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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa<BR></FONT><U>19 de diciembre 2011<BR></U><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Montevideo -
Uruguay<BR>Redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Colombia</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Entrevista a Iván Cepeda
*</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>“En Colombia la impunidad se está
resolviendo en buena parte por la acción de los movimientos
sociales”<BR></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Emma Gascó y Martín Cúneo
(Bogotá, Colombia)<BR>Diagonal Nº 163</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><A
href="http://losmovimientoscontraatacan.wordpress.com/"><STRONG>http://losmovimientoscontraatacan.wordpress.com/</STRONG></A></FONT></DIV><FONT
size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>En 1994, el senador de la Unión Patriótica Manuel Cepeda fue
ejecutado por paramilitares a las órdenes del Estado. Desde entonces, su hijo,
Iván Cepeda, se ha dedicado a la lucha contra la impunidad desde el Movimiento
de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE). La demanda interpuesta por la
Fundación que dirige al sistema interamericano de justicia ha llevado al actual
Gobierno de Santos a admitir la responsabilidad del Estado en este crimen. Desde
2010 es diputado en el Congreso de la República por el Polo Democrático
Alternativo.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>DIAGONAL: ¿Qué ha significado el periodo de
Álvaro Uribe en la historia de Colombia?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>IVÁN CEPEDA: En el futuro, cuando se pueda examinar lo
que hemos vivido retrospectivamente, sin lugar a dudas el régimen de Uribe va a
ocupar un lugar descollante en la historia universal de la criminalidad y del
ejercicio arbitrario del poder, tanto por el número y la cantidad como por la
variedad de formas de acción criminal que se realizaron. Algunas de ellas, son
acciones primigenias como, por ejemplo, sus relaciones con el paramilitarismo,
unos nexos que no son meras alianzas temporales. Uribe estuvo en la base de la
fundación del paramilitarismo moderno. Incentivó a través de formas
institucionales y legales la conformación de los ejércitos paramilitares.
Incentivó el arrasamiento de regiones enteras del país a través de masacres y de
desplazamientos para fomentar que círculos empresariales, agroindustriales y
terratenientes se quedaran con esas tierras. Ésa es la base criminal de su
acción. Pero a esta base habría que añadirle un segundo nivel: para encubrir
todo lo que hizo en aquellos años en que estaba ascendiendo políticamente, y
durante sus ocho años como presidente, creo aparatos criminales tendentes a
frustrar las investigaciones, a coaccionar a los jueces, a borrar de la faz de
la tierra a los defensores de derechos humanos, a intimidar a los opositores
políticos, a disuadir a los periodistas críticos de cualquier tipo de
investigación. Esos crímenes se van enlazando y se van convirtiendo en cadenas.
Y se convierte en muy difícil diferenciar qué fue lo primigenio y qué fue lo
secundario.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>D.: ¿Cuál fue el papel de los jueces más
independientes en la lucha contra este plan criminal?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>I.C.: Hay que decir que en Colombia, después de una
evolución de años, ha surgido un poder judicial, o mejor dicho, un sector del
poder judicial con vocación democrática, muy respetuoso con los derechos
humanos, muy respetuoso con la Constitución, con similitudes con los jueces
italianos de la mani pulite. Estos jueces de la Corte Suprema y la Corte
Constitucional han ido haciendo su trabajo en medio de amenazas e inmensas
dificultades.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>P.: ¿Y el papel de los movimientos de derechos
humanos?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>I.C.: Los jueces no actúan solos. La fuerza protagónica
en esta lucha es de las organizaciones de víctimas, de derechos humanos, del
movimiento sindical, que a pesar de múltiples ciclos de exterminio han ido
logrando consolidar redes muy influyentes tanto en el exterior como dentro del
país, que han también aportado a este proceso sustancialmente. Estos procesos
han ido arrojando resultados. Ahora estamos ante un panorama en el cual cada vez
se cierra el círculo de una forma cada vez más estrecha en torno al propio ex
presidente, van cayendo sus ex ministros, van cayendo sus secretarios privados,
ya fue condenado un primo del presidente, sus hijos están en proceso de ser
investigados… Creo que, si no pasa nada extraordinario, dentro de poco podremos
conseguir condenas legales contra las personas que pertenecieron a las más altas
instancias del Gobierno.<BR> <BR>Como en muchas otras partes, el trabajo de
las organizaciones ha sido una muy paciente labor de ir acumulando la
información, las pruebas, de recoger la memoria, de ir creando los caminos
jurídicos, tanto en el sistema nacional, en el sistema interamericano y en la
Corte Penal Internacional. Ha sido un trabajo de difusión, un trabajo de
acompañamiento a la observación internacional, un trabajo de movilización… Quizá
la expresión más importante de este movimiento fue la manifestación del 6 de
marzo de 2008. Y varios de los activistas que programaron y que hicieron
posibles esas movilizaciones fueron asesinados. Ha sido un trabajo de mucha
resistencia en las zonas del país donde se ha producido todo este proceso de
incursión paramilitar, de ir madurando una posición crítica frente a la
violencia que ejerce la guerrilla, de ir trabajando por la paz, de lograr formar
y poner ante los ojos del país a ciertas personas emblemáticas, a ciertas
mujeres que han cumplido un papel muy importante en las zonas más violentas del
país, un trabajo de reorganizar una y otra vez procesos que han sido sometidos a
unas dosis de violencia extrema. Ese largo y paciente camino ha ido permitiendo
que lleguemos a este punto, un punto importante, pero un punto en desarrollo. En
Colombia la impunidad se está resolviendo en buena parte por la acción de los
movimientos sociales.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>D.: ¿Qué es lo más importante que se ha
conseguido?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>I.C.: Actualmente hay un movimiento de la justicia en
Colombia. Se han llevado a los tribunales a más de 80 parlamentarios, se ha
llevado a los tribunales a ministros, a generales, y yo aspiro a que podamos
llegar pronto a nuevos niveles, y que eso permita desactivar los mecanismos, que
aún siguen funcionando. Los principales parapolíticos encarcelados en la prisión
de la Picota siguen actuando, dando órdenes, gobernando desde allá, porque no se
ha desactivado a máximo nivel, porque la fuerzas armadas tienen sectores que se
siguen siendo abiertamente aliados, siguen siendo el brazo armado de este tipo
de estructuras. Y porque el problema no es solamente Uribe y su entorno, también
hay un régimen que tiene una cara más amable, pero que practica con distintos
métodos el mismo tipo de políticas. Quieren concesionar a las multinacionales 39
millones de hectáreas del país para que sean explotadas a través de proyectos
mineros y energéticos, es un gobierno que privilegia la privatización, la
pauperización del trabajo, es un gobierno de lenguaje políticamente correcto,
pero de las políticas incorrectas.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>D.: ¿Cómo se enmarca en es este contexto la ley
de víctimas que ha sacado recientemente el Gobierno de Santos?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>I.C.: Es parte de ese movimiento. No existiría una ley de
víctimas si las víctimas no hubieran hecho todo ese proceso de lucha, tampoco se
hablaría ahora de restituir tierras o de reparación. No es que de un momento a
otro los políticos que estuvieron en todo este proceso se dieran cuenta de que
esta ley era necesaria o que se arrepintieron. Muchas de las figuras del
Gobierno actual, empezando por el propio presidente, han formado parte de esa
misma trama. Ahora bien, es una conquista muy insuficiente. Lo que se ofrece en
esa ley son unos mínimos niveles de ayuda a comunidades y a víctimas. “Tengan
una indemnización y un poco de tierra, pero renuncien a la búsqueda de la
justicia”, que es políticamente lo más importante, porque es lo que puede
debilitar esos poderes. Por ejemplo, una persona que obtenga su título de tierra
y en esa tierra haya un proyecto de carácter palmicultor o minero, va a tener
que admitir a la fuerza que ese proyecto siga en su tierra [a cambio de un
alquiler o una participación]. El movimiento es perfecto, es una purificación de
las transacciones, una legalización.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>D.: ¿Cómo se explica el cambio de discurso de
Santos?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>I.C.: Hay múltiples explicaciones. Una de las más obvias
es que Uribe y Santos responden a sectores económicos, sociales, distintos. Uno
más aristocrático; el otro, un poder más relacionado con el narcotráfico. Aunque
el otro también es bastante criminal. No quiero decir que uno sea más limpio que
el otro. Simplemente tienen orígenes sociales distintos. Pero diría que ésta es
una explicación muy limitada, porque habría que superponerle al menos otras dos.
Una es que estamos en una fase del capital distinta. Ya hubo una fase
acumulatoria, que consistió en expropiar, usurpar, despojar millones de
hectáreas de tierra, en producir movimientos poblacionales gigantescos y en
barrer la superficie para llegar a la etapa en la que estamos, que es una
reproducción intensiva del capital. Ahora de lo que se trata es de poner esas
tierras a producir, en las manos de las grandes empresas, de las empresas
nacionales, pero sobre todo de las multinacionales para que las exploten, para
que las desequen, para que extraigan toda la riqueza mineral, petrolífera, para
que siembren esas tierras tan ricas con pino, palma de aceite… Eso es lo que
quieren y es lo que están haciendo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero para esto se requiere otro lenguaje. El FMI le
recomendó a Colombia que era necesario entrar en un proceso de seguridad
jurídica para la inversión agrícola y para la inversión de las empresas. Las
empresas no pueden venir aquí, comprar unas tierras y que en el día de mañana le
aparezca la desagradable sorpresa de que esa tierra es de unos campesinos que
fueron masacrados. Para la inversión es necesario que haya seguridad.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La segunda explicación es que ahora hay un contexto
internacional muy diferente, lo que se llama el mundo multipolar, con el
surgimiento de otros centros de poder en el mundo, el eclipse que apenas
comienza a darse del imperio estadounidense, el proceso de integración en
América Latina… No hay que ser un gran observador económico para ver que Europa
está haciendo agua y que EE UU tiene muchos problemas. Todo ello lleva a Santos
a tener una política exterior muy distinta y allí en los foros internacionales
no puede presentarse con las manos untadas de sangre, con una guerra de 60 años,
con un montón de desplazados, ahí es necesario guardar una cierta imagen y por
eso la política exterior tiene un componente de derechos humanos, que repito, se
enmarca dentro de lo políticamente correcto.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>D.: Dentro de este proceso, el Estado ha
reconocido su culpabilidad en el asesinatos de tu padre, el senador de la Unión
Patriota (UP), Manuel Cepeda.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>I.C.: Ha sido un proceso en el que las víctimas hemos
demostrado esa responsabilidad, y hemos ayudado a que los operadores de la
justicia actúen. Nosotros le hicimos buena parte del trabajo a la fiscalía.
Encontramos las pruebas. Fuimos y anunciamos que iban a asesinar a un testigo
clave. Demostramos un hecho primario, la responsabilidad material de los
suboficiales del ejército y su actuación con paramilitares. Y eso permitió
después que en el sistema interamericano llegáramos a la Corte Interamericana.
La Corte emitió una una sentencia que no quiso acatar el Gobierno de Uribe, y
que tuvo que acatar este Gobierno. Y lo hizo correctamente. Presentó un
reconocimiento pleno: el Estado mató a Manuel Cepeda, no solamente no lo
protegió sino que se alió con los paramilitares y después de que lo asesinó hizo
todo lo posible para que reinara la impunidad, desprestigió su nombre, pisoteó
la dignidad de sus familiares y terminó de acabar con el partido político al que
pertenecía. ¿Cuál es la importancia de este hecho? En el Congreso de la
República con presencia de altas autoridades, la presencia de todas las bancadas
y partidos políticos, el Gobierno reconoció en nombre del Estado esa
responsabilidad y cierra la discusión: en Colombia la oposición fue masacrada.
Es un hecho incontrovertible. Y después de que se reconoce el primero de los
crímenes se van a tener que reconocer los otros 5.000 o 10.000, y eso significa
que comienza a reinar la verdad. Se trata de una discusión de fondo: ¿en
Colombia ha habido crímenes de Estado y el Estado actuó criminalmente o ha sido
solamente el narcotráfico y las guerrillas? Es comenzar a romper el mito del
Estado víctima, del Estado democrático en el cual hay una gente que se comporta
de forma terrorista, que rompe ese estado democrático.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial>* Iván Cepeda, uno de los defensores
de los derechos humanos más destacados de Colombia, se convirtió en 2010 en
diputado por el Polo Democrático Alternativo.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>