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<HR>
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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U></FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=center><FONT color=#800000 size=5 face=Arial><STRONG>Correspondencia
de Prensa</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=center><FONT size=2 face=Arial><STRONG><FONT size=4><U>1º de abril
2011<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo Militante - Agenda
Radical<BR></FONT>Gaboto 1305 - Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
</DIV></FONT><FONT size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Uruguay</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Declaración política, abril de
2011<BR>Agrupación Militantes Guevaristas - Colectivo Militante - Comuna -
ProUnir<BR></FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Seis años de gobierno
progresista...</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Patrones más ricos, trabajadores más
pobres<BR></FONT></STRONG> <BR> <BR>No hace falta recurrir a opiniones
de la izquierda revolucionaria o del sindicalismo clasista. Alcanza con
remitirse a dos estudios recientes, surgidos desde el propio campo progresista,
para confirmar la ininterrumpida continuidad del “modelo económico”.
<BR> <BR>Uno proviene de la elite universitaria, o sea, de aquellos que dan
sustento académico al progresismo gobernante. Así resumen el balance de la
presidencia de Tabaré Vázquez:<BR> <BR>“En la política económica del
gobierno del FA no hubo cambios mayores respecto a la política económica de los
gobiernos precedentes (…) Pero este continuismo y la ortodoxia macroeconómica
estaban previstos, por ende fueron coherentes con el programa del FA (…) En
términos generales, se puede concluir que el Gobierno del FA fue moderadamente
innovador en políticas sociales con respecto a la línea dominante y
fundamentalmente continuista en política económica”. (Reforma del Estado y
políticas públicas de la Administración Vázquez: acumulaciones, conflictos y
desafíos. Instituto de Ciencia Política (Udelar). Edición Fin de Siglo/Clacso,
Montevideo 2010)<BR> <BR>El otro viene de aquellos economistas que dicen
ubicarse en el “programa histórico” del Frente Amplio y que han venido
alimentado (junto a otros sectores frenteamplistas), la falsa tesis de un
“gobierno en disputa”. Concluyen en lo siguiente respecto al primer año del
presidente José Mujica:<BR> <BR>“Las principales propuestas de la gestión
presidencial desde marzo de José Mujica implican una profundización del modelo
del capital a través de un proyecto político de ‘unidad nacional’ y ‘capitalismo
en serio’ (…) En el interior del nuevo gobierno la disputa entre los intereses
del trabajo y el capital no es relevante en la medida que se asume un modelo de
crecimiento basado en la inversión extranjera que profundiza el capitalismo, la
dependencia y la vulnerabilidad del país”. (La Torta y las Migajas. El gobierno
progresista 2005-2010. Red de Economistas de Izquierda del Uruguay. Ediciones
Trilce, Montevideo 2010)<BR> <BR>Este diagnóstico categórico viene a
reafirmar lo ya sabido: el gobierno del Frente Amplio no ha traído una “ruptura
antineoliberal”, ni representa (como pretendieron muchos de sus incondicionales)
una alternativa “posneoliberal”. No hay un “modelo económico” distinto al
aplicado por los sucesivos gobiernos de colorados y blancos. Ni siquiera hay
indicios de un nuevo modelo basado en la re-industrialización y la diversidad
productiva. Por el contrario, se mantienen los ejes centrales del régimen de
acumulación de capital que predominaron a lo largo de las tres últimas décadas:
centralización y concentración del capital, valorización financiera,
endeudamiento externo, liberalización comercial, ventajas fiscales a los
empresarios locales y extranjeros, zonas francas, privatizaciones,
extranjerización de la tierra. <BR></DIV>
<DIV align=justify>En resumen: como proyecto del orden burgués, el programa
económico del progresismo no está vinculado a una perspectiva de desarrollo que
beneficie a los trabajadores. Es decir, a la clase que realmente produce la
riqueza en la sociedad. Esta política económica que reproduce la matriz
regresiva y expropiatoria impuesta por las clases dominantes locales y las
instituciones financieras internacionales, se asienta en otro pilar básico del
capital: la desvalorización de la fuerza de trabajo y de su reproducción. Las
consecuencias socio-económicas están a la vista.<BR> <BR><U>Empleo
precario<BR></U> <BR>El gobierno hace propaganda con el “desempleo record”
(5,4% previsto en 2011). No obstante, esta cifra disfrazada la realidad. Se
mantiene un núcleo de desempleo estructural de alrededor de 120.000 personas, en
su mayoría con “escasa formación educativa”, por esa razón, más de un 60% de
ellas no pone ninguna condición (salarial o laboral) a la hora de obtener un
trabajo. Según todas las estimaciones (incluyendo algunas oficiales), el<BR>80%
de los nuevos empleos creados en estos seis años son de “baja calidad”. Las
principales víctimas de esta fábrica de “empleo chatarra” son los jóvenes y las
mujeres. <BR>Miles de trabajadores acceden al “mercado de trabajo” en
condiciones de precariedad e “informalidad”: sucesivas estimaciones del INE
(Instituto Nacional de Estadísticas) indican que un 32,3% de los trabajadores
ocupados está en negro. Medio millón carece de cobertura a la seguridad social,
y 140.000 (cifras oficiales) se encuentran en la categoría de “subempleados”.
Otros tantos miles integran las filas de los tercerizados, es decir, aquellos
que trabajan para “subcontratistas” de grandes capitales privados y para
empresas públicas que han privatizado (bajo la modalidad de “concesión”) una
parte de sus servicios. <BR>A esto debe sumarse la precariedad del empleo en
ramas que se caracterizan por una producción zafral. Es el caso de los
frigoríficos y curtiembres que envían por año a miles de trabajadores al Seguro
de Paro. Es el caso, entre otros, de la esquila, del trigo y la granja, donde
debido al “fin de zafras” se perdieron decenas de miles de puestos de trabajo,
elevando la tasa de desempleo nacional (febrero 2011) a 6,1%.<BR>Mientras tanto,
las condiciones de sobre-explotación se agravan para los trabajadores rurales,
de la forestación, del comercio minorista, de los supermercados, de las grandes
cadenas de tiendas, de las empresas de limpieza y seguridad, de las empleadas
“domésticas”, de los clasificadores, de los niños-trabajadores, etc.
<BR> <BR><U>Trabajadores empobrecidos <BR></U> <BR>Según el gobierno,
el salario medio creció en términos reales un 10,2% durante el 2010. Lo que
significaría una “recuperación real” del poder adquisitivo. Otra vez, las cifras
oficiales no coinciden con la realidad. Si se descuenta el efecto de la
inflación, ese 10,2% se reduce a un 3,3% como promedio, el menor en seis años.
En efecto, los datos publicados por el INE marcan que el “aumento del poder
adquisitivo de los salarios ha sido el menor desde 2004”. <BR>Lo cierto, es que
una masa importantísima de la clase trabajadora no llega ni siquiera a la cuarta
parte de la canasta familiar (ubicada en $42.300 a diciembre 2010). Porque como
indica el INE, el salario medio nacional, al día de hoy, es $11.724.<BR>El
propio sindicalismo gubernamental tiene que reconocer este empobrecimiento
generalizado de la clase trabajadora. El Instituto Cuesta-Duarte del PIT-CNT
concluye que más de 650.000 trabajadores (del millón y medio ocupado) tienen un
ingreso menor a $10.000. De ellos, un 13% se encuentra por debajo de la “línea
de pobreza”. Mientras que este nivel de pobreza alcanza al 67% de los
trabajadores “informales”. <BR>Más de 400.000 de trabajadores reciben el salario
mínimo, o sea, están en el límite de un salario considerado “sumergido”: $6.300.
Esto significa que una tercera parte de la fuerza de trabajo con empleo, no
puede satisfacer sus necesidades sociales más elementales. Mucho menos en pensar
“ahorrar”. El 67% de las personas consultadas, declaran que “llegan con lo
justo” a fin de mes. <BR><BR><U>Fuerza de trabajo
descalificada<BR></U> <BR>El país vive una gravísima “crisis educativa”.
Unos y otros coinciden, unos y otros se echan las culpas. Pero ¿se trata
solamente de una crisis del “sistema de enseñanza”? La educación, tanto como la
formación profesional, atañe a la valorización de la fuerza social del trabajo.
<BR>Cuando el 75% de las personas mayores de 15 años no terminó la enseñanza
secundaria, cuando el 45% no terminó tampoco los tres primeros años de liceo ni
enseñanza técnica, cuando alrededor de 100.000 jóvenes (23,6% del total) “no
dedican su tiempo a nada productivo”, es decir, ni trabajan ni estudian, o
cuando cerca del 25% de los trabajadores no tienen ninguna formación
profesional, se está desvalorizando el proceso de reproducción social de la
fuerza de trabajo.<BR>Por tanto, se favorece la descalificación de la fuerza de
trabajo. Su abaratamiento. Este proceso que se viene agudizando con la
continuidad de las políticas neoliberales del progresismo, no hace otra cosa que
favorecer a los capitalistas que demandan un “menor costo laboral” y mayores
facilidades para la explotación del trabajo asalariado.
<BR> <BR><U>Pobreza de masas<BR></U> <BR>La reducción en casi diez
puntos en los índices de pobreza, no alcanzó al “núcleo duro” de pobres. Según
el Instituto Nacional de Alimentación (INDA), 100.000 familias (equivalente a
375.000 personas, es decir el 10% de la población total del país), se encuentran
"con graves problemas de alimentación". Es decir, dependen del "asistencialismo
focalizado" para comer una ración básica. <BR>Esto implica que cientos de miles
de personas se encuentran muy por debajo de lo que se denomina “necesidades
básicas insatisfechas”, pisando la frontera de la indigencia, aunque las
estadísticas oficiales no los clasifiquen como “indigentes”. <BR>Esta pobreza de
masas que se extiende a toda la geografía, tiene su foto más amarga en el
crecimiento de los “asentamientos irregulares” donde - según un estudio de la
ONG “Un Techo Para Mi País” de octubre 2010 - se alojan más de 250.000 personas.
La propia Intendencia Municipal de Montevideo acaba de estimar que solamente en
la capital, los “asentamientos irregulares” pasaron de 375 a 412, albergando a
un 10% de los habitantes de la capital. <BR>En estos cinturones de miseria se
concentra la mayor parte de los jóvenes pobres y desempleados, y los 20.000
niños (de los más de 35.000 que salen todos los días a trabajar) que sobreviven
de la basura, sufriendo “una de las peores formas de trabajo infantil” según la
Organización Internacional del Trabajo (OIT). Es allí también, donde habitan la
mayoría de las 15.000 familias que han encontrado en la clasificación de la
basura su único medio laboral de subsistencia. <BR>Lejos del discurso hipócrita
que habla de una “reducción de las vulnerabilidades sociales”, asistimos a una
consolidación de la pobreza. Y las consecuencias “colaterales” de este verdadero
proceso de “desafiliación social” están a la vista: marginación, mendicidad,
insalubridad, desnutrición, analfabetismo funcional, prostitución, drogadicción.
Las causas de esa “minoridad infractora” que se quiere reprimir todavía más, se
encuentran en este paisaje desolador. <BR> <BR>Esta dramática realidad
social que sufren los de abajo, tiene su impúdica contracara en los de arriba:
Las clases propietarias se enriquecen cada vez más. Beneficiándose, primero que
nadie, de la “bonanza económica”. Es decir, apropiándose de la riqueza que
produce la clase trabajadora. Más del 50% del Producto Interno Bruto (PIB)
acumulado entre 2004-2010 (período de mayor “crecimiento” de la economía
uruguaya en los últimos 40 años), fue a parar a los bolsillos de las “rentas del
capital”. O sea, a las cuentas bancarias de los patrones. Ensanchando así la
brecha de la desigualdad social. Al punto que la participación de la masa
salarial en el conjunto del PIB sigue en caída libre y se ubica en apenas un
24%, el porcentaje más bajo de los últimos 20 años. <BR> <BR>No se trata de
una realidad inventada por la “ultraizquierda” ni por el “sindicalismo
sectario”. Basta con volver a remitirse al campo progresista para constatarla,
está vez a lo que dice el mismísimo PIT-CNT:<BR> <BR>“Los trabajadores
sindicalizados durante toda nuestra historia hemos bregado por la construcción
de un nuevo modelo de sociedad, que supere el actual que es tremendamente
injusto porque mantiene una enorme brecha entre los diversos sectores sociales.
Hoy el 20% más rico se apropia del 47% de la riqueza nacional mientras que el
20% más pobre se debe conformar con apenas el 5%”. (PIT-CNT, “Propuestas de
modificaciones en el sistema tributario”, febrero 2011)<BR> <BR>Seis años
después del arribo del Frente Amplio al gobierno y pese a “todas las mejoras
alcanzadas”, el “modelo de sociedad” se mantiene intacto y, por tanto,
“tremendamente injusto”. Todo un balance del progresismo. Todo un balance del
sindicalismo de negociación. Cabría preguntarse: ¿este es el “país de primera”
que vendía el spot electoral de Mujica-Astori?<BR> <BR><FONT
size=3> </FONT><STRONG><FONT size=3>¿Cuál “redistribución de la
riqueza”?<BR></FONT></STRONG> <BR> Luego de siglos de capitalismo, el
gobierno de Mujica descubrió que “el mercado no reparte”. Y que, después de seis
años de progresismo, la brecha de la desigualdad social en lugar de reducirse
sigue tan campante. Entonces, con el cinismo que lo caracteriza, instaló la
discusión sobre la “redistribución de la riqueza”. <BR> <BR>Algunos, desde
el Frente Amplio y él PIT-CNT, se prendieron de la operación mediática y
lanzaron sus “propuestas” para lograr una “justicia distributiva”. Aunque
ninguna de ellas apuntaba a la raíz de la cuestión: confiscar el poder del
capital, esto es, la organización jerárquica que estructura el sistema de
explotación. Ninguna atacaba el régimen de acumulación de capital ni la
carrera desenfrenada por el lucro empresarial. Ninguna rozaba siquiera los
mecanismos de centralización y concentración del capital. Ninguna, por ejemplo,
ponía en tela de juicio el pago de una deuda externa fraudulenta que transfiere
la riqueza producida por los trabajadores hacia los centros del capital
imperialista. A lo sumo, proponían que aquellas fracciones burguesas que “han
ganado mucho” se ajusten el cinturón. <BR> <BR>No obstante, el
supuesto “debate” duró apenas unas semanas. Hasta que el gobierno, por boca del
presidente de la República y su equipo económico, pusieron las cosas en su
lugar. Pueden darse algunos retoques decorativos para calmar el griterío, pero
el programa económico, acordado con el Fondo Monetario Internacional en 2005, se
ratifica en su totalidad. El ministro de Economía así se lo hizo saber al
“mercado”, es decir, a los empresarios locales y extranjeros reunidos en la
celebración del Consejo Interamericano de Comercio y la Producción (Cicyps),
realizada en el Hotel Sheraton de Colonia del Sacramento el 17 de marzo. Pocos
días después, el mismo ministro Fernando Lorenzo, desactivaba cualquier
expectativa sobre cambios en la política económica, aunque fueran prometidos en
la oferta electoral. La miserable rebaja de dos puntos del IVA, por ejemplo, se
posterga para el 2012. Porque “la política tributaria del país no puede ir a los
bandazos”. <BR> <BR>Para nosotros, militantes de la izquierda
clasista y revolucionaria, la cuestión de la “redistribución de la riqueza” no
se reduce a una coyuntura, ni a que algunas ramas empresariales se están
enriqueciendo más de la cuenta. Nuestra lucha por la “redistribución de la
riqueza” se ubica en una perspectiva anticapitalista. <BR> <BR>Es en tal
sentido, que las propuestas y el accionar de una izquierda clasista y
revolucionaria en el movimiento obrero y popular, debe enfocarse hacia una
perspectiva de re-apropiación social y no solamente de “recuperación salarial”.
Dicho de otra manera: asociamos la plataforma de reivindicaciones y demandas
inmediatas, que resultan de las necesidades sociales más básicas, a un horizonte
de ruptura anticapitalista. Esto es, de expropiación de los ladrones del trabajo
ajeno. Para nosotros esto es lo esencial. En una economía capitalista de
mercado, donde la producción y los intercambios están dominados por la ley del
valor y completamente autonomizados en la relación a los individuos, los “ejes
programáticos” y las “plataformas, deben tener esa perspectiva.
<BR> <BR>¿Cómo una sociedad se puede decir democrática cuando no es dueña
colectivamente de actividades esenciales como la producción de bienes y
servicios? ¿Cómo puede haber “justicia distributiva” si la clase
trabajadora no tiene ningún control sobre los medios de producción que sirven a
la acumulación de capital? ¿Cómo garantizar una “redistribución de la riqueza”
si los propietarios de esos medios de producción se apropian privadamente del
trabajo colectivo social? ¿Cómo asegurar el “incremento real de los ingresos”,
cuando no existe ningún mecanismo de control de los trabajadores sobre los
precios de las mercaderías, de los alquileres, de los servicios públicos, del
transporte, etc.? <BR> <BR>Las reivindicaciones y medidas que presentamos a
continuación no son marca registrada de la izquierda revolucionaria, ni del
sindicalismo clasista y antiburocrático. Expresan una <STRONG>plataforma de
lucha</STRONG> que está presente, bajo múltiples formas, en las innumerables
movilizaciones, reclamos, protestas, huelgas, ocupaciones, marchas
solidarias, que a diario se realizan. <BR> <BR><STRONG><FONT
size=3>¡Salariazo!<BR></FONT> <BR></STRONG>- Aumento general de
los salarios y las jubilaciones Salario mínimo equivalente a media canasta
familiar<BR>- Congelación inmediata de los precios de los productos
de alimentación (carne, leche, verduras, frutas, etc.); de las tarifas de los
servicios (ANTEL, UTE, ANCAP, OSE, GAS, etc.); de los transportes
públicos; de las cuotas mutuales de salud<BR>- Congelación inmediata
del precio de los alquileres, ley de protección del inquilino, expropiación y
distribución de toda vivienda deshabitada por más de seis meses cuyo titular
tenga más de una propiedad.<BR>- Por un plan de viviendas populares,
dignas y al alcance de todos los trabajadores<BR>- Que ningún aumento
salarial sea trasladado a los precios. Organizar comisiones sociales y barriales
de control sobre las grandes cadenas de tiendas y supermercados
<BR>- Eliminación inmediata del IVA y el
IRPF<BR>- Impuesto al patrimonio de los ricos y a las ganancias
patronales; que las empresas hagan públicos sus balances; expropiación bajo
control de los trabajadores de todas las empresas que evadan la tributación y
lleven una doble contabilidad<BR>- Impuesto a las transacciones
financieras<BR> <BR><STRONG><FONT size=3>¡Pleno
empleo!<BR></FONT></STRONG> <BR>- Reducción de la jornada
laboral a 35 horas semanales, sin reducción de salario. Trabajar menos para
trabajar todos<BR>- Prohibición de los despidos y de los envíos al
seguro de paro<BR>- Expropiación y entrega a sus empleados de toda
empresa que sea declarada en quiebra por sus propietarios<BR>- Apoyo
técnico y crediticio a las empresas recuperadas y a todos los emprendimientos de
autogestión obrera<BR>- Reforma agraria con expropiación sin
indemnización de los grandes terratenientes, multinacionales frigoríficas,
arroceras, sojeras, pasteras; reparto de tierras entre todos aquellos que las
quieran trabajar; prioridad crediticia a cooperativas de trabajadores
rurales<BR>- Por el 6% del PIB para la educación pública.
<BR> <BR><STRONG><FONT size=3>¡No debemos, no
pagamos!<BR></FONT></STRONG> <BR>- Exigimos la abolición de la
fraudulenta deuda pública externa. Toda esa supuesta deuda es ilegítima. No pago
ni de intereses ni amortizaciones. <BR>- Rompimiento con el FMI, el
Banco Mundial, y el BID, instituciones financieras que imponen los “planes de de
ajuste” en beneficio del capital imperialista
<BR>- Estatización de la banca privada (sin indemnización) bajo
control de los trabajadores<BR>- Eliminación del secreto
bancario<BR>- Estatización del comercio
exterior<BR>- Eliminación de las Zonas
Francas<BR>- Eliminación de las AFAPS<BR>- Eliminación del
Clearing<BR>- No a las multinacionales de la celulosa y la minería.
<BR> <BR><STRONG><FONT size=3>¡Basta de
impunidad!<BR></FONT></STRONG> <BR>- Anular la Ley de
Caducidad<BR>- Juicio y castigo al terrorismo de
Estado<BR>- No a la criminalización de la
pobreza<BR>- No a la baja de la edad de inimputabilidad. Basta
de persecución contra los jóvenes<BR>- Basta de torturas
en el INAU. Desmantelamiento del sistema de encierro inhumano contra los niños y
adolecentes. Eliminación de los contenedores de lata en el INAU y en el Penal de
Libertad. <BR>- Indemnización a las familias de los presos
asesinados por el Estado en la cárcel de Rocha y castigo a los responsables
policiales del crimen<BR>- Despenalización del aborto. Por el
derecho de las mujeres a decidir. Aborto libre y gratuito.
<BR> <BR><STRONG><FONT
size=3>¡Internacionalismo!<BR></FONT></STRONG> <BR>- Fuera las
bases yanquis de Santa Catalina<BR>- Retiro inmediato de las tropas
uruguayas de ocupación en Haití y el Congo<BR>- Solidaridad
incondicional con las revoluciones democráticas de los trabajadores en los
países árabes. <BR>- Solidaridad incondicional con la lucha de
liberación nacional del pueblo palestino</DIV>
<DIV align=justify>- <SPAN
style="LINE-HEIGHT: 115%; FONT-FAMILY: 'Arial','sans-serif'; FONT-SIZE: 10pt"
lang=ES>No a la guerra. Fuera imperialistas de Irak, Afganistán y
Libia<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office"
/><o:p></o:p></SPAN></DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV
align=justify><BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> </FONT></DIV></BODY></HTML>