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</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa<BR></FONT><U>13 de mayo 2012<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Montevideo - Uruguay<BR>Redacción y
suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Brasil</FONT></STRONG></FONT></DIV><FONT
size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Retrato de la violencia contra la
mujer</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Érika Andreassy y Ana Pagu<BR>Boletím Contra-corrente
Nº 14<BR>Instituto Latinoamericano de Estudos Socioeconómicos<BR></STRONG><A
href="http://www.ilaese.org"><STRONG>www.ilaese.org</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Traducción de Correspondencia de
Prensa</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>Usted, compañera, tal vez no sepa y ni siquiera desconfíe,
pero se estima que una de cada tres de sus colegas de trabajo haya sido agredida
físicamente, violentada sexualmente o sufrido otro tipo de abuso a lo largo de
su vida.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En la Unión Europea, entre el 40 y 50% de las mujeres
sufrieron algún tipo de asedio en el local de trabajo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La OMS (Organización Mundial de la Salud) ya considera la
violencia contra mujer una epidemia mundial y una de las violaciones de los
derechos humanos más frecuentes en la actualidad.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero eso es sólo la punta del iceberg, la violencia
contra la mujer se manifiesta de varias formas, en las altas tasas de desempleo
femenino, en las desigualdades salariales, en los índices de analfabetismo y en
la exposición a la pobreza.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Según la ONU (Naciones Unidas) en el documento Las
Mujeres del Mundo 2010: Tendencias y Estadística, en prácticamente todos los
aspectos las mujeres permanecen en condiciones de vida más precarias que los
hombres.</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Y cuál es la situación en Brasil? ¿La violencia contra
la mujer está cayendo?¿Cuáles las causas de las agresiones? ¿La feminización del
trabajo ha propiciado una mayor igualdad? ¿El crecimiento económico, alteró la
situación de la mujer en el mercado de trabajo? ¿Cuál es el resultado para la
vida de las mujeres después de nueve años del PT al frente del gobierno federal?
Vamos a mirar este retrato.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Para saber cómo las mujeres viven, basta ver cómo
ellas mueren</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>El día 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de
Combate a la Violencia contra la Mujer. En Brasil y todo el mundo, tenemos poco
que conmemorar y mucho que hacer.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Según el Banco Mundial, las mujeres entre 15 y 44 años
corren más riesgo de sufrir violencia dentro de sus hogares que ser acometidas
por cáncer o sufrir accidentes de tránsito.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Violencia doméstica</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>En Brasil, los datos sobre la violencia contra la mujer
son alarmantes. Según el informe Mapa de la Violencia 2011 (Instituto Sangari),
la tasa media de asesinatos registrados es de 4,25 por 100 mil mujeres, índice
muy superior a la media mundial y de América Latina. Y lo peor es que en
los 10 años que comprenden la encuesta (entre 1998 y 2008), simplemente no hubo
reducción de esta tasa a nivel nacional.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Al analizar esos asesinatos por el tipo de relación con
el agresor y el local del crimen, se puede deducir que gran parte de los casos
es consecuencia del machismo. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Entre los hombres, por ejemplo, apenas el 17% de los
crímenes fueron cometidos en la residencia, mientras que entre las mujeres este
índice sube a cerca del 40%. Según el Anuario de la Mujer Brasilera 2011
(DIEESE), 26% de los agresores de las mujeres son cónyuges/ex cónyuges y 11% son
parientes. Entre los hombres, son 2% y 5,6% respectivamente.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En síntesis, podemos concluir que, si entre los hombres,
la mayor parte de las muertes ocurre de casos vinculados a la violencia urbana,
entre las mujeres su agresor está dentro de su casa o hace parte de su
relacionamiento íntimo y está presente tanto en las grandes ciudades como en las
pequeñas.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Si para la primera forma de violencia las políticas públicas
son ineficientes, para la segunda prácticamente no existen.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>La hipocresía también mata</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Aunque está prohibido, el aborto es una de las prácticas
más comunes en el país.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El propio Ministerio de Salud estima que son realizados
un millón de abortos clandestinos en el país anualmente, de los cuáles cerca de
200 mil resultan en internación debido a las complicaciones en el
procedimiento.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Al mismo tiempo que el Estado criminaliza el aborto, no
ofrece condiciones adecuadas a la maternidad: en Brasil se tiene una tasa de
mortalidad materna cinco veces mayor que la recomendada por la ONU y, según un
estudio realizado por la USP (Universidad de Sao Paulo), ese índice puede ser
67% más alto de lo que aparece en las estadísticas oficiales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La mortalidad materna está íntimamente ligada a la
pobreza. Para la OMS, esa tragedia podría haber sido evitada en el 92% de los
casos. No es irrelevante el siguiente dato: de las 536 mil mujeres que murieron
en todo el mundo víctimas de complicaciones ligadas al embarazo y el parto en
2005, apenas 1% vivía en países desarrollados.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Feminización del trabajo, crecimiento económico y
desigualdad</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>La inserción creciente de la mujer en el mercado de
trabajo es un proceso extremadamente positivo, pero repleto de
contradicciones.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Aunque la presencia no sea reciente, la participación de
las mujeres ha crecido mucho en las últimas décadas, principalmente a partir de
los años `90. Al mismo tiempo, este aumento es marcado por la precarización del
trabajo, tanto en términos mundiales como en Brasil.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>La precarización como tendencia
mundial</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>De acuerdo con la investigadora Helena Hirata, “hay una
división sexual de la precariedad del trabajo, visto que las mujeres son más
numerosas que los hombres tanto en el trabajo informal como en el trabajo de
tiempo parcial, con un número inferior de las horas trabajadas y también niveles
más bajos de calificación formal”. (Tendéncias Recentes Da Precarizaçâo Social e
do Trabalho. Cadernos CRH, vol. 24, 2011)</DIV>
<DIV align=justify><BR>En lo que se refiere al desempleo, las mujeres también
son mayoritarias en el desempleo oculto y la crisis económica mundial agravó la
tasa mundial de desempleo femenino abierto, pasando de 6% en 2007 a 7% en 2009.
(Organización Internacional del Trabajo, Tendencias Mundiales del Empleo,
2010)</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Crecimiento económico y
desigualdad</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>La situación del trabajo en Brasil tiene, por lo menos,
dos diferencias fundamentales en relación a los países europeos: en primer
lugar, aquí, el trabajo precario siempre fue la regla, no la excepción, más
todavía cuando se habla de trabajo femenino.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Además de eso, si en los países centrales la desigualdad
entre hombres y mujeres se reduce en períodos de crecimiento económico, en
Brasil ocurre lo contrario: durante el gobierno Lula, el crecimiento económico
brasilero mantuvo, en algunos aspectos y acentuó en otros, la desigualdad entre
hombres y mujeres en el trabajo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Aunque seamos la séptima economía del mundo (o
influenciado justamente por eso), estamos en el lugar 82 del ranking de
desigualdad entre los sexos, según el Foro Económico Mundial. Este es el peor
desempeño entre los países de América Latina y atrás de países como Albania,
Gambia y Vietnam.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Una de los problemas más graves es la diferencia salarial
entre hombres y mujeres. Que la media salarial es, en general, menor que la de
los hombres, es un dato ya bastante conocido.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La novedad es que esta diferencia aumentó justamente en
el período en que Brasil retomó el crecimiento económico y, supuestamente, pasó
a tener políticas de inclusión para las mujeres.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Según el DIEESE (Anuario de las Mujeres Brasileras 2011),
aumentó todavía más la diferencia salarial entre hombres y mujeres asalariados
en el período 2000-2010 en la mayoría de las regiones metropolitanas
encuestadas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Situación semejante podemos percibir en relación al
desempleo. Las mujeres continúan teniendo una tasa de desempleo superior a los
hombres. Incluso con la reducción del desempleo entre 2000-2010, la tasa de
desempleo femenino continúa siendo cerca de 25 a 40% mayor que el desempleo
masculino, dependiendo de la región.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por todo eso, Brasil no solo siguió la tendencia mundial
de precarización del trabajo femenino, sino que lo hizo de un modo genuinamente
nacional: asociado al crecimiento económico.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>