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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa<BR></FONT><U>15 de junio 2011<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Montevideo - Uruguay<BR>Redacción y
suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>China<BR><BR>Miles de trabajadores
inmigrantes se lanzan a las calles de Zengcheng tras ser apaleada una joven
embarazada<BR></FONT></STRONG></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG><FONT size=3>La chispa de los
indignados prende en la "fábrica del
mundo"<BR></FONT></STRONG></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>David Brunat, corresponsal en
Pequín<BR>Público, Madrid, 13-6-2011</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><A
href="http://www.publico.es/"><STRONG>http://www.publico.es/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial>China está siendo sacudida por una
espiral de protestas sociales, todas ellas distintas en su origen pero iguales
en la base: el hartazgo de una población indignada por la explotación laboral,
la marginación social o la corrupción oficial. Después de que la provincia de
Mongolia Interior sufriera hace 15 días los peores disturbios interétnicos que
vive el país desde las batallas callejeras de Xinjiang en 2009, ahora la chispa
ha prendido en la sureña provincia de Guangdong, motor de la llamada "fábrica
del mundo".<BR><BR>Las fuerzas de seguridad toman el centro de Zengchengpara
hacer frente a la revuelta de trabajadores inmigrantes por la paliza que recibió
una joven vendedora ambulante.<BR><BR>Miles de trabajadores inmigrantes del
campo llevan tres días seguidos protestando violentamente en las calles de la
región de Zengcheng como respuesta al maltrato que sufrió una joven de 20 años
embarazada, procedente de la provincia de Sichuan, a manos de varios guardias de
seguridad. En la noche del viernes, la chica estableció su puesto de venta
ambulante frente a un supermercado. Al no marcharse del lugar tras ser
advertida, los guardas, contratados por el gobierno local, salieron a su caza y
le dieron una paliza sin importarles su estado, según narraron testigos en
varias webs chinas.</FONT></DIV><FONT size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR>Casi al instante, miles de personas, sichuaneses en su
mayoría, se lanzaron a la calle: tumbaron decenas coches de Policía, se
enfrentaron a centenares de agentes y prendieron fuego a edificios
gubernamentales, camiones y mobiliario urbano. Desde el sábado, algunos barrios
de la ciudad viven sumidos en la anarquía, mientras decenas de tanquetas del
Ejército y miles de agentes antidisturbios tratan de frenar el estallido de
cólera popular. "La gente corre como si estuviera loca. Han atacado la oficina
del Gobierno y le han prendido fuego", afirmó una mujer en la ciudad de
Dadun.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La paliza a la joven fue la gota que colmó el vaso de la
paciencia de los trabajadores inmigrantes en el sur de China, que se sienten
laboralmente explotados y sistemáticamente humillados por los habitantes
locales. Una sensación que se ha agravado este año debido a la fuerte inflación
que sufre el país, que combinada con el descenso de la demanda por parte de
Occidente ha puesto a miles de fábricas y millones de trabajadores al borde de
la ruina.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Los esclavos se levantan</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>"Ya han tenido bastante de opresión, de ser esclavos, y
quieren levantarse", indicaba un internauta en el portal Sina.com, tras ver
alguno de los vídeos grabados con teléfono móvil que circulan por la red.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los comentarios en internet a favor de la revuelta se
multiplican mientras el Gobierno trata de poner paz. Incluso llevó al marido de
la víctima al Ayuntamiento de Cantón, la capital provincial, para decir ante la
prensa que tanto su esposa como el feto están sanos y salvos. Ni la prensa ni la
televisión nacional se han hecho eco de los disturbios; sólo una nota de la
agencia estatal Xinhua indicaba hoy que ha habido al menos 25 detenidos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Esta protesta antigubernamental ha tomado el relevo de
otra en la provincia de Hubei, en el centro del país. Allí, miles de personas
atacaron la semana pasada la sede del Gobierno de Lichuan como protesta por la
misteriosa muerte de Ran Jianxin, exdirector de un distrito de la ciudad. Ran
fue arrestado el 26 de mayo, acusado de haber aceptado sobornos en varios casos
de expropiaciones de terrenos y demoliciones forzosas. Murió diez días después.
Según la familia, su cuerpo mostraba signos de haber sido gravemente
torturado.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los manifestantes expresaron toda su rabia contra el
Gobierno y se enfrentaron a la Policía, ya que, según explicaron varios de ellos
al diario Southern Metropolis News, Ran había luchado por los derechos de varias
familias en al menos cinco distritos, siendo el único funcionario local
dispuesto a defender a las víctimas de las expropiaciones forzosas y a denunciar
la campaña oficial de confiscación de terrenos con fines especulativos.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Despliegues policiales ante las
rebeliones</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Cientos de policías antidisturbio han sido desplegados en
los últimos días en diversas regiones de China para hacer frente a las
rebeliones populares que han estallado a causa de la explotación de los
trabajadores y la corrupción de las autoridades. Arriba, las fuerzas de
seguridad tomaron hoy el centro de Zengcheng para hacer frente a la revuelta de
trabajadores inmigrantes por la paliza que recibió una joven vendedora
ambulante.
<HR>
<BR><BR><BR></FONT></DIV></BODY></HTML>