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<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa
<BR></FONT><U>24 de febrero 2011<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Gaboto 1305 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV>
<HR>
</DIV>
<DIV> </DIV>
<DIV><STRONG><FONT size=3>Libia</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>A Gadafi le va
la opción Tiananmen<BR></FONT></STRONG><BR><BR><STRONG>Pepe Escobar *<BR>Asia
Times Online</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><A
href="http://www.atimes.com/">http://www.atimes.com/</A></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial
size=2><STRONG>Rebelión</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.rebelion.org/"><STRONG>http://www.rebelion.org/</STRONG></A><BR><STRONG>Traducido
por Sinfo Fernández<BR></STRONG><BR><BR><EM>"La unidad de China era más
importante que la gente que estaba en la Plaza de
Tiananmen”</EM></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><EM>“Es imposible que los jóvenes puedan seguir a otro que no
sea yo. Si no es a Gadafi, ¿a quién más van a seguir? ¿A alguien con barba?
</EM></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Muammar Gadafi (Libia, 22 de febrero de 2011)</DIV>
<DIV align=justify><BR></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Me estoy refiriendo al Discurso del Rey; al discurso del Rey
de Reyes africano. Puede que el furioso, delirante, poseído y profeta-psicópata
Muammar Gadafi haya improvisado la disparatada perorata final que llenó de
escalofríos la espina dorsal del pueblo libio y del mundo entero, pronunciada
exactamente desde la casa familiar que el ex Presidente estadounidense Ronald
Reagan bombardeó en 1986. Su mensaje quedó claro: habrá baño de sangre.</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Hay algo en eso realmente nuevo? Después de todo, Gadafi
es un maestro de la política del miedo. Amenazó con la pena de muerte a quien se
opusiera a sus 41 años en el poder; les llamó “ratas grasientas”, drogadictos y
víctimas de la conspiración extranjera: EEUU, al-Qaida, Gran Bretaña, Italia, la
televisión por satélite y las drogas alucinógenas. Ordenó a sus seguidores que
“limpiaran” la nación “casa por casa”, inspirado por su indeseable colección de
horribles retoños. Uno no podía sino recordar los últimos días de Saddam Hussein
antes de que le bombardeara otro presidente estadounidense, George W.
Bush.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Abdulmoneim al-Honi, que presentó su renuncia como
representante de Libia ante la Liga Árabe, dice que Gadafi está atrincherado en
la base de Bab al-Azizia. Sólo hay otras dos bases que pueden seguir bajo su
control total: al-Saadi y Sirte. “El resto del país está controlado por los
jóvenes”. Es a quienes Gadafi llama “ratas”. Pero no hay indicios de que esos
roedores adictos a la democracia vayan a sentirse intimidados, ni siquiera con
la perspectiva de tener que enfrentarse –de nuevo- a los escuadrones de aviones
MIG-23 equipados con cohetes y ametralladoras pesadas y pilotados por
mercenarios ucranios, serbios y pakistaníes. El escenario para el enfrentamiento
final ya está dispuesto.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La diatriba bien puede haber sido el momento Hitler de
Gaddafi, con su enfermera ucraniana en el papel de la consorte del dirigente
alemán Eva Braun. Evocó la siniestra opción de Tiananmen –cuando en 1989 China
aplastó a los manifestantes- para contener un “caos” creado por la orden de
disparar a matar de su propio régimen; la imagen en espejo de este caos es la
venganza del mismo régimen al que las pacíficas protestas cuestionan. Nada de lo
que proponga a la nación su hijo, el “modernizador” Saif al-Islam al-Gadafi,
servirá para calmar la determinación de los manifestantes. (En cuanto a la lucha
por el poder de la prole de Gadafi, véase este cable de WikiLeaks.)</DIV>
<DIV align=justify><BR>La sangre que mancha las manos del régimen, así como el
valor pleno de humildad del pueblo libio, son evidentes. La autodenominada
“Región Oriental Liberada de Libia” –con el pueblo de Bengasi, por ejemplo,
organizándose en comités cívicos- y grandes franjas del sur de Libia han caído;
el Estado Gadafi ya no tiene sentido.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La capital, Trípoli –repleta de fuerzas favorables al
régimen-, parece al menos temporalmente haber quedado abocada, a fuerza de
porrazos, al silencio. Ahora cabe hacerse dos preguntas fundamentales que están
interconectadas. ¿Marcharán tras Gadafi las principales tribus del país en las
horas y días siguientes? ¿Qué va a ocurrir con el ejército, dividido asimismo en
complicadas líneas tribales?</DIV>
<DIV align=justify><BR>En su Libro Verde de 1976 –algunas de cuyas páginas
seguramente leyó durante su diatriba del martes-, Gadafi habla de erradicar el
tribalismo; lo que acaba de hacer ha sido aplicar el divide y vencerás. La 32ª
Brigada de su hijo Jamis al-Gadafi sigue siéndole totalmente fiel. Pero la mayor
parte de las brigadas de las zonas orientales se han disuelto. Nadie sabe
prácticamente cómo van a reaccionar las otras cuando Gadafi les ordene disparar
en masa a los civiles. Es por esa razón por la que Gadafi necesita un tsunami de
mercenarios del África Subsahariana.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>¿Mercenarios o chivos expiatorios?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Hubo un tiempo en el que los africanos negros cruzaban
durante días el desierto libio en atestados camiones sólo para tratar de
encontrar trabajo. La otra cara desagradable de este emigración interna
–económica- son los africanos negros cazados ahora en Libia como mercenarios.
Al-Yazira ha exhibido los pasaportes de más de 100 mercenarios del Níger, Sudán,
Chad y Etiopía que han estado disparando a matar a los manifestantes anti-Gadafi
a los que apresaron en el sur de Libia. En Guinea y Nigeria se han publicado
anuncios ofreciendo a los posibles mercenarios la inmensa suma de 2.000 dólares
al día. Y según los tweets, hay ahora mercenarios apostados en las entradas de
Trípoli para impedir que la gente pueda llegar a la capital.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El otro lado de la moneda es la Alta Comisión para los
Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR), desesperada por el destino de los
refugiados y de las personas de origen “somalí, eritreo y etíope” que buscan
asilo en Libia y que, según la portavoz del ACNUR Laura Boldrini, “se arriesgan
a convertirse en chivos expiatorios”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Amnistía Internacional está pidiéndo al gobierno italiano
que suspenda su acuerdo de inmigración con Libia de 2008. Es un pacto entre
Gadafi y Silvio Berlusconi, por el cual Libia consigue 5.000 millones de euros a
lo largo de veinte años como reparación por los años del colonialismo italiano,
y Libia promete reprimir el flujo de la inmigración ilegal al sur de Europa.
Nadie sabe cómo puede reaccionar ante la petición el asediado Berlusconi del
“Rubygate”, sobre todo ahora que Gadafi ha llamado a su buen amiguete para que
diga que “todo marcha fenomenal” en Libia.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>¿Cómo impedir una guerra civil?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Una pregunta tremenda que cabe hacerse es si Gadafi
contará con suficientes apoyos como para intentar arrastrar a una especie de
post-Guerra del Golfo como hizo Saddam en 1991, cuando el gobernante iraquí
desplegó los tanques de la Guardia Republicana y los helicópteros de combate
contra los civiles en Najaf, Basora y por todo el sur chií (mientras Washington
miraba hacia otro lado). Por mucho que los sunníes apoyaran la masacre de Saddam
en 1991, nadie puede saber si alguna tribu libia apoyaría una masacre de Gadafi
en 2011; además, no puede contar con una guerra de sunníes contra chiíes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Lo que Gadafi hará es ir a Bengasi en busca de venganza.
Por tanto, es hora ya de que los manifestantes se apoderen allí de unas cuantas
armas pesadas y preparen una estrategia para una resistencia organizada. Puede
que tengan que resistir durante algún tiempo, la única solución posible para
evitar un baño de sangre es que las Naciones Unidas afronten la situación y
declaren una zona de exclusión aérea, que podría causar estragos en la decisión
del régimen de enviar mercenarios e incluso abortar una posible ofensiva contra
Bengasi.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Al mismo tiempo, eso podría provocar la defección de más
tribus y de más oficiales en las bases militares. El secreto del éxito tendría
que estar en una resolución de las Naciones Unidas, jamás en una intervención de
la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que sólo serviría para reforzar
la narrativa de Gadafi respecto a “extranjeros, EEUU y los canales de
televisión” tratando de volver a colonizar Libia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las perspectivas no son muy alentadoras, teniendo en
cuenta el anodino comunicado del Consejo de Seguridad de la ONU condenando la
violencia contra los civiles. El embajador adjunto de Libia ante las Naciones
Unidas Ibrahim Dabbashi, que ha pedido que se fuera Gadafi, ha mantenido al
menos una actitud valiente, declarando que eso sería “un buen paso a fin de
parar el baño de sangre”.<BR>No le quiten ojo al Rey Abdullah</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ahora viene la cuestión del oro negro. Estrategas de las
inversiones, como Arjuna Manhendran de HSBC, están ya preocupados por el alza de
los precios del petróleo “120 dólares el barril en los próximos tres meses”.
Corrijamos: podría ser la próxima semana, o a primeros de marzo, ya que el
precio del barril Brent para la entrega de abril estaba ya este martes pasado en
Londres a 106,81 dólares. Nobuo Tanaka, el director de la Agencia Internacional
de la Energía, ha sido más realista; dijo que si el petróleo permanece por
encima de los 100 dólares el barril a lo largo de todo 2011, “tendremos el mismo
tipo de crisis que en el 2008”; así pues, adiós al crecimiento económico
global.</DIV>
<DIV align=justify><BR>No sólo Libia, sino toda la región MENA (siglas en inglés
de Norte de África-Oriente Medio) están pegando un susto de muerte a los
mercados (ciertamente no a los autócratas del Golfo Pérsico, que tenían
garantizados miles de millones en dólares de excedentes presupuestarios incluso
antes de que se produjera el último repunte). La situación de los importantes
campos petrolíferos, controlados más o menos por tribus independientes, si Libia
llegara a desgarrarse, sería impredecible.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Libia produce 1,7 millones de barriles al día de un total
global de 80 millones de barriles al día (pero retiene un importante 10% del
mercado europeo). Los rebeldes que controlan el este de Libia han cortado ya el
flujo del gas desde el campo de al-Wafa a Italia y a la Unión Europea, a través
del gasoducto Greenstream, desde el lunes por la noche. Las terminales del
petróleo libio están también inactivas.<BR>Todo puede aún seguir siendo en
cierta manera de color de rosa, en cuanto al petróleo, mientras la gran revuelta
árabe de 2011 no toque a Arabia Saudí. Pero tampoco en eso hay seguridad. Cada
productor energético puede reducir la producción forzando la subida de los
precios, pero sólo Arabia Saudí puede aumentar la producción para que los
precios caigan. Por tanto, sería esencial que la gente, antes de ponerse a
comprar su próximo vehículo utilitario deportivo, examine bien la sucesión del
Rey Abdullah.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Recordando 1848</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Es posible que muy pocos recuerden a la entonces
Secretaria de Estado de EEUU Condoleeza Rice en su gira por el norte de África
en 2008 cuando dijo que las relaciones entre EEUU y Libia estaban entrando “en
una nueva era de cooperación”. Aunque Libia sólo consiguió rehabilitarse en
2003, cuando Gadafi aceptó abandonar su programa nuclear y permitió que se les
hiciera la boca agua a los inversores extranjeros con el gas y el petróleo;
después, en 2006, Gadafi abrazó alegremente el libre mercado y se preparó para
la habitual prescripción de píldoras del “ajuste estructural” del Fondo
Monetario Internacional/Banco Mundial.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El ex primer ministro británico e incondicional de la
guerra de Iraq, Tony Blair, jugó un papel instrumental en todo eso, incluyendo
el hecho de facilitar la venta de armas, de gas lacrimógeno y material
antidisturbios que la monarquía sunní de Barein y Gadafi han estado desplegando
contra sus propios ciudadanos. El astuto Gadafi se las había arreglado bien para
convertirse en una de los dictadores-mascota favoritos de Occidente, y el idilio
parecía eterno.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La gran revuelta árabe de 2011 se parece mucho a la
situación que se produjo en 1848, una primavera de los pueblos que en pocos
meses conquistó Europa echando abajo el sistema político del Congreso de Viena.
El problema fue que las revoluciones “dominó” de la época, desde la Sicilia de
los Borbones al París de Luis Felipe, fracasaron. Pero aún así, es un placer hoy
releer al Karl Marx periodista y editor del Neue Rheinische Zeitung cuando
aborda el tema de la revolución y la contrarrevolución. Sus agudos análisis
tienen aún plena aplicación.</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Estaría hoy Marx acudiendo a Facebook y a Tweeter para
ver cómo por todas partes los árabes luchan por su dignidad y libertad de
expresión? Vería cómo el joven manifestante en la Plaza Tahrir de El Cairo, cómo
el abogado chií en la rotonda de la Perla en Barein o cómo el profesor
anti-Gadafi que lucha por su vida en Bengasi han erradicado la caricatura del
terrorista barbudo, que sólo existe ahora en la imaginación de Gadafi (y en las
pesadillas de los neocon estadounidenses).</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sin fanatismo religioso, sin nacionalismo concreto. Del
mismo modo que los europeos de 1848, que los europeos que durante la década de
1940 combatieron el fascismo, que los europeos que en 1989 tiraron el Muro de
Berlín. Y, probablemente, Marx predeciría que esos pobres reclutas de Libia –al
igual que los de Egipto- se unirán a sus compatriotas en vez de aplastarles con
una opción al estilo Tiananmen.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>* Pepe Escobar es autor de “Globalistan: How the Globalized
World is Dissolving into Liquid War” (Nimble Books, 2007) y “Red Zone Blues: a
snapshot of Baghdad during the surge”. Su último libro es “Obama does
Globalistan” (Nimble Books, 2009). Puede contactarse con él en: <A
href="mailto:pepeasia@yahoo.com">pepeasia@yahoo.com</A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
<BR></FONT></DIV></BODY></HTML>