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<HR>
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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa<BR></FONT><U>11 de setiembre 2011</U><BR><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: <A
title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="mailto:germain5@chasque.net">germain5@chasque.net</A></FONT></STRONG><A
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size=4></FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Libia<BR></FONT></STRONG></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Después de
Gadafi</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Calibri></FONT><FONT face=Calibri></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Calibri></FONT><FONT face=Calibri></FONT><BR><FONT
size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>David Wearing y Gilbert
Achcar *</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Traducción de Viento
Sur</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><A
title="http://www.vientosur.info/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://www.vientosur.info/"><STRONG
title="http://www.vientosur.info/ CTRL + clic para seguir el vínculo">http://www.vientosur.info/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Calibri></FONT><BR><FONT size=2 face=Arial>En esta
entrevista, David Wearing, de New Left Project (NLP), formula algunas preguntas
sobre las críticas de que ha sido objeto en los últimos meses la posición de
Gilbert Achcar en relación con la intervención de la OTAN en Libia y acerca de
la nueva situación en este país. [Viento Sur]</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=2 face=Arial>-David Wearing: Tal como
yo la entiendo, tu posición es que mientras debemos oponernos al intento de la
OTAN de secuestrar la revolución libia para sus propios fines, esta oposición no
debía manifestarse en la fase inicial de la acción militar, que probablemente
salvó a Bengasi de graves atrocidades a manos de las fuerzas gadafistas.
Después, habría que dar preferencia a la entrega de armas a los rebeldes en vez
de la continuación de la intervención de la OTAN con el propósito de cambiar el
régimen (a la que hay que oponerse por motivos antiimperialistas). En primer
lugar, ¿es esta una descripción correcta de tu posición, y si no lo es, podrías
aclararnos en qué consiste? En segundo lugar, ¿es realista apoyar una acción
militar limitada de la OTAN, o no oponerse a ella, porque habría protegido a la
población de Bengasi, pero estar en contra de la ulterior implicación de la
OTAN, dado que era muy probable que esta última fuera la consecuencia lógica de
la primera? ¿Acaso no era desde el principio muy poco probable que la
intervención de la OTAN se circunscribiera a la defensa de
Bengasi?</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2 face=Arial>Gilbert Achcar: Son dos preguntas
en una y contestaré a ambas al mismo tiempo. Permíteme, sin embargo, empezar con
un comentario sobre el debate provocado en torno a mi posición en círculos de la
izquierda radical en Europa y América. (Delimito la región porque en el mundo de
lengua árabe, al que pertenezco, no ha habido nada ni remotamente similar, pese
a que mi posición se expuso tanto en árabe, si no más, como en las lenguas
europeas.)</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2 face=Arial>Como destacaron muchos militantes
razonables de la izquierda radical, la cuestión libia era, y sigue siendo, un
asunto complicado en el que los antiimperialistas se ven confrontados con una
situación sin precedentes en la que la OTAN afirma que interviene en nombre de
un verdadero levantamiento popular democrático. Para aquellos cuyo
antiimperialismo viene acompañado de una fascinación por los "caudillos", la
cuestión estaba clara desde el principio: Gadafi es un "gran líder
revolucionario" y los insurgentes libios son el equivalente de la "contra"
nicaragüense. Ante estos argumentos es sumamente difícil mantener un debate
fructífero. Sin embargo, en lo que respecta a la izquierda antiestalinista, era
de esperar o deseable que hubiera un debate con un grado de sofisticación acorde
con la complejidad de la cuestión. Salvo algunas excepciones, por desgracia,
este no ha sido el caso, ni mucho menos.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><BR>Para que quede claro, la postura
que manifesté era en sí misma extraordinariamente compleja, fiel reflejo de la
complejidad de la situación. Pero esto no puede ser una explicación suficiente,
ni mucho menos una excusa, de que los que me criticaron fueran incapaces de
exponer correctamente mi punto de vista, bien al amparo de una tergiversación
deliberada -es el caso de aquellos que confunden el argumento con la
caricatura-, bien a raíz de una lectura incorrecta bajo el influjo de la
primera. De este modo pude experimentar en propia carne lo que quiso decir
Francis Bacon con el famoso dicho de "calumnia, que algo queda". Por mucho que
yo en ningún momento "apoyara" la intervención de la OTAN, varios detractores
convirtieron de inmediato mi postura en un "apoyo a la zona de exclusión aérea
de la OTAN", que a su vez se tradujo, por supuesto, en un "apoyo a la
intervención de la OTAN" e incluso en un "apoyo al imperialismo" para los más
acelerados, sin que presentaran en ningún momento alguna cita relevante. Y a
pesar de mi constante refutación de esta caricatura en sucesivas declaraciones,
la última de ellas en una reciente entrevista publicada en NLP, algunos
militantes de izquierda siguen "resumiendo" hoy en día mi posición calificándola
de "apoyo a la intervención de la OTAN".</FONT></DIV><FONT size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR>Ahora bien, mi experiencia personal es secundaria. Estos
ataques no me impresionan para nada, de lo contrario no habría manifestado
públicamente mi postura. En más de 40 años de lucha política en la izquierda, he
sido objeto de calumnias en repetidas ocasiones, pero nunca me he dejado
intimidar. Si uno no tiene el valor de defender lo que considera correcto, es
mejor que abandone la política revolucionaria. Todo lo que yo he tenido que
soportar es pecata minuta en comparación con lo que tuvieron que sufrir los
antiestalinistas en el apogeo del estalinismo. Dicho esto, si mantuve la
posición que había manifestado, fue ante todo porque la consideré correcta,
desde luego, y esta convicción se ha reforzado todavía más a la vista de lo que
ha sucedido después. Pero también la mantuve con miras a impulsar el debate
político en el seno de la izquierda radical, más allá de las reacciones
viscerales del todo o nada. Siempre he considerado que mi deber, como el de
todos los que han militado en la izquierda radical en condiciones similares a
las mías, es contribuir a la elaboración por parte de la izquierda de la
posición más eficaz en la lucha contra el imperialismo y el
capitalismo.<BR></DIV>
<DIV align=justify>Por desgracia, algunos militantes de la izquierda radical son
incapaces de entablar un debate digno sin lanzar invectivas. De este modo
perpetúan una tradición detestable, enraizada en un estilo de polémica que el
culto a Lenin contribuyó en gran medida a propagar y que el estalinismo llevó
hasta el paroxismo. Por fortuna, el debate sobre Libia también me ha confirmado
que hay importantes sectores de la izquierda radical, sean corrientes enteras o
individuos, que no solo son verdaderos demócratas radicales, sino también
personas que comparten mi idea de la izquierda: una izquierda para la que la
emancipación del ser humano de la opresión es el valor supremo, mientras que
todo lo demás, incluido el antiimperialismo, el anticapitalismo y el socialismo,
no es más que una consecuencia de este principio primordial.<BR></DIV>
<DIV align=justify>Pido disculpas por este preámbulo y paso a contestar a tus
dos preguntas:</DIV>
<DIV align=justify><BR>En primer lugar, el resumen que has hecho de mi postura
-"mientras debemos oponernos al intento de la OTAN de secuestrar la revolución
libia para sus propios fines, esta oposición no debía manifestarse en la fase
inicial de la acción militar"- de hecho no es correcto. Para mí está fuera de
toda duda que debíamos oponernos desde el comienzo hasta el final al "intento de
la OTAN de secuestrar la revolución libia para sus propios fines". Lo que dije
es simplemente -si puedo utilizar este término para calificar una posición que
parece tan difícil de entender- que, al tiempo que no debíamos hacernos
ilusiones sobre el propósito real de la OTAN, no había que oponerse a la fase
inicial de su acción militar en Libia, es decir, la destrucción de las tropas de
Gadafi concentradas en los aledaños de Bengasi y de su fuerza aérea y
principales baterías de misiles, sino mantener una actitud vigilante a fin de
denunciar toda acción de la OTAN que fuera más allá de estos objetivos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ahora permíteme que aclare esta cuestión de "no
oposición". Me desconcierta ver que a tantas personas les resulte tan difícil
distinguir entre "apoyar" y "no oponerse", a pesar de que supuestamente
entienden la diferencia entre "votar a favor" y "abstenerse". Para que quede
claro, traduciré la diferencia en términos de acciones organizadas de la forma
más pedagógica posible. Apoyar la imposición inicial por parte de la OTAN de la
zona de exclusión aérea implica manifestarse a favor de ella. Oponerse implica
manifestarse en contra. No oponerse en la fase inicial implica abstenerse de
manifestarse en contra, o a favor de que se detenga, en los primeros días,
advirtiendo al mismo tiempo contra su continuación a fin de prepararse para la
siguiente fase, cuando oponerse, es decir, manifestarse en contra, deviene
posible y necesario.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La explicación de todo esto es que si te opones a la zona
de exclusión aérea desde el primer día, estás rechazando una petición efectuada
por los propios insurgentes y por tanto te comportas como si la suerte de la
población de Bengasi te pareciera totalmente secundaria con respecto a tu
sacrosanto antiimperialismo. En vez de esto, lo que habría que haber hecho, como
hicieron más o menos las principales fuerzas antiimperialistas árabes, era decir
a los insurgentes libios: "Lamentamos mucho que os hayáis visto obligados a
solicitar ayuda de Naciones Unidas, es decir, de Occidente, pero entendemos que
no teníais otra alternativa a este último recurso debido a la brutalidad
criminal del régimen de Gadafi, que es plenamente responsable. Sin embargo, os
advertimos de que no debéis haceros ninguna ilusión con respecto a la intención
de la OTAN de secuestrar vuestra revolución. Tan pronto como se haya eliminado
la amenaza que pesa sobre Bengasi y la fuerza aérea de Gadafi esté destruida,
nos movilizaremos para que la OTAN ponga fin a su intervención directa y en su
lugar os suministre las armas que necesitáis, ya que pensamos que sois vosotros
los que debéis liberar vuestro país con vuestra lucha."</DIV>
<DIV align=justify><BR>Como dije en mi primera entrevista en que comenté el
debate del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) que autorizó la zona
de exclusión aérea, "podemos entender las abstenciones; algunos de los cinco
países que se han abstenido en la votación del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas querían expresar su desconfianza y/o incomodidad ante la falta
de una supervisión adecuada, pero sin asumir la responsabilidad de permitir una
masacre inminente". En efecto, China tenía muchos más intereses en Libia que los
que tenía en Serbia, y aun así, junto con Rusia, amenazó con vetar la guerra de
Kosovo en 1999, que la OTAN desencadenó entonces violando el derecho
internacional. Estos dos países amenazaron de nuevo con vetar en 2003 la
invasión de Iraq (un país donde tenían importantes intereses), obligando a la
coalición Bush-Blair a violar el Derecho internacional de forma todavía más
flagrante. ¿Entonces, por qué no vetaron la resolución sobre la zona de
exclusión aérea en Libia? A mí me parece claro que no lo hicieron porque no
querían cargar a escala internacional con la culpa de lo que era muy probable
que iba a ocurrir: una masacre a gran escala, perpetrada por un déspota demente.
Por eso se abstuvieron, pero nunca dejaron de denunciar la campaña de la OTAN
por violar la misma resolución que ellos se habían abstenido de votar.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ahora, una vez superada la primera fase, es decir, una
vez eliminada la amenaza que pendía sobre Bengasi y destruida la fuerza aérea de
Gadafi, entonces sí se tornó posible y necesario oponerse a la continuación de
los bombardeos, que claramente se excedían de la misión oficial de protección
inicial, siempre que se vinculara esta exigencia a la de armar a los
insurgentes. Si la izquierda hubiera actuado de este modo, a mi juicio su efecto
en la opinión pública habría sido significativamente más fuerte de lo que ha
sido en realidad, ya que hemos asistido a la campaña antiguerra más débil e
impopular de los últimos años.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En segundo lugar, preguntas si era "realista apoyar una
acción militar limitada de la OTAN, o no oponerse a ella, porque habría
protegido a la población de Bengasi, pero oponerse a la ulterior implicación de
la OTAN debido a la alta probabilidad de que esta última sería la continuación
lógica de la primera". La respuesta vuelve a ser simple e implica una vez más la
misma distinción que parece tan difícil de entender.<BR>Era definitivamente
imposible "apoyar" una acción limitada de la OTAN con la ilusión de que se
mantendría limitada. Habríamos pecado de una ingenuidad extrema si nos
hubiéramos posicionado sobre la base de tal hipótesis. Podría haber sido menos
incongruente apoyar una intervención de las Naciones Unidas sin implicación de
la OTAN, pero esa postura habría sido puramente teórica. Para mí estaba claro
-como para la mayoría de quienes eran conscientes de sus verdaderos propósitos-
que las potencias de la OTAN, una vez implicadas, no limitarían su intervención
de la "protección de civiles", sobre todo teniendo en cuenta que la resolución
del CSNU estaba redactada de manera que daba mucho margen de interpretación. Sin
embargo, por las razones que he expuesto repetidamente, no solo era realista,
sino también necesario aplazar nuestra oposición a la intervención de las
potencias de la OTAN hasta que se hubiera alcanzado el resultado inicial,
objetivamente positivo, es decir, el resultado que objetivamente redundaba en
interés de la población de Bengasi y de la insurrección libia en su conjunto.
Este resultado, por supuesto, suponía salvar Bengasi y permitir que siguiera
desempeñando el papel de epicentro de la revolución democrática libia,
preservando a esta de la derrota y liquidación.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Debido a la debilidad actual del movimiento antiguerra,
esto no es más que una cuestión de pedagogía política y de eficacia en la lucha
contra el imperialismo. En efecto, el movimiento antiguerra solo puede prosperar
si actúa desde una posición de superioridad moral, como fue el caso en la época
de la guerra de Vietnam. Pero imaginemos por un instante que el movimiento
antiguerra tuviera la fuerza suficiente para detener la intervención de las
potencias de la OTAN. ¿Por qué habría de impedir que se salvara Bengasi, dejando
que la revolución libia fuera aplastada, en vez de permitir que se salvara y
solo entonces detener la intervención? Lo menos que se puede decir es que no
tendría sentido.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-D.W.: En lo que respecta a tus previsiones de lo
que habría ocurrido con Bengasi de haber sido retomada por las tropas de Gadafi,
el autor Richard Seymour ha afirmado, citando cifras de Human Rights Watch (HRW)
y otras fuentes, que no hubo ninguna masacre a gran escala del tipo que tú
anunciabas en Misrata cuando las fuerzas del régimen tuvieron la oportunidad de
llevarla a cabo, de modo que no podemos estar seguros de lo que habría sucedido
en Bengasi. ¿Qué respondes a este argumento?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>G.A.: Me sorprende que se esgrima un argumento tan débil
e inconsistente. Antes de examinarlo, permíteme un breve comentario sobre la
presentación de los hechos. La primera cuestión que se plantea un investigador
serio cuando lee este argumento es por qué se remite a una pequeña noticia sobre
el informe de HRW y no al original, al que se puede acceder fácilmente/1? Invito
a todos a leer el informe completo -no es largo- para ver cómo desmiente por
completo, tanto cuantitativa como cualitativamente, la imagen benigna del
comportamiento de las fuerzas del régimen en Misrata que ha tratado de
transmitir el autor que has mencionado.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero veamos la lógica que subyace a este argumento. A
menos que uno haya vivido una guerra civil y tenga una idea clara de lo que
significa estar en una ciudad sitiada, le convendría ser más modesto y prudente
a la hora de comentar estas cuestiones (sobre todo cuando ha demostrado estar
muy equivocado a la hora de apreciar la situación en Libia). En primer lugar,
Misrata simplemente no ha sido "retomada" en ningún momento por las fuerzas de
Gadafi: los rebeldes siempre han controlado una parte importante de la ciudad.
En el momento culminante de su ofensiva sobre Misrata, las tropas del régimen no
lograron recuperar el control más que de un 40 % de la ciudad, aparte del hecho
de que en todo momento estuvieron implicadas en intensos combates.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Todo aquel que ha vivido una guerra civil, como la que
hubo en mi país, Líbano, sabe muy bien que los civiles se desplazan mucho
durante las contiendas: huyen de las zonas amenazadas para refugiarse en otras
más seguras, o para ser más exacto, huyen de las zonas en que creen hallarse en
peligro a zonas en las que creen estar seguros, y esto puede implicar que se
desplazan en direcciones opuestas cuando se trata de civiles pertenecientes a
identidades étnicas o políticas enfrentadas. En situaciones como la que hubo en
Misrata, donde se luchó muy de cerca -casa por casa y calle por calle (para
citar el famoso discurso siniestro de Gadafi)-, el frente se vacía de civiles a
medida que se desplaza. Los edificios situados en la primera línea de fuego en
Beirut y los suburbios siempre estuvieron vacíos de civiles, que habían buscado
refugio en zonas más seguras. Además, las masacres de civiles suelen llevarse a
cabo a sangre fría, una vez los que las perpetran se han hecho con el control de
la situación y pueden permitirse perseguir a los civiles, registrando las casas
y matando a todo aquel de quien sospechen que pertenece al bando enemigo; muy
pocas veces se cometen al calor de un combate intenso.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Así que está claro que todos los civiles de Misrata que
habían tomado parte en el levantamiento no se quedaron en las zonas ocupadas por
la temible brigada Jamis (hijo de Gadafi), sino que huyeron a las zonas
controladas por los rebeldes, máxime cuando estas incluían el puerto, desde
donde podrían haber sido evacuados si las tropas de Gadafi hubieran logrado
avanzar más en su intento de recuperar la ciudad. Es más, fue precisamente el
temor a que las fuerzas del régimen perpetraran una masacre si conseguían tomar
toda la ciudad lo que llevó a los rebeldes a resistir con tanta firmeza a unas
fuerzas cuya potencia de fuego era abrumadora, que sembraban barrios habitados
por civiles con bombas de racimo y misiles Grad desde el primer momento. Un
informe de The Guardian del 24 de marzo menciona la convicción de los rebeldes
de que las bajas civiles a resultas de la resistencia eran "un precio necesario
para evitar pérdidas de vidas todavía mayores si las fuerzas de Gadafi hubieran
continuado con su asalto sobre Misrata y lanzado su venganza contra los
residentes por su apoyo al levantamiento".<BR>Una última cosa importante sobre
la cuestión de fondo: no tiene sentido abstraer la acción de la OTAN de la
evaluación de lo que las fuerzas de Gadafi han hecho, o peor aún, de lo que
habrían hecho si la OTAN no hubiera intervenido. Nadie puede negar que esta
intervención, incluso después de su primerísima fase (y por tanto cuando me
manifesté en contra de su continuación), tuvo cuidado de proteger a las
poblaciones civiles -que era su pretendida misión-, sobre todo en las zonas
controladas por los rebeldes. No solo llevó a cabo acciones que iban más allá de
su pretendida misión, sino que el apoyo aéreo de la OTAN proporcionó a las zonas
insurrectas de Misrata de suficiente cobertura para que fueran capaces de
resistir y después lanzar una contraofensiva que finalmente resultó
victoriosa.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Incluso iré más lejos que esto. Mi principal punto de
referencia a la hora de vaticinar lo que podría haber ocurrido en Bengasi es lo
que hizo el régimen sirio de Asad en Hama en 1982, donde asesinó a 25.000
personas (según un promedio de diversas estimaciones), en una ciudad cuya
población es un tercio de la de Bengasi. Las tropas del régimen tardaron una
semana en tomar la ciudad, un bastión de la oposición islamista, tras lo cual se
libraron a una orgía de sangre y fuego que duró dos semanas, registrando la
ciudad casa por casa. ¿Y qué está ocurriendo ahora en Siria? Un levantamiento
popular mucho más fuerte y más amplio que se inició a mediados de marzo. Hama
vuelve a ser un bastión de la revuelta, escenario de espectaculares
manifestaciones contra el régimen. Durante varios días incluso se convirtió en
una ciudad libre, abandonada por las fuerzas del régimen y gobernada por comités
populares. Al final, las tropas del régimen volvieron a Hama. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Sin embargo, los organizadores del levantamiento en Siria
cifran el total de muertos por la represión desde mediados de marzo en unos
2.500 hasta hoy, no únicamente en Hama, sino en toda Siria. Esto puede tener dos
explicaciones: o bien uno se cree, con Hugo Chávez, que Bachar el Asad es un
"socialista y humanista", o reconoce que la intervención de la OTAN en Libia al
amparo de la resolución de las Naciones Unidas ha sido un importante factor
disuasorio para Asad, que le ha llevado a limitar el uso de la potencia de fuego
de su ejército y los desmanes asesinos de sus matones y mujabarat (servicios
secretos). A mi juicio no cabe duda alguna de que la intervención occidental en
Libia explica la relativa -subrayo la palabra relativa- circunspección del
régimen sirio en su represión asesina hasta este momento.<BR></DIV>
<DIV align=justify>La intervención extranjera contra el régimen de Gadafi ha
reforzado la moral de los manifestantes sirios, que habían comenzado a actuar
precisamente cuando la ONU estaba debatiendo sobre Libia, creyendo que la
masacre de 1982 no se repetiría en las nuevas circunstancias. Así, el triunfo de
la rebelión libia con la liberación de Trípoli ha dado un notable impulso al
ánimo de los insurgentes sirios, que la celebraron con manifestaciones masivas,
como también hicieron los insurgentes yemeníes. Además de las cuestiones que ya
he señalado antes, esta fue desde el principio una idea principal subyacente a
mi posición sobre Libia. Si Gadafi hubiera tenido vía libre para aplastar
Bengasi, todo el ímpetu de la llamada "primavera árabe" se habría ido al garete.
La victoria de la rebelión libia ha reforzado significativamente este ímpetu, a
pesar del hecho de que sin duda se ha visto empañada por el intento de la OTAN
de secuestrarla. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-D.W.: En nuestra anterior entrevista dijiste que
"las estimaciones del número de muertos en Libia tan solo en el primer mes,
antes de la intervención occidental, van desde un mínimo [de 2.000] y llegan
hasta 10.000". Seymour ha calificado esto de poco fiable, remitiéndose a un
recuento de HRW que da un total de 233 en la primera semana, y a una estimación
posterior del Secretario General de las Naciones Unidas, de unos 1.000 ¿Afecta
esto a tu apreciación de la situación en Libia en el momento en que intervino la
OTAN?</STRONG></DIV><FONT size=3 face=Calibri></FONT>
<DIV align=justify><BR>G.A.: De nuevo la manera en que se presentan los hechos y
los números no resiste ningún análisis. Me has citado correctamente: dije que
"las estimaciones del número de muertos en Libia tan solo en el primer mes", es
decir, entre el 17 de febrero y el 17 de marzo, empezaban en más de 2.000. ¿Cómo
pueden aducirse los números que acabas de citar para discutir la fiabilidad de
la estimación mínima dentro del margen que mencioné? La primera cifra es, de
nuevo, una referencia indirecta a una estimación de HRW. La estimación original
de la organización de derechos humanos está fechada en el 20 de febrero/3 y dice
que en tan solo cuatro días las fuerzas del régimen libio mataron al menos a 233
personas. Con este ritmo de asesinatos, el número de muertos habría sumado 1.750
en un mes, que ya se aproxima a los 2.000. Ahora bien, la estimación de HRW era
muy conservadora, presentada explícitamente como tal por la propia organización.
Está claro, además, que con la expansión e intensificación subsiguientes de la
revuelta y a la vista de que el régimen estaba volviendo todo su aparato militar
contra el pueblo, la represión se hizo todavía más sangrienta. En lo que
respecta a la cifra señalada el 1 de marzo por el Secretario General de la ONU
-otra cita indirecta-, en realidad se refería a su declaración pronunciada el 25
de febrero, es decir, nueve días después del comienzo del levantamiento, cuando
explicó al Consejo de Seguridad que "los cálculos indican que han sido
asesinadas más de 1.000 personas". Con este ritmo de asesinatos, que a su vez
estaba basado en un cálculo conservador ("más de"), el peaje de muertes habría
superado los 3.330 en un mes, de modo que ya nos hallamos un 50 % por encima del
cálculo más conservador que yo mencioné y que el autor que citas pone en tela de
juicio. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Ahora bien, está claro que en una situación como la que
había en Libia es imposible, por motivos obvios, determinar con precisión el
número de muertos. Por eso siempre me he referido a un margen estimado, desde el
cálculo más conservador de fuentes muy prudentes hasta la cifra más alta que ha
estado circulando, la de los 10.000, que a pesar de ser probablemente una burda
exageración cuando la mencionó por primera vez un miembro de la Corte Penal
Internacional una semana después de que comenzara la represión, todavía se
citaba a mediados de marzo. Pero recordemos la razón por la que he señalado un
margen estimado: para demostrar que, incluso con el cálculo más conservador,
había por lo menos tantos muertos a manos de la represión en Libia como los que
había habido en cinco meses y medio (en el momento de la entrevista) en Siria,
donde tiene lugar la segunda reacción represiva más sangrienta, después de
Libia, de todos los levantamientos habidos en la región. La cifra
correspondiente a Siria, de 2.200 muertos, es la que había facilitado la
oposición siria cuando tuvo lugar la entrevista. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En cuanto a la oposición libia, su portavoz declaró el 20
de marzo que "nuestros mártires suman más de 8.000 muertos". ¿Por qué habría que
aceptar la estimación de la oposición siria y rechazar la de la oposición libia?
Esto sería aplicar de modo flagrante un doble rasero: aceptas una cifra mientras
simpatizas con quien la da, y de repente la rechazas cuando la mencionan fuentes
occidentales para justificar la intervención de sus gobiernos. Dicho esto, la
cifra que da la oposición siria es sin duda conservadora, ya que registra en
gran medida las muertes notificadas e identificadas, un recuento que es factible
cuando el número diario de muertos no es tan alto como para no poder
contabilizarlo. Era mucho más difícil efectuar este recuento en Libia, de ahí
que había que señalar un margen en lugar de dar una sola cifra.<BR>Permíteme
comentar ahora algo que es mucho más importante que este mezquino y sórdido
regateo en torno al número de muertos. Veamos la cuestión básica que trata de
plantear quien me critica. En mi anterior entrevista en NLP a la que respondió
mencioné un margen de estimaciones al contestar a una pregunta sobre "la
probabilidad de que si Bengasi hubiera caído se hubiera producido allí una
masacre". Mi crítico y otros como él rebaten esta hipótesis y por eso se
enzarzaron en una discusión enrevesada y bastante macabra sobre cifras para
explicar que "no era seguro", o que "hay razones para dudar" de que fuera a
producirse una masacre a gran escala en Bengasi si las tropas de Gadafi lograran
tomar la ciudad.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Al hacerlo por pura reacción refleja antiimperialista,
pasaron por alto el hecho crucial de que la certeza de que la masacre estaba a
punto de producirse no era un "invento" de la OTAN, sino la firme convicción de
la población de los dos bastiones sitiados de la insurrección contra Gadafi,
Bengasi y Misrata. La petición del Consejo Nacional de Transición (CNT),
radicado en Bengasi, se formuló desde el corazón de la ciudad que más peligro
corría, por personas que habían visto lo que habían hecho las fuerzas del
régimen hasta ese momento. En efecto, Bengasi estaba por entonces repleta de
refugiados venidos de otras partes de Libia golpeadas por la represión, que sin
duda conocían perfectamente la naturaleza de esa represión. Además de su propia
experiencia de la situación, y en contraste con la absoluta falta de experiencia
de mi crítico, se enfrentaban a una amenaza de masacre muy explícita, que resumí
en un artículo anterior publicado en ZNet/4, que citaré: </DIV>
<DIV align=justify><BR>"El 22 de febrero, [.] el propio Muamar el Gadafi
pronunció uno de los discursos más siniestros que se recuerdan de la historia
reciente, un discurso cuyo tono y vocabulario (en particular la calificación de
ratas e insectos que hizo de los oponentes) recordaban a la década de 1930 (solo
existe una traducción parcial y muy libre del discurso en inglés). El déspota
libio citó varios precedentes que se dijo dispuesto a imitar, entre ellos la
masacre de 1989 en Tiananmen (China) y la de 2004 en Faluya (Irak). Mencionó
asimismo el ataque israelí contra Gaza en 2008-2009, una analogía que repitió el
7 de marzo en una entrevista que emitió un canal francés de televisión por
satélite. Y en otro discurso, pronunciado el 17 de marzo, el día en que el CSNU
iba a adoptar la resolución n.º 1973, comparó el asalto a Bengasi por parte de
sus tropas con el asedio de Madrid por el dictador español Francisco Franco,
declarando que confiaba en que apareciera una 'quinta columna' en la ciudad que
le ayudara a 'liberarla'. Por entonces, las fuerzas del régimen habían comenzado
a concentrarse a las afueras de Bengasi para lanzar su ofensiva sobre la ciudad,
que se inició el 19 de marzo."</DIV>
<DIV align=justify><BR>Y a pesar de todo esto aparece alguien en Londres que
desde la comodidad de su escritorio va y les dice a los habitantes de Bengasi:
"¡No estoy seguro de que os vayan a masacrar, amigos! Tengo motivos para
dudarlo. Sed valientes y asumid el riesgo. Vosotros solo tenéis la vida que
perder, yo mi apuesta. Estoy dispuesto a asumir el riesgo de que tal vez os
masacren. Ese riesgo es de todos modos una cuestión menos importante que mi
propia oposición reflexiva a todo lo que hace el Gobierno de mi país. Lo lamento
si no podéis entenderlo." Este es el tipo de actitud que he calificado de
indecente. Y otra cosa: yo nunca he hablado de una "izquierda decente" como
quien me critica -que parece ser tan poco cuidadoso con las palabras como con
los números- me ha atribuido, asociándome de este modo calumniosamente con
personas cuyas posiciones detesto. Pero basta: no quiero dedicar más tiempo al
debate sobre lo que había que hacer durante los primeros días de la intervención
de la OTAN en Libia.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-D.W.: Aparecen ahora noticias que hablan de
graves represalias contra las fuerzas que apoyan a Gadafi y de ataques racistas
a africanos negros en Libia. ¿Es grande el peligro de que estos graves abusos se
conviertan en verdaderas atrocidades y cómo puede responder la izquierda
europea?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>G.A.: En efecto, ha habido muchas atrocidades y
violaciones de los derechos humanos cometidas por rebeldes libios. Los negros
han sido especialmente perseguidos desde que comenzó el levantamiento. Esto se
debe al hecho de que una parte importante de las tropas de Gadafi estaban
formadas por mercenarios reclutados en países africanos pobres, como Chad,
Sudán, Níger y Malí. A este hecho conocido se añade el reclutamiento forzoso de
inmigrantes africanos para que lucharan con las tropas de Gadafi cuando comenzó
la insurrección; a menudo, estos reclutas forzosos eran destinados cruelmente a
la primera línea del frente. Busca en Google "mercenarios Libia", limitando la
búsqueda al mes pasado, y encontrarás un montón de noticias sobre los
mercenarios de Gadafi, incluso entrevistas con muchos de ellos, procedentes de
diversos países. Así, en cierto modo, y trágicamente, la persecución de los
negros se produjo como una "reacción violenta", como ha escrito The Guardian
recientemente. Desde luego, esto no sirve de excusa, ni mucho menos. Es
importante y necesario que la izquierda denuncie con firmeza esos actos. Pero
los gobiernos occidentales desean tanto ponerles coto como la propia izquierda,
pues temen el posible bochorno que puede echar a perder su actual triunfalismo.
La mayoría de medios occidentales, si no todos, han publicado noticias sobre la
persecución de los negros por parte de rebeldes libios, y es bueno que se
haga.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sin embargo, sería muy injusto culpar al conjunto de la
rebelión libia por estos actos. Desde que comenzó el levantamiento, las fuerzas
más organizadas y disciplinadas del campo rebelde tomaron medidas preventivas.
Si las atrocidades, los ataques por motivos étnicos o del color de la piel y las
violaciones de los derechos humanos hubieran sido el resultado de instrucciones
dadas por la dirección central de los rebeldes, o siquiera la consecuencia de
alguna incitación al odio por parte de sus portavoces, merecería ser denunciada
y combatida por esta cuestión, que no quepa ninguna duda. Pero el hecho es que
esta dirección ha emitido repetidas declaraciones públicas condenando tales
actos y exigiendo que cesen de inmediato. En su primera declaración pública tras
la liberación de Trípoli, el presidente del CNT, Mustafá Abdul Yalil, incluso
amenazó con dimitir si las fuerzas rebeldes cometían actos de venganza ilegales
y ejecuciones extrajudiciales. Tanto Human Rights Watch como Amnesty
International han alabado la actitud de CNT, eso sí, urgiéndole a tomar más
medidas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sería igual de injusto adoptar una actitud negativa ante
la revolución libia a causa de las atrocidades cometidas en su transcurso. La
cuestión clave en este sentido es lo que los defensores de la Revolución
Francesa recalcaron en su época: cualquier atrocidad cometida en el transcurso
de la revolución se quedaba pequeña ante las atrocidades que perpetró a lo largo
del tiempo el antiguo régimen. Desde el punto de vista moral, las cosas están
ahora más claras en Libia: las atrocidades cometidas por el régimen de Gadafi
durante décadas, al igual que durante los últimos meses, muchas de las cuales se
conocen ahora por primera vez, eclipsan las atrocidades que han podido cometer
los rebeldes libios, que por cierto no han sido educados en el espíritu del
humanismo y del internacionalismo durante los 42 años de dictadura implacable y
demencial. Todas las revoluciones que han dado lugar a guerras civiles han sido
testigo de atrocidades cometidas por ambos bandos: apenas hay alguna excepción a
esta triste regla. Por desgracia, las revoluciones pacíficas no son posibles
bajo todos los regímenes.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-D.W: Mirando adelante, ¿qué métodos podemos
prever que emplearán las potencias occidentales a fin de manipular la situación
actual en ventaja propia y cuál debería ser la respuesta de los
antiimperialistas?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>G.A.: La cuestión más importante a este respecto es la
intolerable actitud prepotente de los Sarkozy, Cameron, el Gobierrno de Obama y
sus correligionarios. Lo cierto es que el "éxito" de la expedición libia de la
OTAN es la excepción que confirma la regla; está claro que no constituye la
regla, cualquiera que sea la "doctrina" que tal vez quiera elaborar en torno al
mismo. En efecto, en Iraq hubo en 1991 un levantamiento popular que esperaba
recibir protección militar: cuando el pueblo se animó por la derrota de su
dictadura en la guerra de Kuwait, hubo levantamientos en el norte y el sur del
país en marzo de 1991. Lo que sucedió entonces es que Washington se conchabó con
Sadam Husein y le dejó aplastar las rebeliones por miedo a que estas condujeran
a una dominación iraní. Las guerras de Kosovo e Iraq en 2003 se lanzaron en
flagrante violación del derecho internacional. En ambos casos, había
alternativas pacíficas viables. Esas dos guerras y ocupaciones dieron resultados
desastrosos, condenando a los países en cuestión a largos periodos de
inestabilidad. La guerra de Afganistán se lanzó en colusión con fuerzas de las
minorías étnicas contra la hegemonía de los talibán en el seno de la minoría
étnica más amplia. No hizo más que reforzar esta hegemonía y, asimismo, conducir
a una inestabilidad prolongada.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En la propia Libia, a pesar de que la intervención de la
OTAN ha contribuido, sin duda alguna, a la victoria rebelde, en realidad estaba
destinada a secuestrar la revolución, imponer la tutela de la OTAN y tratar de
conformar el futuro de Libia tal como expliqué en detalle en un artículo que
escribí pocos días antes de la liberación de Trípoli /5. Ahora se pueden
comprobar sobre el terreno todos los elementos de la "conspiración" de la OTAN
contra la revolución libia que describí en dicho artículo. Este es especialmente
el caso de la presión que ejercen las potencias occidentales sobre el CNT para
acomodar segmentos enteros del régimen de Gadafi en la nueva estructura del
Estado, con piadosos llamamientos al "perdón" y la "reconciliación". Incluso se
rumorea que hay negociaciones entre bastidores para incorporar al hijo de
Gadafi, Saadi, al CNT, una perspectiva que las potencias de la OTAN sin
duda favorecen, pero que difícilmente podrá realizarse debido al enorme
escándalo que causaría entre los rebeldes. Como era de prever, en efecto, los
intentos de integrar a personajes del régimen caído en puestos de dirección ya
están provocando la oposición por parte de fuerzas rebeldes, como ha informado
recientemente The Guardian:</DIV>
<DIV align=justify><BR>"La segunda grieta en la coalición [rebelde] -la primera
fue el asesinato todavía no aclarado de su jefe militar en Bengasi, el general
Abdul Fatah Yunis- salió a la luz el lunes, cuando se produjo una protesta en la
Plaza de los Mártires de Misrata ante las noticias de que el CNT iba a nombrar a
Albarrani Shkal jefe de seguridad en Trípoli. Shkal, un estrecho colaborador de
Gadafi convertido en informador de los rebeldes, había sido oficial de
operaciones de la infame brigada Jamis, que bombardeó salvajemente zonas
residenciales de Misrata durante el largo asedio de la ciudad. Al cabo de pocas
horas, Bengasi dio marcha atrás y nombró a Abdul Hakim Belhaj, antiguo jefe de
una organización yihadista con lazos históricos con Al Qaeda y los talibán, para
el puesto de jefe del consejo militar de Trípoli."</DIV>
<DIV align=justify><BR>El nombramiento de Belhaj, el nuevo jefe del consejo
militar de Trípoli, ha sido a su vez objeto de contestación, como ha informado
el New York Times: "Varios miembros liberales del consejo de dirección rebelde
se han quejado en privado de que el Sr. Belhaj había sido un dirigente del
disuelto Grupo de Combate Islamista Libio, que se había rebelado contra el
coronel Gadafi en la década de 1990. Algunos han dicho que era el primer paso en
un intento de toma del poder por los islamistas. Han señalado que el Sr. Belhaj
ha sido nombrado comandante por los cinco batallones de la llamada Brigada
Trípoli, más que por alguna autoridad civil. Y se han quejado de lo que
consideran la influencia de Qatar, que ayudó a instruir y equipar a la Brigada
Trípoli y también financia a Al Yasira. 'Este tipo no es más que una criatura de
los qataris y su dinero, que patrocinan al extremismo musulmán de aquí,' ha
dicho otro miembro del consejo de la región occidental. 'Los combatientes
revolucionarios están muy contrariados y sorprendidos. ¡Es el comandante de
nada!' Las preocupaciones ideológicas, sin embargo, se mezclan en la misma
medida con rivalidades provinciales sobre quién ha hecho más por liberar a
Trípoli. No solo el Sr. Belhaj ha sido un islamista, ha alegado el miembro del
consejo, sino que ha hecho menos que los rebeldes de la parte occidental en el
combate por la capital. 'La gente de por aquí se pregunta ¿qué? ¿Ese tipo? ¡Eso
es una estupidez! ¿Qué pasa con nuestros jefes supremos?' ha añadido el miembro
del consejo."</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sea como fuere, el ex yihadista apoyado por Qatar, Abdul
Hakim Belhaj, es el hombre que está negociando con Saadi Gadafi, después de
haber estado en tratos con otro de los hijos de Gadafi, el que había sido
favorito de Occidente, Seif al Islam, quien le sacó de la cárcel hace un año.
Todo esto no es más que un avance de las disensiones que se producirán en la
situación libia tras la caída de Gadafi, que sin duda no será menos conflictiva
que la de Túnez tras la caída de Ben Ali o la de Egipto tras la de Mubarak.
Mientras, hemos podido ver este titular en el Wall Street Journal: "Divisiones
entre los aliados en torno al petróleo libio". Sin
comentarios.<BR><BR> <BR>* David Wearing está realizando su doctorado en
ciencias políticas en la Facultad de Políticas Pública de la Universidad de
Londres. El tema de su investigación es la respuesta británica a la primavera
árabe. El coeditor de New Left Project. </DIV>
<DIV align=justify>Gilbert Achcar se crió en el Líbano y actualmente es profesor
de la School of Oriental and African Studies (SOAS) de la Universidad de
Londres. Ha publicado, entre otros, los libros El choque de barbaries, traducido
a 13 lenguas; Estados peligrosos, en colaboración con Noam Chomsky; y más
recientemente, The Arabs and the Holocaust: The Arab-Israeli War of
Narratives.<BR><BR><U><BR><STRONG>Notas</STRONG></U></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><U></U></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify>/1 Véase
http://www.hrw.org/news/2011/04/10/libya-government-attacks-misrata-kill-civilians
(en inglés)<BR>/2 Véase
http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2011/jul/29/gaddafi-libya-nato (en
inglés)<BR>/3 Véase
http://www.hrw.org/news/2011/02/20/libya-governments-should-demand-end-unlawful-killings
(en inglés)<BR>/4 Véase la traducción al castellano en
http://www.vientosur.info/articulosweb/noticia/index.php?x=3865<BR>/5 Véase la
traducción al castellano de dicho artículo en
http://www.vientosur.info/articulosweb/noticia/?x=4276
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>