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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa
<BR></FONT><U>31 de enero 2011<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Gaboto 1305 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV><STRONG><FONT size=3>Egipto</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Entrevista a Tewfik Aclimandos,
politólogo, especialista en el Ejército egipcio, investigador en el Collège de
France<BR></STRONG></DIV></FONT>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>"El Ejército
sigue siendo el último escudo"<BR></FONT></STRONG></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Joseph Confavreux
<BR>Traducción de Alberto Nadal</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Viento
Sur</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.vientosur.info/"><STRONG>http://www.vientosur.info/</STRONG></A><BR><BR><BR>En
la revolución tunecina el ejército tuvo un papel determinante negándose a
disparar sobre los manifestantes, y empujando a Ben Ali a que se fuera. En
Egipto, es también un elemento pivote, y ambiguo, del triunfo o del fracaso de
la revuelta democrática que se expresa de forma inédita en El Cairo, en
Alejandría o en las ciudades medias del Delta. </FONT><FONT face=Arial size=2>El
sábado, el presidente egipcio Hosni Mubarak nombró a dos generales para los
puestos de vicepresidente y primer ministro. Pero se veían también, en la
capital, a manifestantes que simpatizaban con los militares.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>¿Cuál puede ser el papel del ejército?
</STRONG><BR><BR>El viernes se han viso por primera vez carros de combate en las
calles de El Cairo. ¿Forma parte ya el ejército de la represión del movimiento
popular que se expresa en Egipto o hay por el momento que hacer una distinción
entre los militares y las demás fuerzas del mantenimiento del orden?<BR><BR>El
Ejército ha tomado posición. Es garante de la integridad del territorio
nacional, del poder del estado y del mantenimiento del orden. Pero, por el
momento, el ejército ha contribuido más bien a calmar la situación. Sobre todo
está ahí para intimidar. Si la policía es desbordada, sin duda intervendrá; pero
no es seguro tampoco que lo hiciera sistemáticamente y en todas partes. El
ejército no es homogéneo y es una institución muy discreta, incluso secreta. Los
militares no recurrirán a la violencia más que en último extremo. No pienso que
el ejército dispare alegremente sobre la multitud, pero las lógicas de
insurrección y de represión pueden cambiar muy rápidamente.<BR><BR><STRONG>¿Cuál
es la imagen del ejército entre la población egipcia?<BR></STRONG><BR>El
ejército es la institución más respetada del país. Mucho más que los servicios
de seguridad o la policía. La institución menos corrupta o que pasa por serlo.
Encarna, en el imaginario de los egipcios, a la vez la institución que se parece
más a la de un estado legal y racional y al funcionamiento de una familia. Sin
ser un ascensor social, es una institución cuyos cuadros reflejan en parte la
diversidad social y geográfica de Egipto. Equivocadamente o no, el ejército pasa
por encarnar las mejores virtudes de los egipcios y tiene un verdadero
prestigio.<BR><BR><STRONG>¿Qué papel juegan en este momento los militares en las
calles de El Cairo, de Alejandría o de Suez?<BR></STRONG><BR>El ejército es el
elemento clave del dispositivo securitario de Mubarak. Representa entre 350.000
y 500.000 hombres. Pero es una especie de bomba atómica. No se quiere utilizar,
pero se sabe que está ahí, presente. La novedad es que el régimen ha debido
hacer lo que había debido hacer ya en 1986 y que es algo que no le gusta hacer:
llamar a que le ayuden los militares. En 1986, los reclutas se habían sublevado
y los militares habían debido intervenir para poner calma en los cuarteles. Pero
la situación hoy es mucho más volátil. El ejército dispone de una potencia de
fuego muy superior a la de la policía: por el momento no la ha utilizado, pero
se ha hecho visible.<BR><BR><STRONG>¿Existen, en el ejército egipcio, oficiales
susceptibles de oponerse al jefe del estado egipcio y jugar un papel comparable
al general Rachid Ammar en Túnez, negándose a ponerse entre el pueblo y el
régimen?<BR></STRONG><BR>No se sabe nada. Técnicamente, es un ejército
profesional, del que Mubarak es el comandante en jefe. Es el jefe de las fuerzas
armadas, ha salido de ellas, y es evidente que la cadena de mando es importante
para los militares. Pero, frente a una situación excepcional, nunca se
sabe.<BR><BR>Que gente del ejército esté inquieta, es algo seguro. Pero los
militares tienen por costumbre obedecer a la cadena de mando antes de escuchar
sus inquietudes.<BR><BR>Hosni Mubarak es un antiguo jefe de estado mayor, ha
hecho toda su carrera en el ejército y goza de un cierto prestigio. El ejército
egipcio se sintió humillado en la Guerra de los Seis Días, en 1967, que se
tradujo en la pérdida de la banda de Gaza y del Sinaí. Mubarak fue entonces
nombrado jefe de estado mayor del ejército del aire tras esta derrota y, incluso
si sobreestima considerablemente su papel y el de la aviación en la revancha de
1973, no salió mal parado en un terreno en el que los israelíes eran sin embargo
logísticamente muy superiores. Encarna pues una especie de orgullo
militar.<BR><BR>Además, en el ejército, la antigüedad es algo muy importante.
Mubarak tiene veinte años más que los generales que dirigen actualmente el
ejército egipcio. ¡Era ya general cuando los generales actuales no eran más que
pequeños capitanes! Ha sido también el director de la Academia del ejército del
aire y ha formado a numerosos oficiales. Esto hace difícil la contestación de
Mubarak para numerosos oficiales, pero no la imposibilita.<BR><BR><STRONG>¿Es el
ejército una institución clave del régimen de Mubarak, si se la compara con
Túnez, donde era mantenida a distancia del primer círculo del
poder?<BR></STRONG><BR>Es una institución clave, incluso si es mantenida fuera
de la gestión de lo diario y de los asuntos de todos los días. Mubarak ha
desarrollado los servicios de policía, para que no tenga que ocuparse del
mantenimiento del orden, pero se constata hoy que eso no ha bastado, que el
ejercito sigue siendo el último escudo. Pero el ejército no ha sido jamás
castrado, como pudo serlo en Túnez. Del ejército han salido numerosos cuadros de
los Mukharabat, los servicios de información que juegan un papel importante en
el régimen egipcio. Algunos gobernadores, particularmente en las provincias
sensibles, han salido de sus filas. Se encuentran también militares o antiguos
militares a la cabeza de empresas públicas sensibles, en la industria e incluso
en los medios. Son también muy numerosos en los gabinetes ministeriales. Los
oficiales forman una élite, un cuerpo específico, que el régimen recompensa y
utiliza. Hasta ahora, el ejército era una institución clave, pero relativamente
en segundo plano. ¿Que va a ocurrir ahora cuando se encuentra proyectado al
primer plano? Todo dependerá de lo que ocurra en las
calles.<BR><BR><STRONG>Desde 1952, el Egipto moderno no ha conocido más que
militares a su cabeza: Nasser, Sadat y finalmente Mubarak. ¿Podría aceptar un
jefe de estado que no hubiera salido de sus filas?<BR><BR></STRONG>La cuestión
no se plantea por el momento. Pero varios oficiales se han pronunciado en
privado, estos últimos tiempos, contra la perspectiva de una sucesión dinástica,
en la que el hijo de Hosni Mubarak, Gamal, tomara la sucesión de su padre. Pero
no se sabe si esos oficiales se oponen a Gamal Mubarak porque rechazan una
transmisión hereditaria del poder o porque no quieren un civil. Además, ciertos
militares egipcios tienen aún una concepción "nasseriana" de la economía y no
desean que sectores clave del país pasen a manos del capital extranjero y de
hombres de negocios de los que Gamal Mubarak tiene la reputación de ser
emisario.<BR><BR><STRONG>Hace pronto 60 años, en 1952, Egipto estaba exasperado
frente a un poder autócrata envejecido y el rey Faruk fue entonces depuesto por
un grupo de jóvenes oficiales dirigidos por Nasser. ¿La comparación entre 1952 y
2011 tiene sentido? ¿Podría el ejercito plantearse como recurso en un momento
político complicado?<BR></STRONG><BR>Casi no es comparable. En 1952, el poder no
tenía nada que ver con el ejército. Ahora, es uno de ellos el que está a la
cabeza del estado, que se apoya en los militares y que es respetado por la
institución militar. Si su presencia pone en peligro al estado egipcio, ya se
verá. Por el momento, están ahí para hacer respetar las reglas y proteger al
estado egipcio, incluyendo a Mubarak. Me parece aún temprano para imaginar lo
que ocurriría si los militares juzgaran deber hacer una distinción entre la
protección del estado y la de Mubarak.<BR><BR>Su misión de defender la
integridad territorial da a los militares deberes, y defienden los acuerdos de
Camp David. Quieren a cualquier precio evitar una guerra con Israel. Harán
probablemente todo lo posible para no dejar a un movimiento que no reconoce los
acuerdos de Camp David (como ocurre con los Hermanos musulmanes) ponerse a la
cabeza del estado, y darles órdenes. Pero no es tampoco completamente cierto que
seguirán ciegamente al régimen actual.<BR><BR><STRONG>¿Un golpe de Estado
militar es factible?<BR></STRONG><BR>Pienso que nadie lo quiere, incluyendo a
los militares, pero la situación evoluciona muy rápidamente. El obstáculo mayor
para un golpe de Estado es que los 20 o 30 generales que dirigen el Ejército
tendrían que tener un acuerdo unánime entre ellos para darlo, lo que está lejos
de ser evidente. Por el momento, la idea del Ejército es, en mi opinión, más
bien dejar a Mubarak acabar su mandato. Pero esto puede cambiar
rápidamente.<BR><BR><STRONG>¿Qué opinas del discurso de Mubarak ayer en la
televisión egipcia?<BR></STRONG><BR>No ha hecho concesiones. Ha mantenido el
discurso que tiene de costumbre: "Soy el jefe, se que la gente sufre. He hecho y
voy a hacer reformas pero soy yo quien marca el ritmo". Hace 30 años que los
egipcios oyen eso. <BR>
<HR>
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