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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa</FONT>
<BR><U>setiembre 2010<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo Militante -
Agenda Radical</FONT><BR>Gaboto 1305 - Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV><STRONG><FONT size=3>México<BR><BR>Veinte mil inmigrantes secuestrados cada
año<BR><BR>La verdad sobre la masacre de
Tamaulipas</FONT></STRONG><BR><BR><BR><STRONG>Gennaro Carotenuto<BR></STRONG><A
href="http://www.gennarocarotenuto.it"><STRONG>www.gennarocarotenuto.it</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Traducido por S. Seguí para
Rebelión</STRONG><BR><BR><BR>En relación con la masacre de 72 inmigrantes en
Tamaulipas, donde fueron asesinados poco después el juez encargado de la
investigación y el alcalde de Hidalgo, el complejo desinformativo mundial ha
querido hacer creer que las víctimas habían sido reclutadas por los
narcotraficantes o se habían intentado vender mejor a los cárteles, o tal vez se
habían negado a que los contratasen como sicarios. </FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><BR>Es una interpretación carente de
fundamento, calumniosa y racista, que quiere ocultar la verdad de la explotación
hasta el último centavo de la vida de los 600.000 inmigrantes del Centro y Sur
del continente americano que cada año se atreven a atravesar todo México. La
realidad es que estos inmigrantes son víctimas constantes de extorsiones,
acosos, violaciones y amenazas, incluso antes de emprender la travesía del
desierto –el muro construido por George Bush–, de ser víctimas de las patrullas
de minutemen, –milicias armadas de anglos estadounidenses–, de las leyes
raciales de Estados como Arizona y de tantos otros azares en su búsqueda de
trabajo en Estados Unidos. Para el sacerdote católico Alejandro Solalinde, los
cachucos (sucios centroamericanos, en la jerga) desde el momento en que salen de
su país “dejan de ser personas y se convierten en mercancía, en una mina de oro
tanto para las mafias como para las autoridades.”</FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><BR>Los principales medios de prensa
los presentan como mano de obra criminal de bajo costo disponible para el
narcotraficante, desecho de la sociedad, indeseables, cómplices si no miembros
ellos mismos de las mafias, y por lo tanto sin derechos ni dignidad humana.
Contra ellos dirigirán ahora aviones no tripulados –drones– que no conseguirán
detener la entrada siquiera de un gramo de cocaína, pero que ayudarán a echar en
brazos de la delincuencia a los inmigrantes, que en realidad son víctimas de una
auténtica emergencia humanitaria a la que los gobiernos de Calderón y Obama
deberían hacer frente.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><BR>Los inmigrantes son un negocio de
3.000 millones de dólares al año que se reparten los cárteles criminales y las
fuerzas de policía corruptas, tanto de EE.UU. como de México. Para pasar al otro
lado pagan entre 4.000 y 15.000 dólares. A menudo es sólo el principio del
martirio que conduce al sueño americano, ya alcanzado (además de decenas de
millones de mexicanos) por un millón de hondureños, dos millones de salvadoreños
y tres millones de guatemaltecos, que envían a sus familias en sus países de
origen alrededor de 10.000 millones de dólares anuales en remesas de
efectivo.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><BR>Para monseñor Felipe Arizmendi
Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, por lo menos dos
tercios de los inmigrantes, una vez en México, sufren extorsiones o robos, y uno
de cada diez es víctima de violación durante el viaje. Cerca de una quinta parte
es detenida y enviada de regreso. Se trata de un número en disminución, por
cuanto los que interceptan a los inmigrantes prefieren exprimirlos a enviarlos a
sus países. La situación ha empeorado sin cesar en el último decenio, con la
violenta campaña contra los inmigrantes que condujo a George Bush a la
construcción del muro en la frontera entre EE.UU. y México, que pronto se
complementará con un muro doble en la frontera entre México y Guatemala. Las
medidas adoptadas para detener la emigración, como en otras fronteras entre el
Sur y Norte, lejos de impedir el tráfico de seres humanos, no hacen más que
aumentar el precio, hacer el negocio más lucrativo y poner más en riesgo la vida
de los inmigrantes.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><BR>Cada año, según estadísticas
oficiales, al menos 20.000 inmigrantes acaban siendo secuestrados por los
cárteles criminales y obligados a pagar, además del precio del cruce de la
frontera, rescates de entre 1.000 y 5.000 dólares cada uno, y a ser objeto de
comercio entre los cárteles, como si fueran paquetes, o ser asesinados como
rehenes para inducir a otros a pagar.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><BR>Según Jorge Bustamante, relator
especial de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), México es sin
duda el país donde se cometen las más graves violaciones de derechos humanos del
continente, entre el vergonzoso silencio de los medios de comunicación, siempre
listos para escribir páginas de condena a los gobiernos integracionistas, pero
siempre silenciosos respecto al infierno mexicano.<BR>En 2009, la CNDH publicó
un volumen titulado Bienvenidos al infierno de los secuestros, en el que
denunciaba el maltrato a los inmigrantes centroamericanos, y recogía
innumerables testimonios relativos a la implicación de las autoridades mexicanas
en los secuestros mismos. </FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><BR>En el informe se describen las
características de los secuestros. El inmigrante suele ser detenido por la
policía y vendido a las organizaciones delictivas, que lo conducen a lugares
aislados, como la finca de San Fernando donde ocurrió la masacre en Tamaulipas.
Aquí empiezan las palizas, el acoso, las violaciones y las torturas. El objetivo
es obtener los números de teléfono de los familiares que permitan obtener
rescates exorbitantes de los inmigrantes, casi todos muy pobres. En general,
quién no puede pagar es asesinado.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><BR>La masacre de Tamaulipas se
enmarca en este atroz contexto de 20.000 secuestros al año. Setenta y dos
inmigrantes que probablemente no podían pagar fueron fusilados como en las
masacres nazis. Lo hemos sabido sólo porque Freddy Lala, un joven ecuatoriano de
18 años, consiguió sobrevivir y dar la alarma, después de caminar durante más de
20 kilómetros con una bala en el cuello. O quizá fuera que, como en tiempos del
Plan Cóndor o el genocidio de Guatemala, le permitieran sobrevivir para que
contase la historia e indujese más terror. Los inmigrantes son víctimas, no
cómplices. <BR><BR>* Gennaro Carotenuto, licenciado y doctor en Historia, enseña
Historia del Periodismo en la Universidad de Macerata (Italia). Estudioso de la
política internacional, los regímenes dictatoriales y la Historia Contemporánea
de América Latina, enseña también Geopolítica e Historia Oral en la misma
universidad, y ha sido profesor invitado en la Universidad de Montevideo
(Uruguay). En 2005 publicó Franco e Mussolini, la guerra vista dal Mediterraneo,
Milán, y en 2007 fue editor del cuarto volumen de Storia e comunicazione. Un
rapporto in evoluzione, EUM. </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><BR><BR></DIV></FONT></BODY></HTML>