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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa<BR></FONT><U>13 de febrero 2012<BR></U><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Montevideo -
Uruguay<BR>Redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Grecia</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Imágenes de las protestas</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://periodismohumano.com/economia/fuertes-protestas-en-grecia-contra-los-recortes.html"><STRONG>http://periodismohumano.com/economia/fuertes-protestas-en-grecia-contra-los-recortes.html</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG><FONT size=3>¿Euro o
dracma?<BR></DIV></FONT></STRONG></FONT>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Antonis
Davanellos</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>La Breche/A
l'encontre</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><A
href="http://alencontre.org/"><STRONG>http://alencontre.org/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Traducción de Viento
Sur</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><A
href="http://www.vientosur.info/"><STRONG>http://www.vientosur.info/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><BR><BR><STRONG>En un estudio
publicado el 5 de enero de 2012, el Instituto Oficial de Estadística del Estado
griego (Elstat) indica que, en 2010, 597.000 hogares -es decir, 2,2 millones de
personas- vivían bajo del umbral de la pobreza o estaban considerados como
"socialmente excluidos". El límite de la renta anual para considerar que una
familia con dos adultos y dos hijos menores de 14 años no "cae en la pobreza"
esta situado en 15.073 €. Sin embargo, el proceso de pauperización se acentúa de
semana en semana, en el sentido literal del término. Por otra parte, el Elstat
subraya que la precariedad en el empleo -en el sentido de los meses en los que
se obtiene algún ingreso- no ha hecho más que incrementarse desde 2010. Ese año
ya había 3,03 millones las personas al borde de engrosar las cifras de la
"exclusión social", lo que equivale al 27,7% de la población. Estas cifras son
mucho más sombrías actualmente. <BR><BR>En el último trimestre de 2011, el
Instituto de Investigación del Empleo (Ine) del sindicato mayoritario del sector
privado griego (GSEE) estimaba que la tasa real de paro era del 23% de la
población activa, frente del 18,4% que ofrecía el gobierno en agosto de 2011.
Semejante tasa de paro, que entre los jóvenes de 15 a 25 años supera el 40%,
está traduciéndose en un factor de emigración, al igual que en Portugal y
España. A pesar de ello continúa la cascada de planes de austeridad que acentúa
la recesión e incrementa la deuda en relación al PIB.<BR><BR>El Estado griego
debe reembolsar para marzo de 2012 la suma de 14,5 millardos de euros de
obligaciones y no tiene posibilidades de hacerlo. Las condiciones impuestas por
las instituciones internacionales (FMI, BCE, UE) para una nuevo paso en el
pretendido "plan de rescate" (de los bancos) se resumen en que el gobierno
acepte las condiciones de descuento de la deuda griega que exigen los bancos,
las aseguradoras y los fondos de inversión, representados todos ellos por el
Instituto Internacional de Finanzas (IIF) en tanto que negociador
central.<BR><BR>En la trastienda de las negociaciones entre el gobierno griego y
el IIF -que tropiezan con dificultades como deja traslucir la interrupción
momentánea de las negociaciones el 13 de enero de 2012- lo que se da son las
operaciones de especulación clásicas en esta circunstancias. En efecto, los
fondos de inversión de capital riesgo (hedge funds) recompran a precio bajo la
deuda griega de la que se quieren desprender los bancos. Estos hedge funds
especulan actuando sobre dos escenarios. Uno, que el gobierno se encuentre
incapacitado para hacer frente al pago el mes de marzo, lo que conllevaría a la
activación de los CDS (Credit Default Swap)y el reembolso de la pérdida de los
hedge funds por parte de los CDS. El otro, que los hedge funds esperan ser
reembolsados por el gobierno griego al valor nominal de las obligaciones. En
efecto, en el caso en el que los bancos y otras instituciones acepten un
descuento en torno al 60% o 70% (o más) y pasen a un acuerdo, los hedge funds
pueden rechazar este descuento sobre la parte que han adquirido, lo que les
aseguraría un beneficio sustancial. Hay que saber que el acuerdo que podría
darse entre el gobierno y el IIF no obliga a todos los que hayan comprado las
obligaciones a aceptar una decisión tomada por una mayoría cualificada. Segun el
Wall Streel Journal del 13 de enero de 2012, estos hedge funds detentan más de
70 millardos de euros de la deuda griega. Las negociaciones no se darán sólo
sobre el porcentaje de descuento sino sobre quiénes van a firmar tal acuerdo y
la cantidad de deuda que poseen. La prensa podría informar mejor de todo esto, a
fin de sacar a la luz los verdaderos negocios que se hacen utilizando la deuda
ilegítima<BR><BR>Sobre esta cuestión, la izquierda griega -es decir, la
izquierda radical- plantea con justeza el rechazo del pago de la deuda, una
posición que se expresa con matices diversos. Pero también existe otro debate
entre las fuerzas de la izquierda radical; es el debate en torno a la salida o
no del euro. El artículo de Antonis Davanellos -uno de los portavoces de DEA
(Izquierda obrera internacionalista), que se sitúa en el ala izquierda de la
coalición SYRIZA- nos presenta este debate. La redacción de La Breche/A
l'encontre comparte su punto de vista. (Charles-André
Udry)<BR></STRONG><BR>Desde hace dos años, la experiencia griega, bajo la
vigilancia suprema de la troika (Unión Europea, FMI y Banco Central Europeo) y
los estrictos programas de austeridad que vienen de ella, ha llevado al colapso
de las ilusiones relativas al "europeísmo" y a la "europeización".<BR><BR>Hace
diez años, bajo la influencia de argumentos convergentes de la derecha y, sobre
todo, de la socialdemocracia, en Grecia tomo cuerpo una amplia corriente de
opinión basada en la falsa esperanza de que llegando a ser miembros de la UE y
de la eurozona, la economía (capitalista) griega entraría en una fase de
crecimiento duradero y que, en ese proceso, al incrementarse a "tarta" a
repartir, también saldrían beneficiados los asalariados y
asalariadas.<BR><BR>Ahora mismos estas ideas están hechas añico, carbonizadas. Y
por ello, el debate sobre las perspectivas adquiere una relevancia de primer
orden. Miles de trabajadores y trabajadoras se interesan en él y, por ello,
adquiere una amplitud e importancia política sin precedentes.<BR><BR>En el
futuro próximo vamos a asistir a cambios importantes. Los podemos enumerar aquí.
En primer lugar, la modificación de la actitud de los países más importantes de
la UE. De hecho, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés
Nicolas Sarkozy ya han adoptado una orientación a favor de una Europa a dos
velocidades y de un euro que se adapte a esta situación. Países como Grecia,
pero también España, Portugal e Italia, van a verse relegados del primer vagón
del tren de la UE. Entre las decisiones adoptadas por la cumbre europea del 9 de
diciembre de 2011, se afirma por primera vez la posibilidad de expulsar de la UE
a un "Estado fallido". Por el momento, esta perspectiva concierne
fundamentalmente a Grecia.<BR><BR>En segundo lugar, sectores de las clases
dominantes en Grecia empiezan a cambiar de posición. Evidentemente, los
banqueros, algunos grupos industriales y los armadores prefieren continuar como
miembros del "club" del euro y declaran que están dispuestos a seguir atacando
brutalmente a la gran mayoría del país para alcanzar este objetivo; pero, por
primera vez en estos últimos años, determinados sectores -y algunos de ellos,
entre los mencionados- comienzan a realizar cálculos para valorar si les resulta
beneficioso seguir en la zona euro. La razón de este giro se encuentra en las
características que está adquiriendo la crisis económica internacional y las
decisiones que se adoptan para la gestión de la así llama crisis de la deuda
soberana.<BR><BR>En la prensa de la clase dominante griega se están publicando
artículos en el sentido de que el capitalismo griego existía y funcionaba antes
de la existencia del euro y que, del mismo modo, podría seguir existiendo fuera
de la eurozona. Los analistas más perspicaces detectan ya movimientos hacia la
salida del euro en fracciones de la clase dominante con el fin de disponer de
una capacidad de control de la situación en caso de grandes turbulencias
económicas, sociales y políticas que conducirían a un "giro nacional",
"soberanista" del capitalismo griego y a un vuelta obligada a la dracma. Los
políticos más lúcidos -por ejemplo, el ministro de Finanzas, Evangelos
Vanizelos- piensan que estas decisiones no se plantean a largo plazo sino que
puede que sea necesario adoptarlas en los próximos meses. <BR><BR>Evidentemente,
la crisis ha minado el poder de los capitalistas griegos y ha reducido su
capacidad para actuar con "independencia" de las grandes potencias; pero la
posibilidad de adoptar este tipo de decisiones "independientes" -ciertamente,
dentro de unos límites- no ha desaparecido. Sobre todo si se tiene en cuenta que
los capitalistas griegos y su Estado continúan siendo una fuerza con peso en los
Balcanes y en el Este de la región mediterránea. Un papel reforzado por la
alianza político-militar con el Estado de Israel que trata de asegurar su acceso
a los recursos energéticos en esta región mediterránea (se está explorando
yacimientos de gas y petróleo en el Mediterráneo oriental, lo que se ha
convertido en un elemento de discordia entre Chipre, Grecia y Turquía) y
conservar una estabilidad geopolítica en la zona tras los cambios producidos por
las llamadas "revoluciones" del mundo árabe y el cambio de orientación de
gobierno turco.<BR><BR>En ese contexto, la "izquierda europea" piensa que la
mayoría de las corrientes de la izquierda anticapitalista griega son favorables
a una salida de la eurozona y a una vuelta al dracma. No es del todo
exacto.<BR><BR>El Partido Comunista Griego, la fuerza política más importante a
la izquierda, ha estado tradicionalmente a favor de una salida de la eurozona y
de la Unión Europea. Actualmente, el PC dice que estos objetivos sólo pueden
alcanzarse a través de un régimen político que ellos califican de este modo: "Un
poder popular y una economía popular". Su dirigente, Aleka Papariga, afirma que
si la vuelta al dracma se realiza en el contexto actual de relación de fuerzas,
traerá un ataque especulativo sin precedentes y una pauperización de los
asalariados y campesinos, también sin precedentes. Estoy parcialmente de acuerdo
con esta posición. Digo parcialmente, porque no sé, ni de forma aproximativa,
qué es lo que significa la fórmula "poder popular y economía popular" que el
Partico Comunista sitúa entre el capitalismo y el socialismo.<BR><BR>No
obstante, estoy de acuerdo en que la vuelta a la dracma bajo la batuta de los
capitalistas y de su Estado tendría unos efectos devastadores sobre la
población. La vuelta a la dracma -que, de entrada, se encontraría devaluada -
conduciría a una nueva devaluación, lo que implicaría una depreciación de las
rentas y haberes salariales (salarios, pensiones, vivienda, etc.) y, también, de
los "activos" campesinos: una devaluación de las tierras cultivables. Por
contra, los capitalistas griegos que detentan riquezas evaluadas en 600
millardos de euros -es decir, más del doble de toda la deuda griega- podrían
comprar a precio de ganga las empresas públicas, los hospitales, las tierras
cultivables…<BR><BR>Es decir, se daría una transferencia colosal de riqueza de
lo público a lo privado, transferencia que se puede comparar a la que se produjo
en los países del Este tras la caída del muro en 1989.<BR><BR>Desgraciadamente,
un sector de la izquierda anticapitalista no ha comprendido esta trampa que ha
puesto al descubierto el Partido Comunista. ANTARSYA, por ejemplo, ha adoptado
el siguiente lema en su último congreso: "Por una salida anticapitalista del
euro". Un eslogan sin rigor alguno. Si se plantea como perspectiva estratégica
de derrocamiento del capitalismo, situar la cuestión de la moneda como punto de
partida, no es la mejor opción. Desde ese punto de vista sería mejor un eslogan
tradicional: "Todo el poder a los consejos obreros, campesinos y populares" o,
dicho de otro modo, a las estructuras de autoorganización democrática. Pero un
eslogan semejante no haría sino evidenciar la distancia enorme que existe entre
este objetivos y las tareas presentes, así como las responsabilidades actuales
de la izquierda anticapitalista.<BR><BR>Para los camaradas (la mayoría) de
ANTARSYA, la forma de resolver esta contradicción en su actividad política
cotidiana se traduce en obviar el adjetivo anticapitalista (del eslogan "por una
salida anticapitalista del euro") y plantear lisa y llanamente la salida del
euro para, de ese modo, poder gestionar la política monetaria y la devaluación
de la moneda como medio para recuperar competitividad y, de paso, la
reconstrucción productiva del país.<BR><BR>Esto nos traslada de nuevo a las
ideas de ciertos economistas radicales "realistas". Por ejemplo, Costas
Lapavitsas, que propone un retorno inmediato a la dracma y una devaluación
sistemática como la única posibilidad de reforzar la capacidad competitiva de
las empresas griegas y de sus exportaciones. De ahí vendría la posibilidad de
una reconstrucción productiva del conjunto del país. Es una "solución elegante"
pero con los pies de barro. La dracma no sería la única moneda a realizar una
devaluación competitiva. También lo haría el escudo (portugués), la peseta
(española), la lira (turca), etc. ¿El resultado?: la carrera por la
competitividad se transformaría en una guerra económica en las que la víctimas
serían las gentes asalariadas y los capitalistas acapararían los beneficios. En
cualquier caso, Lapavitsas tiene la decencia de admitir que a medio término el
resultado de sus propuestas implicarían restricciones (penurias) importantes
para la población en lo que respecta a la alimentación, los medicamentos,
carburantes, etc. Algo que ninguna fuerza política de izquierdas se atreve a
decir pero, ¿no deberían hacerlo?<BR><BR>En realidad, estamos asistiendo al
renacimiento de las ideas, de carácter nacionalista más o menos afirmado y
reformista, de las viejas corrientes de izquierda. A principios de los años 60,
una fracción significativa de los economistas radicales (entre los que se
encontraba Andreas Papandreu, fundador del Pasok) proponía una vía análoga para
el desarrollo del capitalismo griego: la nacionalización de sectores
"estratégicos" (energía, agua, telecomunicaciones, transporte, etc.), una
política exterior independiente, un reforzamiento de la industria pesada,
medidas proteccionistas para apoyar la producción griega, etc. En teoría, se
trataba de una política que sólo podría ser puesta en práctica por un gobierno
de izquierda, una política que conduciría "objetivamente" al socialismo. En la
práctica, fue la orientación que aplicó ampliamente la Junta Militar entre 1967
y 1974. Y sobre todo, la que aplicó el primer gobierno de derechasque le
sucedió, liderado por Constatin Caramanlis, que algunos políticos de derechas
calificaban como un "maníaco socialista".<BR><BR>Este tipo de orientación está
muy alejado del contexto al que hacen frente hoy en día los trabajadores y
trabajadoras en Grecia. Nuestra tarea principal consiste en oponernos y hacer
fracasar las políticas de austeridad. En esta confrontación, y a través de ella,
tenemos que acumular fuerzas -tanto en el movimiento sindical como en la
izquierda política- para dar contenido a la perspectiva del derrocamiento del
capitalismo y la batalla por el socialismo. En este esfuerzo, es preciso excluir
la posibilidad de que los asalariados, que ya han sufrido medidas muy duras de
"devaluación interna" bajo el imperio del euro, se vean forzados a pagar el
precio de una reconstrucción capitalista bajo la égida de un giro "nacional",
esta vez bajo el reinado de la dracma.<BR><BR>Esta es la orientación que
tratamos de desarrollar en SYRIZA a través, entre otros, del eslogan "Ningún
sacrificio por el euro; ninguna ilusión en la dracma".<BR><BR>De ese modo,
tratamos de plasmar una orientación de izquierda que haga frente al vulgar
"europeísmo" que tiene por función legitimar las políticas de austeridad actual;
y, también, el rechazo a la consigna de retorno inmediato a la dracma. Entre
otras razones porque, como hemos explicados más arriba, el giro "nacional" no es
la posibilidad más probable. Y si llega a darse -en el marco de la relación de
fuerzas socio-políticas actuales- el resultado será amargo para nuestra
población y desastroso para la izquierda; especialmente si se supedita a tal
giro y no está preparada política e ideológicamente.<BR><BR>Muchos camaradas
desarrollan el argumento de que el euro no es un símbolo neutro. Comparto esa
opinión. El euro representa y simboliza las políticas neoliberales extremas que
dominan la UE desde hace 25 años. Pero la dracma tampoco es un símbolo neutro.
La dimensión simbólica de una moneda está sujeta al hecho de quién controla la
economía y quién controla el poder político. Y en la historia de las
revoluciones hasta el día de hoy, la cuestión de la moneda no ha sido nunca el
punto de partida del proceso.<BR><BR>Otros camaradas, fundamentalmente de
ascendencia trotskista, apoyan la salida del euro como elemento del llamado
"programa de transición". Una manera un tanto "flexible" de interpretar los
elementos constitutivos de ese programa. Dicho de otro modo, los camaradas
tratan de cambiar el mundo comenzando por el techo, al tiempo que subestiman los
peligros de compromiso con las orientaciones proteccionistas, propias de un
"realismo económico" y del nacionalismo, incluso si este último es moderado y se
expresa bajo una variante de "izquierda".</DIV>
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