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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa
<BR></FONT><U>18 de marzo 2011<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Gaboto 1305 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV><STRONG><FONT size=3>Japón</FONT></STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial
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<DIV><BR><STRONG><FONT size=3>Sin comida ni gasolina en zona de exclusión
nuclear</FONT></STRONG></DIV>
<DIV><BR> </DIV>
<DIV><STRONG>Suvendrini Kakuchi </STRONG></DIV>
<DIV><STRONG>IPS, Tokio, 17-3-11<BR></STRONG><A
href="http://www.ipsnoticias.net/"><STRONG>http://www.ipsnoticias.net/</STRONG></A></DIV>
<DIV><BR><BR>En los últimos tres días, la japonesa Hiroko Oogusa, de 62 años,
cumplió las órdenes de las autoridades locales y se encerró en su casa, ubicada
a 40 kilómetros de la central nuclear de Daiichi, en Fukushima. <BR>"Los
funcionarios del concejo local que pasaron por mi casa anunciaron mediante
altavoces que no debíamos salir ni dejar que entrara aire, a fin de protegernos
de la radiación", dijo Oogusa a IPS a través de una intermitente línea
telefónica. <BR><BR>"Hago un esfuerzo por no perder las esperanzas, porque me
estoy quedando sin alimentos y me pregunto qué ocurrirá", agregó.
<BR><BR>Oogusa, quien vive en la aldea de Iwachiku, soportó el terremoto de
nueve grados en la escala de Richter que el 11 de este mes azotó Japón. El sismo
sacudió su casa, dejándola sin agua ni calefacción, pero ella nunca imaginó que
además quedaría "prisionera". <BR><BR>"Estoy enojada y triste a la vez por el
horror que estamos enfrentando. Siempre estuve en contra de que hubiera
centrales nucleares en nuestra área, pero no podía hacer nada al respecto",
dijo. <BR><BR>Una semana después del terremoto y del tsunami de 10 metros de
altura que devastó la norteña región de Tohoku, Japón, un país sísmico que
cuenta con la más avanzada tecnología para el manejo de desastres, enfrenta
graves problemas. <BR><BR>Como las carreteras están rotas o bloqueadas, las
áreas afectadas no tienen gasolina, lo que dificulta las operaciones de rescate.
La cantidad de muertos aumentó a 5.500, y más de 10.000 continúan desaparecidos.
Más de 350.000 personas se encuentran en centros de evacuación. <BR><BR>El
tsunami impactó en el complejo atómico de Fukushima I, donde se produjeron
varias explosiones tras fallar los sistemas de refrigeración de emergencia.
<BR><BR>Las Fuerzas de Autodefensa de Japón arrojaron agua desde helicópteros
sobre la unidad tres de esa planta atómica, ubicada unos 240 kilómetros al norte
de Tokio, para enfriar el combustible del núcleo del reactor, que está liberando
peligrosa energía radiactiva. <BR><BR>El gobierno ordenó una zona de exclusión
de 30 kilómetros alrededor de la planta para impedir que la población se
contamine con radiactividad. Según Oogusa, hace dos días las autoridades
extendieron esa zona a su aldea como precaución. <BR><BR>El área acordonada es
"un estremecedor pueblo fantasma, que empeora de noche por la falta de
electricidad", dijo. <BR><BR>Otros que se han refugiado en centros para
evacuados expresaron sentimientos similares. Cientos de personas todavía esperan
alimentos y mantas, mientras muchos centros informan que en medio del frío
extremo hay que compartir una o dos estufas, lo que vuelve la vida más miserable
y estresante para niños y ancianos. <BR><BR>Para el profesor Yasuo Kawawaki,
director de la International Recovery Platform, conocida por su trabajo en
materia de reducción de desastres, las actuales imágenes de la tragedia no sólo
ilustran la enormidad de la crisis que azota al país, sino también una
importante experiencia de la que aprender una lección. <BR><BR>"La crisis es
múltiple y no estábamos suficientemente preparados", explicó Kawawaki.
<BR><BR>"No es sólo el terremoto que azotó el área, sino también un tsunami sin
precedentes, y también el peor accidente nuclear", agregó. <BR><BR>Los analistas
sostienen que la situación actual pone de relieve la vulnerabilidad del país. La
evaluación resulta aleccionadora para el público que se había acostumbrado a
vivir en una potencia económica mundial, vanagloriándose de una infraestructura
de última generación y de una eficiencia casi infalible. <BR><BR>El proceso de
recuperación será enorme, dado que hay cientos de miles de personas que han
perdido a sus seres queridos, sus hogares y sus trabajos, dijo Kawawaki. Tokio
también está afectada por la escasez de electricidad, lo que obliga a que las
jornadas laborales sean más cortas y al cierre de oficinas y comercios.
<BR><BR>"La investigación sobre planificación (de medidas a tomar en caso de)
desastres y emergencias está avanzada en Japón, pero ahora nos damos cuenta de
que todavía no es suficiente", señaló. <BR><BR>De todos modos, Japón es un país
rico con una población adinerada, un gran excedente comercial, pericia técnica y
liquidez que brindarán un marco de estabilidad mientras se ingrese en la fase de
recuperación, sostuvo Koichi Ishiyama, quien trabaja en finanzas
internacionales. <BR><BR>"El proceso insumirá varias décadas, pero por lo menos
creo que tenemos cimientos sólidos", dijo. <BR><BR>De momento Japón está
atrapado en una enorme de emergencia. Cuando Masaru Shigemoto subió a un autobús
el jueves de tarde para dirigirse a Tochigi --a 100 kilómetros de Fukushima--,
declaró su tristeza a las cámaras de televisión que filmaban la evacuación.
<BR><BR>"Nací y me crié en esta ciudad que ahora está devastada por la explosión
nuclear. Quiero volver, pero no creo que pueda en lo que me queda de vida",
dijo.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>