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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa<BR></FONT><U>29 de marzo 2012<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Montevideo - Uruguay<BR>Redacción y
suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Cuba </FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG><FONT size=3>Patria, fe y
post-comunismo <BR></FONT></STRONG></DIV></FONT>
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<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Pablo Stefanoni<BR>Página 7,
Bolivia</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.paginasiete.bo/"><STRONG>http://www.paginasiete.bo/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR><BR>Con todo esto del viaje del Papa a Cuba me acordaba
del título de un extenso libro de Manuel Vázquez Montalbán: Y Dios entró en la
Habana. El título refería -aunque su contenido iba mucho más allá- a la visita
del anterior Papa, Juan Pablo II a la isla caribeña hace 14 años. <BR><BR>Y por
estos días el enviado de Dios vuelve a entrar a la capital cubana, en medio de
un lento pero irreversible proceso de transición al que los medios oficiales y
el Gobierno refieren como una “actualización del socialismo”. En un momento
donde el propio término socialismo se ha vuelto bastante indefinible, pensar en
qué consistiría su actualización no resulta menos enigmático. <BR><BR>Por
ejemplo, en la socialista China según un reporte citado en DPA, los 75 diputados
más ricos superan la posesión total de bienes de todos los congresistas de EEUU;
los dos mejor ubicados tienen más de 6.000 millones de dólares. Pero aunque se
habla mucho de la vía china -y vietnamita- como modelos para una transición
cubana, la isla es bastante diferente a estas naciones asiáticas. Lo que se ve
por estos días es una consolidación del tránsito iniciado ya hace años, del
marxismo-leninismo soviético al nacionalismo “martiano”. Y es ahí donde puede
operar bien el redescubrimiento de los orígenes católicos de la nación cubana,
como se puede ver en un artículo sintomáticamente titulado “Patria y Fe”,
publicado en el estatal Juventud Rebelde. Y en ese caso, aunque se cita la
famosa entrevista de Fidel Castro con Frei Betto (“Fidel y la religión”) no se
trata de la debilitada Iglesia progresista sino de la visita del Sumo Pontífice
y de la Iglesia oficial, una relación que cada vez parece más estrecha y llena
de elogios. <BR><BR>Como escriben Arturo López-Levy y Lenier González en Foreign
Policy en español (21/3/2012), “En este contexto la visita papal contribuye a la
agenda del Gobierno cubano en tres niveles: consolida el diálogo institucional
entre la Administración de Raúl Castro y la Iglesia Católica, creando incentivos
para que esta última participe de forma ordenada en la renovación del sistema
vigente; contribuye a crear un ambiente internacional favorable a los proyectos
de apertura y reforma aun sin abandonar el régimen unipartidista, y refuerza la
imagen de un país en transición frente a la cual se elevan los costos de la
rígida posición estadounidense de aislamiento contra Cuba”. <BR><BR>El largo
artículo antes citado (Patria y Fe), de Alina Perera, nos recuerda que no
solamente de materia están hechos los seres humanos -ni la revolución- y que no
es posible dejar de lado la dimensión espiritual. Y al mismo tiempo rescata la
importancia simbólica de la Virgen de la Caridad del Cobre en la identidad
nacional. <BR><BR>Otro artículo, esta vez en el también estatal Granma (no hay
medios que no sean estatales en la isla) se titula “Bienvenido a Cuba Su
Santidad Benedicto XVI” y comienza diciendo: “Nuestro país se sentirá honrado en
acoger a Su Santidad con hospitalidad y mostrarle el patriotismo, cultura y
vocación solidaria y humanista de los cubanos, en que se sustentan la historia y
la unidad de la Nación”. Agrega también que “Recientemente, la ‘Virgen
Peregrina’ recorrió todo el país en compañía de creyentes y no creyentes”, un
dato extraño porque en cualquier país quienes van a los actos religiosos son los
creyentes... a no ser que el Estado socialista los mande. Los adjetivos no
parecen elegidos al azar cuando se dice que “Su Santidad conocerá a un pueblo
seguro en sus convicciones, noble, instruido, ecuánime y organizado”,
características sin duda necesarias para que una transición ordenada -donde la
vieja élite no pierda el poder- tenga éxito. Este pueblo -y también los
adjetivos están bien elegidos- “lucha por la dignidad humana, la libertad, la
independencia, la solidaridad y el bien común”, cosas con las que la Iglesia no
puede dejar de coincidir, al menos en el papel. <BR><BR>Así se va completando el
mapa de la transición que no deja de desconcertar a los dinosaurios de Miami:
control de las FFAA en la economía y de la política, debilitamiento del Partido
y nacionalismo crecientemente poscomunista en la ideología. El problema es que
el exaltado pluralismo religioso que rescata el artículo de Juventud Rebelde no
tiene correlato en el pluralismo político. <BR><BR>La Iglesia Católica (y otras)
pueden difundir sus mensajes, organizar reuniones, publicar, etc., cosa que un
partido de izquierda no oficialista, por ejemplo, está vedado de hacer. Tampoco
potenciales sindicatos no estatizados, para defender a los perdedores de la
transición. En este marco, los llamados a “no politizar” la visita del Papa no
dejan de tener su rasgo curioso, cuando la visita papal es un operativo político
de enormísima magnitud para la Iglesia y el Estado cubano.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>¿Más papistas que el Papa?
<BR></FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Transición cubana y
poscomunismo</FONT></STRONG> <BR><BR></DIV><STRONG></STRONG>
<DIV align=justify><STRONG>Pablo Stefanoni </STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Página 7, Bolivia</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>
<DIV align=justify><A
href="http://www.paginasiete.bo/"><STRONG>http://www.paginasiete.bo/</STRONG></A></DIV><BR></STRONG><BR>En
general, se analiza la transición cubana sobre aspectos económicos: cuánto se
abren los mercados, cuánto crecen los cuentapropistas, el rol de las FFAA en la
administración de las empresas más dinámicas, la inversión extranjera, etc. Pero
se asigna menos importancia a los cambios ideológicos: sin duda cualquier
transición necesita un correlato en la visión del mundo para legitimar el
proceso y construir un horizonte nacional más o menos compartido. Y es así donde
la visita del Papa (y la Virgen del Cobre) parece tener un rol fundamental.
<BR><BR>En el futuro, los historiadores podrán consultar en la hemeroteca el
periodico Juventud Rebelde, y se encontrará con la cobertura de este diario a la
visita del Sumo Pontífice a la isla, y una serie de artículos a primera vista
sorprendentes (al menos supongo que sorprenderán a quienes solo leen páginas de
la izquierda que nunca critica nada del gobierno de Cuba, como mis amigos de
Rebelión). Sorprendentes porque la prensa cubana ha logrado el milagro -ya que
hablamos del Papa- de transformar al ex jefe de la inquisición en un cura casi
progresista...Y ya que la prensa suele manipular y mentir sobre la Isla solo voy
a usar citas de Juventud Rebelde (lo cual casi nadie hace en las notas
apologéticas sobre Cuba, donde casi nunca se cita a sus medios estatales, quizás
por la baja calidad de sus contenidos). <BR><BR>En un artículo del 28 de marzo,
el periodista Luis Hernández Serrano recuerda la visita de Juan pablo II con una
tonalidad tan positiva que podría haber sido escrita en un periódico de la
Acción Católica. Así, señala que Juan Pablo II “le imprimió un gran dinamismo al
Vaticano, desarrolló un proyecto de nueva evangelización que lo llevó a decenas
y decenas de países y encaminó el pensamiento social de la Iglesia Católica
hacia los más importantes temas contemporáneos”. Uno de esos temas
contemporáneos, que "olvidó" el cronista, fue su contribución al derrumbe del
socialismo real neoestalinista en Europa oriental. Y su trabajo en pos del
retroceso de la teología de la Liberación y la redinamización de las campañas
contra el derecho al aborto y otros derechos reproductivos. Juventud Rebelde sí
recuerda que el Papa polaco abogó por la “globalización de la solidaridad”.
<BR><BR>Con la exageración de los nuevos conversos, el Papa en el 98 no llegó a
Cuba, sino “besó la tierra cubana” el 21 de enero y el ex jefe de Estado del
Vaticano es mencionado como “líder espiritual”, o como el “nuevo sucesor de
Pedro, que nos otorgó también el privilegio de visitarnos, bendecirnos...”.
Cuando uno invita a alguien a casa hay que ser cortés, también hay que buscar
aliados contra el imperialismo... pero ¿hace falta tanto? <BR><BR>Lo mismo
ocurre con Ratzinger. Los diarios normalmente hablan de misas, pero Juventud
Rebelde refiere siempre a la ceremonia como la Santa Misa (“Asiste presidente
cubano a Santa Misa del Papa Benedicto XVI en la Plaza de la Revolución de La
Habana”) . Y el uso de la Santa Misa se repite en el Granma y Trabajadores
-otras patas del sistema informativo cubano. También se informa que el término
“Plaza de la revolución” colmó Twitter mientras Su Santidad estaba allí, y que
el tipeo de #BenedictoCuba rozó los 2500 mensajes por minuto. Para no quedarse
atrás, el sitio oficialista Cuba Debate mostraba “Espectaculares imágenes aéreas
de la Plaza de la Revolución durante la Misa” (ellos olvidaron agregar Santa,
pero sí refieron al papa como el Santo Padre). Las fotos de alta calidad son
ofrecidas como “un regalo de Cuba Debate” a sus lectores. <BR><BR>El enviado de
Clarín de Buenos Aires, Sergio Rubín, ya había reportado apenas llegar a La
Habana que “En el intento por quitarle voltaje político a la visita y resaltar
su significado espiritual, el gobierno montó una sala de prensa envidiable con
proyecciones de cortos sobre el quehacer del Vaticano, el proceso de
proclamación de santos y hasta ameniza la faena periodística con el Ave María
aunque también se ofrecen a la venta libros sobre Fidel y el Che Guevara. Ni en
las súper católicas Polonia e Irlanda, cuando fue por primera vez Juan Pablo II,
se llegó a tanto”. <BR><BR>El propio Raúl exaltó el papel de unificadora de la
nación personificado en la Virgen del Cobre, que al parecer ya ocupa un lugar
simbólico en el nuevo nacionalismo poscomunista. Algo muy diferente a la vieja
discusión sobre cristianismo y revolución. El presidente cubano recordó que
“Conmemoramos el IV Centenario del hallazgo y la presencia de la imagen de la
Virgen de la Caridad del Cobre, que lleva bordado en su manto el escudo
nacional. La reciente peregrinación de la Virgen por todo el país, unió a
nuestro pueblo, creyentes y no creyentes, en un acontecimiento de gran
significado”. La mención a “creyentes y no creyentes” recorre todos los
artículos y discursos referidos a la visita papal. Raúl midió además que cada
una de sus palabras encajara en la Doctrina Social de la Iglesia, como cuando
dijo que “modelos sociales e ideologías que destruyen los valores espirituales y
producen exclusión y egoísmo”, o como cuando criticó a la ciencia, las finanzas
y el consumismo actuales. <BR><BR>Quizás por todo esto, el gobierno cubano no
mostró ningún entusiasmo por conseguirle una entrevista a Hugo Chávez con el
Santo Padre, un Chávez menos amigo del realpolitik que Ratzinger o Raúl.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>