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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000 size=5>boletín
solidario de información<BR>Correspondencia de Prensa<BR></FONT><U>23 de
diciembre 2011<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo Militante - Agenda
Radical<BR></FONT>Montevideo - Uruguay<BR>Redacción y suscripciones:
</FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Haití<BR><BR>Abierto a los negocios -
Parte 1</FONT></STRONG></DIV>
<DIV><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>"Haití está abierto a los negocios". Eso es lo
que el presidente Michel "Sweet Micky" Martelly dijo en una ceremonia en la que
él y el expresidente estadounidenseBill Clinton colocaron la piedra fundamental
de una gigantesca zona industrial en el norte de este país. A nivel local e
internacional, Martelly, su gobierno y sus asesores -como Clinton-- han
promovido a Haití como el sueño hecho realidad de todo inversor.
<BR><BR></DIV></STRONG></FONT>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Corresponsales
<BR>IPS/Grassroots Watch<BR>Puerto Príncipe, diciembre 2011<BR></STRONG><A
href="http://ipsnoticias.net/"><STRONG>http://ipsnoticias.net/</STRONG></A><BR></DIV></FONT><FONT
size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR>Tienen buenas razones para decir que Haití está "abierta
a los negocios". Con exenciones impositivas y en algunos casos enormes
subsidios, hay importantes acuerdos por concretar. Los aviones y los hoteles
están llenos de inversores extranjeros interesados en la reconstrucción luego
del terremoto. Cientos de ellos participaron de una conferencia de dos días a
fines de noviembre. <BR><BR>Los más interesados son los fabricantes de ropas,
según el presidente de la Asociación de Industrias Haitianas, George Sassine.
<BR><BR>"Recuerdo que alguien dijo que una crisis es algo que no se debe
desperdiciar", dijo el empresario a la Radio Nacional Pública en 2010. "Es
verdad, la oportunidad está ante nosotros. La crisis no ha sido desperdiciada,
al menos no por los fabricantes de ropas". <BR><BR>El nuevo proyecto estrella
del gobierno es el Parque Industrial Caracol, que está siendo construido con 124
millones de dólares de fondos de los contribuyentes estadounidenses y otros 55
millones aportados por el Banco Interamericano de Desarrollo. <BR><BR>"Este es
el tipo de cambio que queremos", dijo Martelly en la ceremonia de Caracol el mes
pasado. "Esto es lo que llaman 'desarrollo sostenible'". <BR><BR>Pero un nuevo
informe de de la asociación de medios alternativos Haiti Grassroots Watch (HGW)
muestra que enfocarse en las industrias de ensamblaje no representa un gran
"cambio", ni necesariamente traerá "desarrollo sostenible". <BR><BR>A pesar de
los muchos escollos, desventajas y riesgos, los principales medios haitianos y
extranjeros han apoyado en forma unánime el nuevo parque industrial, así como la
prioridad dada por Martelly a la inversión extranjera, utilizando términos como
"esperanza", "buenas noticias" y "progreso", sin hacer ningún cuestionamiento.
<BR><BR>Pero definitivamente hay ganadores y perdedores en esta estrategia.
<BR><BR>En una serie de siete artículos, producidos luego de cuatro meses de
entrevistas y revisando decenas de estudios, HGW expuso los desafíos, los
riesgos y el pensamiento erróneo detrás del nuevo parque industrial y de la
táctica de apostar a un "desarrollo sostenible" con salarios de apenas cinco
dólares diarios. <BR><BR><STRONG>Mano de obra barata <BR></STRONG><BR>"Tengo un
problema con mi país, Haití. He trabajado en fábricas aquí por 25 años, y
todavía no tengo mi propia casa", dijo Evelyne Pierre-Paul a HGW.
<BR><BR>Pierre-Paul, de 50 años, cuyo nombre fue cambiado para protegerla de
represalias de parte de su empleador, ni siquiera puede alquilar una casa. Antes
del terremoto del 12 de enero de 2010, ella y sus tres hijos rentaron dos
habitaciones por 10.000 gourdes (unos 250 dólares) al año. <BR><BR>Pero el
edificio fue destruido en el sismo y ella no tenía dinero para alquilar en otro
lugar. Dos años después de la catástrofe que mató a cientos de miles, ella y sus
hijos todavía viven en una tienda de campaña en uno de los cientos de
campamentos de refugiados de la capital. <BR><BR>El sueldo promedio diario de
Pierre-Paul es de hecho superior al salario mínimo nacional, de 150 gourdes
(3,75 dólares). Gana unos 236 gourdes (5,90 dólares) al día. Pero eso no cubre
ni siquiera la cuarta parte de lo que se consideran los gastos más básicos de
una familia. <BR><BR>Un estudio de HGW sobre los gastos de los obreros en Puerto
Príncipe y en la frontera con la República Dominicana reveló que, en un día
promedio, estos invierten más de 50 por ciento de su suelo diario simplemente
yendo y viniendo del trabajo, y en su almuerzo. <BR><BR>Un estudio reciente del
Centro de Solidaridad, con sede en Estados Unidos, afiliado a la federación
sindical haitiana AFL-CIO, concluyó que el "salario de vida" para un trabajador
con niños a su cargo debía ser de 749 dólares al mes, casi cinco veces más el
promedio actual de sueldos. <BR><BR>El salario de Pierre-Paul, de unos 150
dólares al mes, está lejos de ser "de vida". Ella no puede enviar a todos sus
hijos a la escuela. Ni siquiera tiene dinero para poder mudarse del campamento.
<BR><BR>"Cuando llega el día de pago, uno salda todas las deudas que tiene
acumuladas, y no te queda nada", dijo. <BR><BR>De hecho, en poder de compra,
Pierre-Paul gana menos de lo que percibían los trabajadores durante el auge de
las fábricas en este país en los años 80. Entonces, el salario diario era de
unos tres dólares. <BR><BR>Hoy, si se mide de acuerdo con la cotización de 1982,
el salario mínimo en una fábrica es de 1,61 dólares. El sueldo promedio de 236
gourdes diarios, como determinó el estudio de HGW, solo vale 2,53 en dólares de
1982. <BR><BR>"La cuestión del salario es un auténtico escándalo", dijo a HGW la
economista Camille Chalmers. "Los sueldos se han hecho más y más bajos. A los
trabajadores se les paga en gourdes, pero en los hechos, ya que casi la mitad de
los alimentos en Haití son importados, consumen en dólares", explicó.
<BR><BR>"Es un gran error apostar a una mano de obra con salarios de esclavos,
romper la espalda de los trabajadores que no ganan nada mientras las compañías
(extranjeras) se enriquecen", afirmó. <BR><BR>"No solo es un error, es un
crimen", sentenció. <BR><BR>El jefe de Pierre-Paul, el propietario de la
compañía One World Apparel, Charles Baker, admitió que no les pagaba lo
suficiente a sus trabajadores. <BR><BR>"Si una persona es honesta, es claro que
no es suficiente", dijo Baker, dos veces candidato presidenciales, a HGW. "Si
pudiera darle a un trabajador 1.000 gourdes al día, lo pagaría. Pero las
condiciones en Haití no nos permiten" hacerlo, añadió. <BR><BR>Baker y otros
propietarios de fábricas arguyen que no pueden aumentar los salarios debido a
que sus clientes -como las internacionales Gildan Activewear, Hanes, Levis, GAP,
Banana Republic, K-Mart y Wal-Mart - se alejarían. <BR><BR>Mientras, Baker y
otros propietarios de fábricas en Haití se muestran duros con los sindicatos,
según trabajadores como Pierre-Paul y de acuerdo con un reciente estudio
elaborado por la Organización Internacional del Trabajo. </DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Haití</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Abierto a los negocios – Parte
2<BR></FONT></STRONG><BR></DIV>
<DIV align=justify>Desde que fue elegido a comienzos de este año, el presidente
haitiano Michel Martelly y su equipo han apostado a atraer inversores
extranjeros para impulsar la reconstrucción del país.</DIV>
<DIV align=justify><BR>"Estamos abiertos a nuevas ideas y nuevos negocios, y
estamos creando las condiciones necesarias para que Haití se convierta en un
destino natural y atractivo de inversiones extranjeras", dijo el mandatario en
una reunión celebrada en Nueva York el otoño boreal pasado. <BR><BR>"La ventana
de oportunidades está (abierta) ahora", apuntó por su parte uno de sus asesores.
"Haití tiene nuevo presidente y un nueva forma de pensar sobre las inversiones
extranjeras y la creación de empleos". <BR><BR>El nuevo proyecto modelo es el
Parque Industrial Caracol, construido con 124 millones de dólares de los
contribuyentes estadounidenses y otros 55 millones aportados por el Banco
Interamericano de Desarrollo. <BR><BR>Aunque hay nuevos actores políticos en
Haití, los planes no significan un gran cambio. Un informe de la red de medios
alternativos e independientes Haiti Grassroots Watch (HGW) muestra que apostar a
las maquilas, industrias de ensamblaje para exportación beneficiadas con
exenciones impositivas, no es para nada una idea "nueva" en esta nación
caribeña. <BR><BR>Desde que el ex vicepresidente estadounidense Nelson
Rockefeller visitó al dictador haitiano François "Papa Doc" Duvalier
(1951-1971), Washington ha presionado a este país para que utilice su "ventaja
comparativa" de tener salarios bajos. <BR><BR>Papa Doc prometió crear el "Taiwan
del Caribe", y su heredero, Jean-Claude "Baby Doc" Duvalier, anunció que
realizaría una "revolución económica". <BR><BR>A comienzo de los años 80, unas
800.000 personas trabajaban en la fabricación de pelotas de béisbol y en el
ensamblaje de artefactos eléctricos principalmente para compañías
estadounidenses. <BR><BR>El sector se atrofió luego de la dictadura. Muchas
compañías extranjeras se retiraron cuando creció el malestar popular. Pero el
parque industrial de SONAPI permaneció abierto, y el gobierno siguió cortejando
a los inversores extranjeros, tomando como referencia las necesidades de las
firmas multinacionales para guiar el desarrollo económico del país. <BR><BR>Hoy,
unas 29.000 personas trabajan en estas maquilas instaladas en fábricas similares
a hangares, mientras el gobierno de Martelly expresa su deseo de "crear" 200.000
o incluso 500.000 nuevos empleos en la industria del ensamblaje. <BR><BR>El
economista Camille Chalmers dijo a HGW que las industrias crearon empleos en el
pasado, pero añadió: "Si podemos decir que SONAPI creó 60.000 empleos, también
podemos afirmar que generó dos millones de desempleados" que emigraron del
campo. <BR><BR>"Todo conocemos las condiciones de Cité Soleil (el barrio de
Puerto Príncipe donde habitan los más pobres). Viven como animales", añadió.
<BR><BR>El gobierno de Haití siempre ha apostado a las maquilas. <BR><BR>En
2002, el entonces presidente Jean-Bertrand Aristide promulgó una ley otorgando a
los inversores extranjeros exenciones impositivas de 15 años y otros beneficios.
<BR><BR>En 2003, el propio Aristide viajó al noroeste del país para inaugurar la
zona franca de CODEVI. <BR><BR>En una entrevista exclusiva con HGW, el
funcionario de la oficina estatal de zonas francas, Luc Especa, explicó la
estrategia oficial de este modo: "El estado hace todo esto para permitir las
inversiones y la creación de empleo... El empresario no invierte para crear
empleos, sino para obtener ganancias, así que hay que mostrarle que las va a
tener. Hay que garantizarlas". <BR><BR>"Tú eres más inteligente que él. Tienes
también tus propios objetivos, en este caso hacer que a inversión se efectúe y
que por tanto se creen empleos", añadió. <BR><BR>Chalmers, que preside la
Plataforma Haitiana para el Desarrollo Alternativo, deploró lo que calificó de
falta de visión de las autoridades. <BR><BR>"Están apostando el futuro de Haití
al trabajo esclavo", indicó. "Creo que es más que un error. Es un crimen, porque
las fábricas de ensamblaje no traen desarrollo, no traen prosperidad, y no nos
van a ayudar en la actual situación", sostuvo. <BR><BR><STRONG>Maquilas
subsidiadas por los contribuyentes estadounidenses <BR></STRONG><BR>La primera
compañía en sumarse al nuevo parque de maquiladoras fue la gigante textil
surcoreana Sae-A que, según informes de prensa, produce 1,4 millones de prendas
al día en sus 20 fábricas. <BR><BR>Sae-A le vende a K-Mart, Wal-Mart, GAP y
otras grandes cadenas de ropa estadounidenses, y prometió invertir 78 millones
de dólares en Haití. <BR><BR>"Los (demás) inversores todavía no creen o no
entienden el valor y el potencial de Haití como nosotros", dijo a la agencia AP
el presidente de la empresa, Kim Woong-ki, luego de la ceremonia de inauguración
de la construcción del parque Caracol el mes pasado. <BR><BR>Para Sae-A y las
compañías dominicanas que operan en Haití, el potencial es claro. La ley
estadounidense aprobada luego del terremoto de enero de 2010 y conocida como
HELP (acrónimo en inglés de Programa de Impulso Económico Haitiano) permite a
las compañías que operan en este país exportar vestimenta libre de impuestos a
Estados Unidos hasta 2020. <BR><BR>Sae-A estará bien situada con una nueva mega
fábrica y con la mano de obra más barata del hemisferio: jornales de cinco
dólares o menos. <BR><BR>Lo que no se comenta ni en medios haitianos ni en
extranjeros, es que la instalación de nuevas fábricas en Haití con salarios tan
bajos, subsidiadas por los contribuyentes estadounidenses, probablemente
provoque despidos en países con mejores salarios, incluso el propio Estados
Unidos, donde se perdieron más de 700.000 empleos en el sector textil desde
2000. <BR><BR><STRONG>Caracol y el ambiente <BR></STRONG><BR>El área elegida
para el nuevo parque industrial, de 243 hectáreas, se encuentra cerca de la
costa, entre las ciudades de Cap-Haïtien y Ouanaminthe. <BR><BR>El lugar fue
recomendado por la consultora estadounidense Koios Associates, contratada por el
Ministerio de Economía y Finanzas haitiano. Un estudio de la empresa elaborado
en septiembre de 2010 concluyó que el sitio era ideal, en parte porque la tierra
estaba "desprovista de población y de cultivos intensivos". <BR><BR>Pero la zona
no está del todo "desprovista": allí hay 300 parcelas agrícolas. <BR><BR>"El
lugar elegido para el parque es la zona más fértil del departamento", explicó a
HGW el agricultor Renel Pierre. "Se cultivan plátanos, frijoles, mandioca y
otras cosas. Si para la gente de la ciudad su tesoro son sus cuentas de ahorro,
para los agricultores su tesoro es la tierra", afirmó. <BR><BR>En enero pasado,
sin previo aviso, los contratistas pusieron vallados en torno a las 243
hectáreas, la mayoría tierras que habían sido rentadas por familias de
campesinos al Estado durante décadas. <BR><BR>La mayoría de los agricultores
fueron compensados por la pérdida de sus cultivos, y a muchos se les ofrecieron
tierras nuevas, aunque en zonas menos fértiles. <BR><BR>Colocar un parque
industrial –que atraerá entre 20.000 y 200.000 nuevos residentes- en una zona
productiva no necesariamente va a contribuir al "desarrollo sostenible" de
Haití, como insiste el gobierno, señaló Chalmers. <BR><BR>Este país caribeño
pasó de ser casi autosuficiente en materia alimentaria hace tres décadas a
importar hoy más de 60 por ciento de sus alimentos. Desaprovechar más tierra
fértil solo incrementará su dependencia. <BR><BR>Tan preocupante como lo
anterior, el parque de maquilas se erige en medio de una de las cuencas hídricas
más grandes de Haití. Según el estudio de Koios, ese es el motivo de su
emplazamiento, pues el lugar "es capaz de absorber un gran volumen de agua
tratada". <BR><BR>Caracol se presenta como el primer centro textil modelo del
país, pero empleará tinturas tóxicas a una distancia de solo cinco kilómetros de
la bahía homónima, hogar de algunos de los últimos manglares y arrecifes de
coral haitianos. <BR><BR>Pero, como la propia Koios reconoce, la consultora no
tomó en cuenta ninguno de estos factores ni los consultó con el Ministerio del
Ambiente. <BR><BR>En un segundo informe sobre impactos ambientales y sociales,
fechado en mayo, Koios admitió que "el proceso del estudio y la selección de
sitios no fue acompañado de una investigación ambiental, hidrológica o
topográfica amplia". <BR><BR>Koios también aseveró que no había considerado "el
complejo y precioso ecosistema de la bahía Caracol" cuando recomendó instalar
tan cerca el centro industrial, pese a que existen abundantes documentos
públicos sobre planes para convertir la zona en un parque marino. <BR><BR>Koios
también recomendó que, debido a la "nueva" información, el gobierno debía
considerar un cambio de emplazamiento de la zona franca industrial. <BR><BR>No
resulta sorprendente que el estudio jamás fuera debatido en los medios de
comunicación. La ubicación del parque industrial Caracol no se cambió. Y, pese a
insistentes pedidos, ni el Ministerio del Ambiente ni el de Economía aceptaron
hablar sobre los documentos, las recomendaciones de Koios y la elección de la
zona cercana a la bahía. <BR><BR>Desde entonces, y a pesar de que la mayoría de
estos documentos son públicos, ningún medio grande los ha divulgado ni ha
informado sobre los importantes riesgos ambientales de la bahía, la
disponibilidad hídrica, el inevitable aumento demográfico y los desafíos que
entrañará para el suministro de agua y saneamiento. <BR>
<HR>
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