentinas en China no
tendrían porqué verse afectadas por la rebelión laboral. “Cuentan con un alto
nivel de desarrollo tecnológico y empleados dignamente pagados”, indica Darío
Mengucci, cónsul comercial argentino.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A raíz de la crisis, el Congreso Popular de Guangdong, la
provincia sureña corazón de las manufacturas y también de la rebelión, está
analizando una ley para regular el derecho a pedir aumentos salariales, a elegir
su representante sindical y a declararse en huelga. Todo, eso sí, coordinado por
el gobierno. Si la ley se aprueba en septiembre será un hito histórico. Si algo
queda claro es que en la fábrica del mundo, producir más por menos pronto va a
ser historia.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>