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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa
<BR></FONT><U>23 de marzo 2011<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Gaboto 1305 - Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV><STRONG><FONT size=3>Palestina</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Presentación de
ASOI</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>La última Ley del apartheid de
Israel<BR></FONT></STRONG><BR><BR><STRONG>Ilan Pappe
*<BR>Counterpunch<BR></STRONG><A
href="http://www.counterpunch.org/"><STRONG>http://www.counterpunch.org/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Rebelión<BR></STRONG><A
href="http://www.rebelion.org/"><STRONG>http://www.rebelion.org/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Traducción de Loles
Oliván<BR></STRONG><BR><BR>Quienes hemos sido compañeros veteranos en la lucha
por la paz y la justicia en Palestina nos hemos sentido muy a menudo frustrados
por la incapacidad de impulsar el apoyo suficiente en las instituciones
políticas y en los medios de comunicación de Occidente contra la brutal
ocupación de Cisjordania y la estrangulación de Gaza. Creíamos que la clara
evidencia de la opresión y de las muy visibles políticas criminales que
estallaron desde 1967 debería haber provocado al menos una reacción
internacional similar a la que ahora se ha puesto en marcha contra Libia, y más
aún. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero todos conocemos las razones por las que eso no
ocurrió ni ocurrirá. Y sin embargo, puede que hayamos pasado por alto una razón
particular, de hecho una maniobra exitosa del campo de la paz israelí que parece
haber abortado el embrión de cualquier esfuerzo de este tipo. Los sionistas
liberales creen firmemente en la existencia de dos entidades separadas, una en
Israel y otra al otro lado de la Línea verde de 1967, que tienen muy poco en
común. La aceptación de esta línea como una cruda realidad es la principal
justificación de Occidente para la inacción contra Israel (también apoyada por
algunos de los mejores amigos de Palestina y, por supuesto, por la Autoridad
Palestina). La línea no es sólo una frontera política sino, sobre todo, una
frontera moral. Todo lo que está sucediendo en el mundo ocupado es
diametralmente opuesto a la vida democrática de Israel y, por lo tanto, el
argumento es que si se trata a Israel como Estado paria, se perjudicará a “la
parte buena”, el Estado previo a 1967. Esta es también la base para el apoyo
sostenido a la solución de dos Estados que basa la paz en la capacidad moral de
Israel para reinventarse a sí mismo en las fronteras anteriores a 1967. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Espero que esta distinción desaparezca al menos del
vocabulario y del diccionario del movimiento occidental de solidaridad con
Palestina (donde todavía se puede escuchar lealtad al campo de la paz israelí, a
la Autoridad Palestina y al señor invisible de la realpolitik). Que esta
distinción es falsa se ha demostrado una vez más esta semana (el 20 de marzo de
2011) al aprobarse otra ley del apartheid en Israel. Esta nueva ley permite a
los asentamientos judíos construidos en tierras del Estado del interior de
Israel que no admitan a ciudadanos palestinos de Israel como residentes, y
legaliza el deseo de estos nuevos colonos de no vender tierras a los ciudadanos
palestinos del interior del Estado. Es una de las muchas leyes aprobadas
recientemente (la Ley de juramento de lealtad, que convierte a los palestinos de
Israel en ciudadanos de segunda clase por ley, y otra que no les permite vivir
con sus cónyuges palestinos de los territorios ocupados, son dos de las más
famosas leyes del apartheid aprobadas recientemente). La nueva ley, como las
anteriores, institucionaliza el Estado del Apartheid de Israel o, para abreviar,
ASOI, [Apartheid State of Israel, en inglés].</DIV>
<DIV align=justify><BR>ASOI es en la actualidad uno de los peores regímenes de
apartheid del mundo. Controla casi toda Palestina (aparte de Gaza, que ha
encarcelado herméticamente desde 2005). Tiene, en términos absolutos, el mayor
número de presos políticos (los informes indican que China tiene menos de mil,
Irán unos escasos miles); Israel tiene cerca de 10 mil. Tiene mayor número de
leyes y regulaciones de apartheid que cualquier otro país del mundo y, aparte de
los regímenes árabes que ahora están colapsando y de Estados parias como Miramar
y Corea del Norte, tiene la mayor imposición de leyes y reglamentos de
emergencia mediante las que se roba a los ciudadanos la mayoría de derechos
humanos y civiles básicos. Su política contra la discriminada población nativa,
que en la actualidad representa casi la mitad de la población de ASOI, incluye
atrocidades tales como restringir a la gente el uso de las fuentes de agua, el
cultivo de sus campos, la construcción de más casas, el llegar al trabajo, las
escuelas o universidades y las prohibiciones de conmemorar su historia, en
particular, al-Nakba de 1948. </DIV>
<DIV align=justify><BR>ASOI está protegido por filósofos de la izquierda en su
mayoría judíos, aunque no solo, en Estados Unidos y Occidente, así como de los
nuevos miembros de la Unión Europea, cuyo deplorable historial durante el
holocausto puede explicar su apoyo incondicional a ASOI. Cuenta con el apoyo
incondicional de muchas comunidades judías del mundo, de los cristianos
sionistas y de las corporaciones que se benefician de la tendencia de la élite
militar de ASOI a utilizar armas letales a voluntad así como del progresista
sistema estatal bancario y de su alta tecnología del conocimiento. </DIV>
<DIV align=justify><BR>ASOI podría convertirse en la República Libre de Israel y
Palestina (FRISP, en sus siglas en inglés) o cualquier otro nombre similar,
donde la gente disfrutara de los mismos derechos por los que ahora lucha todo el
mundo árabe y que Occidente dice difundir y proteger en todas partes. Si ASOI no
se convierte en FRISP, cualquier acción como la adoptada ahora por Occidente en
Libia se considerará con razón sospechosa, cínica y deshonesta. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La unión ha perdido atractivo porque Saddam Hussein la
utilizó mal en 1991. Pero ahora es el momento de revivirla. Es hora de darse
cuenta de que no habrá un nuevo Oriente Próximo —de hecho, no habrá paz en el
mundo— si ASOI sigue gozando de inmunidad y no se le pone freno, se le para y
—es de esperar que un día— se remplaza por una FRISP democrática. </DIV>
<DIV align=justify><BR>* Ilan Pappe es profesor de la Facultad de Ciencias
Sociales y Estudios Internacionales en la Universidad de Exeter en Reino Unido,
director del Centro Europeo de la Universidad de Estudios Palestinos,
co-director del Centro Exeter de Estudios Etno-Políticos y activista político.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>