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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa</FONT>
<BR><U>17 de setiembre 2010</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Gaboto 1305 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV><STRONG><FONT size=3>Palestina/Israel<BR></FONT></STRONG></DIV></FONT>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>La farsa
diplomática</FONT></STRONG><BR><BR></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Julien
Salingue</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Viento
Sur</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.vientosur.info/"><STRONG>http://www.vientosur.info/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Traducción de Alberto
Nadal</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><BR><BR>“Relanzamiento del proceso de
paz”, “recuperación de las conversaciones directas”, “vuelta a la mesa de
negociaciones”… Palabras familiares que han vuelto a los medios. El 2 de
septiembre, el presidente palestino Mahmud Abbas y el Primer ministro israelí
Benyamin Netanyahu se han reunido en Washington, bajo la batuta de Hilary
Clinton. Esta reunión ha sido presentada como la primera de un nuevo “ciclo de
negociaciones”, que supuestamente pondrá las bases de un “acuerdo-marco”, que
permita llegar a un “arreglo definitivo” del conflicto que opone a Israel con
los palestinos. Nada menos. ¿Quíén puede razonablemente pensar que esta nueva
farsa diplomática pueda llegar a buen puerto?<BR><BR>Hace ya 20 años que el
discurso sobre el “proceso de paz” se puso en marcha. En aquel momento, unas
negociaciones secretas iban a terminar en los acuerdos llamados de Oslo y en el
apretón de manos, en septiembre de 1993, entre Ytzahk Rabin y Yasser Arafat en
el jardín de la Casa Blanca. Una nueva era iba a abrirse, decían. Pero esos
acuerdos no mejoraron en ningún caso las condiciones de vida de los palestinos
y, al contrario, permitieron a Israel reforzar su dominio sobre los territorios
ocupados a la vez que transformaba al núcleo dirigente del movimiento nacional
palestino en un subtratante de la ocupación. Ninguna cuestión crucial fue
arreglada, y en septiembre de 2000 la población palestina se levantó de nuevo
para hacer oír sus reivindicaciones. <BR><BR>Diez y siete años más tarde, es
surrealista considerar que las reuniones Abbas-Netanyahu puedan “desbloquear” la
situación. El número de colonos se ha más que triplicado. Un muro de más de 700
km ha reducido los “territorios palestinos” a enclaves cercados por las tropas
israelíes. El gobierno israelí actual es el más a la derecha de la historia del
país y Netanyahu ha anunciado ya que no hará ninguna concesión ni sobre
Jerusalén, ni sobre los refugiados, y que Israel se quedará con el control sobre
el valle del Jordán. <BR><BR>Mahmud Abbas, cuyo mandato se acabó hace ahora diez
y ocho meses, no es en ningún caso representativo de la población palestina y de
sus aspiraciones. La firma de un documento con Netanyahu constituiría su
enésimo, y probablemente último, acto de traición. En cuanto a los Estados
Unidos, es sencillamente indecente considerar que puedan ser un árbitro entre
las dos partes. Juegan más bien el papel de seleccionador, cuando no de capitán,
de uno de los dos equipos. <BR><BR>Si añadimos que Hamas, primera fuerza
política palestina en las últimas elecciones, está excluido de las discusiones,
se comprenderá que las gesticulaciones diplomáticas no son sino una cortina de
humo para permitir al estado de Israel proseguir su política de hechos
consumados e imponer, a medio plazo, un “arreglo” que le favorezca solo a él,
negando los derechos de los palestinos. Nuestras miradas deben por tanto
volverse hacia quienes continúan movilizándose en los territorios palestinos y
llaman a las poblaciones del mundo entero a movilizarse para aislar al estado de
apartheid a través de la campaña BDS (Boicot, Desinversiones, Sanciones).
<HR>
<BR><BR><BR><BR></FONT></DIV></BODY></HTML>