<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META http-equiv=Content-Type content="text/html; charset=iso-8859-1">
<META content="MSHTML 6.00.6002.18278" name=GENERATOR>
<STYLE></STYLE>
</HEAD>
<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa</FONT>
<BR><U>28 de setiembre 2010</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Gaboto 1305 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV>
<HR>
</DIV>
<DIV> </DIV>
<DIV><STRONG><FONT size=3>Venezuela</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>Una nueva fase
crítica para la revolución
bolivariana</FONT></STRONG><BR><BR><BR><STRONG>Gustavo Fernández
Colón<BR>Rebelión<BR></STRONG><A
href="http://www.rebelion.org/"><STRONG>http://www.rebelion.org/</STRONG></A></FONT></DIV><FONT
face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><BR>El no haber alcanzado la meta anunciada por el
presidente Chávez de la mayoría calificada de dos tercios en las pasadas
elecciones de diputados a la Asamblea Nacional, va a colocar al proceso
revolucionario venezolano, en los próximos años, en una situación de
congelamiento -y ojalá no de franco retroceso- en la transición hacia el
socialismo, puesto que las transformaciones legales más profundas y la
conformación del resto de los poderes públicos (Judicial, Electoral y Ciudadano)
estarán sujetas al consentimiento de la oposición derechista. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Ya concluyó el período de seis años de holgura
legislativa, en el que las fuerzas revolucionarias pudieron contar con un
control (casi) total de la Asamblea Nacional, gracias a la torpe decisión de la
oposición de no participar en las elecciones de diciembre de 2005. Las reformas
estructurales no concluidas durante esta última fase, se verán ahora
irremediablemente postergadas (al menos durante seis años) en vista de la nueva
correlación de fuerzas en el Parlamento.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El presidente Chávez acertó, durante la campaña
electoral, al establecer como meta la mayoría calificada de dos tercios a fin de
impulsar las transformaciones necesarias para garantizar el avance del proceso
revolucionario, en un contexto de agudización de la crisis del sistema
capitalista mundial y de exacerbación de las apetencias imperialistas de los
Estados Unidos. Pero por otra parte, no fue tan acertada su estrategia
propagandística de ligar los resultados de esta elección parlamentaria a las
votaciones presidenciales del 2012. ¿Por qué digo esto? Porque si bien aún el
CNE no ha señalado oficialmente las cifras de los votos brutos obtenidos, a
nivel nacional, por las distintas fuerzas políticas, la oposición ya se ha
adelantado a proclamar que obtuvo el 52% del total de la votación del día
domingo, a pesar de que logró colocar sólo el 42% de los diputados,
aproximadamente. Según los argumentos de la oposición, esta falta de
correspondencia entre el número de votos y el número de diputados se debería al
modo como el CNE distribuyó los circuitos electorales, haciendo que el número de
diputados elegibles por cada circuito no guardara relación directa con el tamaño
de la población votante de cada circunscripción. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Si analizamos los resultados de la elección de los
diputados al Parlatino, por ejemplo, donde la derecha obtuvo la mitad de los
diputados, la cifra del 52% de los votos globales a favor de la oposición no
luce descabellada. Y esta posibilidad contribuye a hacer creíble, ante los ojos
del pueblo en general, la consigna oposicionista de que la holgada mayoría con
la que contó el presidente en el pasado ha venido esfumándose en los últimos
meses. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Por otra parte, observando “in situ” el comportamiento
del electorado por estratos socio-económicos en las elecciones del día domingo,
fue posible apreciar que las clases medias y altas salieron a votar masivamente,
movidas por su anticomunismo visceral; mientras que en los sectores populares
–donde radica el llamado “voto duro” del chavismo- la abstención fue más alta.
Esta mayor abstención de los sectores económicamente menos favorecidos
respondió, en mi opinión, a dos causas fundamentales. La primera, las fuertes
lluvias del fin de semana que provocaron inundaciones y derrumbes, sobre todo en
muchas barriadas pobres de Caracas. Y la segunda causa (pero no la menos
importante), fue el descontento acumulado en las comunidades populares por la
ineficiencia y la corrupción de los organismos públicos, manifestadas en los
últimos meses en las fallas del servicio eléctrico, la descomposición de grandes
volúmenes de alimentos de las cadenas de distribución estatal como PDVAL y
MERCAL, la agudización de la inseguridad y la criminalidad, el deterioro de la
vialidad pública y de algunos servicios de transporte colectivo como el metro de
Caracas, la alta tasa de inflación, etc.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Todos estos elementos nos llevan a pensar que para
garantizar la continuidad del proceso revolucionario, la política de choque
frontal contra la oposición (o “demolición”, como se dijo en la campaña) deberá
ser postergada para no entrabar por completo el funcionamiento de la Asamblea
Nacional y el resto de los poderes públicos (incluido, indirectamente, el
Ejecutivo), puesto que este entrabamiento podría contribuir a erosionar el
respaldo popular al liderazgo del presidente. En otras palabras, cabe esperar
ahora que la política bolivariana se desplace más hacia el centro, forzada por
el peso de la oposición en el Parlamento, en un contexto de disminución de la
renta pública a causa de la crisis capitalista mundial y, por lo tanto, de menos
disponibilidad presupuestaria para atender las Misiones Sociales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Un viraje táctico de este tipo probablemente no será
factible sin una renovación del gabinete ejecutivo, que le permita al presidente
contar con actores de confianza capaces de dialogar y negociar con la oposición
en este nuevo escenario. Pero la disposición a renovar cuadros y la capacidad de
diálogo con la oposición derechista, no han sido hasta ahora las cualidades más
notables en el estilo de conducción del comandante.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por otra parte, la oposición está consciente de que sus
posibilidades de derrotar a Chávez en 2012 son directamente proporcionales al
fracaso de la gestión del presidente en los próximos dos años, así que la
derecha dedicará todas sus fuerzas a torpedear las acciones del gobierno
nacional desde su nueva posición estratégica en el Parlamento.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Este panorama nos hace prever que el resultado de la
elección del domingo marcará el inicio de una fase crítica para la Revolución
Bolivariana, en la que se verán seriamente restringidas -e incluso amenazadas-
las posibilidades de adelantar las transformaciones estructurales requeridas
para avanzar hacia la construcción de una sociedad más justa e inclusiva. Y en
un escenario crítico de esta naturaleza, no es descartable que la “derecha
endógena”, instalada en las entrañas de la burocracia bolivariana, acceda a
pactar con la derecha oposicionista para preservar sus cuotas de participación
en la distribución de la renta del Estado, incluso al precio de una derrota del
comandante Chávez en las elecciones presidenciales del 2012. </DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Cómo satisfacer las expectativas populares, ya
parcialmente desilusionadas por la ineficiencia y la corrupción, y al mismo
tiempo negociar consensos inevitables con una derecha fortalecida a raíz de su
retorno al cauce de la institucionalidad democrática? He ahí el enorme desafío
que tienen por delante, desde el pasado 26 de septiembre, el presidente Chávez y
la Revolución Bolivariana.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>