<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META content=text/html;charset=iso-8859-1 http-equiv=Content-Type>
<META name=GENERATOR content="MSHTML 8.00.7600.16385"></HEAD>
<BODY style="PADDING-LEFT: 10px; PADDING-RIGHT: 10px; PADDING-TOP: 15px"
id=MailContainerBody leftMargin=0 topMargin=0 CanvasTabStop="true"
name="Compose message area"><FONT size=2 face=Arial>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#993300 size=5>Correspondencia de
Prensa<BR></FONT><U>12 de junio 2012</U><BR><FONT color=#993300 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: <A
title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="mailto:germain5@chasque.net">germain5@chasque.net</A></FONT></STRONG><A
title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
size=4></FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>España</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG><FONT size=3>Tras el
rescate</FONT></STRONG><BR></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Antoni Domènech · Gustavo
Buster · Daniel Raventós *</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Sin
Permiso</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><A
title="http://www.sinpermiso.info/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://www.sinpermiso.info/">http://www.sinpermiso.info/</A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><BR><BR>El grupo de mayor
vulnerabilidad de la población española son ya los niños. En toda la UE, sólo
Rumania tiene una proporción mayor de niños que viven por debajo del umbral
oficial de pobreza. Los jóvenes no lo tienen mucho mejor: más del 50% están en
el desempleo, una proporción peor que la de Grecia; los mejores y más formados,
emigran en masa, como sus padres y sus abuelos: a Alemania, a Inglaterra, a la
Argentina. Y el paro a fines de este año, "en el peor escenario" previsto por
los tecnócratas que han diseñado el rescate del sector financiero español
decidido ayer, superaría ampliamente el 25% de la población.<BR>En plena
sintonía con estas malas nuevas, la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de
Santamaría, dejó boquiabierto al auditorio la pasada semana -en la presentación
del último libro de un periodista conservador barcelonés en el candelero
madrileño- confesando como cariacontecida que, en el futuro mundo que nos
preparan, "nuestros hijos vivirán peor que nosotros".</FONT></DIV><FONT size=2
face=Arial>
<DIV align=justify><BR>Tal vez no haya hoy en el planeta lugar mejor que el
Reino de España para atestiguar la quiebra de las eufóricas promesas y de las
instituciones de la "globalización", de la "sociedad de la información", de la
"economía del conocimiento"-esa que habría superado para siempre los "ciclos
económicos"-, de la "sociedad del riesgo", de la "postmodernidad líquida" y de
todos esos eufemismos ridículamente pomposos con que los peritos en legitimación
de turno han venido disfrazando en las últimas décadas la verdadera
contrarrevolución económica, social, política y espiritual que han venido
desplegando los nuevos mandamases del capitalismo tardío, herederos resucitados
de los "monarcas financieros" combatidos por Roosvelt y de aquellos "rentistas"
a los que Keynes recomendó encarecidamente aplicar la "eutanasia".<BR></DIV>
<DIV align=justify>La primera víctima de esa "guerra de clases desde arriba" ha
sido, como en todas las guerras, la verdad. De aquí el triunfo apoteósico de los
eufemismos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Con esa mezcla tan suya de gesto firme, paupérrima
contundencia adverbial -"absolutamente"- y dicción insegura y trastabillada, el
ministro De Guindos se empeñó anteayer en otro: no es un "rescate", "en
absoluto", "vamos a ver", "es, es. es. una ayuda financiera, un préstamo a
intereses mucho más bajos, como usted bien sabe, que los del mercado".
Inútilmente: toda la prensa, nacional e internacional, amiga y menos amiga -que
entre bueyes no hay cornadas-, titula en primera plana: "Rescate del Reino de
España".</DIV>
<DIV align=justify><BR>La segunda víctima es la democracia, entendida
simplemente como predominio político de la opinión pública de los más. Porque no
hay modo de que los menos impongan políticas abiertamente hostiles a los más.
Sobre todo cuando los más se percatan, como obviamente lo hacen, de la mentira,
ya vaya eufemísticamente vestida y al agravio se sume el insulto. El rescate ha
llegado tras negarlo enfática y repetidamente los dirigentes más importantes del
PP: el propio Rajoy el pasado 28 de mayo, y esta misma semana pasada, el
ministro de Hacienda Montoro, y anteayer mismo, el ministro de Industria, Soria,
la vicepresidenta del gobierno y la irritante secretaria general del partido, la
señora de Cospedal, la del rictus avinagrado.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Cuando falla el eufemismo, quedan la policía y la
"necesidad". De la policía mucho hay que hablar; la austeridad trae
inexorablemente consigo autoritarismo. Y con ministros del interior de escasa
convicción democrática -como el grotesco Puig en Cataluña, como el exfranquista
Fernández Díaz en el gobierno central-, cosas mucho peores. Por ejemplo,
robustecimiento del espíritu de cuerpo y del fanatismo represor entre los
subordinados: se estima que en Grecia el 50% de las llamadas fuerzas de orden
público son ahora mismo votantes del neonazi grupúsculo Alba Dorada. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero hoy toca hablar de la "necesidad".</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Necesidad, arbitrariedad y legitimidad
política</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Nadie votó a Zapatero para hacer lo que hizo a partir del
12 de mayo de 2012, pero el hombrecillo dijo, tan contristado, que lo haría
"cueste lo que cueste y me cueste lo que me cueste". Era "necesario", ¡qué
diablos!</DIV>
<DIV align=justify><BR>Rajoy se ha empeñado en superarle. No sólo nadie le votó
para que negociara un rescate, sino que se presentó a las elecciones del pasado
noviembre con el explícito mensaje de que sólo él podía evitarlo. Lo cual habría
de ser relativamente fácil, habida cuenta de que todo se reducía a un problema
de "confianza" de los mercados financieros, y para inspirar "confianza", ahí
estaban el chico de Pontevedra y sus amiguetes (como Rato, mismamente). Ahora ha
descubierto la "necesidad", que -como la "confianza"- vaya usted a saber en qué
consiste exactamente, pero que parece servirle también para salir
arbitrariamente del paso y, como a Zapatero, para ciscarse en sus electores.
Todo muy quevedesco:</DIV>
<DIV align=justify><BR>No olvides que es comedia nuestra vida<BR>y teatro de
farsa el mundo todo<BR>que muda el aparato por instantes<BR>y que todos en él
somos farsantes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En unas declaraciones a la emisora Onda Cero realizadas a
fines de mayo, cuando negaba por fas y por nefás que el sistema financiero
español necesitara rescate, decidió de todas formas curarse en salud, con un
buen baño de arbitraria "necesidad": "haré cualquier cosa que sea
necesaria, aunque no me guste y aunque haya dicho que no lo iba a hacer". Y lo
hizo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Con este resultado: la legitimidad política del gobierno
de Rajoy terminó ayer, como la de Zapatero se hundió irreversiblemente el 12 de
mayo de 2012 [1].</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Quién decide lo que es "necesario" en un momento dado?
La cuestión no tiene siquiera que ver con la representación democrática (de los
intereses de los más), sino con la representación política tout court. La
representación política fiduciaria de unos intereses ciudadanos -grandes o
pequeños- no es un mandato personal para que el elegido por cuatro años decida
por su cuenta y riesgo qué políticas (le) imponen las cambiantes "necesidades"
interpretadas a su antojo y acomodo.-Eso sería, a lo sumo, usurpación
tecnocrática de la representación política.- Es, al contrario, un mandato para
desarrollar y poner por obra un programa de gobierno que se supone ex ante
factible y realizable, es decir, un programa que incorpora ya explícitamente y
somete al electorado, si se quiere como restricciones, todos las posibles
"necesidades" (las anankaia de Aristóteles: así de viejo es el problema). Cuando
un programa se revela, por lo que sea, irrealizable, termina el mandato político
legítimo, y el representante no tiene sino cesar o someter un nuevo programa a
una cuestión de confianza ante la ciudadanía.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Política ilegítima, tecnocracia de medio pelo y
una derecha dividida</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Es harto sabido: la sufrida izquierda social española
arrastra desde el comienzo mismo de la Transición un grave problema de
representación política. La célebre ley de hierro de las oligarquías políticas
formulada por Robert Michels en 1910 se ha cebado espectacularmente con el
pueblo español de izquierda. Carrillo impuso sin mayores discusiones -y para más
INRI, desde una universidad norteamericana- el abandono del leninismo a los
comunistas; luego, sin mayores explicaciones a nadie, decidió el abandono de la
República y la aceptación de la Monarquía y su himno y su bandera. Felipe
González, contra el parecer abrumadoramente mayoritario de los socialistas
españoles, hizo repetir un congreso del partido para imponerles el abandono del
marxismo en 1979; luego, contra las promesas electorales que le llevaron a un
triunfo arrollador en otoño de 1982, chantajeó a su electorado hasta lograr
imponerle -por los pelos- la permanencia de España en la OTAN en 1986. Buena
parte del éxito inicial de Zapatero en su primera legislatura consistió en que,
y para pasmo de todos, cumplió con su compromiso electoral de retirar las tropas
españolas de Irak. Tanto más devastadora psicológicamente resultó la vuelta a la
"normalidad" con la traición a su electorado en el giro de mayo de
2010.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Una de las más llamativas -y trágicas- consecuencias de
ese endémico problema de representación política fiduciaria de la
(demográficamente mayoritaria) izquierda social española, fraguado en el
arranque de la Transición, se manifiesta en la poca calidad de sus dirigentes
políticos. Pues se afianzó y prosperó todo un conjunto de mecanismos de
selección inversa, que ha solido enviar sucesiva y regularmente a casa, o al
basurero de la historia -como decían los viejos estalinistas-, a los mejores y
más capaces, promoviendo generalmente a los incapaces, a los mediocres, a los
serviles, a los cerriles, a los cainitas chiflados, y muchas veces -hay que
decirlo-, a los más corrompibles (como, por señalado ejemplo, Roldán). Y a
tenores huecos, a barítonos bufos, a revolucionarios de salón y tartarines de
oficina, a buscavidas sin oficio ni beneficio conocido y a logreros de diversa
laya (como los del "tamayazo", que lograron la imposible hazaña de aupar a
Esperanza Aguirre al poder en Madrid). Y a inconsistentes zascandiles, como
Zapatero. Todo un espectáculo coral. El asombroso descrédito de la política
entre el pueblo -todos los sondeos de opinión coinciden en que el tercer
problema percibido como más grave por los ciudadanos es la "clase política"-
tiene que ver también con eso, más, desde luego, que con una espontánea
querencia ibérica por la antipolítica.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La representación política fiduciaria de la
(demográficamente minoritaria) derecha económica y social española nunca había
conocido ese tipo de problemas, no con la gravedad con que los ha padecido la
izquierda. Baste recordar cómo se desembarazaron sin pestañear de Hernández
Mancha -el "parlanchín delirante" (Javier Pradera)- en la Alianza Popular
antecesora del actual PP, o -mayúsculo ejemplo- la saña y rapidez con que
liquidaron a Adolfo Suárez y a su UCD, tan pronto empezaron a resultarles
incómodos. La diferencia con el destino de Felipe González -el de los gatos
negros y los gatos blancos y la "mirada tontiastuta del gatazo castrado y
satisfecho" (Rafael Sánchez Ferlosio)- salta a la vista.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pues bien; en menos de seis meses de gobierno, la crisis
y su gestión por el gobierno Rajoy lo está consiguiendo. El periodista Federico
Quevedo -un informado correveidile del mundo de la derecha (El Confidencial) y
la extrema derecha (Intereconomía) mediáticas madrileñas- contaba el pasado 1 de
junio esta infidencia de "un importantísimo ministro del Gobierno de Mariano
Rajoy ante un reducido grupo de empresarios":</DIV>
<DIV align=justify><BR>"Nunca pensamos que a seis meses de ganar unas elecciones
con mayoría absoluta, con un poder como nunca había tenido un partido político
en España, íbamos a sufrir un desgaste tan brutal hasta el punto de que se
cuestione nuestra continuidad. Y lo peor es que no sabemos qué hacer".</DIV>
<DIV align=justify><BR>Obviamente, el "brutal desgaste" a que se refiere el
"ministro importantísimo" no puede ser electoral (tienen tres años y medio por
delante), sino que alude a la pérdida de confianza de su base social
fideicomitente directa, es decir, al reducido núcleo de intereses sociales y
económicos granempresariales del que el gobierno del PP es, supuestamente,
fideicomisario.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Unos días antes, el diario El País había publicado un
artículo firmado por tres destacados economistas jóvenes del principal think
tank de la derecha española (la Fedea generosamente financiada por las grandes
empresas nacionales), al que ya tuvimos ocasión de referirnos la semana pasada,
y en el que se daba por amortizado al gobierno de Rajoy y se venía a pedir un
gobierno tecnocrático de unidad nacional para mantener al Reino en el euro. El
gobierno, principalmente De Guindos, el propio Rajoy y el secretario económico
de presidencia, Álvaro Nadal, consideraron eso poco menos que alta traición, y
algún periodista afín a ese grupo llegó a hablar de intento de golpe de Estado.
(Véase "El día en que Fedea propugnó un golpe de Estado (y cavó su tumba)", El
Confidencial, 9 de junio de 2012.) Pero la fidelidad del periodista a la
fracciónn de Rajoy, De Guindos y Nadal le hace verosímilmente presentar las
cosas al revés. Descubierto el "complot" para terminar con Rajoy, estos chicos
estarían acabados, porque, supuestamente, el Gobierno Rajoy y las grandes
empresas que financian a Fedea serían una y la misma cosa. ¿O no?:</DIV>
<DIV align=justify><BR>" 'No se trata -aseguran estas fuentes- de cuestionar a
Fedea ni su labor durante estos años, que ha sido excelente, sino de plantearnos
por qué una institución que nace con la voluntad de aportar ideas, se erige de
pronto en un baluarte de la oposición al Gobierno hasta el punto de promover la
destitución del mismo'. La Fundación ha cruzado una línea roja peligrosa, y
ahora tiene en su contra nada menos que al Gobierno de España -BBVA, Banesto,
Santander, Abengoa, El Corte Inglés, Telefónica, La Caixa, Sabadell, Iberdrola,
Repsol.-, y resulta cuando menos poco probable que los patronos de la Fundación,
los que ponen el dinero con el que se paga a economistas supuestamente de
reconocido prestigio para que escriban artículos como el mencionado, estén
dispuestos a respaldar semejante propuesta de Golpe de Estado. ¿O si?."<BR>Por
lo pronto, nadie que sepa un poco del negocio bancario puede creer que en el
Santander, el BBVA y la Caixa -los tres grandes- estén precisamente
entusiasmados con las exigencias indiscriminadas de recapitalización de la
banca. Los directivos de Bankinter -una entidad mucho más pequeña, pero con
balances ajustados- han sido los primeros en denunciar en público que esas
exigencias son consecuencia de las dos sucesivas "reformas financieras"
erráticamente acometidas en un trecho de menos de tres meses por el ministro de
Economía. Responsables directas, dicho sea de paso -como no se mordió la lengua
en decirlo Rato-, de la inopinada aparición del agujero negro en el ejercicio
contable 2011 de Bankia y la consiguiente escandalera internacional, que ha
terminado por hacer imparable el rescate.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por lo demás, los no tan velados amagos de amenaza de
salir del euro y provocar la Grn Catástrofe -que cierta prensa atribuye a Nadal
y al propio de Guindos, y el mismísimo New York Times (7/6/2012), al propio
Rajoy, que tendría "un as en la manga"-, a fin de evitar a toda costa el rescate
y ganar tiempo, forzando al BCE a volver a comprar títulos españoles de deuda
pública en los mercados secundarios, lejos de conseguirlo, con toda probabilidad
aceleraron las fugas de depósitos de los bancos españoles y agravaron las
sensaciones de angustia y desconcierto[2].</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero lo cierto es que la terrorífica presión
internacional a que se sometió la pasada semana al gobierno de Rajoy -televisiva
aparición Obama incluida- no tenía que ver con eso. El Reino podía aguantar
perfectamente un buen tiempo, no estando, como no estaba, a diferencia de
Italia, urgido por grandes vencimientos inmediatos de sus títulos de deuda
pública. Acababa, además de colocar -el jueves- títulos por un monto superior a
los 2.000 millones de euros con una demanda que triplicaba la oferta,
sirviéndose del clásico truco de los últimos tiempos de forzar a los propios
bancos españoles en dificultades a entrar en el negocio de comprar esos títulos
(negocio grotescamente irracional donde los haya, pero redondo: la banca
española toma prestado dinero del BCE al 1% y compra títulos de deuda pública
española que, en el caso de los bonos a diez años, rinden unos intereses
superiores al 6%). En suma, el Reino y sus banqueros podía aguantar todavía: ya
se sabe que los borrachos tambaleantes pueden tenerse cierto tiempo en pie
sostenidos unos en otros.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Lo que verdaderamente aceleró el rescate, como luego
habrá ocasión de explicar, es el miedo, el pánico, al resultado de las
elecciones en Grecia el próximo 17 de junio, y a un probable triunfo allí del
partido de la izquierda griega Syriza, que ha sido capaz de desafiar
inteligentemente a la eurocracia.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>"Líneas de crédito", "condicionalidades" y
"rescates"</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>¿En que consiste, pues, la "línea de crédito" negociada
en tan "favorables" términos y después de "haber presionado tanto" Rajoy?</DIV>
<DIV align=justify><BR>Tras el informe del FMI, publicado apresuradamente ante
el anuncio de la teleconferencia del eurogrupo, que estimaba las necesidades en
unos 40.000 millones de euros, el gobierno Rajoy se allanó a solicitar el
rescate de un sector financiero español incapaz ya de financiarse en los
mercados de capitales. Alemania se negó en redondo a la pretensión inicial de
España -apoyada, en cambio, por Hollande y Rehn- de una ayuda directa a los
bancos que lo solicitaran del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEE), tras su
prevista constitución y modificación de sus estatutos en julio próximo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por lo tanto, la única formula posible era un crédito al
FROB, garantizado por el estado español, que a su vez inyectaría el capital
necesario, directamente o a través de los llamados bonos convertibles
contingentes, con un techo estimado de 100.000 millones de euros. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Esta cantidad, lejos de ofrecer como afirma De Guindos un
"confortable colchón", se queda corta tras las poco meditadas exigencias fijadas
por las dos últimas reformas financieras, porque la mayoría de los estudios
realizados hasta la fecha por grupos y bancos de inversión privados sobre las
necesidades de recapitalización de la banca española las cifran entre los 134 y
los 180 mil millones de euros. Lo cierto es que los inversores esperan lo mejor,
pero se preparan para el peor de los escenarios posibles. Y esta es su cifra. Al
señalar un techo finalista de 100 mil millones a los dos evaluadores privados
contratados para escarnio del Banco de España y sus funcionarios -Oliver Wyman y
Roland Berger-, es evidente que se pone abiertamente coto a su independencia,
por otra parte más que cuestionable. Para semejante viaje, no merecía la pena
haberse empeñado antes en la destrucción de la credibilidad evaluadora del banco
central español.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Con la política de transparencia que caracteriza al
gobierno Rajoy, se desconocen hasta ahora las condiciones impuestas por el
eurogrupo en la negociación, a despecho de que De Guindos repitiera hasta la
saciedad en la rueda de prensa la muletilla "como usted bien sabe". Pero se han
ido filtrando algunas, y otras resultan obvias. En primer lugar, el Financial
Times revela hoy (11 de junio) que queda aún por resolver si el dinero vendrá
del MEE, cuando se cree en julio, o de la Facilidad Europea para la Estabilidad
Financiera (FEEF). La diferencia no es baladí, porque implica en el primer caso
la prioridad condicionada en el pago de los intereses. Y eso es lo que exigen
Países Bajos y Finlandia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En segundo lugar, serán los representantes directos del
eurogrupo, de la Comisión y del MEE o del FEEF, y no el gobierno de Rajoy,
quienes decidan y vigilen -con la ayuda del FMI- la reestructuración del sector
bancario español, con todas las consecuencias que eso trae consigo, como
garantizar el objetivo de la "reprivatización" y cerrar el paso a cualquier
veleidad de una banca pública. Eso sí, la "responsabilidad" será del
gobierno.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En tercer lugar, porque como establece negro sobre blanco
el comunicado del eurogrupo: "el Eurogrupo confía en que España respetará sus
compromisos bajo el procedimiento por déficit excesivo y con respecto a las
reformas estructurales, con vistas a corregir los desequilibrios macroeconómicos
en el marco del semestre europeo. El progreso en estas áreas será revisado de
cerca y regularmente en paralelo con la asistencia financiera. Más allá de la
aplicación decidida de estos compromisos, el Eurogrupo considera que las
condiciones de la asistencia financiera deberían centrarse en reformas
específicas dirigidas al sector financiero". Y por mucho que Rajoy insista
en negar los hechos, la parte de los 100 mil millones de euros (10% del PIB) que
se utilicen, vendrá a sumarse a ese 70% del PIB que, aproximadamente, supone
ahora la deuda pública. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Una cifra que no sería alarmante -seguiría por debajo de
la media comunitaria, y en particular, de la alemana-, si no fuera porque el
gobierno Rajoy opta por recapitalizar la banca privada a costa de aumentar y
prolongar en el tiempo los recortes del gasto social. Que no del gasto público,
volcado, como es harto sabido, en un sector financiero que ha recibido ya, entre
pitos y flautas, la friolera de unos 150 mil millones de euros desde 2008, una
suma que, sumada a los millones ahora previstos por el rescate, podría llegar a
alcanzar el 25% del PIB.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En una devastadora crítica del rescate español, el
conocido columnista del Spiegel y del Financial Times, Wolfgang Münchau se
muestra más que escéptico (FT, 11 de junio 2012). El rescate del sistema
financiero español solo habrá conseguido volver a ganar tiempo en la crisis del
euro, que no se desencallará mientras no se avance resueltamente hacia una unión
bancaria. Una unión bancaria que exige un nuevo tratado intergubernamental que
instituya una autoridad bancaria central reguladora y supervisora, un sistema de
garantía de depósitos y, lo más difícil, corte por lo derecho el nudo gordiano
que ha apalancado la deuda privada en la deuda soberana de los estados. Porque
en el caso español la pública aún no supera el 75% del PIB, pero la suma de la
pública y la privada montaba un 363% del PIB en 2011. Y este es el perverso
mecanismo que no han hecho sino reforzar las cuatro reformas financieras
-emprendidas sucesivamente por los gobiernos del PSOE y del PP- y los dos
programas de crédito barato puesto por obra por el BCE para inyectar liquidez al
sistema bancario. Con el rescate de la banca, el estado español se ha convertido
en el mayor propietario de su propia deuda soberana. ¿Qué sentido tiene en esta
situación la palabra "solvencia"?</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Pendientes resbaladizas, desfiles de horrores, y
el factor decisivo: la izquierda griega</STRONG></DIV><FONT size=3
face=Calibri></FONT><FONT size=3 face=Calibri></FONT>
<DIV align=justify><BR>La urgencia del rescate español y su grandiosa
escenificación internacional -ya va dicho- tiene sobre todo que ver con las
elecciones griegas del próximo 17 de junio. Es evidente: para la UE, arde Troya.
Y el caballo de la desdicha no es la disciplinada y autoritaria Esparta, sino la
democrática Atenas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Nadie mejor que el economista griego Varoufakis, uno de
los mejores economistas científicos de Europa, y hombre cercano a Syriza, para
dibujar el escenario de la crisis del eurogrupo:</DIV>
<DIV align=justify><BR>"La falta de un proceso constitucional (o habilitado
mediante Tratado) para salir de la eurozona está respaldada por una sólida
lógica. Todo el desarrollo de la moneda común estaba concebido para impresionar
a los mercados con la idea de que se trataba de una unión permanente que
garantizaría pérdidas enormes para quienquiera osare apostar contra su solidez.
Basta una sola salida para hacerle un descosido a esa percepción de solidez.
Como una leve línea de fisura de un dique de portentosa contención, una salida
de Grecia traerá inevitablemente consigo el colapso del edificio, demolido por
las irrepresables fuerzas desintegradoras que se colarán por esa línea de
fisura. En el momento en que Grecia se vea empujada a abandonar, ocurrirán dos
cosas: una fuga masiva de capitales desde Dublín, Madrid, Lisboa, etc., seguida
de la acrecida renuencia del BCE y de Berlín a autorizar liquidez ilimitada a
los bancos y a los Estados. Eso significará la inmediata bancarrota de todos los
sistemas bancarios, y la de Italia y España. Llegados a ese punto, Alemania se
enfrentará a un terrorífico dilema: poner en riesgo la solvencia del Estado
alemán (comprometiendo unos cuantos billones de euros en la tarea de salvar lo
que quede de la eurozona) o salvarse a sí misma (es decir, abandonando ella la
eurozona). No tengo la menor duda de que optará por lo segundo. Y puesto que
eso significará romper unos cuantos Tratados y Estatutos (incluido el del
BCE), la UE, en substancia, habrá pasado a mejor vida."</DIV>
<DIV align=justify><BR>El increíble revuelo internacional provocado a cuenta del
rescate del Reino de España, la ciclópea y estudiada dramatización mediática del
problema -filtración de Reuters incluida- estaban primordialmente destinados a
dar a entender al electorado griego estas dos cosas. La primera: que, caso de
ganar las elecciones la izquierda, de ningún modo se renegociarán los tratados
de austeridad que han devastado social y económicamente a Grecia, y que la
salida de Grecia del euro resultaría entonces inevitable. Y la segunda: que a la
Troika no le temblará el pulso, porque ha tomado ya todas las medidas necesarias
para evitar el contagio catastrófico a España, y a su través, a Italia. (A la
hora de escribir esto, Reuters hace otra filtración interesada: un grupo de
superexpertos de la UE lo tiene ya todo estudiado para el caso de Grecia
salga del euro, corralitos bancarios incluidos, en Grecia y . ¡ay! . en otros
países miembros.)</DIV>
<DIV align=justify><BR>No llevaba razón ayer Rajoy cuando, tras comparecer a
rastras ante los medios de comunicación antes de irse al fútbol, proclamó
propagandísticamente que el rescate era tan bueno para el Reino como para la
eurozona.</DIV>
<DIV align=justify><BR>No es bueno para nuestra economía. Primero, porque,
además de avalar, y con toda seguridad agudizar, las catastróficas políticas
procíclicas de austeridad de su gobierno, avala también el pésimo diagnóstico
que anda por detrás del "reformismo" financiero del PP (idéntico al del PSOE):
no es verdad que el saneamiento de la banca española se reduzca a un problema de
capitalización. La enorme deuda privada de las familias y las empresas españolas
en los años del "España va bien" (Aznar) y "España ha entrado en la Liga de
Campeones" (Zapatero) es el principal problema de la economía española, y a
causa de ese problema estamos en una recesión de balances y la banca privada
española más comprometida con la burbuja inmobiliaria se halla en situación de
insolvencia. Sanear la banca en serio no quiere decir recapitalizarla con
inyecciones infinitas de liquidez -que, dada la recesión de balances, se va sin
más por el sumidero, como acaban de comprobar amargamente a su costa los
clientes y los empleados de Bankia que se dejaron embaucar en la compra de
emisiones de capital-, sino proceder a una reestructuración a gran escala, cuyo
centro debe ser la quita de la deuda. En una cosa lleva razón el PP cuando carga
ahora oportunistamente el muerto al PSOE, alegando que si los socialistas
hubieran hecho una reforma financiera a tiempo, ahora no nos veríamos abocados
al rescate. Pero no en los argumentos para avalar esa razón. Lo cierto es que
Zapatero, acaso demasiado entretenido en batallitas culturales miopes y en
fotogénicos ágapes con Botín, perdió en 2008 la gran ocasión de proceder a una
nacionalización de la enorme parte de la banca privada más dañada por el
ladrillo -entonces había dinero público para hacerlo: nuestra deuda pública
apenas representaba un tercio del PIB, y nuestra prima de riesgo era inferior a
100 puntos-, crear una gran banca estatal -incluyendo el robustecimiento de la
constitución social de las cajas de ahorros-, sanear a fondo todo el sistema
financiero con quitas masivas de deuda privada y, de paso, generar un gran
parque público de vivienda de alquiler barata.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sic transit: en el primer día hábil tras el rescate, la
bolsa ha cerrado en -0,54 puntos, después de un subidón a primera hora de +5,9.
Y la prima de riesgo ha vuelto a superar los niveles anteriores al rescate,
pasando de 462 a 520 puntos. Es como si los mercados se hubieran enterado ya de
que, gracias a la incalificable política económica en curso, el Reino de España,
además del rescate de su sector financiero, deberá, de aquí al 2014, buscar
refinanciación para su deuda soberana por valor de 155 mil millones de euros y
conseguir otros 121 mil millones de euros para cubrir su déficit presupuestario.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero el rescate no es bueno tampoco para Europa. Lo que
Europa necesitaría es quebrar la resistencia de Merkel, abandonar lo antes
posible las catastróficas políticas procíclicas de austeridad, instituir
rápidamente una autoridad fiscal unificada, mutualizar la deuda de la eurozona y
poner por obra políticas fiscalmente expansivas. Por eso los desafíos y amenazas
del tándem austérico Rajoy-De Guindos eran, además de ridículas, increíbles.
Exigían limosnas, a cambio de seguir destruyendo a su aire, y tan dañina como
innecesariamente, la vida económica y social española. No desafiaban ni
amenazaban al núcleo de las políticas suicidas de la Troika, y muy
señaladamente, de Berlín. Por eso les doblaron el brazo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Pero quién quita que esta victoria "preventiva" de
Merkel, Rehn y el resto de la eurocracia neoliberal no termine por hacerles
avanzar un paso para retroceder dos? En Portugal y en Irlanda, especialmente
tras el reciente referéndum sobre el Pacto Fiscal, se levantan ya por todos
lados voces que exigen una renegociación de los términos de sus rescates, sobre
la base del que el gobierno Rajoy jura por su honor haber obtenido en mejores
condiciones. La periferia de la eurozona se alborota, justo antes de la
prueba decisiva en Grecia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Estar por ver si el pueblo griego, a diferencia del
irlandés, será capaz de resistir el chantaje de la Troika el próximo domingo 17
de junio. Y entonces veríamos, gracias a Syriza, si Berlín, Bruselas y el FMI
son capaces también de doblegar al pequeño gigante de la decencia resistente
europea en que se habrá convertido la Atenas en que nació la primera democracia
radical plebeya, la que echó a andar, con Solón, poniendo por obra un programa
político tan sencillo como actual: reparto de la propiedad de la tierra (géa
anasdesmos) y cancelación de la servidumbre por deudas (kreón
apokopé).<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>* </STRONG>Antoni Domènech es el Editor general de
SinPermiso. Gustavo Búster y Daniel Raventós son miembros del Comité de
Redacción de SinPermiso.</DIV>
<DIV align=justify><STRONG><U></U></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><U>Notas</U></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>[1] Aunque desde mediados de febrero se podía percibir la
inflexión en la tendencia al voto del PP, desde marzo de ha desplomado más de 9
puntos, hasta un 37,1%. Rajoy recoge actualmente un rechazo del 78%. Pero los
electores no olvidan quién inició en mayo del 2010 el plan de ajuste: el PSOE
solo ha remontado en la oposición 2,9% y Rubalcaba tiene un rechazo del 89%,
superior a Rajoy. Los electores han ido desarrollando estos meses tres certezas,
que parecen guiar sus prospectivas de futuro: que la situación económica ira a
peor (90,2%), que el rescate era inevitable (64%), dada la inutilidad de la
clase política, y nefasto (70%). (<A
title="http://politica.elpais.com/politica/2012/06/09/actualidad/1339258034_213987.html CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://politica.elpais.com/politica/2012/06/09/actualidad/1339258034_213987.html">http://politica.elpais.com/politica/2012/06/09/actualidad/1339258034_213987.html</A>)</DIV>
<DIV align=justify><BR>[2] Usura del tiempo, esto es lo que, el 21 de Noviembre
de 2011, tras ganar Rajoy las elecciones, escribimos desde estas mismas páginas
de SinPermiso:: "El gobierno del PP va a tener que enfrentarse, quieras que no,
a la siguiente y poco prometedora disyuntiva.</DIV>
<DIV align=justify><BR>1) Obediencia más o menos ciega del gobierno de Rajoy a
las directrices de los mandamases de una UE dominada por las actuales
concepciones de la señora Merkel y la élite político-bancaria alemana. Esa
opción tiene dos escenarios posibles: <A
title="http://www.sinpermiso.info/articulos/ficheros/20n2011.pdf CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://www.sinpermiso.info/articulos/ficheros/20n2011.pdf">http://www.sinpermiso.info/articulos/ficheros/20n2011.pdf</A></DIV>
<DIV align=justify>a) De persistir en la actual negativa alemana a cambiar
rápidamente el diseño institucional de la política fiscal de la eurozona, no se
llega sino al desastre y al final del euro. La eurozona, simplemente, se
desmembraría, y el gobierno de Rajoy se convertiría básicamente en un
aterrorizado gestor político, o de la europeseta, o de un nuevo euro devaluado,
del que habría salido ya una Alemania resuelta a crear una nueva zona
Deutschemark (verosímilmente, con Holanda, Austria, Finlandia, Luxemburgo y
quizá Bélgica, pero no Francia). En cualquier caso, la implosión de la eurozona
significaría una catástrofe económica, no ya para España, no ya para el
continente europeo, sino para la economía mundial: un verdadero tsunami
financiero que haría palidecer por contraste al provocado por la decisión
norteamericana de dejar caer al banco Lehman Brothers en 2008: la Gran Recesión
de 2008-2011 se convertiría con toda probabilidad en una Gran Depresión II de
duración indefinida y de resultados económicos y políticos de todo punto
inciertos.<BR>b) De cambiar rápidamente la actual política dictada por la señora
Merkel a la UE, yendo resueltamente a una salvación del euro con pasos prestos
hacia un Tesoro común europeo, con eurobonos y un Banco Central normal, capaz de
desempeñar la función de prestamista de último recurso, entonces, caso de
llegarse a tiempo, se abriría en Europa un escenario algo mejor, pero
simplemente semejante al norteamericano: comenzaría el debate político sobre qué
política económica es mejor: si una política derechista (à la Tea Party) de
austeridad fiscal, ajustes estructurales, etc., o una política progresista de
expansión fiscal, crecimiento económico y reequilibrio entre la economía alemana
y las periféricas. Este último escenario tendría la ventaja de que volverían a
aparecer, como problemas propiamente políticos, y no meramente técnicos, dos
opciones distintas de política económica a escala europea. Las perspectivas
políticas del gobierno de Rajoy no serían muy halagüeñas aquí, pues las
políticas ultraderechistas de austeridad fiscal a escala europea difícilmente
podrían presentarse ante la opinión pública como compatibles con los intereses
nacionales más elementales de los países periféricos.</DIV>
<DIV align=justify>2) La segunda opción que se ofrece al gobierno de Rajoy es la
de una resistencia desde el primer día a Merkel, ya por la vía de intrigar, como
parece estar comenzando a hacer (véase al respecto la información proporcionada
por el conservador Times de Londres el pasado 18 de noviembre) con Cameron y el
gobierno conservador británico (fuera de la eurozona), y/o con un cada vez más
alarmado Sarkozy (dentro de la eurozona). Pero esta segunda opción, si no
lograra vencer el empecinamiento de Merkel -que aterra ya hasta a la derecha
económica más encallecida de nuestro país-, significaría un serio agrietamiento
de la elite político-bancaria eurocrática, y es lo más probable que terminara
con la destrucción de la eurozona y, de nuevo, como en el escenario presentado
en 1a, con un Rajoy gestor político de la europeseta, con todas la tremebundas
consecuencias de alcance mundial ya dichas allí."
<HR>
<BR></DIV>
<DIV align=justify></FONT> </DIV></BODY></HTML>