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<BODY background="" bgColor=#ffffff><FONT size=2 face=Arial>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa<BR></FONT><U>16 de junio 2011<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Montevideo - Uruguay<BR>Redacción y
suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Perú</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG><FONT size=3>¿De un patio
trasero a otro?<BR></FONT></STRONG><BR><BR><STRONG>Philippe Revelli<BR>Le Monde
Diplomatique</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><A
href="http://www.monde-diplomatique.fr/"><STRONG>http://www.monde-diplomatique.fr/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Traducido para Rebelión por
Caty R.<BR><BR></STRONG><BR>El 5 de junio Ollanta Humala (izquierda) ganó las
elecciones presidenciales peruanas con el 51,6% de los votos frente al 48,4% de
su adversaria Keiko Fujimori (derecha). <BR><BR>La noticia provocó la mayor
caída de la Bolsa de Lima desde su creación (el 12,51%): ¿No había declarado
Humala durante la campaña electoral anterior, en 2006, su proximidad con el
presidente venezolano Hugo Chávez? «Un error», ha repetido constantemente
durante la campaña de 2011, y ha preferido declarase cercano al presidente
brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, mejor considerado en los mercados
financieros. <BR><BR>Después de asegurar que una segunda vuelta entre Keiko
Fujimori y Ollanta Humala imponía a los peruanos la elección «entre el cáncer y
el sida», el intelectual liberal Mario Vargas Llosa –Premio Nobel de Literatura
2001- prestó su apoyo al candidato de izquierda, seguido por una parte de la
burguesía. Porque Keiko Fujimori es ni más ni menos que la hija del expresidente
Alberto Fujimori, en el poder entre 1990 y 2000, que en la actualidad cumple una
condena de 25 años de prisión por corrupción y violación de los derechos
humanos. Votar por una candidata que contaba entre sus objetivos con el de
rehabilitar a su padre «conduciría a legitimar la peor dictadura que hemos
tenido que sufrir en toda nuestra larga historia republicana», justificó Vargas
Llosa. <BR><BR>Una de las propuestas más populares de Humala consiste en
incrementar los impuestos sobre la renta minera, inflada por la subida de los
precios: aunque la economía peruana creció el 8,3% en 2010 y la pobreza cayó del
54% al 35% en diez años, las desigualdades continúan siendo escandalosas. Algo
que concierne directamente a las empresas chinas que, como muestra este
reportaje, desde hace varios años han propulsado los productos mineros al primer
puesto de las exportaciones del país. <BR><BR>«Hasta no hace mucho tiempo muchos
trabajadores todavía consideraban que China formaba parte del campo socialista,
recuerda Juan Carlos Vargas, presidente del PLADES, una organización no
gubernamental (ONG) de apoyo al movimiento sindical, y la adquisición de “Hierro
Perú” por parte de una empresa china suscitó grandes esperanzas entre los
mineros». En la actualidad, a un lado y otro de las calles invadidas por la
arena, las casas de colores desvaídos caen poco a poco en la ruina. Muchas están
vacías y otras tapiadas, dando de San Juan Marcona la imagen de un sueño
desvanecido. <BR><BR>Durante mucho tiempo una simple aldea de pescadores perdida
entre el desierto y el océano, a unos 500 kilómetros al sur de Lima, San Juan
Marcona se convirtió en un campamento minero en 1953, con la llegada de una
compañía estadounidense que vino para explotar los yacimientos de hierro de la
región. Nacionalizada en 1975 por el gobierno del general Juan Velasco Alvarado,
la Marcona Mining Compagny después se rebautizó como Hierro Perú (1).
</FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial>A principios de los años 90, la
elección de Alberto Fujimori abrió, como en otros lugares de América Latina, una
era d</FONT><FONT size=2 face=Arial>e privatizaciones masivas «El chino», como
apodaban al nuevo presidente, hizo hincapié en el estrechamiento de las
relaciones económicas con Asia. Por supuesto con Japón, de donde es originaria
su familia, y también con China. Entre 1991 y 1995, Fujimori viajó cuatro veces
a Pekín, y en 1994 ambos países firmaron un convenio sobre la promoción y
protección recíproca de las inversiones. Comparadas con las multinacionales
occidentales, las empresas chinas sólo se beneficiaban de una manera muy
marginal de esa «apertura». La compra de Hierro Perú en 1992 por Shougang
Corporation constituyó, con mucho, la operación más importante realizada por los
chinos en ese marco.</FONT></DIV><FONT size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR>Dirigida por el ministro de Comercio Víctor Joy Way
–también de origen chino y en la actualidad encarcelado por su implicación en
varios casos de corrupción-, la privatización de Hierro Perú en beneficio de
Shougang se revelaría, pero demasiado tarde, «llena de irregularidades y que
respondía a intereses privados que no tenían nada que ver con los del Estado»
(2). Hasta el punto de que en 2001 fue objeto de una investigación de la
Comisión de Delitos Económicos y Financieros del Congreso peruano. Sin embargo
en principio parecía un buen negocio para Perú, los chinos se comprometieron a
invertir 270 millones de dólares para modernizar la empresa.</DIV>
<DIV align=justify><BR>«No tardamos mucho en desilusionarnos», explica Julio
Ortiz, secretario del Sindicato Minero de Marcona. Ciertamente, a diferencia de
lo que pasa en numerosos países africanos, los peruanos sólo veían desembarcar
importantes contingentes de trabajadores chinos que venían a ocupar los puestos
de trabajo codiciados por los «nacionales». A pesar de que hacía contrataciones,
la Shougang no respetaba todos sus compromisos: «Sólo una ínfima parte de las
inversiones prometidas se realizaron efectivamente, observa Ortiz, y nosotros
seguimos trabajando con equipamientos obsoletos que se remontan a veces a la
época de los estadounidenses. Las desastrosas condiciones de trabajo están en el
origen de un número anormalmente elevado de accidentes de trabajo graves».</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ni más ni menos que las empresas occidentales, la
compañía recurre sistemáticamente a las empresas prestatarias de mano de obra
que a menudo emplean a antiguos mineros despedidos por Shougang. De los
aproximadamente dos mil trabajadores, menos de la mitad están contratados
directamente por la empresa. Finalmente, las relaciones de la dirección con el
sindicato, antes a la cabeza de un auténtico bastión, «¡Es un pulso constante!
Todas las revisiones de los acuerdos salariales o del convenio colectivo
desembocan en una huelga –más de una al año de promedio durante el último
decenio- y a pesar de todo nuestros salarios continúan siendo inferiores a los
de otras empresas mineras».</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las relaciones con el gobierno municipal no son mejores.
«Las sucesivas oleadas de despidos constituyen una hemorragia y la ciudad ha
perdido más de la mitad de su población, el parque de viviendas perteneciente a
la empresa no se ha renovado nunca, los vertidos contaminantes afectan
gravemente al medio ambiente marino y a las condiciones de vida de los
pescadores, enumera Rodolfo Purizaca, el teniente de alcalde. ¡Marcona se ha
convertido en un enclave chino!», concluye. En las cuatro esquinas de la ciudad,
así como en sus alrededores, los paneles «Concesión Shougang Hierro Perú» marcan
el territorio.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Contraviniendo los términos del acuerdo de privatización,
la empresa se niega a devolver a la alcaldía la gestión del agua, sus ejecutivos
–la mayoría chinos- reciben aprovisionamiento las veinticuatro horas del día,
pero el resto de la población sólo tiene acceso al preciado líquido durante
algunas horas diarias. Shougang Generation Electrica, una de las numerosas
filiales del grupo, provee en primer lugar las instalaciones de la empresa y
después, accesoriamente, a la ciudad. Los barcos de Agnav, otra filial del
grupo, atracan en el muelle privado de la compañía y garantizan el transporte
del mineral a China y a las fábricas siderúrgicas de la Shougang
Corporation.</DIV>
<DIV align=justify><BR>«Los chinos se oponen a todo lo que podría poner en
cuestión su hegemonía en el territorio de la comunidad, afirma Puricaza. Ya se
trate de la construcción de un importante terminal portuario, de la implantación
de una empresa petroquímica o de proyectos de acondicionamiento urbano». Así, el
pasado mes de septiembre, la compañía vetó la puesta en marcha de los trabajos
de construcción de un nuevo barrio que recortaba una concesión minera que no se
ha explotado nunca. El alcalde y sus administrados se encontraron entonces
frente a los vigilantes de la empresa respaldados por un centenar de policías;
la situación degeneró en enfrentamientos violentos. «Sin embargo el proyecto se
había aprobado por un decreto de Estado», señala Puricaza.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El director de la edición peruana de la revista China
Today, Meng Kexin, es más accesible que los dirigentes de las empresas chinas
(los cuales no quisieron responder a nuestras preguntas). Cuando se recuerda
ante él el comportamiento de la compañía no lo niega, atempera: «No hace tanto
tiempo que las empresas chinas se abren al mundo, aprenden poco a poco». Sin
embargo reconoce que «Shougang sería un poco la vieja escuela y Chinalco la
nueva generación…».</DIV>
<DIV align=justify><BR>En 2001, China se integró en la Organización Mundial del
Comercio (OMC) y anunció su intención de promover una nueva expansión de sus
inversiones más allá de las fronteras nacionales. En Perú eso se tradujo en lo
que los economistas Cynthia Sanborn y Víctor Torres (3) califican de «segunda
ola de inversiones chinas» -la primera correspondería especialmente a la compra
de Hierro Perú por Shougang, en la primera mitad de los años 90-.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En algunos años, el volumen de los intercambios
comerciales entre los dos países se aceleró para pasar de 231 millones de
dólares en 1993 a 7.800 millones en 2008, con un balance positivo para Perú, que
exporta a China casi tres veces más de lo que importa. Porque aunque esas
cantidades pesan muy poco a escala de la economía china –Perú representa el 0,4%
de sus importaciones y el 0,1% de sus exportaciones- no es lo mismo para Lima.
En la actualidad el Imperio del Medio ha ascendido a la categoría de segundo
socio comercial del país después de Estados Unidos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En 2008 China representó el 15% de los intercambios
comerciales de Perú; China importa el 50% de los productos de la pesca y el
41,9% de los productos de la explotación forestal peruana. Pero el sector minero
continúa llevándose la parte del león. Para abastecer un crecimiento de dos
cifras –y dado que forma parte de los principales productores mundiales de
recursos minerales- China, en efecto, tiene que asegurarse el acceso a nuevas
fuentes de aprovisionamiento. Resultado: el 99% de las inversiones extranjeras
directas (IDE) de China en Perú se concentra en el sector minero.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La estrategia de sus empresas no siempre es la
especulación, al contrario. «Las inversiones de las empresas chinas obedecen a
una estrategia a largo plazo pilotada desde Pekín, analiza José de Echave,
director de la ONG CooperAción. A su vez, el gobierno y los bancos chinos apoyan
a sus empresas, permitiéndolas participar en proyectos importantes sin que
tengan que someterse a la presión de los accionistas privados ansiosos de
rentabilidad inmediata».</DIV>
<DIV align=justify><BR>El proyecto de explotación de los yacimientos de cobre
del monte Toromocho por la multinacional china Chinalco es emblemático a este
respecto. La Chinese Aluminium Corporation (Sociedad de Aluminio China,
Chinalco) es una empresa del Estado. Segundo productor mundial de aluminio, el
grupo invierte en una docena de países, posee el 9% de las acciones de la
anglo-australiana Río Tinto –la tercera compañía minera del mundo-, es un buque
insignia de la industria china y ha sido distinguida varias veces por su
comportamiento responsable en materia de gestión medioambiental y social. En
2007, Chinalco se convirtió en propietaria de las concesiones del lugar de
Toromocho, en el departamento de Junin, al comprar la sociedad minera canadiense
Perú Copper. Las reservas de cobre del monte Toromocho (4.600 metros de altitud)
se conocen desde hace mucho tiempo y están estimadas en unos dos mil millones de
toneladas. Sin embargo nunca se han explotado debido, por una parte a la poca
concentración de cobre del mineral, y por otro lado por el coste y la dificultad
de poner en marcha un proyecto que exige el desplazamiento de los cinco mil
habitantes de la pequeña ciudad de Morococha.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Suelos carcomidos, renegridos por las emanaciones ácidas,
la atmósfera, los lagos y los ríos contaminados… Situada en una región de larga
tradición minera (4), la localidad de Morococha muestra sus cicatrices. Las
concesiones de las diferentes compañías cubren el 97,7% del territorio
municipal. Pero «Nosotros vivimos de la mina, reconoce el alcalde, Marcial
Salomé Ponce, y durante la consulta preliminar sobre el proyecto de Chinalco
aceptamos el principio de un traslado de la ciudad». Sobre todo porque los
chinos prometieron una gran oferta de empleos a los «locales» y anunciaron la
construcción de una ciudad equipada con todos los servicios –agua, escuelas,
hospital-. El coste previsto de la operación era de alrededor de 50 millones de
dólares, una bagatela comparados con los 2.200 millones que Chinalco preveía
invertir en ese proyecto.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero las relaciones entre la empresa y los habitantes se
deterioraron rápidamente. Las casas-piloto expuestas por Chinalco se
consideraron muy pequeñas y las indemnizaciones insuficientes; los primeros
empleos que se crearon se dieron a trabajadores procedentes de otras provincias,
a veces de Chile; el emplazamiento elegido para la construcción de la nueva
ciudad –una zona inundable situada aguas abajo de la presa donde se almacenarán
los residuos de la explotación minera- no convenció.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Frente a la revuelta de los habitantes, los ejecutivos
chinos de la empresa no se presentaron: «Nadie vino a discutir cara a cara con
la población, y conmigo tampoco se han entrevistado nunca», se queja el alcalde.
En vez de diálogo, Chinalco prefiere a menudo otros métodos: «Yo he recibido
amenazas de muerte en mi móvil», afirma Doña Marta Curacachi, presidenta de la
Asociación de Mujeres de Morocoha.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Si ellos insisten en mantener su opinión, los habitantes
de Morococha sin embargo piensan cuestionar el propio proyecto. No es lo mismo
que en Huancabamba, en el departamento de Piura, en el norte del país, donde el
grupo minero Zijin ha comprado la compañía británica Monterrico Metals y
proyecta la explotación a cielo abierto de los yacimientos de cobre de Río
Blanco. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En esta región, fronteriza con Ecuador y que se denomina
los Andes Verdes, la oposición de una población mayoritariamente rural a la
industria minera es muy anterior a la llegada de los chinos. «El río Marañón,
uno de los principales afluentes del Amazonas, y otros ríos que riegan el
departamento de Piura, toman sus fuentes en nuestras montañas, explica Benito
Guarniza, presidente de la comunidad rural de Segunda y Cajas. Dichos ríos
encierran una extraordinaria biodiversidad pero son ecosistemas frágiles,
continúa. Los daños causados por la explotación minera a gran escala serán
considerables y afectarán a nuestra forma de vida y a los fundamentos de nuestra
cultura».</DIV>
<DIV align=justify><BR>Así en 2003, cuando el gobierno peruano concedió a
Monterrico Metals los yacimientos de Río Blanco, las comunidades rurales de
Huancabamba, Ayacaba y El Carmen de la Frontera protestaron, alegando que esas
tierras les pertenecían y que no se había consultado a los habitantes. Apoyado
por diversas ONG peruanas e internacionales, el movimiento se expandió y
desafiando una brutal represión, se estructuró bajo la bandera de un Frente para
el Desarrollo Sostenible de la Frontera Norte de Perú (FDSFNP). Paradójicamente,
esta situación conflictiva es la que permitió en 2007 que el consorcio chino
fuera el único que respondió a la licitación para adquirir Monterrico Metals a
un precio muy inferior de su valor estimado.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En Huancabamba, la noticia se acogió con inquietud.
Puesto que Zijin llegó precedido de una reputación execrable: en la provincia de
Guizhou, los diques de una de sus presas de almacenamiento de residuos se rompió
liberando doscientos mil metros cúbicos de lodo; en el Yunnan se habían
producido violentos enfrentamientos con los campesinos que se resistían a la
expropiación y en China –sin embargo poco conocida por su severidad al respecto-
la empresa ya había sido condenada.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El 16 de septiembre de 2007, los opositores al proyecto
organizaron un referéndum popular en las comunidades rurales de Huancabamba y de
Ayabaca. Con un 97,7% de oposición a la puesta en marcha del proyecto minero, el
resultado es definitivo. Pero China absorbe en la actualidad un tercio de la
producción mundial de metales básicos y, desde hace algunos años, esta bulimia
contribuye a hacer que se disparen los precios de los productos mineros
impulsando la economía de Perú, cuyo subsuelo está repleto de recursos
minerales. Un maná del que ni las élites ni el gobierno quieren privarse.</DIV>
<DIV align=justify><BR>¡Al contrario! A través de una de sus filiales
–Agropecuaria Las Huaringas, S.A.- el grupo financiero Romero, el más poderoso
de Perú, se convirtió en accionista del consorcio dirigido por Zijin y se
implicó activamente sobre el terreno, financiando una radio y una fundación
favorables al proyecto minero. En cuanto al presidente Alan García, en marzo de
2008, con ocasión de un viaje oficial a China, se entrevistó con los dirigentes
de Zijin y garantizó su apoyo al proyecto Río Blanco (5).</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Vemos una demostración de ese apoyo? El 2 de diciembre
de 2009 la policía abrió fuego sobre los campesinos de Segunda y Cajas, causando
dos muertos y varios heridos. «En 2005, durante una marcha pacífica, veintinueve
personas fueron detenidas y torturadas durante tres días en el campamento minero
de Monterrico Metals, y algunos meses después un líder comunitario fue
asesinado, recuerda José de Echave. En esa época, prosigue, esos sucesos
repercutieron en el país de origen de la empresa, la Organización Los Amigos de
la Tierra interpeló públicamente a los principales accionistas de la empresa, en
particular Lehman Brothers, y acudieron a un bufete de abogados británicos que
se hicieron cargo y obtuvieron la congelación de una parte de los haberes
bancarios de Monterrico Metals. En la actualidad es mucho más difícil presentar
un recurso ante los tribunales chinos. Y por eso hay que encontrar relevos en la
sociedad civil de ese país…»</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sin embargo en Huancabamba las comunidades campesinas y
ecologistas no deponen las armas. El pasado mes de octubre Ramiro Ibáñez fue
elegido alcalde de la localidad tras una campaña articulada en torno a la
consigna «¡Sí a la agricultura, no a la minería!». No está solo: en las
recientes elecciones regionales y municipales los departamentos de Piura y
Cajamarca (6) se han dotado de dirigentes conocidos por su posición crítica con
respecto al «todo minería», mientras que en San Juan Marcona y Morococha los
alcaldes salientes han sido reelegidos. Estos últimos, como Ibáñez, afirman que
otros candidatos, más favorables a las compañías mineras, se han beneficiado de
la generosidad de los chinos. Pero parece claro que estas injerencias sobre todo
son actuaciones de los aliados locales. En vez de implicarse directamente, los
chinos prefieren delegar en el gobierno peruano la tarea de gestionar los
problemas planteados por su presencia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las observaciones de Salomón Lerner, director ejecutivo
de una empresa de transporte aéreo, van en el mismo sentido: «Somos muy
consciente de que los chinos no respetan las reglas comerciales y practican el
dumping, estima. Pero a diferencia de Estados Unidos, que pretende imponer su
sistema –de valores y de libre mercado-, los chinos no hacen proselitismo, no
buscan la hegemonía, se adaptan». «Sin emociones, añade Javier Diez Canseco
dirigente del Partido Socialista, donde encuentran un gobierno débil que les
deja hacer, ellos aprovechan…» En cuanto a Meng Kexin, se limita a declarar:
«Nosotros hemos elegido la economía de mercado, nos dedicamos al comercio, no a
la política».</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>* Philippe Revelli es periodista y fotógrafo. Se puede ver
una serie de fotografías tomadas durante este reportaje en su sitio web: </DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.philipperevelli.com/perou_chine/index.html"><STRONG>http://www.philipperevelli.com/perou_chine/index.html</STRONG></A><BR></DIV><STRONG><U></U></STRONG>
<DIV align=justify><STRONG><U></U></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><U>Notas</U></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><U><BR></U></STRONG>(1) Bastión del movimiento obrero
peruano, sigue honrando a Saúl Cantoral, líder sindicalista asesinado en 1989
cuyo retrato preside la sede del Sindicato de los Mineros<BR>(2) Jorge Manco
Zaconetti, «Hierro Perú, una privatización anormal del Estado peruano al Estado
chino» Revista de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos, nº 22, Lima, julio de 2003.<BR>(3) Cynthia Sanborn y Víctor
Torres, «La economía china y las industrias extractivas: desafíos para el Perú»
CooperAcción/Universidad El Pacífico, Lima, octubre de 2009.<BR>(4) A veinte
kilómetros de Morococha, la Oroya ostenta el dudoso honor de ser la ciudad más
contaminada del mundo.<BR>(5) Cynthia Sanborn, op. Cit.<BR>(6) En ese
departamento, los conflictos entre los campesinos y la compañía minera son
numerosos y antiguos. Leer «Révolte globale contre un géant minier», le Monde
diplomatique, octubre de 2010. Y la llegada anunciada de la multinacional china
Minmetal Corp., parece que no arreglará las cosas.
<HR>
<BR></FONT></DIV></BODY></HTML>