<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META http-equiv=Content-Type content="text/html; charset=iso-8859-1">
<META content="MSHTML 6.00.6002.18357" name=GENERATOR>
<STYLE></STYLE>
</HEAD>
<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa
<BR></FONT><U>10 de marzo 2011<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Gaboto 1305 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV>
<HR>
</DIV>
<DIV> </DIV>
<DIV><FONT size=3><STRONG>Marxismo</STRONG></FONT></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><BR><STRONG>Difusión y recepción de los
Grundrisse en el mundo<BR></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Marcello Musto
*</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Revista
Herramienta</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.herramienta.com.ar"><STRONG>http://www.herramienta.com.ar</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Traducido del inglés por
Sibila Seibert. Corrección de Francisco T.
Sobrino<BR></STRONG></FONT><BR><FONT face=Arial size=2></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Introducción<BR>1858-1953:
100 años de soledad<BR></STRONG> <BR></FONT><FONT face=Arial size=2>Después
de haber abandonado los Grundrisse en mayo de 1858 para dedicarse a trabajar en
Una contribución a la crítica de la economía política, Marx usó fragmentos de
los primeros para componer este último texto, pero luego casi dejó de hacerlo.
En realidad, si bien tenía la costumbre de citar a sus propios estudios previos,
incluso transcribiendo párrafos enteros de ellos, ninguno de los manuscritos
preparatorios para El capital, con excepción de aquellos de 1861-1863, contienen
referencia alguna a los Grundrisse. Éstos quedaron entonces entre todos los
demás borradores que no tuvo ninguna intención de utilizar, ya que lo absorbió
la necesidad de resolver problemas más específicos que los tratados en dichos
textos.</FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR>No existe una certeza absoluta sobre este asunto, pero es
probable que ni siquiera Friedrich Engels haya leído los Grundrisse. Como se
sabe, Marx apenas había logrado completar el primero de los tomos de El capital
cuando falleció. Engels seleccionó y editó para su publicación los manuscritos
incompletos para el segundo y el tercer tomo. En el curso de esta actividad,
debió haber examinado docenas de cuadernos que contenían borradores preliminares
de El capital. Es posible suponer que, cuando estaba tratando de poner cierto
orden en esa montaña de papeles, haya hojeado los Grundrisse y haya llegado a la
conclusión de que se trataban de una versión prematura de la obra de su amigo,
anterior incluso a Una contribución a la crítica de la economía política de
1859; y que por lo tanto no podían ser usados para sus propósitos. Es más,
Engels jamás mencionó los Grundrisse ni en sus prefacios para los dos
tomos de El capital que hizo publicar ni en ninguna de su vasta colección de
cartas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Después de la muerte de Engels, gran parte de los textos
originales de Marx se depositaron en el archivo del Partido Social
Demócrata de Alemania (SPD) en Berlín, adonde se los trató con mucha
negligencia. Los conflictos políticos internos del Partido impidieron la
publicación de muchos materiales importantes que Marx había dejado; hasta
llegaron a dispersarse los manuscritos y esto impidió durante mucho tiempo sacar
una edición completa de sus obras. Nadie asumió tampoco la responsabilidad de
inventariar el legado intelectual de Marx, con el resultado de que los
Grundrisse quedaran enterrados con sus demás papeles.<BR>La única parte que vio
la luz durante este período fue la “Introducción” que Karl Kautsky publicó en
1903 en Die Neue Zeit [Los Nuevos Tiempos], junto a una nota breve que los
presentaba como un “borrador fragmentario” fechado el 23 de agosto de 1857.
Argumentando que se trataba de una introducción a la ópera magna de Marx,
Kautsky le dio el título de Einleitung zu einer Kritik der politischen Ökonomie
[Introducción a una crítica de la economía política] y sostuvo que “a pesar de
su carácter fragmentario ofrecía una gran cantidad de nuevos puntos de vista”
(Marx 1903: 710 n.1). Hubo un interés considerable por este texto: las primeras
versiones en otras lenguas fueron en francés (1903) y en inglés (1904) y
rápidamente recibió mayor atención después de que Kautsky lo publicara en 1907
como apéndice de Una contribución a la crítica de la economía política.
Siguieron luego más y más traducciones, incluyendo al ruso (1922), al japonés
(1926), al griego (1927) y al chino (1930), hasta convertirse en una de las
obras más comentadas de toda la producción teórica de Marx.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Aunque la suerte acompañó a la “Introducción”, los
Grundrisse, sin embargo, no fueron conocidos durante un largo tiempo. Es difícil
creer que Kautsky no haya descubierto todo el manuscrito junto con la
“Introducción”, pero nunca lo mencionó. Y un poco más tarde, cuando decidió
publicar algunos escritos previamente desconocidos de Marx entre 1905 y 1910, se
concentró en una colección de materiales de 1861-1863, a los cuales puso el
título de Teorías de la plusvalía.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El descubrimiento de los Grundrisse llegó en 1923,
gracias a David Riazanov, director del Instituto Marx-Engels (MEI) de Moscú y
organizador de la Marx Engels Gesamtausgabe (MEGA), las obras completas de Marx
y Engels. Luego de examinar el Nachlass en Berlín, reveló la existencia de los
Grundrisse en un informe a la Academia Socialista de Moscú sobre el legado
literario de Marx y de Engels:<BR> <BR>“Entre los papeles de Marx hallé
otros ocho cuadernos de estudios económicos. (...) Este manuscrito pudo ser
elaborado hacia mediados de la década de 1850 y contiene el primer borrador de
la obra de Marx [El capital], a la que en esa época él todavía no había puesto
un título; [también] representa la primera versión de su Una contribución a la
crítica de la economía política”.[1] (Riazanov 1925: 393-4)<BR> <BR>“En uno
de estos cuadernos”, continua Riazanov, “Kautsky halló la ‘Introducción’ a Una
contribución a la crítica de la economía política; y los considera que los
manuscritos preparatorios para El capital tenían ‘un extraordinario interés por
lo que nos dicen acerca de la historia del desarrollo intelectual de Marx y de
su método característico de trabajo e investigación.’” (Riazanov 1925:
394).<BR> <BR>Gracias a un acuerdo para la publicación de los MEGA entre el
MEI, el Instituto de Investigación Social de Frankfurt y el SPD (que todavía
tenía a su cargo la custodia del Nachlass de Marx y Engels), los Grundrisse
fueron fotografiados junto con muchos otros escritos inéditos y comenzaron a ser
estudiados por especialistas en Moscú. Entre 1925 y 1927, Pavel Veller, del MEI,
catalogó todos los materiales preparatorios para El capital, de los cuales los
Grundrisse fueron los primeros. En 1931 ya los había descifrado y
mecanografiado completamente y en 1933 una parte se publicó en ruso como el
“Capítulo sobre el dinero”, seguido dos años más tarde por una edición en
alemán. Finalmente, en 1936, el Instituto Marx-Engels-Lenin (MELI, sucesor del
MEI) adquirió seis de los ocho cuadernos de los Grundrisse, lo que posibilitó
resolver los demás problemas editoriales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Entonces, en 1939, el último manuscrito importante de
Marx apareció en Moscú bajo el título que le diera Veller (era un extenso
trabajo de uno de los períodos más productivos de su vida): Grundrisse der
Kritik der politischen Ökonomie (Rohentwurf) 1857-1858. Dos años después les
siguieron un apéndice (Anhang) que comprendía los comentarios de Marx de 1850-1
sobre los Principles of Political Economy and Taxation de Ricardo, las notas
sobre Bastiat y Carey y su propio índice para los Grundrisse y el material
preparatorio (Urtext) para Una contribución a la crítica de la economía política
de 1859. El prefacio del MELI a la edición de 1939, destacó su valor
excepcional: “el manuscrito de 1857-1858, publicado completamente por primera
vez en este volumen, marcó una etapa decisiva en la obra económica de Marx”
(MELI 1939: VII).<BR>Si bien las pautas editoriales y la forma de publicación
fueron similares, los Grundrisse no fueron incluidos en los tomos de la MEGA,
sino que aparecieron en una edición separada. Más aún, la proximidad de la
Segunda Guerra Mundial significó que la obra quedara virtualmente desconocida:
los 3,000 ejemplares pronto se volvieron muy escasos y sólo unos pocos lograron
cruzar las fronteras soviéticas. Los Grundrisse no figuraron en la Sochineniya
de 1928-47, la primera edición rusa de las obras de Marx y Engels y su primera
reedición en alemán debió esperar hasta 1953. Aunque es sorprendente que un
texto como los Grundrisse fuera publicado en el período estalinista, ya que era
seguramente una herejía con respecto a los indiscutibles cánones del diamat, el
“materialismo dialéctico” al estilo soviético, debemos recordar que era en ese
momento el más importante de los escritos de Marx que no circulaba por Alemania.
Su eventual publicación de 30,000 ejemplares en Berlín Oriental fue parte de las
celebraciones por el Karl Marx Jahr, en el 70° aniversario de la muerte de su
autor y el sesquicentenario de su nacimiento.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Escrito en 1857-1858, los Grundrisse recién pudieron ser
leídos en todo el mundo a partir de 1953, después de 100 años de
soledad.<BR> <BR><STRONG>Por el mundo circulan 500.000
ejemplares<BR></STRONG> <BR>A pesar de la resonancia de este importante
manuscrito, anterior a El capital, y a pesar del valor teórico que se le
atribuía, las ediciones en otras lenguas sólo fueron apareciendo muy
lentamente.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Después de la “Introducción”, otro resumen fue el primero
en generar interés: se trata de las “Formas que preceden a la producción
capitalista”. Se lo tradujo al ruso en 1939 y luego del ruso al japonés en
1947-1948. A partir de allí la edición separada en alemán de esta sección y una
traducción al inglés ayudaron a asegurar una audiencia más vasta: la primera,
que apareció en 1952 como parte de la Kleine Bücherei des
Marxismus-Leninismus [Pequeña Biblioteca de Marxismo-Leninismo] fue la
base para las versiones húngara e italiana (1953 y 1954, respectivamente);
mientras que la última, publicada en 1964, ayudó a difundirla en los países
anglófonos y mediante su traducción en Argentina (1966) y en España (1967) al
mundo de habla hispana. El editor de la edición inglesa, Eric Hobsbawm, agregó
un prefacio que ayudó a subrayar su importancia: Formaciones económicas
precapitalistas, escribió, fue el “intento más sistemático de Marx para abordar
el problema de la evolución histórica” y “puede afirmarse con seguridad que toda
discusión histórica marxista que no (la) tome en cuenta (...) debe ser
reconsiderada a la luz que ella arroja” (Hobsbawm 1964: 10). Cada vez más
estudiosos en todo el mundo comenzaron a interesarse por este texto que apareció
en muchos países y en todos lados desató importantes discusiones históricas y
teóricas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A fines de la década de 1950 comenzaron las traducciones
de los Grundrisse en su totalidad: su difusión fue un proceso lento pero
inexorable que, con el tiempo, permitió una apreciación más completa y en
algunos aspectos distinta de la obra de Marx. Los mejores intérpretes de los
Grundrisse lo abordaron en su versión original, pero su estudio más amplio
-entre los estudiosos que no sabían leer alemán y sobre todo entre los
militantes políticos y los estudiantes universitarios- fue recién después de su
publicación en distintos idiomas nacionales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las primeras que aparecieron fueron en Oriente: en Japón
(1958-1965) y China (1962-1978). En la Unión Soviética recién vio la luz en
1968-1969 una edición rusa, como complemento a la segunda edición ampliada de
las Sochineniya (1955-66). Su anterior exclusión tuvo una repercusión más grave,
ya que dio como resultado una ausencia similar en las Marx-Engels Werke (MEW) de
1956-1968, que reproducían la selección de textos soviética. Los MEW -es decir
la edición más ampliamente usada de las obras de Marx y de Engels, así como la
fuente de la traducción a la mayoría de los demás idiomas- fue, por lo tanto,
privada de los Grundrisse hasta su eventual publicación como complemento en
1983.<BR>Los Grundrisse también comenzaron a circular en Europa Occidental
a fines de la década de 1960. La primera traducción apareció en Francia
(1967-1968) pero era de inferior calidad y tuvo que ser reemplazada por una más
fidedigna en 1980. Le siguió una versión italiana entre 1968 y 1970, siendo
significativo que la iniciativa proviniera, al igual que en Francia, de una
editorial independiente del Partido Comunista.<BR>El texto fue publicado en
español en la década del setenta. Si excluimos la versión de 1970-1971 publicada
en Cuba, que tuvo poco valor porque estaba hecha a partir de la versión francesa
y cuya circulación quedó confinada a los límites de la isla, la primera
traducción española propiamente dicha se realizó en Argentina entre 1971 y 1976.
Le siguieron otras tres realizadas conjuntamente por España, Argentina y México,
logrando así que el español fuese el idioma que cuenta con la mayor cantidad de
traducciones de los Grundrisse.<BR>La traducción inglesa fue precedida en 1971
por una selección de extractos, cuyo editor David McLellan, avivó las
expectativas de los lectores de este texto: 'Los Grundrisse son mucho más que un
borrador preliminar de El capital” (McLellan 1971:2); en realidad, más que
cualquier otra obra, “contiene una síntesis de las distintas líneas del
pensamiento de Marx (...) En cierto sentido, ninguna de las obras de Marx está
completa, pero la más completa de todas, son los Grundrisse” (McLellan 1971:
14-15). La traducción completa finalmente llegó en 1973, 20 años después que la
edición original en alemán. Su traductor, Martin Nicolaus, escribió en el
prólogo:<BR> <BR>“Además de su gran valor biográfico e histórico, [los
Grundrisse] agregan mucho material nuevo y son el único esbozo del proyecto
económico y político de Marx (...) Los Grundrisse desafían y ponen a prueba toda
interpretación seria sobre Marx concebida hasta hoy”. (Nicolaus 1973:
7)<BR> <BR>Los años setenta fueron también la década crucial para las
traducciones en Europa Oriental. Pues una vez que se le dio luz verde en la
Unión Soviética ya no había ya ningún obstáculo para su aparición en los países
“satélites”: Hungría (1972), Checoslovaquia (1971-1977 en checo, y 1974-1975 en
eslovaco) y Rumania (1972-1974), así como también en Yugoslavia (1979). En ese
mismo período, salieron a la venta más o menos en forma simultánea, dos
ediciones danesas opuestas: una por la editorial relacionada con el Partido
Comunista (1974-1978) y otra por un editor cercano a la Nueva Izquierda
(1975-1977).<BR>En la década de 1980 los Grundrisse también fueron traducidos en
Irán (1985-1987, y se convirtió en la primera edición rigurosa en farsi de todas
las obras más importantes de Marx), así como en otros países europeos. La
edición eslovena data de 1985 y las ediciones polaca y la finlandesa datan de
1986 (esta última con el apoyo soviético).<BR>Con la disolución de la Unión
Soviética y el fin del llamado “socialismo realmente existente”, que en realidad
había sido una flagrante negación del pensamiento de Marx, se abrió un intervalo
en la publicación de sus escritos. Sin embargo, aún en aquellos años en que el
silencio que rodeaba al autor sólo era roto por gente que aseguraba que estaba
condenado al olvido, los Grundrisse siguieron siendo traducidos a otros idiomas.
Ediciones en Grecia (1989-1992), Turquía (1999-2003), Corea del Sur (2000) y
Brasil (planeado para el 2008) hicieron de ésta la obra de Marx con el mayor
número de nuevas traducciones en las últimas dos décadas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En total, los Grundrisse han sido traducidos en su
totalidad a 22 idiomas,[2] y en un total de<BR>32 versiones diferentes. Sin
incluir las ediciones parciales, han sido impresos más de 500.000 ejemplares[3],
una cantidad que sorprendería enormemente al hombre que los escribió tan sólo
para resumir, con mucho apuro, los estudios económicos que había realizado hasta
entonces.<BR> <BR><STRONG>Lectores e intérpretes<BR></STRONG> <BR>La
historia de la recepción de los Grundrisse, así como su difusión, se caracteriza
por un comienzo bastante tardío. La razón principal de ello, aparte de las idas
y vueltas asociadas con su redescubrimiento, es ciertamente la complejidad misma
de este mismo manuscrito fragmentario y preliminar, tan difícil de interpretar y
traducir a otros idiomas. Al respecto, el autorizado especialista Roman
Rosdolsky ha señalado: </DIV>
<DIV align=justify><BR>“En 1948, cuando por primera vez tuve la buena suerte de
ver uno de estos entonces tan escasos ejemplares (...) fue evidente desde un
principio de que se trataba de una obra de fundamental importancia para la
teoría marxista. Sin embargo, su forma inusual y hasta cierto punto, su oscuro
modo de expresión, la hicieron muy poco adecuada para interesar a un amplio
círculo de lectores”. (Rosdolsky 1977: xi)</DIV>
<DIV align=justify><BR>Estas consideraciones lo llevaron a Rosdolsky a intentar
una exposición clara y un examen crítico del texto. El resultado fue Zur
Enstehungsgeschichte des Marxschen 'Kapital': Der Rohentwurf des 'Kapital'
1857-58 [La gestación de “El capital” de Marx: el esbozo preliminar de “El
Kapital” 1857-59] que apareció en alemán en 1968 y que fue la primera y aún
principal monografía dedicada a los Grundrisse. Traducida a muchos idiomas,
alentó la publicación y circulación de la obra de Marx y ha tenido una
influencia considerable sobre todos los intérpretes que surgieron
posteriormente.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El año 1968 fue significativo para los Grundrisse. Además
del libro de Rosdolsky, en el número de marzo-abril de la New Left Review se
publicó el primer ensayo en inglés: “El Marx desconocido” de Martin Nicolaus,
que tuvo el mérito de hacer más ampliamente conocidos los Grundrisse, y subrayar
la necesidad de una traducción completa. Entretanto, en Alemania y en Italia,
los Grundrisse atrajeron a algunos de los principales actores de la revuelta
estudiantil, que estaban entusiasmados por su contenido radical y explosivo a
medida que se iban adentrando en sus páginas. La fascinación fue irresistible,
especialmente entre quienes en la nueva izquierda rechazaban la interpretación
“marxista-leninista” de Marx. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Por otra parte, en el Este los tiempos también estaban
cambiando. Tras un período inicial en el que los Grundrisse fueron casi
completamente ignorados o tratados con recelo, el estudio introductorio de
Vitali Vygodski: Istoriya odnogo velikogo otkrytiya Karla Marksa [La historia de
un gran descubrimiento: cómo escribió Marx “El capital”], publicado en Rusia en
1965 y en la República Democrática alemana en 1967, adoptó un enfoque totalmente
distinto. Vygodski los definió como “la obra de un genio”, que “nos introduce en
el ‘laboratorio creativo’ de Marx y nos permite seguir paso a paso el proceso en
el que elaboró su teoría económica” y a los cuales era necesario, por lo tanto,
prestarles la debida atención (Vygodski 1974: 44).</DIV>
<DIV align=justify><BR>En el lapso de sólo unos pocos años, los Grundrisse se
convirtieron en el texto clave para muchos marxistas de gran influencia. Aparte
de los ya mencionados, los especialistas que especialmente se ocuparon de ellos,
fueron: Walter Tuchscheerer en la República Democrática Alemana, Alfred Schmidt
en la República Federal Alemana, miembros de la Escuela Budapest en Hungría,
Lucien Séve en Francia, Kiyoaki Hirata en Japón, Gajo Petrovié en Yugoslavia,
Antonio Negri en Italia, Adam Schaff en Polonia y Allen Oakley en Australia. En
general, se convirtió en una obra que todo estudioso serio de Marx debía
asimilar.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Con diversas variantes, los intérpretes de los Grundrisse
se dividieron entre quienes los consideraban una obra autónoma, conceptualmente
completa en sí misma y aquellos que la vieron como un manuscrito temprano que
simplemente preparó el camino para El capital. El trasfondo ideológico de las
discusiones sobre los Grundrisse (siendo el núcleo de la disputa la legitimidad
o ilegitimidad de los enfoques en Marx, con sus inmensas repercusiones
políticas) favoreció el desarrollo de interpretaciones inadecuadas, e incluso de
las que hoy en día parecen ridículas. Pues algunos de los comentaristas más
entusiastas de los Grundrisse sostenían incluso que éstos eran teóricamente
superiores a El capital, a pesar de los diez años adicionales de intensas
investigaciones que llevaron a la elaboración de este último. De manera similar,
entre los principales detractores de los Grundrisse, había algunos que
pretendían que, a pesar de las importantes secciones para nuestra comprensión de
la relación entre Marx y Hegel y a pesar de los significativos pasajes sobre la
alienación, no agregaban nada a lo que ya se sabía sobre Marx. </DIV>
<DIV align=justify><BR>No sólo hubo lecturas opuestas de los Grundrisse; también
hubo no-lecturas, siendo el ejemplo más notable y representativo el de Louis
Althusser. Aunque éste intentó hacer hablar a los supuestos silencios de Marx y
leer a El capital de un modo tal de “hacer visibles los vestigios invisibles que
hay en él” (Althusser y Balibar 1979: 32), se permitió soslayar la conspicua
masa de cientos de páginas escritas de los Grundrisse, y efectuar una división
del pensamiento de Marx (que fue luego acaloradamente discutida) entre las obras
de juventud y las de madurez, sin reconocer el contenido y la importancia de los
manuscritos de 1857-1858.[4]</DIV>
<DIV align=justify><BR>A partir de mediados de la década del 1970, sin embargo,
los Grundrisse ganaron cada vez una mayor cantidad de lectores e intérpretes.
Aparecieron dos extensos comentarios: uno en japonés en 1974 (Morita y Yamada
1974), otro en alemán en 1978 (Projektgruppe Entwicklung des Marxschen Systems
1978), pero también muchos otros autores escribieron sobre ellos. Una gran
cantidad de especialistas los consideraron como un texto de especial importancia
para uno de los temas más ampliamente debatidos respecto del pensamiento de
Marx: su deuda intelectual hacia Hegel. Otros quedaron fascinados por las
afirmaciones casi proféticas en los fragmentos sobre la maquinaria y la
automación.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En Japón los Grundrisse fueron también leídos como un
texto sumamente pertinente para nuestra comprensión de la modernidad. En la
década de 1980 comenzaron a aparecer los<BR>primeros estudios detallados en
China, donde se usó esta obra para arrojar luz sobre la génesis de El capital,
mientras que en la Unión Soviética se publicó un volumen colectivo dedicado
enteramente a los Grundrisse (Vv. Aa. 1987). </DIV>
<DIV align=justify><BR>En los últimos años, la perdurable capacidad de las obras
de Marx para explicar (al mismo tiempo también para criticar) el modo
capitalista de producción, ha promovido un renovado interés de parte de muchos
eruditos internacionales (véase Musto 2007). Si continúa esta renovación y si es
acompañada por una nueva demanda de Marx en el campo de la política, los
Grundrisse ciertamente demostrarán una vez más ser uno de sus escritos que
pueden atraer una especial atención.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Entretanto, con la esperanza de que “la teoría de Marx
será una fuente viva de saber y de la práctica política guiada por este saber”
(Rosdolsky 1977: xiv), la historia que aquí presentamos sobre la difusión y
recepción globales de los Grundrisse sólo pretende ser un modesto reconocimiento
a su autor y un intento de reconstruir un capítulo aún inédito en la historia
del marxismo. </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3><U>Tabla Cronológica de traducciones de
los Grundrisse
<BR></U></FONT></STRONG> <BR>1939-41: Primera
edición alemana<BR>1953:
Segunda edición alemana
<BR>1958-65: Traducción
japonesa<BR>1962-78: Traducción
china<BR>1967-68: Traducción francesa
<BR>1968-69: Traducción rusa
<BR>1968-70: Traducción italiana
<BR>1970-71 Traducción al
castellano<BR>1971-77 Traducción
al checo
<BR>1972: Traducción
húngara<BR>1972-74: Traducción al
rumano
<BR>1973: Traducción
inglesa<BR>1974-75: Traducción
al eslovaco
<BR>1974-78: Traducción
danesa<BR>1979: Traducción
al
serbio/serbo-croata<BR>1985: Traducción
eslovena <BR>1985-87:
Traducción al
farsí<BR>1986: Traducción
polaca<BR>1986: Traducción
finlandesa<BR>1989-92: Traducción
griega <BR>1999-2003: Traducción al turco
<BR>2000: Traducción
coreana<BR>2008: Traducción
portuguesa </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>* Musto, Marcello. Profesor de Filosofía y Política en la
York University, Toronto, Canadá, autor del libro Sulle tracce di un fantasma,
trabaja actualmente en los Archivos de las obras de Marx en Berlin y Amsterdam y
en la redacción de un ensayo sobre Marx y los MEGA.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><U>Notas </U></STRONG>
<DIV align=justify><BR>[1] La versión rusa de este informe fue publicada en
1923.<BR>[2] Ver la tabla cronológica de traducciones. A las traducciones
completas mencionadas anteriormente deberían agregarse las selecciones en sueco
(Karl Marx, Grunddragen i kritiken av den politiska ekonomin, Estocolmo:
Zenit/R&S, 1971) y en macedonio (Karl Marx, Osnovi na kritikata na
politiékata ekonomija (grub nafrlok): 1857-1858, Skopje: Comunist, 1989), así
como las traducciones de la Introducción y Formas de producción precapitalistas
a un gran número de idiomas, del vietnamés al noruego, así como el árabe, el
holandés y el búlgaro.<BR>[3] El total ha sido calculado sumando las tiradas de
las ediciones consultadas en los países mencionados.<BR> Ver Séve (2004),
quien recuerda cómo “con la excepción de textos tales como la Introducción, (…)
Althusser jamás leyó los Grundrisse, en el real sentido de la palabra leer”
(pág. 29). Adaptando el término de Bachelard “corte epistemológico” (coupure
épistémologique), que el mismo Althusser había tomado prestado y usado, Séve
habla de un “corte bibliográfico artificial (coupure bibliographique) que
condujo a las ideas más erróneas de su génesis y por lo tanto de su consistencia
con el pensamiento maduro de Marx” (pág.
30).<BR><BR><STRONG><U>Referencias</U></STRONG></DIV></DIV><STRONG><U>
<DIV align=justify><BR></U></STRONG>Althusser, Louis and Balibar, Étienne (1979)
Reading Capital, London: Verso. Hobsbawm, Eric J. (1964) ‘Introduction’, in Karl
Marx, Pre-Capitalist Economic Forma­tions, London: Lawrence & Wishart,
pp. 9–65.<BR>McLellan, David (1971) Marx’s Grundrisse, London:
Macmillan.<BR>Marx, Karl (1903) ‘Einleitung zu einer Kritik der politischen
Okonomie’, Die Neue Zeit, 21, vol. 1: 710–18, 741–5 and
772–81.<BR>Marx–Engels–Lenin Institute (1939) ‘Vorwort’ [‘Foreword’], in Karl
Marx, Grundrisse der Kritik der politischen Ökonomie (Rohentwurf) 1857–1858,
Moscow: Verlag für Fremdsprachige Literatur, pp. vii–xvi.<BR>Morita, Kiriro and
Yamada, Toshio (1974) Komentaru keizaigakuhihan’yoko [Comentarios sobre los
Grundrisse], Tokyo: Nihonhyoronsha.<BR>Musto, Marcello (2007) ‘The Rediscovery
of Karl Marx’, International Review of Social History, 52/3:
477–98.<BR>Nicolaus, Martin (1973) ‘Foreword’, in Karl Marx, Grundrisse:
Foundations of the<BR>Critique of Political Economy (Rough Draft),
Harmondsworth: Penguin, pp. 7–63. <BR>Projektgruppe Entwicklung des Marxschen
Systems (1978) Grundrisse der Kritikder<BR>politischen Ökonomie (Rohentwurf).
Kommentar [Outlines of the Critique of Political Economy. Rough Draft.
Commentary], Hamburg: VSA.<BR>Rosdolsky, Roman (1977) The Making of Marx’s
‘Capital’, vol. 1, London: Pluto Press.<BR>Ryazanov, David (1925) ‘Neueste
Mitteilungen über den literarischen Nachlaß von Karl Marx und Friedrich Engels’
[‘Latest reports on the literary bequest of Karl Marx and Friedrich Engels’],
Archiv für die Geschichte des Sozialismus und der Arbeiterbewe­gung, 11:
385–400.<BR>Séve, Lucien (2004) Penser avec Marx aujourd’hui, Paris: La
Dispute.<BR>Vv. Aa. (1987) Pervonachal’ny variant ‘Kapitala’. Ekonomicheskie
rukopisi K. Marksa 1857–1858 godov [The first version of Capital, K. Marx’s
Economic Manuscripts of 1857–1858], Moscow: Politizdat.<BR>Vygodski, Vitali S.
(1974) The Story of a Great Discovery: How Marx Wrote ‘Capital’, Tunbridge
Wells: Abacus Press.
<HR>
<BR> <BR></DIV></FONT></BODY></HTML>