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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa</FONT>
<BR><U>21 de setiembre 2010</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Gaboto 1305 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV><STRONG><FONT size=3>Egipto</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>La mentira
detrás de los masivos "suicidios" de mujeres
egipcias</FONT></STRONG><BR></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Robert Fisk<BR>The
Independent </STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><A
href="http://www.independent.co.uk/">http://www.independent.co.uk/</A></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Traducción de Gabriela
Fonseca para La Jornada<BR></STRONG><A
href="http://www.jornada.unam.mx/"><STRONG>http://www.jornada.unam.mx/</STRONG></A></FONT></DIV><FONT
face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><BR>Hay un canal de aguas negras afuera de la oficina de
Azza Suleiman; una zanja en la que la porquería proveniente de uno de los peores
barrios de El Cairo se ha vuelto un estanque de líquido negro. Una neblina azul
de esmog y polvo envuelve a quienes circulan por los callejones aledaños;
mujeres envueltas en gruesos chadores, hombres de blancas túnicas, vendedores de
café, carretas jaladas por burros y pequeños recolectores de basura: niños de
cinco y seis años que vienen de las colinas de Mokkatam a recoger la basura de
la capital cada mañana, para alimentar cabras y cerdos que se crían en estos
pútridos suburbios. Un velo de esmog se extiende sobre la miseria, pero un velo
distinto cubre a Egipto, y Azza Suleiman está decidida a retirarlo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Oficialmente, Egipto no padece “asesinatos de honor”;
quizá muchas jóvenes se suicidan, pero no son asesinadas. Esta es la cantaleta
del gobierno; una mentira, por supuesto.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los archivos de Azza Suleiman y su Centro Egipcio para la
Asistencia Legal a mujeres, y otras ONG de El Cairo dicen la verdad. En mayo de
2007, un granjero del sur del país decapitó a su hija al descubrir que ésta
tenía novio. En marzo de 2008, un hombre identificado sólo como “Mursi” mató a
golpes y mediante electrocución a su hija, por recibir la llamada telefónica de
su novio. Mursi, de la localidad de Kafr el Sheij, en el delta del Nilo, admitió
haberla “golpeado con un palo grande” y rematarla con choques eléctricos. El
asesinato se descubrió sólo cuando el cuerpo apareció en un hospital
local.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El trabajo de Azza Suleiman incluye casos mucho más
horribles. El incesto es un problema mayor cuando nadie lo discute, señala.
Recientemente, un egipcio admitió haber matado a su hija porque estaba
embarazada, y él era el padre. Fue un caso de incesto, y mató a su hija para
defender el “honor” de la “familia”. Otras cuatro mujeres fueron asesinadas hace
poco porque fueron violadas. La comunidad de cristianos coptos, que equivale a
10 por ciento de la población egipcia, se ha cerrado a la investigación de
cualquier “asesinato de honor”, pese a que jóvenes cristianas han sido
asesinadas por querer casarse con musulmanes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Los cristianos no pueden hablar de esto fuera de su
iglesia”, se queja Azza Suleiman. “Hemos tratado de abrir refugios, pero el
gobierno no lo permite, nos dicen: ‘por favor, no hablen de incesto’. Los
crímenes de “honor” con frecuencia están relacionados con herencias”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Según Amal Abdelhadi, de la Nueva Organización de la
Mujer, no existen cifras de crímenes de “honor” o incesto porque los casos nunca
llegan a los tribunales. “Ahí es más fácil hablar de violación dentro del
matrimonio”, dice. “He estado en casas donde toda la familia vive en un cuarto:
los abuelos y los niños, la mitad de la familia duerme bajo la cama y lo
escuchan todo. Son demasiados y están hacinados. Las mujeres jóvenes de la
familia se tienen que casar, y por eso, si se cree que alguna se ha portado mal,
se le puede matar con el argumento de que de otra forma ninguna de las demás
chicas se casará. El asesinato “por honor” les libera el camino. Esto continuará
hasta que dejen de ser consideradas objetos sexuales y se les respete como
personas con cerebro”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los jueces egipcios se caracterizan por romper la ley, o
ignorarla por completo, cuando se trata de asesinatos dentro de la familia.
“Hubo un hombre sentenciado a seis meses de cárcel, sólo seis meses, por matar a
su hermana”, dice Amal Abdelhadi. “¡Un juez decidió que dado que el hombre
viviría el resto de su vida con la culpa de matar a su hermana inocente, no
debía ir a prisión!”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Cuando recorre el país en su Nissan negro, Azza Suleiman
ha notado que los jueces de las zonas más pobres del país tienden a ser más
indulgentes que los de cortes de El Cairo y Alejandría.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los clérigos de más alto rango –muchos de ellos
incrédulos ante esta crisis invisible en Egipto– se topan con que las
autoridades les facilitan el camino y disminuyen su condena a los asesinatos por
“honor”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Mohammed Said Tantawi, poderoso académico islámico, quien
fue gran mufti de Egipto e iman de la mezquita de Al Azhar, condenaba
valientemente los crímenes de “honor”. El religioso falleció en marzo
pasado.<BR>Suleiman advirtió que “tenemos un gran problema, porque el jeque de
Al Azhar y el mufti ya no son respetados. No se confía en ellos, lo que se debe
a que han sido nombrados por el gobierno corrupto de Hosni Mubarak. Tantawi era
un hombre que iluminaba, hablaba muy bien sobre estos asesinatos. Pero él y el
mufti representan al sistema, y el pueblo detesta el sistema, y por eso no
tienen credibilidad. La tendencia generalizada es que la gente consulta a sus
jeques locales y líderes tribales; muchos de ellos consideran que los asesinatos
de “honor” son tradición, y no tienen nada de malo”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Están además las cortes egipcias. “En Líbano y Jordania
tienen artículos en la ley que se aplican específicamente a los asesinatos de
“honor”. Pero en Egipto se concede al juez una autoridad especial, según el
artículo 17, y tiene facultad de aplicar la clemencia y reducir la sentencia,
por ejemplo, de 25 años a sólo seis meses de prisión. La formación religiosa que
suelen tener los jueces los afecta y pueden argumentar que el comportamiento de
la víctima fue contrario a la tradición y, por tanto, el asesino, ya sea el
padre o hermano, “reaccionó de manera natural”, lo cual motiva la indulgencia
hacia los perpetradores.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Sin embargo, nuestras estadísticas indican que 79 por
ciento de las jóvenes que han sido víctimas de crímenes de ‘honor’ fueron
asesinadas debido a una simple sospecha: llegaron tarde a casa, o porque los
vecinos dijeron haberla visto reír a carcajadas en la calle”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En Sohag y Assiut, al norte del país, Suleiman y sus
colegas se han reunido con altos funcionarios policiales. “Encontramos que en
sus actas convierten los asesinatos de “honor” en suicidios, porque creen que
así ayudan a la familia de la víctima, aunque la familia haya cometido el
crimen, con lo que los policías se convierten en cómplices”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A la activista no le agrada la policía. “A veces tenemos
tres o cuatro denuncias de incesto y recurrimos a la policía, logramos que los
oficiales hablen con el hombre –cuando una mujer ha sido violada por su cuñado,
por ejemplo–, pero si una mujer huye de su casa, en vez de protegerla, la
policía la lleva de vuelta con sus familiares.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Cuando estudiaba leyes en la universidad de El Cairo,
fui arrestada porque era amiga de activistas en la red nasserista del campus.
Cuando entrevisté a mujeres islamitas detenidas, descubrí que muchas habían sido
torturadas. Denuncié esto a la BBC y la policía me arrestó de nuevo. Dijeron que
‘manché’ la reputación de Egipto. Aquí la policía siempre está furiosa,
especialmente cuando tienen que tratara con gente que sabe de leyes”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Suleiman aseguró que se niega a ONG extranjeras permiso
de trabajar en Egipto si sus proyectos contienen observaciones “políticamente
inaceptables”, incluso aquellas que tienen la misión de mejorar las relaciones
entres mujeres cristianas y musulmanas. “La policía me llamó y me amenazó: ‘Te
enseñaremos una lección’. Así que en una entrevista para un periódico declaré:
‘Los policías aquí son como perros salvajes’”. Desde entonces, frenaron todos
nuestros proyectos. La policía me pidió que me disculpara y les contesté: “Lo
que dije fue un error, los perros son mucho más agradables que la policía”.
<HR>
<BR></DIV></FONT></BODY></HTML>