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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa<BR></FONT><U>24 de diciembre 2011<BR></U><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Montevideo -
Uruguay<BR>Redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Venezuela<BR><BR>Madres venezolanas
miran a la esperanza desde el dolor<BR></FONT></STRONG><BR><STRONG>No son
modelos ni anuncian producto alguno, miran a los transeúntes desde enormes
fotografías en blanco y negro pegadas sobre muros o cruces viales de la capital
de Venezuela. Son 52. Son madres. Perdieron uno o varios hijos por la violencia
criminal que asuela al país.<BR></STRONG><BR><BR><STRONG>Humberto Márquez
</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>IPS, Caracas, diciembre
2011</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><A
href="http://www.ipsnoticias.net/"><STRONG>http://www.ipsnoticias.net/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial>"Muchachos que se criaron con mis
hijos tuvieron que armarse para poder vivir en el barrio. Hoy día casi todos
están muertos", testimonia Rita Hernández, mirada asaeteada por arrugas sobre su
rostro moreno. Entre 2004 y 2005 le mataron a sus hijos Johan, de 25 años, y
Antonio, de 19. <BR><BR>"No me he ido de mi casa porque cada vez que cruzo la
puerta me acuerdo del día en que me mataron a cada uno", expresó a IPS María
Elena Delgado, quien perdió a sus hijos Erasmo, Norka y Wilmer entre 1999 y
2008. "Me quedé para ayudar a la comunidad, para que eso no les pase a otros
muchachos en el barrio", agregó. <BR><BR>En los barrios, como se designa en
Venezuela a las áreas urbanas más pobres, perece la mayor cantidad de abatidos
por la violencia criminal y de allí procede la mayoría de las madres que
prestaron sus rostros para una iniciativa artística y social. <BR><BR>El
Proyecto Esperanza busca llamar la atención y mover a la reflexión sobre las
otras víctimas de la violencia, las madres y demás familiares de los abatidos, y
fue desarrollado por las comunicadoras María Fernanda Pérez y Carolina González.
<BR><BR>"Quisimos ponerle rostro a las víctimas de esta violencia que, de tan
cotidiana, pareciera anestesiar nuestros sentidos. Buscamos que el transeúnte se
tome un minuto para reflexionar sobre el dolor de esas madres, acerca de que las
víctimas no son solo números de los que se informa por la prensa, por eso las
fotos", dijo Pérez a IPS. <BR><BR>Un grupo de fotógrafos captó los rostros de
las 52 madres, impresos luego como afiches, la mayoría de 1,80 por 2,40 metros y
algunos de 3,60 por 5,40. Luego dos docenas de voluntarios pegaron las imágenes
en los muros con "engrudo ecológico", a base de harina, azúcar y agua.
<BR><BR>"Más que una denuncia es un clamor de paz. No es sólo la queja por el
dolor, sino la muestra de que también hay esperanza porque se haga justicia y
porque se encuentren caminos para que cada día se salven más vidas de la
violencia", sostuvo Pérez. <BR><BR>En Venezuela, de 29 millones de habitantes,
se registran entre 13.000 y 14.000 homicidios al año, más otras 8.000 muertes
violentas por resistencia a la autoridad o que permanecen bajo averiguación, lo
que eleva la tasa de violencia letal a más de 70 por cada 100.000 habitantes,
según informes de la organización humanitaria Provea. <BR><BR>La tasa oficial de
homicidios, de 48 por 100.000 habitantes, es de las más altas del mundo, junto a
las de El Salvador, Honduras y Jamaica, en América, y Costa de Marfil y
Swazilandia, en África, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga
y el Delito. <BR><BR>Caracas, con una tasa de homicidios de 122 por 100.000
habitantes, según esta entidad, es, de lejos, la capital más violenta del
continente. <BR><BR>"Vivir esto es una pesadilla. Cuando nos matan a un hijo nos
marcan como a reses. Te despiertas, miras el sol con indiferencia, ese sol que
es indiferente a tu dolor, que te demuestra que la vida sigue aunque tú estés
muerta. A ese sol tú no le importas, él sigue alumbrando", dijo Bebeka Pichardo,
cuyo hijo Taner, de 24 años, asesinaron en 2010. <BR><BR>"Aunque más de 90 por
ciento de las víctimas son hombres, jóvenes en su mayoría, son las mujeres las
que asumen la búsqueda de justicia", señaló a IPS Liliana Ortega, directora del
Comité de Familiares de Víctimas, surgido tras la muerte de centenares de
personas durante la semana de desórdenes de 1989 conocida como "Caracazo".
<BR><BR>La activista encuentra parangón con otras causas que no adquirieron
suficiente visibilidad hasta que mujeres, y en particular madres, asumieron el
desafío de ir a la calle para interrogar a la sociedad acerca de ellas, como las
Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en Argentina o las Damas de Blanco en Cuba.
<BR><BR>En el caso venezolano, "son mujeres las que tratan de buscar el consuelo
de la justicia pero con el agravante de que padecen la revictimización, pues por
su actitud a menudo no solo se las ignora, sino que se las amenaza, se las
hostiga, y en ocasiones se las veja y se las criminaliza", dijo Ortega.
<BR><BR>El escritor Alberto Barrera Tyszka elogió la muestra porque "de pronto
se alza la experiencia humana, capaz incluso de convertir el dolor en arte, la
ausencia en solidaridad. Las víctimas se transforman en imágenes de la fe en el
futuro". <BR><BR>Los rostros de las 52 madres "están aquí no para restregarnos
la soledad de sus balas, sino para invitarnos a pensar y a construir la paz",
postuló Barrera. <BR><BR>El Proyecto Esperanza fue acompañado y animado por el
movimiento mundial de fotografía Inside Out, que dirige el francés que oculta su
identidad bajo sus iniciales "JR" y quien en la última década ha impactado
diferentes urbes con el empleo de fotos tan grandes como insólitas en ambientes
de conflicto. <BR><BR>Entre esas experiencias estuvo colocar fotos de palestinos
e israelíes mirándose tanto en ciudades de Israel como de Palestina, o las de
mujeres residentes en la peligrosa favela (asentamiento precario y pobre) Morro
da Providencia, en la ciudad brasileña de Río de Janeiro. <BR><BR>También
destacaron la serie "Las mujeres son héroes" en un tren de Kenia, la de viejos
habitantes en muros de la ciudad colombiana de Cartagena y la de gente que
sonríe o hace muecas en Ciudad Juárez, la urbe mexicana fronteriza con Estados
Unidos azotada por la violencia y en particular por los feminicidios.
<BR><BR>Los resultados distan mucho de verse de inmediato. El fin de semana que
siguió al debut de las 52 fotos, el 19 de noviembre, fue el más cruento del año
en Caracas, con 70 muertes violentas en el área metropolitana, y las autoridades
no han hecho referencia al discurso gráfico de Proyecto Esperanza. <BR><BR>Pero
Pérez contó que muchas otras madres y familiares de víctimas les han llamado
para ofrecer sus paredes para colocar más fotos, nutrir con sus testimonios un
libro que está en marcha sobre esta experiencia o incentivar que el Proyecto
Esperanza se replique en otras ciudades del país. <BR><BR>"Por la paz no hay que
hacer solamente esfuerzos muy grandes o muy difíciles, sino desde distintos
ámbitos hacer muchos pequeños esfuerzos", sentenció Pérez.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>