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<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa
<BR></FONT><U>16 de noviembre 2010<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Gaboto 1305 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV> </DIV>
<DIV><STRONG><FONT size=3>Irak</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>La guerra
invisible *<BR></FONT></STRONG><BR><BR><STRONG>Kamil
Mahdi<BR>Counterfire</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://counterfire.org/"><STRONG>http://counterfire.org/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Traducción para Rebelión de
Loles Oliván<BR></STRONG><BR><BR><BR>Estados Unidos sigue pintando un panorama
de color de rosa sobre el progreso en Iraq, pero la realidad es la de la
pobreza, la violencia, la tortura y la corrupción política en un país que
todavía sufre las sanciones, la invasión y el continuo saqueo imperial de sus
recursos.</FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR>La guerra y las sanciones siguen utilizándose para
manipular y controlar Iraq. El reciente libro de Joy Gordon sobre las sanciones
y la política estadounidense, muestra que éstas han sido utilizadas por Estados
Unidos y Gran Bretaña, no como una alternativa a la guerra, como han podido
creer muchos en el seno de la comunidad internacional, sino como medio de
debilitamiento en preparación de la guerra. <BR><BR>Por ello, no se ha hecho una
vez, sino dos, en 1991 y 2003. Esta guerra invisible, en los propios términos de
Joy Gordon, forma parte de una guerra de Estados Unidos contra Iraq que dura ya
veinte años y que los sucesivos gobiernos británicos han apoyado con entusiasmo
y deshonrosamente. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Cada día que pasa vemos y conocemos más pruebas terribles
de su coste humano a pesar de que los gobiernos occidentales tratan de renunciar
a su responsabilidad en los daños acumulados por una guerra mantenida durante
toda una generación y que aún se sigue librando. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Incluso en la actualidad, a siete años de la invasión y
la ocupación, la guerra invisible no ha concluido. En virtud de las resoluciones
del Consejo de Seguridad, Iraq sigue siendo considerado por las grandes
potencias que dominan y abusan de Naciones Unidas, como una amenaza a la paz
internacional, siendo por ello objeto de sanciones y medidas aplicables en
virtud del Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas. <BR><BR>La guerra en
Iraq continua no sólo a través de la presencia y las actividades de las fuerzas
de ocupación estadounidenses y de mercenarios extranjeros, sino también a través
de una serie de herramientas punitivas utilizadas contra Iraq con el fin de
garantizar su cumplimiento tal y como Estados Unidos desea. <BR><BR>Como residuo
de las sanciones impuestas en 1990, los ingresos de petróleo de Iraq se
depositan en un fondo en Estados Unidos supervisado externamente y que está
sujeto a restricciones que otorgan a Estados Unidos una gran influencia. Todas
las reservas extranjeras de Iraq están asimismo retenidas en Estados Unidos y
han sido expresamente amenazadas con acciones legales en tribunales
estadounidenses. Estados Unidos utilizó su influencia para obtener concesiones
en las negociaciones con el gobierno iraquí sobre el Estatuto de Fuerzas y el
Acuerdo Marco Estratégico en 2008. En septiembre de este año, el gobierno de
Al-Maliki acordó desembolsar 400 millones de dólares en pago de varias extrañas
demandas interpuestas contra Iraq por ciudadanos estadounidenses ante tribunales
de Estados Unidos; reclamaciones que el gobierno estadounidense y el sistema
judicial pueden imponer sencillamente incautando los activos financieros
iraquíes. Esta burla al Derecho y a las relaciones internacionales civilizadas
recuerda el saqueo de los activos iraquíes en el primer año de la ocupación y
demuestra que las afirmaciones de que Iraq ha recuperado su soberanía son
vacuas. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Por lo tanto, las sanciones se siguen utilizando para
coaccionar y perjudicar a Iraq. <BR><BR>Iraq es hoy la parte perjudicada, como
lo ha venido siendo en los últimos 19 años. Sin embargo, es Iraq quien está
pagando a Kuwait y a otros indemnizaciones impuestas bajo un régimen de
compensación establecido por Naciones Unidas en 1991. Las reclamaciones en
virtud de dicho régimen fueron muy elevadas, a menudo, ridículamente exageradas,
en sentencias que se impusieron de manera injusta. Sin importar el grado y las
pruebas de los abusos de Estados Unidos y de Gran Bretaña en Iraq ni el
sufrimiento espantoso del pueblo iraquí, los ricos y poderosos siguen exigiendo
su “compensación” a una nación que ha quedado traumatizada por los abusos de las
grandes potencias. Iraq deberá seguir pagando indemnizaciones durante las
próximas décadas a menos que se haga con un gobierno que tenga el coraje de
poner término a tal iniquidad. <BR><BR>Mientras que Naciones Unidas impone este
castigo, el FMI, con su habitual imprudencia criminal, ha estado tratando de
abolir el sistema iraquí de la cartilla de alimentos que es esencial para el
sustento diario de una inmensa proporción de la población iraquí. En la
provincia de Diyala, donde el sistema no ha funcionando eficazmente debido al
conflicto, una reciente encuesta oficial ha demostrado que el 51% de la
población padece “carencia de alimentos”, es decir, su consumo de energía
alimentaria es inferior a las necesidades energéticas mínimas. En términos
simples, la mitad de la población de lo que solía ser la huerta frutícola de
Iraq no dispone de manera continuada de suficientes alimentos. En Basora, de
donde las fuerzas británicas se retiraron el año pasado, dejaron tras de sí un
20% de población privada de alimentos, aun funcionando el sistema de
racionamiento. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Casi el 30% de la población del conjunto del país no
puede encontrar casi ningún o ningún empleo, a pesar de que se han ampliado
masivamente los puestos de trabajo estatales y de seguridad. Esto sin contar los
millones de personas que se han refugiado en países vecinos, ni las mujeres que
han desistido de buscar un empleo debido a las condiciones extremas. La
inflación está aumentando vertiginosamente otra vez, los servicios públicos, la
electricidad, las provisiones de agua potable y la vivienda siguen en grave
crisis. La economía sigue en punto muerto y, sin embargo, Iraq se ve obligado a
pagar indemnizaciones injustas [impuestas] por los que dicen haberlo liberado.
<BR><BR>Las sanciones obligaron al gobierno iraquí a aceptar cambios fronterizos
que fueron diseñados para someter el principal canal marítimo iraquí a la
soberanía de Kuwait, dejando a Iraq casi sin salida al mar. En los cambios de
fronteras impuestos por Naciones Unidas, Iraq ha perdido áreas que ni siquiera
habían sido jamás reivindicadas por Kuwait. Es esta política defendida por los
gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña la que crea realmente una amenaza
contra la seguridad. <BR><BR>A pesar de la retirada terrestre británica del año
pasado, hay unidades de la Armada británica dentro y en los alrededores de Iraq
aparentemente para proteger las principales terminales de exportación de
petróleo de Iraq y sus rutas de acceso marítimo. Protección con un cuchillo en
la yugular. <BR>Por supuesto que existen peligros de seguridad contra
instalaciones vitales de Iraq, pero uno de los principales emana de la agresiva
actitud británica y estadounidense hacia Irán y de su continua desestabilización
de la región. Lo que se necesita es un acuerdo de seguridad regional que
contemple la salida total de las fuerzas extranjeras. <BR><BR>Los antecedentes
británicos en Iraq son abominables. Sabemos de las torturas y asesinatos
cometidos por las tropas que el Ministerio de Defensa ha tratado de encubrir, y
sabemos de su incapacidad para proporcionar seguridad en Basora y en el sur. Sin
embargo, el Ministerio de Defensa británico afirma que “las Fuerzas Armadas
británicas han estado ayudando a los iraquíes para asegurar y reconstruir su
país después de años de negligencia y conflicto”. <BR><BR>El falso reclamo de
quienes habían impuesto previamente el bloqueo contra Iraq se desmiente
igualmente en la realidad sobre el terreno. La semana pasada, el Ayuntamiento de
la ciudad de Basora advirtió de que los diques próximos a la frontera con Irán
cerca de la ciudad están a punto de desplomarse. Su derrumbe podría provocar que
una superficie de suelo plagada de minas terrestres se deslizara en la propia
ciudad. Este es un ejemplo de la seguridad y de la reconstrucción que las
fuerzas británicas han dejado tras de sí. ¿Qué seguridad y qué reconstrucción,
me pregunto, si el ejército no hace frente a los peligros de minas terrestres
moviéndose sigilosamente en una ciudad bajo su control? </DIV>
<DIV align=justify><BR>El Departamento para el Desarrollo Internacional (DFID,
en sus siglas en inglés), por su parte, asegura que en 2009 concedió 14 millones
de libras en ayuda a Iraq y casi 19 millones el año anterior. Esto por supuesto
es una miseria en comparación con las decenas de miles de millones gastados por
Gran Bretaña en la guerra. Sin embargo, una ojeada rápida sobre la denominada
ayuda de Gran Bretaña a Iraq demuestra que de los 32.8 millones de libras
desembolsadas entre 2008 y 2009, solo el 5% (casi un millón y medio de libras)
se gastó en saneamiento de aguas y otras cuestiones sociales, mientras que un
tercio se invirtió en “gobernanza” y cerca de la mitad en una categoría que se
describe como “otros”, que parece incluir las contribuciones a los esfuerzos de
emergencia humanitaria. No se ha gastado casi nada en proyectos de desarrollo
económico ni en la reconstrucción real de la infraestructura física.
<BR><BR>Según el ministro iraquí de Recursos Hídricos, el año pasado (2009),
solo en el sur de Iraq trescientos mil iraquíes se convirtieron en refugiados
ecológicos porque se vieron forzados a trasladarse debido a que la calidad del
agua disponible en sus pueblos se había deteriorado a causa de la sequía. Hoy en
día, en Basora, y más aún en Faluya, se está produciendo un serio, incluso un
catastrófico incremento de cánceres y enfermedades congénitas. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El principal propósito del programa de ayuda del DFID no
es aceptar la responsabilidad de Gran Bretaña en los daños causados por la
guerra ilegal sino construir influencia política y promover la inversión
extranjera. Quizá por ello el gobierno de coalición [británico] sostiene que no
lo va a recortar. <BR><BR>Seguimos oyendo que Iraq es rico en petróleo pero ese
petróleo ha sido subastado oscuramente por una cleptocracia y un gobierno
totalmente incompetente asesorado por un ejército de consultores
internacionales. Las empresas multinacionales han recibido veinte años de
contratos que les ofrecen recompensas y ningún riesgo mientras controlan la
mayor parte del petróleo iraquí, campo a campo. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Muchas personas en Iraq ya están hablando de la lucha que
viene por la nacionalización del petróleo. No es extraño que no todos los
contratos hayan ido a parar exclusivamente a las grandes compañías petroleras
estadounidenses y británicas. De haber sido así, las líneas de batalla se
hubieran definido más claramente y la derogación de los contratos sería más
fácil, pero esa es una lucha que vendrá de todos modos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Los activos industriales de Iraq están asimismo siendo
subastados y los inversores ansían parcelas primordiales del Estado. Los
recursos de agua del país están siendo desviados por Estados vecinos aguas
arriba, y el país comienza una vez más a hundirse en la deuda que amenaza con
salirse de control bajo el pretexto del federalismo y la descentralización. Así
que los prometidos nuevos ingresos de petróleo se están malversando de antemano.
<BR><BR>Los ocupantes han llegado, han destruido, han maltratado y han creado el
caos. Han fomentado la corrupción y ahora dan consejos en voz alta sobre
política económica, distribución equitativa de recursos, y buen gobierno. Los
ocupantes estadounidenses mantienen aún cincuenta mil soldados y decenas de
miles de mercenarios en el país y retienen la línea de salvamento y las cuentas
bancarias de Iraq. Las atrocidades terroristas suceden a diario y el pueblo de
Iraq es la víctima de una derrota que Estados Unidos se niega a reconocer. Un
fracasado proceso político tiene al futuro de Iraq como rehén de los esquemas de
corruptos y protegidos políticos de Estados Unidos, de oscuras fuerzas y
regímenes reaccionarios que fomentan el sectarismo y los prejuicios en Iraq y en
toda la región. <BR><BR>Estados Unidos sigue pintando un panorama de progreso
color de rosa que se mide en gran medida por la deriva de su proyecto hacia una
toma de control empresarial del país. La corrupción generalizada y las
condiciones caóticas suponen que tal proyecto no se pueda confiar aún a los
aliados políticos locales de Estados Unidos, así que no creo que la retirada
militar completa que Estados Unidos prometió para diciembre de 2011 vaya a
cumplirse. <BR>Para concluir, una referencia a las recientes revelaciones de
Wikileaks sobre los abusos de las fuerzas estadounidenses y las fuerzas de
seguridad iraquíes. Se ha revelado mucha información sobre matanzas, torturas, y
sobre la incapacidad de proteger a los civiles. Las filtraciones deben ser
utilizadas para exponer la política de ocupación y los crímenes contra el pueblo
iraquí y para identificar a las víctimas y a los perpetradores. <BR><BR>Sin
embargo, sea lo que sea lo que se pueda decir y hacer, no se debe olvidar que el
punto clave debe seguir siendo conseguir la salida de todas las fuerzas de
Estados Unidos y de todos los mercenarios de Iraq. No serán las fuerzas
estadounidenses cometedoras de abusos quienes reformen a las fuerzas de
seguridad iraquíes cometedoras de abusos, ni tampoco los mercenarios. <BR></DIV>
<DIV align=justify>* Este artículo está basado en la intervención del autor en
la conferencia de Stop the War Coalition.
<HR>
<BR></DIV></FONT></BODY></HTML>