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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa
<BR></FONT><U>16 de noviembre 2010<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Gaboto 1305 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV><STRONG><FONT size=3>Capitalismo</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT face=Arial>La cumbre del G-20 en
Seúl<BR></FONT><FONT face=Arial></FONT></STRONG></DIV>
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size=3></FONT></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>Sálvese quien
pueda<BR></DIV></FONT></STRONG></FONT>
<DIV align=justify><STRONG><FONT face=Arial size=2></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT face=Arial size=2>Roberto Montoya (Miradas al
Sur)<BR></FONT><FONT face=Arial size=2>Viento Sur</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.vientosur.info/"><STRONG>http://www.vientosur.info/</STRONG></A></FONT></DIV><FONT
face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><BR>La “guerra de las divisas” que vienen librando desde
hace semanas principalmente China y Estados Unidos, afectando en distintos
niveles al resto de las economías mundiales, no se ha disipado como algunos
esperaban en la cumbre del G-20 que tuvo lugar el jueves y viernes pasado en
Seúl, la capital de Corea del Sur. La resolución del complejo y espinoso tema de
cómo adecuar las monedas nacionales a través de devaluaciones de sus monedas que
les permitan exportar más a precios competitivos, sin afectar al mismo tiempo
drásticamente a los otros, ha quedado postergada hasta la próxima cumbre del
G-20 dentro de un año. Barack Obama no logró que se obligara a China a frenar la
devaluación del yuan.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los jefes de Estado y de Gobierno presentes, entre los
que se encontraba la presidenta Cristina Fernández, se comprometieron en
términos genéricos a evitar las devaluaciones competitivas y a hacer esfuerzos
para poder reducir los desequilibrios comerciales mundiales, pero sin
identificar en concreto a los principales responsables de las distorsiones en la
economía mundial. Los expertos, los “sherpa”, deberán discutir a partir de ahora
las piezas concretas a las que aluden de forma tan abstracta esos acuerdos.
"China gasta mucho dinero para mantener su moneda infravalorada", dijo Obama, y
debe "de modo gradual, hacer una transición al valor de mercado”. Obama defendió
a su vez el estímulo monetario de la Reserva Federal de su país, que propició
también una desvalorización del dólar: “Se hizo para que la economía creciera y
no para tener un impacto directo en el valor de la moneda”, adujo el presidente,
haciendo así frente a las críticas de “proteccionismo” hechas por algunos países
europeos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, advirtió
también por su parte que la postura de EEUU de debilitar intencionadamente el
dólar “significa que otras economías están cargando con los costos del ajuste
estadounidense”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El presidente estadounidense ha pedido a China y al resto
de países emergentes que potencien más su consumo interno para no depender tanto
de las exportaciones.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Entre los países más desarrollados predomina la idea de
que dado que los países emergentes están sobrellevando mejor la crisis, tienen
superiores nivel de crecimiento y superávit comercial, deben de inhibirse de
aumentar las exportaciones para no perjudicar a los ricos obligándoles a
importar más sus productos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La presidenta argentina, quien no pudo ocultar su emoción
por las cálidas condolencias por la muerte de su esposo, Néstor Kirchner, de
parte de todos los líderes presentes, salió al paso de las presiones de los
países desarrollados, al decir que “no se puede pedir a las economías emergentes
que frenen su desarrollo”, aunque reivindicó que el modelo argentino se basa en
el desarrollo industrial con creación de empleo y mejores salarios, con lo que
se intenta contribuir decisivamente al aumento del consumo interno.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Tenemos que mejorar los salarios porque es necesario que
la gente consuma, ya que si no hay consumo, no hay posibilidades de romper la
inercia en materia de crecimiento económico”, dijo Cristina Fernández, quien no
desaprovechó la oportunidad para denunciar la especulación financiera.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La discusión se dio en el marco del G-20, que aglutina al
original G-7, el “club” de los países más ricos del mundo –EEUU, Alemania,
Francia, Reino Unido, Japón, Canadá, Italia—más Rusia; a la Unión Europea como
bloque, y a 11 países emergentes, China, Arabia Saudí, Australia, India,
Indonesia, República de Corea, Sudáfrica, Turquía, Argentina, Brasil y México.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>El G-20 ha tomado más y más protagonismo desde que
estalló la crisis financiera mundial, desplazando en buena medida el rol que
cumplía el G-7 más Rusia (o G-8), tras verificarse que los países más
desarrollados sufrían en sus economías y su nivel de empleo el terremoto de la
crisis con mucho más virulencia que los países emergentes. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Los ricos han necesitado y siguen necesitando de la ayuda
y coordinación con estos para salir del pozo, en esta economía cada vez más
globalizada, pero, al mismo tiempo, intentan limitar la influencia que las
medidas de estos puedan tener en las decisiones claves de la economía mundial.
Los países emergentes, que ya hicieron sentir su fuerza en la anterior cumbre de
Toronto, Canadá, cuatro meses atrás, temen que los más ricos intenten delegar
aún más competencias en el Fondo Monetario Internacional, con tanta
responsabilidad en la actual crisis, al que sin embargo explícitamente se le ha
encargado ser quien verifique, a través de un examen país por país, de si se
ajustan o no al plan de reducir los desequilibrios externos. Los emergentes han
conseguido por su parte, para contrarrestar esa tendencia, que en el comunicado
final de la cumbre de Seúl quedara explícita la necesidad de una reforma del FMI
para que esos países ganen cuota de poder en ese organismo, a costa de que la
pierdan los europeos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Paralelamente a estas discusiones, el G-20 acordó, en
términos igualmente muy genéricos, la necesidad de implementar requisitos de
supervisión más estrictos para las instituciones financieras, a las que se
someterá a un mayor control para evitar nuevas crisis. El acuerdo alcanzado
intenta evitar que de nuevo sean los gobiernos quienes acudan al rescate de
grandes bancos u otras entidades financieras. A pesar de ello, la gran banca ha
logrado ganar tiempo, dado que habrá que esperar seis meses para definir a qué
entidades se someterá a esos requisitos y cuáles serán estos. Y también para
2011 ha quedado aplazada una vez más la discusión sobre la propuesta de aplicar
una tasa a las transacciones financieras, al igual que el proyecto de dotar de
una protección mayor a los consumidores.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por aplazar, la cumbre de las economías más poderosas del
mundo también ha aplazado discutir planes que garanticen alto tan vital como la
seguridad alimentaria mundial.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La realización de esta cumbre en Séul coincidió con un
momento en que las alarmas sobre el estado de las economías de la Unión Europea
acababa de saltar de nuevo, tras la tregua producida después del “rescate” de la
UE a Grecia de meses atrás.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Durante la semana pasada, uno de los eslabones más
débiles de la cadena económica europea, Irlanda, pareció hacer “click”, cuando
la presión de “los mercados” –una vez más- puso a ese país al borde del abismo,
subiendo su prima de riesgo en 600 puntos, lo que provocó de inmediato un efecto
contagio en Portugal y Grecia. A pesar de que los jefes de Estado de la UE
transmitieron desde la cumbre de Seúl un mensaje de tranquilidad y aseguraron
que Irlanda, en principio, no tendría que ser “rescatada”, nadie está demasiado
convencido de ello. Menos aún cuando las estadísticas oficiales europeas, el
Eurostat, muestran que los duros “ajustazos” aplicados en la UE para enfrentar
la crisis están frenando precisamente la recuperación de la economía europea.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>