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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4 face=Arial><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa</FONT><BR><U>24 de mayo 2011</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: <A
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>España<BR><BR>Mañana empezó el
15-M</FONT><BR><BR></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Manuel Garí *<BR>Viento Sur<BR><A
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href="http://www.vientosur.info/">http://www.vientosur.info/</A></STRONG><A
title="http://www.vientosur.info/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
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title="http://www.vientosur.info/ CTRL + clic para seguir el vínculo"></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR><BR>La irrupción en plena campaña para los comicios
municipales y autonómicos de un amplio movimiento que reivindica en las plazas
lo obvio, ha tenido un primer efecto: ha conmovido los parámetros del "debate"
político convencional electoral en nuestro país. Y, lo que es más importante, ha
roto con el maleficio del ciclo de desmovilización social al que parecíamos
abocados sin remedio.</FONT></DIV><FONT size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR>Lo que empezó como una tediosa primera vuelta de las
elecciones generales se ha tornado en un foro vivo de, al menos, una parte del
pueblo de izquierdas que ha hecho del espacio público un bastión frente al
atropello. Las elecciones (recordemos: ¡locales!) han supuesto una ventana de
oportunidad para que lo que se venía anunciando en pequeñas actividades y en
muchas conversaciones, se manifestara masivamente. Y nadie ha limitado ni su
análisis ni sus propuestas al ámbito municipal, todos los temas desde los
locales a los globales se han puesto sobre el tapete.<BR><BR><STRONG>Cuestión de
dignidad</STRONG><BR><BR>El malestar se ha transformado en indignación. La
indignación se ha puesto en marcha en forma acción política colectiva el pasado
15 de mayo. Ya había precedentes cercanos, como las movilizaciones de Juventud
sin Futuro (sin casa, sin curro, sin pensión, pero también sin miedo). Pero esos
precedentes habían sido ignorados por analistas y decisores. Y, lo que todavía
no acaban de entender los dirigentes políticos institucionales y sus
intelectuales orgánicos, es que la fuerza motriz de la movilización no es tanto
una retahíla de reivindicaciones previas como la necesidad y el objetivo de
recuperar la dignidad.<BR><BR>Porque de dignidad se trata. Y ese es el nexo de
unión entre la Sol y Tahrir: la dignidad de una juventud que quiere tener futuro
y que actúa también en nuestro nombre, incluidos los que en nuestro activo
tenemos más pasado que porvenir. El otro nexo de unión es la interacción que han
permitido las redes sociales al servicio de la acción. Hasta aquí las
similitudes. A partir de ahí las diferencias. El contexto político y social es
diferente. Allá había que batir dictaduras, aquí sacar del lodazal la política.
Allá los problemas sociales superan en gravedad e intensidad a los muy reales y
graves existentes aquí. Pero ambas luchas, a ambos lados del Mediterráneo, con
sus diferencias y similitudes forman parte de un mismo movimiento emancipatorio
que abre nuevas esperanzas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Un amplio sector de la sociedad se siente mal tratado y
estafado. Ha sido testigo mudo del debate político sectario partidista, de la
corrupción sin límites, de la actuación de un poder judicial por el que no ha
pasado todavía el fin del franquismo, de un PP que anuncia desde un discurso
vacío una nueva era para España si gobierna y de un PSOE que perdió la
credibilidad y la honra al aplicar las políticas de ajuste que le dictaban los
mercados, o sea, el capital. La sociedad ha sido expropiada y, en particular la
juventud, que mayoritariamente ni siquiera puede perder derechos sociales porque
no llegó a acceder a los mismos y a la que cínicamente se le ofrece como salida
que pase a formar parte de "los emprendedores" o, lo que es lo mismo, a la
víctima del paro se le coloca encima el fardo de la solución.<BR><BR><STRONG>El
significado de la revuelta</STRONG><BR><BR>El 15-M planteó dos cuestiones
centrales: ¿Quién debe pagar la crisis? ¿Quién y cómo se deben adoptar las
decisiones colectivas en una sociedad democrática? Cuestiones que resumen el
contenido social y político de la calificada de forma ingenua y exagerada
spanish revolution.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El movimiento Democracia Real Ya (DRY) pone en cuestión
las políticas de ajuste neoliberales y se propone buscar alternativas. Y como
condición para ello se plantea la necesidad de que la sociedad disponga de
herramientas democráticas para decidir su futuro. Preguntas que le llevan, al
buscar soluciones ante la crisis, a acercarse en la práctica a propuestas
anticapitalistas. Preguntas también que le llevan a cuestionar no la democracia,
sino las formas de esta democracia sin participación activa de la ciudadanía y
con altas dosis de corrupción institucionalizada.<BR><BR>En definitiva el 15-M
sitúa en el centro del debate político la cuestión de la calidad de la
democracia y la necesidad de un giro de la política económica y social.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El perfil de DRY es el de un movimiento social autónomo
respecto a partidos y sindicatos, de composición fundamentalmente juvenil
-aunque hay que destacar la incorporación creciente de otras generaciones
militantes- diverso y plural, a la par que unitario, en el que coexisten
múltiples identidades y participan nuevos activistas sin trayectoria
organizativa previa junto a gentes del movimiento ecologista, feminista y
estudiantil, o de componentes de los centros sociales o de las nuevas
expresiones de la izquierda de la izquierda. Y, además, acuden a las
concentraciones sindicalistas "a título individual" y un sinfín de personas con
alguna causa pendiente. Al conjunto le aglutina el hartazgo y la identificación
del enemigo común.<BR><BR>Resultan, por ello, extravagantes y mal intencionadas
preguntas como ¿quién hay detrás del movimiento? propias de una concepción de la
política en la que los pueblos y las gentes no tienen capacidad de emanciparse y
quedan reducidos a la condición de meros acompañantes de una u otra
organización. En vez de preguntarse quienes están en medio dan por supuesto la
existencia de una mano invisible -generalmente antisistema- que maneja las
marionetas. Hemos podido leer y escuchar ejemplos delirantes de "conspiranoia"
procedentes tanto de la derecha y sus grupos mediáticos como de reconocidas
plumas del primer grupo español de comunicación de centro derecha que,
inicialmente, se situaron agresivamente contra el movimiento porque rompía su
idea sobre los cauces y modos en los que debe desarrollarse la participación en
la vida democrática.<BR><BR>Mención especial cabe hacer a la ajenidad existente
en el DRY respecto a los sindicatos, a todos por cierto. Algunos de sus
componentes echan en cara a las organizaciones sindicales mayoritarias que no
hayan cumplido, que hayan cedido en cuestiones como las pensiones. Bien hacen
los principales dirigentes sindicales reconociendo que hay motivos para la
indignación. Mal harían quienes desde los sindicatos redujeran las relaciones
con el DRY al conflicto con los "antisindicales". Las organizaciones sindicales
tienen un reto ante sí: establecer puentes con una generación de futuros
trabajadores y trabajadoras que configurarán la clase trabajadora de mañana y
con la que no existen hoy complicidades.<BR><BR><STRONG>Nuevas revueltas, nuevas
formas</STRONG> <BR><BR>El movimiento, apoyándose en las redes sociales,
rápidamente se extendió geográficamente, creció numéricamente, organizó -con un
impresionante grado de eficiencia-, comenzó a realizar propuestas políticas
(¡qué estúpidas suenan hoy las palabras de algunos ilustres académicos y
tertulianos que desde el primer día, en su intento de estigmatizarlo,
pontificaron que el movimiento no tenía alternativas!), mostró imaginación en
sus formas de acción, audacia en sus planteamientos frente al establishment,
autocontención frente a provocadores y fascistas, disciplina en su reacción
frente a la represión policial, serenidad ante los intentos de criminalización
de la derecha, y, muy especialmente, voluntad y decisión frente a los diferentes
intentos de disolverlo desde los despachos de la Junta Electoral.<BR>Su primer
gran logro es haber logrado tejer su permanencia día a día, noche a noche,
resistiendo en unas plazas dónde se ha ensayado con éxito la "otra ciudad", la
de la fraternidad y la cooperación. Como metáfora misma de la dificultad a la
que se enfrenta el cambio para las mujeres en lo macro, estuvo presente en lo
micro en la expresión ramplona del machismo de alguno de los acampados que las
feministas supieron poner en su sitio. El grito de "No nos vamos" ha sido la
expresión rotunda y gráfica de la voluntad de resistencia y de una estrategia
elemental que se ha mostrado acertada y eficaz en estos primeros
pasos.<BR><BR>El movimiento se ha ganado la legitimidad ante la sociedad porque
supo dar el primer paso tras indignarse: actuar. Su sencillo y elemental mensaje
ha dejado en entredicho y puesto en evidencia la muy escasa legitimidad de los
principales actores e instituciones del sistema político. Pero no ganó
credibilidad solo por eso, la obtuvo porque quienes se han movilizado
representan y expresan la percepción política y el estado de ánimo de un
amplísimo sector frente a las instituciones.<BR><BR><STRONG>Las ideas fuerza del
15-M</STRONG><BR></DIV>
<DIV align=justify>El lema "¡Que no, que no, que no nos representan!" pone en
primer plano el divorcio existente entre la juventud (y también de un amplio
sector social) y las élites políticas institucionales, la famosa "clase
política" (¡que término más estomagante!). Los "políticos" -profesionalizados en
instituciones y partidos- aparecen ante sus ojos no como quienes solucionan por
delegación los problemas colectivos sino como agentes al servicio de la banca y
los empresarios. Por tanto, son percibidos como parte del problema. El lema "No
les votes" tiene destinatarios concretos: los partidos que cuentan a la hora de
las decisiones: PSOE y PP. Pero la critica a la política institucional abarca a
todos los partidos del sistema. Y, sin embargo, no es ni mucho menos mayoritaria
la posición anti voto o abstencionista clásica del anarquismo. Simplemente no
quieren votar a "esos".<BR><BR>Cuando miles de personas corean el "Le llaman
democracia y no lo es" están poniendo de relieve la existencia de ateromas en
las vías de participación democrática en un país en el que los cauces se reducen
a ejercer el voto periódicamente. Un país dónde los consejos de participación
ciudadana son en muchos casos paripés que no llegan ni al nivel de consultivos,
la Iniciativa Legislativa Popular es un carrera de obstáculos con nulos
resultados, el derecho de referéndum tiene una reglamentación que lo hace
inviable y modestas experiencias como los presupuestos participativos son la
excepción. Si los cauces de participación tienen ateromas, estos aún son mayores
en el seno de los partidos mayoritarios. Como resultado tenemos un modelo
esclerotizado que exige cambios desde la raíz.<BR><BR><STRONG>La calidad
democrática</STRONG><BR><BR>Las concentraciones no están poniendo en cuestión
las libertades ni la democracia, sino la falsificación de la misma. El "atado y
bien atado" del sistema político fruto del consenso impuesto bajo amenaza en la
nada ejemplar ni modélica -pese a la historiografía y hagiografía oficial-
transición española tiene su traducción jurídica en la Constitución vigente que
aparece como un texto sagrado o tabú intocable. De quienes pudieron votar la
Constitución de 1978 siguen vivas 8.822.278 personas, o sea el 20,71% de la
población española actual, y dado que la participación ascendió al 67,11% -fuera
cual fuera su papeleta- solamente votaron 5.920.630.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ello significa que la gran mayoría de la población
española actual no ha decidido sobre cuestiones tan importantes como el modelo
de estado, el sistema económico, la forma de gobierno o la monarquía. La
juventud actual no se identifica con un texto con acusadas carencias
democráticas que no decidió y que nadie le permite poder refrendarlo o
cambiarlo. Hora es que se aborde el problema creado hace 35 años por la política
del consenso constitucional impuesto y la desmemoria. Acabar con las herencias,
hipotecas y pervivencias del franquismo supone consumar la ruptura democrática
inconclusa. Ello supone más democracia, y más libertades.<BR><BR><STRONG>El
futuro del movimiento</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Un buen número de intelectuales han intentado, con poca
fortuna, caracterizar el movimiento para augurar su futuro. El calificativo ha
precedido al sustantivo. Antes de nacer la criatura ya tenía registrado el
nombre y la partida de defunción. Como muestra baste algunos ejemplos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Miren Etxezarreta asoció el movimiento con una "rabieta
pasajera" necesitada, para sobrevivir, de aliarse con entidades de más entidad;
obviando la existencia de importantes organizaciones sociales que lo apoyan y
olvidando el movimiento de fondo que motiva el 15M más allá de la debilidad de
las formas organizativas del DRY. Fernando Vallespín lo tildó de populista -con
riesgo de maridar con el populismo derechista- porque atacaba genéricamente a
los bancos y los gobiernos; ignorando que esos a los que señala son "los de
arriba" de toda la vida para los movimientos sociales de izquierda. Pablo Oñate
augura su fracaso porque "carece de propuestas articuladas", ninguneando las que
cualquiera puede consultar en www.democraciarealya.es ¿Cómo es posible que no se
haya molestado en conocer lo que criticaba? O mucho me equivoco o el movimiento
social poca ayuda va a recibir de la mayor parte de la academia y la
intelectualidad homologada.<BR><BR>Hoy a la hora de escribir el texto todavía no
se conoce el resultado electoral y por tanto el marco institucional resultante.
Por supuesto, no es indiferente cual sea la correlación de fuerzas que se
establezca entre las distintas fuerzas tras los comicios. Pero ello poco tiene
que ver con los debates en las asambleas en las plazas y no comparto la
preocupación expresada por José Luis Zárraga cuando indica al movimiento la
necesidad de votar. Esa no es la cuestión tal y cómo se ha podido comprobar en
las asambleas más allá de intervenciones anecdóticas. La cuestión en debate no
era si votar o no el día 22. La cuestión es qué democracia y qué política.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Aventuro que el movimiento en torno al DRY no va tener
efectos electorales en este corto plazo de tiempo, pues cada fuerza política
-empezando por el PSOE- ha ido ganándose a pulso su situación y el resultado del
partido, empleando el lenguaje deportivo, dependía sólo de su propio juego. Y, a
su vez, los retos de futuro que tiene ante sí tras el 22 M el DRY son de tal
naturaleza que dependen en muy pequeña medida respecto al nuevo marco en los
Ayuntamientos y Comunidades.<BR><BR>El 23 comenzará una nueva etapa del
movimiento surgido el 15M en un marco en el que en todas las autonomías y
ayuntamientos se va a recrudecer la política de ajuste duro antisocial y que las
políticas gubernamentales van a estar determinadas por las nuevas exigencias
regresivas del Pacto por el Euro.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El futuro del DRY dependerá de su capacidad para ofrecer
respuestas alternativas, establecer alianzas sociales amplias, diseñar
escenarios de relación con los partidos y solucionar los nuevos problemas de
organización que permitan un funcionamiento estable, unitario y pluralista
barrio por barrio y pueblo por pueblo. El resultado es incierto, pero el reto de
intentar mantener y fortalecer el espíritu de Sol, la Trinidad, Catalunya,
Ajuntament y ese largo etcétera de plazas es una aventura que merece la pena
emprender. </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri><FONT size=2
face=Arial></FONT></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri><FONT size=2 face=Arial>* Integra
el Consejo de Redacción de Viento Sur.</FONT></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV></FONT>
<DIV align=justify><BR><BR>Manuel Garí es miembro de la redacción de VIENTO
SUR</FONT></DIV></BODY></HTML>