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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa
<BR></FONT><U>25 de febrero 2011<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Gaboto 1305 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV><STRONG><FONT size=3>Libia</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Ningún sistema de gobierno reemplazó
la influencia de las tribus</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>El peso tribal es clave en
Libia<BR></FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Durante años, el coronel Khadafi utilizó
la hostilidad entre los grupos para asentar su poder. La discriminación contra
el Oriente, feudo de movimientos islamistas, encendió el fuego de la revuelta en
la región de Cirenaica.<BR></FONT></STRONG><BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Rodrigo Fresán, desde París</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Página/12, Buenos Aires, 25-2-11</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.pagina12.com.ar/"><STRONG>http://www.pagina12.com.ar/</STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><BR>El armazón tribal de Libia, el empeñado favoritismo del
coronel Khadafi hacia las tribus del Occidente en detrimento de las del Oriente
libio, las corrientes islamistas y el peso de la historia colonial terminaron
por componer el eje final de la revuelta que sacude al delirante amo de Trípoli.
Durante varias décadas, Muammar Khadafi manipuló la hostilidad entre las tribus
para asentar su poder, pero ese sistema exitoso se volvió contra él. El inventor
del socialismo árabe sin oposición ni Constitución política del Estado construyó
un esquema de privilegios entre las tribus de Tripolitania –allí está la
capital, Trípoli– y las de Cirenaica, región del Oriente del país y fronteriza
con Egipto y en cuyo suelo se encuentra lo esencial de los recursos
petrolíferos. El peso tribal en Libia es enorme. Hasta el nombre del país
proviene de la tribu milenaria de Libu. Ningún sistema de gobierno reemplazó
hasta ahora la influencia de las tribus. Estas desempeñaron un papel central,
tanto durante el período de la colonización italiana (1911-1943) como a lo largo
de la monarquía de Idris al Sanussi (1951-1969).</DIV>
<DIV align=justify><BR>Belicoso, caprichoso, pero hábil, Khadafi ejerció un
poder absoluto gracias a los Comités Revolucionarios creados en 1975, cuando el
coronel instauró la Jamahiriya, la llamada “República Popular”. Pero esa
República no fue sino un andamio personal sustentado por los Comités Populares,
cuyos miembros eran elegidos entre las tribus más obedientes, en especial la
tribu sureña de Qathathfa, de donde el coronel es oriundo. El sur del país
(Sebba) sigue siendo su principal sustento. Abdalah Senussi, el jefe de los
Servicios Secretos, y la ex mano derecha de Khadafi, Abdelsalam Jalloud, son
miembros de las grandes tribus del sur, Mgerha y Hsuna.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El investigador Moncef Djaziri explicó en el libro Estado
y sociedad en Libia. Islam, política y modernidad que cuando Khadafi llegó al
poder en 1969 “procedió a un trabajo de reapropiación del aparato del Estado y a
la invención de un régimen político que se corresponde con la tradición tribal
de Libia”. Djaziri destaca que Khadafi buscó instaurar un régimen que se apoyaba
“en las formas no institucionales”, o sea, las tribus. Sin embargo, la
discriminación tribal contra el Oriente encendió el fuego de la revuelta en la
región de Cirenaica. Esta zona no sólo es rica en hidrocarburos. Es también el
feudo de movimientos islamistas rudamente reprimidos por Khadafi y la cuna de la
historia rebelde de Libia. Por su cercanía con Egipto, Cirenaica ha bebido la
influencia activa de los Hermanos Musulmanes, pero ello no explica todo. A
principios de siglo, Italia se apoderó del territorio libio que estaba en manos
del Imperio Otomano y estableció una suerte de gobierno doble: uno para la
región Tripolitana, otro distinto para Cirenaica. De hecho, este territorio
nunca fue adepto a las obediencias políticas, y menos aún a los colonizadores
italianos. El héroe de la resistencia contra las tropas coloniales de Roma, Omar
el Muktar, era oriundo de esta región, al igual que el rey que gobernó el país
desde la independencia hasta el golpe de Estado de Khadafi (1969), Idris
I.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Con Khadafi en el poder, la rebelde Cirenaica perdió ante
el oeste del país, mejor tratado, mejor dotado, más urbanizado y financiado. El
coronel de pacotilla jamás pudo hacer las paces con su propia geografía. Ni
siquiera le sirvió la escenografía que montó cuando, en 2009, viajó a Italia
para reconciliarse con la ex colonia. Khadafi bajó del avión con una foto de
Omar el Muktar pegada en la solapa. La imagen mostraba a El Muktar en el momento
de su captura por los italianos, en 1931. Detrás de esa foto está la memoria
negra del colonialismo italiano. La invasión de Cirenaica necesitó la
intervención de 100 mil hombres. En octubre de 1911, la región se reveló. Los
italianos masacraron a 4500 personas. En 1930, bajo las órdenes de Mu-ssolini,
más de 100 mil personas de Cirenaica fueron encarceladas en campos de
concentración a lo largo de la costa mediterránea. Omar el Muktar cayó en 1931
durante un bombardeo. En septiembre de ese año lo ahorcaron en el campo de
concentración de Soluch: 20 mil prisioneros fueron obligados a presenciar su
ejecución.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El Este siempre fue un rompecabezas, tanto para los
italianos como para la monarquía y el mismo Khadafi. Permeable a las influencias
egipcias, Cirenaica estalló muy poco después de que triunfara en Egipto la
revuelta que sacó del poder al momificado y alabado –por la comunidad
internacional– dictador Hosni Mubarak. Aunque Khadafi liberó en los últimos años
a centenas de presos pertenecientes a grupos islamistas, Cirenaica nunca le
perdonó el favoritismo con que Khadafi trató a las tribus que se agruparon en
torno de Trípoli.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El guía de la Revolución perdió la brújula política para
orientarse. No por nada la primera revuelta seria contra el poder supremo de
Khadafi estalló en 1990 en esa región. Su poder vacila hoy desde el mismo
territorio que le plantó al invasor italiano la resistencia más feroz. Incluso
tribus aliadas empiezan a dejarlo por el camino. Akram al Warfalli –uno de los
líderes de la tribu más importante del país situada en Benghazi, Warfalla, con
un millón de miembros– le dijo al Guía Supremo: “Le decimos al hermano (Khadafi)
que ya no es hermano, le decimos que abandone el país”. Delphine Perrin,
especialista de Africa del Norte en el Instituto Universitario de Florencia,
destacó que, hasta ahora, Khadafi “logró crear un equilibrio entre las tribus y
los clanes. Ese sistema ya se estaba resquebrajando. Hoy, esa estructura de
poder se está derrumbando”. La revuelta libia muestra no obstante que sus
protagonistas son más que miembros de tribus. La población combate unida contra
el régimen más allá de la tribu a la que pertenece y con una misma exigencia:
reformas y libertad.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>