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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa</FONT>
<BR><U>6 de abril 2011<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo Militante -
Agenda Radical<BR></FONT>Gaboto 1305 - Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV><STRONG><FONT size=3>Estados Unidos</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>Mujeres
trabajadoras contra un Wal-Mart que ha cobrado una extraña vida
propia<BR></FONT></STRONG><BR><BR><STRONG>Barbara Ehrenreich *<BR>Sin
Permiso</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.sinpermiso.info/"><STRONG>http://www.sinpermiso.info/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Traducción de Casiopea
Altisench<BR></STRONG><BR><BR></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2>¿Qué es Wal-Mart, en un sentido
estrictamente taxonómico? Atendiendo sólo a sus dimensiones, sería fácil tomarla
por una nación: en 2001, sus ingresos anuales montaban tanto o más que los de 22
Estado nacionales. Si reuniéramos a todos sus empleados –sólo en los EEUU, 1,4
millones—, diríase que es una gran ciudad. Pero también cabe la posibilidad de
ver a Wal-Mart y a otras empresas de alcance planetario, no como conjuntos
agregados de personas, sino como formas independientes de vida, como especies de
superorganismos. </FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR>Tal parece ser la conclusión de la decisión los decisión
de Ciudadanos Unidos 2010, en la que la Corte Suprema de los EEUU, incurriendo
en delirante antropomorfismo, resolvió que las grandes corporaciones
empresariales son realmente personas y que, por lo mismo, gozan de libertad de
expresión y del derecho de hacer contribuciones financieras ilimitadas a las
campañas electorales. Dirán ustedes que la noción de personalidad ya se había
visto degradada al punto de resultar irreconocible por lo actvistas "pro-vida"
que la extendieron a células individuales como los zigotos. Pero la Corte debió
pensar que sería discriminatorio atender a razones de volumen: si una célula
microscópica puede ser una persona, ¿por qué no un brontosaurio, un tsunami o
una empresa transnacional? </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero la defensa de Wal-Mart ante una demanda colectiva
que acusaba a la compañía de prácticas discriminatorias contra sus mujeres
trabajadoras – Dukes v Wal-Mart – arroja nueva luz sobre la biologíaa de las
megaempresas privadas. La compañía arguye que con "siete divisiones, 41
regiones, 3.400 tiendas comeciales y más de un millón de empleados", las
experiencias de los empleados individuales son demasiado distintas como para
permitir jurídicamente una demanda "colectiva". Wal-Mart, en otras palabras, es
demasiado grande, demasiado multifacética y demasiado diversa como para poder
ser jurídicamente demandada. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Así pues, si Wal-Mart es realmente una persona, es una
persona sin sistema nervioso central, o al menos sin control central de las
distintas partes de su cierpo. Existen personas así, lo admito de grado, pero
–la cosa no ofrece duda— cuando la Corte Suprema declaró que las corporaciones
empresariales eran personas, no se refería a "personas con enfermedades
neuromusculares degenerativas agudas". </DIV>
<DIV align=justify><BR>Para quienes nunca han visitado un establecimiento de
Wal-Mart, diré que la empresa no es un conglomerado de boutiques gobernadas por
divas egoístas. Todos y cada uno de los detalles, desde las políticas de
personal hasta el equipo de útiles de cada planta, están dictados por el cuartel
general de la empresa en Bentonville. Un ejemplo: en 2000, trabajé durante tres
semanas en el departamento de ropa femenina de un Wal-Mart. (Entre paréntesis:
eso me permite ser ahora parte en la demanda colectiva contra Wal-Mart por
discriminación de género, aunque la posibilidad de una indemnización con una
cifra de varios dígitos, creo, no ha influido en el juicio que de este asunto me
he formado.) En el curso de mi trabajo, tuve ocasión de hacerle varias
sugerencias a mi supervisor. Por ejemplo: que los pantalones vaqueros de talla
extragrande no se exhibieran a ras de suelo, porque las mujeres de talla
extragrande no podrían hacerse con ellos sin precisar ayuda para volver a
levantarse. Buena idea, me dijo, pero corresponde a Betonville decidir dónde se
ponen los vaqueros, y cualquier otro producto. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Muchas cosas han cambiado desde que yo trabajé en
Wal-Mart. La compañía ha luchado por mejorar su tradicional imagen de empresa
explotadora. Se ha empeñado en decir que promoverá a más mujeres. Pero una cosa
que seguro que no ha hecho es reestructurarse como un colectivo anarquista.
Betonville sigue imperando absolutamente tanto sobre los directores de los
establecimientos como sobre los "asociados", el eufemístico término empleado por
Wal-Mart para referirse a sus siempre mal retribuidos trabajadores. </DIV>
<DIV align=justify><BR>De manera, pues, que si Wal-Mart es una forma viva, es de
una especie inclasificable. Come, devorando ciudad tras ciudad, a veces mutando
el nombre: Walmex en México, Asda en el Reino Unido. Sin embargo, en la defensa
presentada en el pleito Dukes vs. Wal-Mart, Wal-Mart alega no tener idea de lo
que está haciendo. Eso podría ser una metáfora del capitalismo, o un indicio de
que está en curso una invasión alienígena exitosa. Lo único seguro es que, si la
Corte Suprema resuelve a favor de Wal-Mart, experimentaremos una proliferación
de esas criaturas: "personas" monstruosamente sobredimensionadas que insisten en
su incapacidad para controlar sus acciones. </DIV>
<DIV align=justify><BR>* Barbara Ehrenreich es la presidente de la "United
Professionals" y autora, recientemente, de This Land Is Their Land: Reports From
a Divided Nation.
<HR>
<BR></FONT></DIV></BODY></HTML>